RESEÑAS DE LIBROS/BOOK REVIEWS

 

RESEÑA DEL LIBRO "EL BULEVAR DE LOS POBRES. RACISMO CIENTÍFICO, HIGIENE Y EUGENESIA EN CHILE E IBEROAMÉRICA, SIGLOS XIX Y XX"

 

Leyton, César; Palacios, Cristián; Sánchez, Marcelo (eds.). El bulevar de los pobres. Racismo científico, higiene y eugenesia en Chile e Iberoamérica, siglos XIX y XX. Santiago de Chile, Ocho Libros Editores, 2015, 372 páginas [ISBN: 978-95-63352344].

 

El bulevar de los pobres, que lleva por subtítulo “Racismo científico, higiene y eugenesia en Chile e Iberoamérica siglos XIX y XX”, es un libro colectivo, editado por César Leyton, Cristián Palacios y Marcelo Sánchez, publicado el año 2015 por la editorial Ocho Libros. La organización del texto es límpida: Primero, una introducción, de la autoría de los editores, suerte de écriture à trois. Segundo, el cuerpo textual propiamente tal, subdividido, a su vez, en tres partes, que se corresponden con los siguientes ejes problemáticos: higiénico, eugénico y sociobiológico. Finalmente, un epílogo, nuevamente escrito por los editores. El número tres se repite, nuevamente, a propósito de la composición, ya que ésta, considerando el origen y la naturaleza de los textos, es tripartita: En primer lugar, incluye algunos textos originales, compuestos especialmente para su inclusión en este libro. En segundo lugar, contiene algunos trabajos presentados inicialmente el 4 de septiembre de 2013 en la Jornada Internacional Ética, Política y Tecnociencias: preguntas históricas a los fascismos iberoamericanos, evento organizado por el Grupo de Estudios en Historia de la Ciencia de Chile y el Museo Nacional de Odontología de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile. Tercero y último, comprende algunos textos «originales», suerte de materiales históricos o testimonios. Mención aparte merecen las numerosas imágenes, entre ellas, un mapa de Santiago del 1875 en el cual se distingue el camino de cintura o cordón sanitario, una pintura mural de Arturo Reque Meruvia, titulado Alegoría de Franco y La Cruzada, el programa de Medicina Legal de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile de 1935, páginas escogidas de la revista El Cabildo de Santiago. La cuidada edición se refleja, de modo singular, en la inclusión de algunos «documentos históricos», entre ellos, por ejemplo, el discurso pronunciado por el doctor señor Augusto Orrego Luco al tomar posesión del cargo de Presidente de la Sociedad, La continencia y la vida militar de Rafael Edwards Salas, La ortodoncia i su influencia racial de Vicente Real, A los jóvenes de Waldemar E. Coutts, Biotipología y psiquiatría de K. O. Henckel, Comunismo y Eugenesia, Natalidad e Intelectualidad. Lección inaugural del curso de clínica obstétrica de 1932 de Carlos Mönckeberg, Las leyes de esterilización de Juan Andueza. Estos textos, incluidos oportunamente, en la ensambladura del volumen, se distinguen de los textos contemporáneos no solamente por la tipografía, sino, asimismo, por el color de las páginas. De este modo, se incluyen los materiales – trátese de textos, imágenes, fotos, etc. – sin correr el riesgo de borrar las fronteras o disimular las discontinuidades radicales. De modo pormenorizado, el apartado «sociobiológico» se compone exclusivamente de trabajos presentados en el congreso, a su vez la parte «higiénica» se conforma a partir de trabajos originales, mientras que la sección «eugénica» conforma una especie de híbrido.

Arranca el libro con una reflexión – que se extendería a través de todo el texto, a ratos de modo más explícito, otras veces más implícito – sobre el problema de los bulevares, con especial consideración de su uso tradicional, por un lado, y de aquello que constituye su novedad histórica propiamente tal, por el otro; ejemplo de la ejemplar sensibilidad hacia el carácter al menos bifaz de los fenómenos históricos que constituye un especie hilo rojo que atraviesa todo el libro. Algunas de las significaciones y funciones asociadas de dichos bulevares se entrevén con mayor claridad si se considera que la sociedad chilena, en opinión de los editores, se caracteriza por su particular diversidad y segregación; en este punto los editores, lamentablemente, no aprovechan la oportunidad de aclarar en qué la mentada sociedad chilena se distinguiría de otras sociedades, con las cuales, en tanto sociedades modernas, como se podría conjeturar, presumiblemente comparte estas características. La argumentación desplegada, haciendo parte de la lógica argumentativa ya mencionada, opone, por un lado, la compartimentalización de los espacios, la segmentación de las ciudades y, por el otro, más allá de todo fraccionamiento, una exigencia universal, a saber, el imperativo, dirigido hacia quienes aspiren a ser reconocidos como ciudadanos legítimos, de ser competitivos, eficaces, sanos, trabajadores, honrados. Estos valores, más allá de sus respectivas y enrevesadas genealogías, se ofrecen, en el ámbito de la praxis política, como potenciales normas para separar, de manera aparentemente exacta e irrefutable, lo sano de lo enfermo, lo normal de lo patológico, lo integrado de lo desviado, etc. Más aun, dichos valores, una vez instaurados en el espacio social, han servido de fundamento desfondado para el forjamiento de todo tipo de relatos – y prácticas – que permiten, legitiman y ejercen la exclusión de lo que es considerado como vicioso, ocioso, degenerado, corrompido, descarriado o pervertido, entre otros.

Más allá de este preámbulo de carácter general, el libro, en cierto modo parafraseando una conocida hipótesis de Trotsky acerca de los acuerdos entre liberalismo y fuerzas reguladoras de la eficacia en clave racista, formula la siguiente interrogante: ¿Cuáles han sido las puertas traseras por las cuáles se han naturalizado las ideas de higiene, limpieza, orden y eficacia como indispensables al orden social? Y, a su vez, ¿cuáles son los cementerios medievales, en los que descansan, en dudosa paz, las ideas e instituciones, que pueden ser reactivadas para volver a establecer una serie de distinciones, según lo defina el poder político?

Las mentadas preguntas lanzan al libro a una búsqueda, a ratos polifónica, plural y desemejante, de los factores y procesos históricos que contribuyeron a la respectiva naturalización de las ideas de higiene, limpieza, orden y eficacia con el propósito de asegurar su contribución a la instauración y el mantenimiento del orden social. Las indagaciones arqueo-genealógicas emprendidas por los distintos autores se retrotraen hasta el proceso de independencia del Imperio español, el cual, en opinión de los editores, instauró en Latinoamérica un discurso ilustrado y una práctica republicana, que si bien se articulaban sobre profundas exclusiones sociales y políticas, en un principio no era necesariamente proclive al exterminio de la diferencia ni a una segregación excluyente por motivos raciales. La aniquilación del diferente y el apartamiento categórico se dejan reconocer, por «primera vez», durante la segunda mitad del siglo XIX en el contexto de numerosos procesos de transformación y refundación nacional. El establecimiento, necesariamente impositivo, necesariamente dotado de cierta violencia fundacional, de un nuevo orden coincide con la constatación de opuestos asimétricos: por una lado, fuerzas modernizantes y civilizadoras, por el otro, grupos sociales definidos en base a criterios biológicos y raciales.

Según la reconstrucción desplegada en Bulevar, la oportuna instauración de un relato del progreso, en conjunto con los factores anteriormente señalados, promovió la convicción que el desarrollo de lo propio y mejor requiere el disciplinamiento – y eventual exterminio – del otro; una otredad que de preferencia se presentaba mediante la figura del salvaje, el degenerado, el lisiado mental, el peón gañán, el enfermo social, así como de todo tipo de gente de mala vida en general. Los efectos normalizadores de aquel binomio entre prácticas y discursos se dejan pesquisar, en la Araucanía, mediante el examen de los procesos de asentamiento, reducción y saque de los mapuches, y en el espacio de la ciudad perteneciente a la capital, como ortopedia urbana. Particular mención merece la emergencia, hacia finales del siglo XIX, del naciente saber médico-psiquiátrico, generado sobre la base de la teoría de la degeneración y de la circulación de idea de raza de los pobres; según ésta, una vez convertida en doctrina apodíctica que no tardaría en convertirse en pivote de los discursos higienistas, los pobres serían parte de una subespecie humana, degradada por sus formas de vida y su cotidianidad, por el alcohol y por defectos ya incorporados al proceso hereditario.

Las mentadas reformas urbanas modernas, asociadas al surgimiento y la creciente hegemonía del discurso aludido, reemplazaron las murallas medievales por los boulevards, anchas – y arboladas – avenidas, cuyo recorrido se proyecta a lo largo del antiguo muro, rodeando, de este modo, el núcleo urbano. Derivada del holandés medio bulwerc, en alemán: Bollwerk, etimológicamente remite a la defensa, la protección, el amparo mediante una obra conformada por baluartes, fortificaciones o bastiones. Una vez fagocitados por la lengua castellana, convertidos en bulevares, el uso criollo de la palabra mediante se articularon como nuevas formas de separación, expresión de un proyecto de segregación territorial análogo al desarrollado por el colonialismo europeo. El bulevar es un espacio paradojal, ya que es, a la vez, circulación y defensa, espacio de comercio y de convivencia, flujo, transición, exclusión y separación. Llama la atención, en ese sentido, el empleo del singular en el título: el bulevar, en vez de los bulevares. Se expresa en ello, más allá de la admitida diversidad constituyente, cierta toma de partido por parte de los autores, que no dudan en transparentar cuáles serían sus hipótesis comprensivas a propósito de la configuración del plexo relacional articulado por relaciones de fuerzas que amalgaman, y separan al mismo tiempo, prácticas y discursos en el ámbito de la higiene, la eugenesia y el dominio sociobiológico. Aquí el título de las jornadas internacionales que precedieron la edición del libro y tributaron a su conformación resulta crucial.

Y no obstante, a pesar de la fuerte apuesta a la pluralidad y heterogeneidad, es posible identificar una constante, aunque de apariencia intermitente, que atraviesa de los tres bulevares propuestos: específicamente, la sospecha, por no hablar de convicción, que el diagnóstico del presente en general, y aquel del problema social en particular, contó con el aporte decisivo de términos deterministas biológicos. De modo más pormenorizado, el volumen constata y denuncia la presencia de una visión jerárquica e inmóvil de la sociedad, forjada en base a las procedencias biológicas de los respectivos individuos, y que se solapa y potencia con sus procedencias sociales. De este modo, vieja y nueva cuestión social aparecen conectadas a través de una compleja red de quiebres y continuidades, un entramado sobredeterminado de discontinuidades y relaciones de prolongación y conservación.

Finalmente, en el epílogo, dedicado al análisis crítico del llamado «Año Darwin», cuya concepción e implementación estuvo a cargo del Gobierno de Chile y una serie de empresas privadas del sector de las telecomunicaciones, la minería, la farmacología, entre otros, vinculadas a la elite conservadora chilena, se cuestiona si actualmente acaso estamos asistiendo a un relanzamiento de la especie neoliberal. El examen de un ciclo de conferencias y otros eventos realizados en el marco anteriormente dilucidado levanta la sospecha acerca de la generación de nuevos – y mejores – argumentos a favor de la perpetuación de una ideología darwinista social excluyente, autoritaria y jerárquica en nombre de la «ciencia». Los editores no dudan en conjeturar que estaríamos asistiendo al relanzamiento de la especie neoliberal, justificación de su necesidad y del modelo social que imaginaban y querían imponer. Examen del pasado y diagnóstico del presente en este punto se entrelazan, formando un anudamiento crítico de un pensamiento de la sospecha, sostenido en el examen crítico de los procesos de regulación de las relaciones de poder y de los lugares y funciones de los factores siguientes en dicha regulación: la defensa, pretendidamente científica, del sentido racial de un determinado grupo étnico y la problematización de las diferencias raciales en un grupo social, la discusión de la relevancia de la higiene al momento de abordar las enfermedades desde su dimensión social y una especie de filosofía social que defiende la mejora de los rasgos hereditarios humanos mediante diversas formas de intervención manipulada y métodos selectivos de humanos.

En resumen, se trata de un libro crítico – en el sentido ilustrado, asociado a cierto modo de pensar la ciencia y la historia –, espinoso, áspero y polémico, empeñado en realizar, al mismo tiempo, un diagnóstico crítico del presente y un examen pormenorizado de sus múltiples vías genealógicas de configuración, con especial atención a todo proceso o gesto de marginación, destierro o exclusión y del rol de las ciencias, pretendidamente neutras, imparciales o justas, en ello. Un libro que, sin lugar a dudas, contribuye al debate contemporáneo tanto por los argumentos vertidos en sus textos y los hallazgos desenterrados por las investigaciones particulares, como por el ethos histórico-crítico que encarna sin reservas.

Niklas Bornhauser
Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Andrés Bello – Chile

 

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