El presente trabajo estudia las primeras traducciones de Galeno al español que se realizaron en Argentina, en el marco de un proyecto editorial dirigido por Aníbal Ruiz Moreno. La investigación pone de manifiesto que la colección en la que aparecen no era en realidad solo de obras de Galeno, sino una colección general con textos relevantes para la historia de la medicina. Se añade el caso concreto de
This paper studies the first translations of Galen’s works into Spanish which were made in Argentina, within the framework of an editorial project directed by Aníbal Ruiz Moreno. The study shows that the collection in which they appear did not only publish Galen’s treatises. It was rather a general collection with texts relevant to the history of medicine. The specific case of
Galeno de Pérgamo (
Esta es una de las razones por las que diversos grupos de investigación de distintos países dedican sus esfuerzos desde hace algunos años a la traducción de las obras de este prolífico autor, muchas de las cuales han permanecido durante siglos
Al desinterés por las obras de Galeno durante tanto tiempo ha contribuido significativamente el hecho de que sus contenidos médicos carezcan de vigencia científica. Además, filólogos y traductores se han visto disuadidos de acercarse a sus textos debido a los numerosos errores que contiene la principal edición disponible, la de Carl Gottlob Kühn
Aníbal Ruiz Moreno (1907-1960) fue un activísimo profesor e investigador de la medicina y de su historia, que desarrolló su labor principalmente en Argentina, su país natal
En el año 1938 comienza su carrera universitaria como docente e investigador adscrito a la cátedra de Historia de la Medicina de la Universidad de Buenos Aires, ocupada entonces por el profesor Juan Ramón Beltrán, y en 1947, logra la categoría de Profesor Titular. Fue director de los
Uno de los grandes proyectos que emprendió Aníbal Ruiz Moreno fue el de traducir el
Su título sugiere inmediatamente que se trata de la obra
La primera cuestión que debe plantearse es quién es el traductor de
Por lo que respecta a la compilación de los tratados de Galeno, el propio Vera deja anotado en la introducción que los precede lo siguiente: “Finalmente, Ruiz Moreno
De lo dicho, se deduce que, en el caso de Galeno, Francisco Vera se limita a recoger la traducción y notas de Ruiz Moreno, Augusta Arias y Lafont. El problema principal es que con esta información no es posible saber con exactitud quién es el traductor de cada tratado, pues podría ser cualquiera de los tres, habida cuenta de que trabajaban conjuntamente en un mismo proyecto teniendo cada uno de ellos el encargo de traducir unas obras en particular.
Por otra parte, si alguien trata de hallar las traducciones de Galeno que
Las tres obras contenidas en el volumen publicado por Ruiz Moreno en La Plata, 1947, coinciden con las mencionadas por Vera, aunque en distinto orden
El hecho de que se conserven los volúmenes XII y XVIII bajo el título
Este panorama, junto con el hecho de que cada una de las traducciones mencionadas fue hecha por Ruiz Moreno en colaboración con otra persona, sugiere que este fue el director de una colección planeada
XII, tomo 2 (1948), que contiene la traducción del
XIII, tomo 1 (1949
XIII, tomo 2 (1949), con
XIV, tomo 1 (1950), con
XIV, tomo 2
XV, tomo 1
XV, tomo 2
XVII ¿tomo? (1954),
XIX ¿tomo? (1959),
XX, ¿tomo 1? (1961),
XX, ¿tomo 2? (1961),
Así pues, a partir de esta relación es posible entender que: 1. Hasta 1959 vieron la luz, en efecto, los 18 volúmenes que menciona la noticia del
Por otra parte, el obituario publicado por
Con respecto a la traducción de
Como se ha señalado antes, la versión de
De este modo, en términos generales se observa que en determinados pasajes la traducción sigue fielmente palabra por palabra el texto griego, pero en otros no. Y, cuando no lo hace, en ocasiones mantiene el sentido subyacente en griego y en otras no. Para fortuna del investigador, el propio texto de la recopilación de
Tectandro, nacido en Cracovia en época de Segismundo I Jagellón el Viejo, rey de Polonia entre los años 1506 y 1548, estudió en su ciudad natal y viajó más tarde a Italia, Alemania y Holanda
Pese a que sería necesario cotejar con detenimiento la traducción al español y la traducción latina de la que parte para valorar su exactitud, de lo que no cabe duda a tenor de lo visto es de que el contenido y la forma de la versión latina ya varía considerablemente del texto griego
Varias reflexiones surgen inevitablemente a tenor de este pequeño viaje por una parte de la transmisión de la medicina galénica. De un lado, cabe destacar que el origen y condición de los traductores del siglo XX no se reduce al ámbito de la filología -como ahora-, ni de la medicina -como antes-, ni tampoco de la iglesia, sino de todos ellos a la vez: Ruiz Moreno era médico, especialista en reumatología; Vera, matemático; Antonio Tovar, filólogo; Julio B. Lafont, sacerdote e historiador, e Irene Augusta Arias, lingüista. Conforman, de este modo, un equipo interdisciplinar con un amplio conocimiento de las lenguas clásicas como denominador común. Este punto de partida supone un gran acierto, pues la tarea de traducir bien a Galeno precisa de grupos multidisciplinares que permitan profundizar en los textos y apreciar sus distintos matices interpretativos.
De otro lado, por lo que respecta a la traducción de
Quedan así interrogantes abiertos, habituales en la historia de la transmisión textual, pero a menudo inesperados cuando se trata de materiales más recientes: no solo no se sabe cómo llegó la publicación que contenía el tratado
Por último, pese a que, como se ha visto a propósito de la traducción de Proclo hecha por T. Taylor, Vera critica que las versiones de textos griegos a lenguas modernas se hagan a través de traducciones latinas, no duda en incluir en su recopilación traducciones de Galeno que arrancan de una versión latina -sin aludir siquiera al hecho-, por lo que debió tener una poderosa razón para hacerlo. Ello sugiere una voluntad manifiesta de publicar las traducciones de Ruiz Moreno. Esta circunstancia debe crear, al menos, dos alertas en el lector: la primera y común a toda traducción, que debe tomarse con cautela cualquier texto que no sea leído en su idioma original, incluso cuando renombrados médicos o filólogos avalen las ediciones; la segunda, que, en el caso de leer una traducción, el lector debe informarse bien de su procedencia para poder valorarla en su justa medida.
Aunque, por fortuna, la medicina actual no dependa de la correcta interpretación de los textos galénicos, no cabe duda de que constituyen un valioso testimonio para la historia de la medicina y, por este motivo, merecen ser transmitidos, aunque sea en traducciones, con el mayor esmero. En cualquier caso, la traducción debe entenderse como un proceso diacrónico, debido, por una parte, a la propia naturaleza cambiante de las lenguas y, por otra, a los nuevos hallazgos o perspectivas que pueden explorarse. Queda, pues, mucha tarea por hacer.
Quiero agradecer a Juan Rodríguez Somolinos, Inmaculada Pérez Martín, Juan Antonio López Férez, Luis Miguel Pino Campos, Pablo Adrián Cavallero, Pablo Toribio Pérez, Pedro Bádenas de la Peña y, muy especialmente, a Emilio Regueira Vera, nieto de Francisco Vera, sus comentarios y apoyo en el proceso de elaboración de este trabajo. Para la revisión del artículo, las sugerencias de los evaluadores anónimos han sido de un valor incalculable. Gracias.
El presente trabajo se inserta en el marco del Proyecto FFI2017-82850-R (AEI/FEDER, UE),
Como señala el profesor
Vid.
Este proyecto posee una útil y actualizada página web disponible en
Ya el filólogo Donaciano Martínez Vélez emprendió a principios del siglo XX un proyecto de traducción de las obras médicas griegas con el apoyo de un grupo de médicos españoles encabezados por Federico Rubio y Galí. Este proyecto no se completó y, unos años más tarde, Aníbal Ruiz Moreno proyectó en Argentina la traducción completa del Corpus Galenicum, empresa que quedó igualmente inconclusa, como se verá más adelante. También Carlos García Gual, como director de la Biblioteca Clásica Gredos, proyectó traducir la totalidad de las obras galénicas, pero solo cinco volúmenes vieron la luz. Vid.
En este año comenzó el primer proyecto Obras de Galeno: medicina y pensamiento (PB-85-0078), financiado por la extinta Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica (CAICYT).
Otros proyectos, aunque no tienen como objetivo principal la traducción, llevan a cabo relevantes actividades en torno a la obra del médico de Pérgamo, entre otros autores. Así, en Alemania, la Academia de Ciencias de Berlín-Brandeburgo alberga el proyecto
Carl Gottlob Kühn (1754-1840) fue un médico alemán que desarrolló un gran interés por la historia de la medicina. Editó obras de Areteo de Capadocia, Hipócrates y Galeno. Vid.
Pese a la magnífica labor que Kühn realizó, ha sido a menudo atacado por los numerosos errores presentes en su edición de Galeno. Sin embargo, estos ataques parecen más bien el fruto de un acercamiento descontextualizado a lo que pretendió y pudo hacer con los medios, materiales y humanos, de los que disponía. Vid.
CMG empieza a publicarse en 1908. Pueden consultarse sus títulos en su página web
Para una recopilación de las traducciones latinas renacentistas de Galeno, vid.
De acuerdo con el obituario de
Este consejo estuvo finalmente compuesto por autoridades de España, Portugal, Argentina, México, Perú, Brasil, Uruguay y Guatemala.
Son palabras textuales de
Y añade: “Y que buena falta nos hacía, porque hasta muy entrado este siglo, monografías, tratados y revistas de Historia de la Medicina nos venían de tratadistas alemanes, ingleses, norteamericanos, franceses e italianos, que poco se venían cuidando de tocar el destacado papel de España en la evolución de los conocimientos médicos y el de las Repúblicas americanas de habla española”.
Vid.
Pese a la influencia que la flebotomía ha tenido durante siglos y el interés de estos tratados para comprender este fenómeno, apenas hay traducciones a lenguas modernas. La más reciente, publicada en 1986 en inglés por Peter Brain bajo el título Galen on Bloodletting -que arranca de su tesis doctoral Galen on venesection (1971)- está acompañada de notas e introducciones que tratan de examinar el origen, desarrollo y validez actual de los postulados galénicos sobre el remedio. Con anterioridad,
Es convención filológica citar las obras griegas no por sus títulos originales, sino en latín.
Francisco Vera Fernández de Córdoba (1888 Alconchel, Badajoz-1967 Buenos Aires, Argentina) fue profesor Catedrático en la Universidad de Buenos Aires, donde llevó a cabo una importante actividad. Su labor como matemático, historiador y filósofo de la ciencia, además de periodista y divulgador, ha sido escasamente conocida en España, pese a su contribución a la historia de la ciencia. Condenado a muerte en su país natal por coherencia con sus propias ideas, hubo de exiliarse a finales de enero de 1939 llegando a la ciudad de Buenos Aires en abril de 1944, tras pasar por Francia, Colombia y la República Dominicana. Para más detalles sobre su vida y obra, vid.
El volumen I recoge obras de Pitágoras, Hipócrates, Demócrito, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Eudemo de Rodas, Euclides y Aristarco; el II, obras de Arquímedes, Apolonio de Pérgamo, Eratóstenes, Nicandro, Hiparco, Teodosio de Trípoli, Herón de Alejandría, Dioscórides, Ptolomeo, Galeno, Nicómaco de Gerasa, Pappo, Diofanto de Alejandría y Proclo de Licia.
El más especializado y actualizado es, sin duda, el que Gerhard Fichtner iniciara en 1997 consistente en una recopilación de la bibliografía de las obras galénicas y pseudogalénicas. Pese a su fallecimiento en 2012, cada año sigue publicándose puntualmente gracias a la labor del proyecto de investigación Galen of Pergamon: The Transmission, Interpretation and Completion of Ancient Medicine dirigido por el Dr. Christian Brockmann de la Universidad de Hamburgo. Vid.
A la traducción de los tratados de cada científico griego le precede una breve introducción.
Así lo ponen también de manifiesto las recensiones a la obra, como la de
Apenas menciona otras traducciones al español porque no las había.
Según el obituario publicado el 15 de julio de 1961 en el British Medical Journal (pp. 179-180), Aníbal Ruiz Moreno fue durante 25 años profesor de Historia de la Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, además de uno de los reumatólogos más relevantes de Argentina, con una amplia actividad en este campo. Falleció repentinamente mientras daba clase a sus estudiantes el 22 de diciembre de 1960 a la edad de 56 años. Vid.
En esa lista ha mencionado a cinco autores -Aristóteles, Dioscórides, Galeno, Hipócrates, Nicandro y Platón-, dejando claro de qué traducciones es responsable y de cuáles no.
Así sucede en las principales bases de datos consultadas como REBIUN, WorldCat, Karlsruher Virtueller Katalog, etc. Curiosamente, la Bibliografía del Doctor Aníbal Ruiz Moreno recopilada por Antonio Alberto Guerrino en 1962 solo recoge el volumen de La Plata, 1947.
Dado que en cada volumen participan distintas personas, encontrando sus traducciones, sería fácil determinar de quién es la traducción que ofrece Vera.
Tampoco a través de las imprentas es posible averiguar más, dado que desaparecieron. Talleres Gráficos de J. Héctor Matera desarrolló su actividad entre 1950 y 1974 y Talleres Gráficos Argentinos L. J. Rosso, entre 1887 y 1960. La Imprenta López (Buenos Aires, 1908-1969) comenzó siendo un pequeño taller de impresión fundado por José López García (Vélez-Málaga, 1877-Rosario, 1945) y tres décadas después había crecido exponencialmente gracias a la efervescencia cultural de la época en Argentina hasta contar con 182 empleados. Manuel López Soto (Buenos Aires, 1911-1969) tomó el relevo a don José en la dirección de la imprenta durante el boom editorial de los años 40 convirtiendo a la Imprenta López en un punto clave en la dinamización y renovación del libro argentino. Información extraída de la exposición viajera Cómo se imprime un libro: Grafistas e impresores en Buenos Aires 1936-1950 (abril 2017-junio 2019), publicitada en el enlace
Arte médico, Definiciones médicas y Modo de desenmascarar a los simuladores de enfermedades (Ruiz Moreno, 1947) vs. Definiciones médicas, Sobre el modo de desenmascarar a los simuladores de enfermedades y Arte médico (
Estas son las obras que Vera incluye en Científicos griegos, siguiendo este mismo orden.
Vid.
Esta cifra coincide con el número de volúmenes de la revista de cuya publicación informa el Journal of the History of Medicine and Allied Sciences. Vid. n. 17.
De hecho, la reseña de
Antonio Tovar (1911-1985) fue profesor de griego en la Universidad de Buenos Aires a donde llegó tras la Guerra Civil cuando, como dice su entrada en el Diccionario biográfico español, “rompió con el régimen de Franco” y “comenzó un exilio voluntario en 1958”. Allí entró en contacto con estudiosos relevantes de la medicina griega que convivieron con Aníbal Ruiz Moreno en un intenso marco de ebullición intelectual. Vid.
Aunque Ruiz Moreno falleció en 1960, su última publicación vio la luz al año siguiente.
Todas las obras que menciona la noticia -traducciones de Galeno, tratados sobre la viruela y estudios sobre el Protomedicato de Buenos Aires, así como una traducción del Regimen sanitatis Salernitanum- aparecen en la relación siguiente. Vid. nn. 17 y 35.
Los volúmenes anteriores, publicados entre 1938 (vol. I) y 1947 (vol. XI), están recogidos como “Publicaciones de la Cátedra de Historia de la Medicina” bajo la dirección del profesor Juan Ramón Beltrán, antecesor de Ruiz Moreno en la Cátedra. La Academia de Medicina de Buenos Aires señala que las Publicaciones del Instituto de Historia de la Medicina, de las que se publicaron los volúmenes 12-20 entre 1948 y 1961, fueron continuación de las Publicaciones de la Cátedra de Historia de la Medicina. Vid.
Este volumen puede consultarse en la
Esta obra es referenciada por
Hay un ejemplar de este tomo en la
Existen copias de este volumen en la biblioteca de la
Existe una copia de esta obra en la biblioteca de la Universidad de Yale, según su catálogo en línea
Vid.
Vid.
Vid.
Vid.
Vid.
Cuando he logrado encontrar un ejemplar lo he señalado en nota.
Vid.
Vid. nota 26.
Volumen XI, p. 150, líneas 5-9 de la edición de Kühn.
También la traducción de las obras de Galeno contenidas en el volumen de
En el catálogo de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno de Argentina sigue sin haber actualmente un solo volumen de Kühn (
60 Curiosamente, la web sobre las versiones latinas de Galeno que coordina y dirige Stefania Fortuna (
Tectandro escribió en latín tres elegías sobre sus viajes, dedicadas a Petrus Kmita (1477-1553), gran patrono de la cultura en Varsovia, publicadas por Ungler en 1942. Vid.
Sobre la actividad de Tectandro como editor también de obras médicas contemporáneas, vid.
Estas versiones se encuentran recogidas en el repertorio de
Así lo señala el encabezamiento de la traducción: Galeni De venae sectione adversus Erasistratum liber Iosepho Tectandro Cracoviensi interprete denuo ab Augustino Gadaldino ad Graecorum exemplarium fidem emendatus. Vid.
Incluso las traducciones directas adolecen a menudo de falta de correspondencia con el texto original, bien debido a licencias para mejorar el atractivo de la traducción, bien a ambigüedades del propio texto que ofrecen distintas posibilidades de interpretación, bien a que el traductor no ha entendido adecuadamente el texto. De este modo, entre diversos traductores de un mismo texto pueden existir notables divergencias, tal y como se aprecia en el comentario de