Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia
76(1), enero-junio 2024, e03
ISSN-L: 0210-4466. eISSN: 1988-3102
https://doi.org/10.3989/asclepio.2024.03

ESTUDIOS / STUDIES

Los diarios de Paolo Mantegazza: el papel de las emociones en el Giornale della mia vita

The diaries of Paolo Mantegazza: the role of emotions in the Journal of My Life

Fabio Scalese

Universidad Pontificia de Salamanca-Campus de Madrid (Fundación Pablo VI), España.

https://orcid.org/0000-0001-6487-7838

RESUMEN

Este trabajo rastrea el interés de Paolo Mantegazza (1831-1910) por el estudio de las emociones en el marco de su experiencia biográfica a través de un acercamiento a sus diarios, el Giornale della mia vita. En primer lugar, se tratará una aproximación a estos documentos, tomando la experiencia del dolor como el motor de su planteamiento sobre el estudio de las emociones. En segundo lugar, se mencionarán dos episodios narrados en los diarios: una decepción de amor y la transcripción de la defensa de su graduación. Por un lado, la decepción de amor confirma la importancia de las emociones en la biografía del autor y brinda la ocasión para la experimentación con el opio (que luego formará parte de los estudios de los alucinógenos en algunas poblaciones); por otro lado, la defensa representa un compromiso de dedicación al estudio del ser humano en el marco de la ciencia. En la conclusión, se notará cómo la atención por la propia individualidad se refleja en su concepción antropológica de un estudio del ser humano en su componente físico, emocional y moral. Subraya así la importancia de la variabilidad entre individuos para conseguir la mejora de la sociedad y, en general, una vida feliz.

Palabras clave: 
Paolo Mantegazza; Diario; Biografía; Emociones; Darwinismo.
ABSTRACT

This work traces Paolo Mantegazza’s (1831-1910) interest in the study of emotions within the context of his biographical experience through an approach to his diaries, the Giornale della mia vita (Journal of My Life). Firstly, an approach to these documents will be discussed, taking the experience of pain as the driving force behind his approach to the study of emotions. Secondly, two episodes narrated in the diaries will be mentioned: a love disappointment and the transcription of his graduation defence. On one hand, the love disappointment confirms the importance of emotions in the author’s biography and provides the occasion for experimentation with opium (which later became part of the study of hallucinogens in some populations); on the other hand, the defence represents a commitment to dedication to the study of man within the framework of science. In conclusion, it will be noted how the attention to one’s own individuality is reflected in his anthropological conception of a study of the human being in its physical, emotional, and moral component. Thus, it underscores the importance of variability among individuals to achieve the improvement of society and, in general, a happy life.

Keywords: 
Paolo Mantegazza; Diary; Biography; Emotions; Darwinism.

Recibido: 17-11-2022; Aceptado: 17-04-2023; Publicado: 30-06-2024

Cómo citar este artículo/Citation: Scalese, Fabio (2024) "Los diarios de Paolo Mantegazza: el papel de las emociones en el Giornale della mia vita", Asclepio, 76(1): e03. https://doi.org/10.3989/asclepio.2024.03

CONTENIDO

EL MARCO INTERDISCIPLINARIO DE LA ACTIVIDAD DE PAOLO MANTEGAZZA

 

En la segunda mitad del siglo XIX, Italia atravesaba la fase del Risorgimento que sentaba las bases para la formación de una nación moderna y unida, el Reino de Italia. En esta temporada, en el marco del ambiente científico e intelectual de la península destaca la figura de Paolo Mantegazza (1831-1910). Este médico y antropólogo fue el fundador de una escuela florentina antropológica de inspiración Darwinista que se desarrolló alrededor de la Società italiana di Antropologia ed Etnologia en 1869 y cuyo objetivo fue desarrollar la práctica antropológica en el territorio del nuevo reino que se iba formando. Apasionado lector de Charles Darwin (1809-1882)1Hubo un intercambio epistolar entre los dos que atestigua el entusiasmo de Mantegazza respecto a las teorías del naturalista inglés, como bien se expresa en el discurso con ocasión de la muerte de Darwin, Commemorazione di Carlo Darwin (Mantegazza,1882). y ferviente opositor del poder temporal de la Iglesia, se inspiró en la teoría del evolucionista inglés para plantear un estudio sobre las emociones. Mantegazza mantuvo una correspondencia epistolar con Darwin a partir de 1868; podemos afirmar que los trabajos sobre las emociones del inglés representaron un punto de partida para el italiano que desarrolló un interés por el estudio y la expresión de las emociones en los seres humanos.

Poniendo el foco en la correlación psicofísica del ser humano, trató de investigarlas desde un punto de vista fisiológico, psicológico y expresivo, y dentro de un marco más amplio de investigación antropológica. De hecho, entre sus múltiples intereses de patólogo, fisiólogo, farmacólogo, sexólogo, profesor, novelista y político, destaca la dedicación a la antropología que, junto con la etnología y la psicología comparada, iba a constituir desde su punto de vista la disciplina moderna más completa para una comprensión global del ser humano (Taylor y Marino, 2019, p, 115Taylor, Paul Michael y Marino, Cesare (2019), “Paolo Mantegazza’s vision: The Science of Man behind the World’s First Museum of Anthropology (Florence, Italy, 1869)”, Museum Anthropology, 42, pp. 109-124. DOI: https://doi.org/10.1111/muan.12209 ).

Con el fin de contribuir a una sugerencia de investigación de Ian Plamper sobre los intelectuales que se ocuparon de la psicología experimental entre finales del siglo XIX y comienzos del XX (Plamper, 2015, p. 178Plamper, Jan (2015), The history of emotions, Oxford, Oxford University Press.) una profundización sobre Mantegazza permite una doble intervención. Por un lado, observar su propuesta de colaboración entre disciplinas del estudio del ser humano -desde la anatomía y la fisiología hasta la psicología, abarcando también la filosofía- que, en su lectura, tenían que confluir en la antropología; por otro, permite detectar los efectos de la labor intelectual del italiano en la esfera política y social, ya que trató de llevar a cabo una labor de divulgación de la ciencia con el fin de contribuir a la formación de un carácter nacional, a través la descripción de las poblaciones lejanas y por medio de la difusión de normas higiénicas de comportamiento.

Entre otras evidencias (además de su carga de diputado), se menciona el empuje para la difusión de la antropología en el territorio italiano, que somete la urgencia de la institucionalización de la disciplina2Que todavía no existía a Italia. Para una aclaración sobre la historia de la antropología en Italia, véase Grottanelli,1977. a la necesidad de un reconocimiento político y de superioridad cultural del país frente a las demás naciones. Según Mantegazza, Italia tenía el derecho y el deber de tener una Sociedad de Antropología, tal y como en otros países europeos como Francia, Inglaterra y Alemania, ya que se encontraba ya presente en Francia, Alemania, Inglaterra y Suecia3Traducción propia (a partir de ahora, será indicada como “T. p.”: “diritto, direi anzi il dovere, di avere una Società d’antropologia, quando già l’avevano la Francia, la Germania, l’Inghilterra e la Svezia”. (Barsanti y Barbagli, 2010, p. 235Barsanti, Giulio y Barbagli Fausto (eds.) (2010), L’uomo e gli uomini. Florencia, Polistampa.). De hecho, además de la fundación de la Società italiana di Antropologia ed Etnologia4Que algunos años más tarde nombraría Società di Antropologia, Etnologia e Psicologia Comparata, incluyendo un proyecto para un museo psicológico organizado según el criterio de las emociones basilares como el amor y el enfado., a él se debe la creación de la primera enseñanza europea de Antropología y Etnología en 1869, y la institución de la revista Archivio per l’Antropologia e l’Etnologia en 1870.

El antropólogo planteó, a través de la difusión de las normas higiénicas para un público no especialista, la construcción de una identidad italiana que, después de la formación del Reino de Italia en 1861, todavía quedaba por construir. Con el fin de entender el sustrato que llevó Mantegazza a interesarse por la formación de un carácter, nos fijaremos en la manera en que trató de construir su identidad biográfica en los diarios, que están permeados por el deseo de conocerse a sí mismo desde el punto de vista físico, intelectual y moral. Este triple foco será el mismo que dedicará para el estudio de la especie humana en su conjunto y, como se verá, incluirá, por lo tanto, el enfrentamiento al tema de las emociones.

La búsqueda de una identidad política para su patria por parte de este personaje ecléctico (Pasini, 1999Pasini, Walter (1999), Paolo Mantegazza ovvero l’elogio dell’eclettismo, Rimini, Panozzo Editore.), que tuvo éxito en Italia y en el ambiente intelectual europeo por su actitud curiosa y extravagante5Entre otros, Richard von Kraftt-Ebing valoraba positivamente su agudeza (Krafft-Ebing,1894, p. 227). -al punto de valerle, con ocasión de su muerte, el apelativo de “a picturesque figure” por la revista The Lancet6El texto se encuentra en The Lancet (1910) -, tiene una conexión próxima con la búsqueda de una identidad personal y es el reflejo de la atención dedicada al estudio de las emociones al que dedicó buena parte de su actividad.

De acuerdo con una lectura de Turner y Burner (1986, p. 33)Turner, Victor y Bruner, Edward (1986), The anthropology of experience, Chicago, University of Illinois Press., según la cual las ciencias humanas y los estudios antropológicos están particularmente conectados con la experiencia subjetiva del investigador que pone a prueba el objeto de estudio (el ser humano) por medio de la propia experiencia, el caso de Mantegazza representa un encaje adecuado entre la dimensión privada y pública de un intelectual, ya que su objeto de investigación principal, las emociones7Mantegazza suele nombrar estas experiencias passioni, de acuerdo con la relación estricta entre mente y cuerpo, en una visión que hoy en día podríamos llamar neurocientífica., está inevitablemente vinculado con su experiencia biográfica. Más en concreto, desde el punto de vista de la historia de las emociones, resulta relevante analizar los aspectos biográficos como expresiones culturales de una sociedad, en este caso la italiana que aún queda por ser bien formada tras la unificación del reino.

Por eso, en la extensa producción del autor (Ehrenfreund, 1926, pp. 1-176Ehrenfreund, Erasmo (1926), “Bibliografia degli scritti di Paolo Mantegazza”, Archivio per l’antropologia e l’etnologia, 56, pp. 1-176.), cabe mencionar el papel que jugó su biografía desde la perspectiva de experiencia personal a la hora de sentar las bases para su ocupación científica. En efecto, la experiencia subjetiva del autor frente a un acercamiento a las emociones desarrolla un papel fundamental a la hora de tratar de entender el significado de estas en su planteamiento, en línea con la siguiente perspectiva: “Qué hace una emoción y quién es afectado son parte de lo que es una emoción” (Zaragoza, 2013Zaragoza Bernal, Juan Manuel (2013), “Historia de las emociones: una corriente historiográfica en expansión”, Asclepio, 65(1). DOI: https://doi.org/10.3989/asclepio.2013.12 ).

Por lo tanto, en este trabajo planteamos un estudio de los diarios de Paolo Mantegazza, Giornale della mia vita, conservados en forma manuscrita en la Sezione Raccolte Storiche de la Biblioteca Civica di Monza8A la cual agradezco por la consulta del material y por el permiso de publicación., de acuerdo con la propuesta de Landucci para una recuperación del papel del relato personal del científico -y ya no solo del literato y del filósofo-, cuya experiencia directa a menudo es olvidada en favor del resultado objetivo (Landucci, 1987, pp. 5-11Landucci, Giovanni (1987), L’occhio e la mente, Florencia, Leo S. Olschki.).

Tras señalar algunas notas biográficas, la aproximación a los diarios permite tener una visión global sobre la importancia atribuida por el autor a la vivisección de la existencia personal como instrumento para una investigación profunda sobre la complejidad del ser humano, subrayando además cómo la recurrencia del dolor y la dificultad de comprenderlo pueden haber representado las condiciones de posibilidad para el planteamiento de un estudio científico sobre las emociones.

A continuación, se pondrá el foco en dos episodios narrados en los diarios, acontecidos en un momento crucial de la vida de Mantegazza, el comienzo de la edad adulta en la fase del final de sus estudios. En el episodio de la decepción amorosa por parte de la joven Ernestina, se observará el grado de condicionamiento de las emociones (en este caso el amor) en la vida del autor; además, durante este evento, el joven autor llega a experimentar el opio como demonstración de amor y de placer, que serán temas que profundizará en sus tratados. Indirectamente, esta experiencia lo lleva a tener curiosidad por los efectos alucinógenos que posteriormente constituirían una parte del estudio antropológico sobre los alimentos neuróticos. Por otro lado, en el segundo episodio, proporcionado por la lectura de la trascripción de la defensa de la graduación, será posible detectar un manifiesto ante litteram de su dedicación médica y ética a los pacientes, poniendo el foco en la importancia de una investigación constante y experimental sobre la enfermedad para una comprensión exhaustiva del malestar que más tarde se convertiría en el estudio del ser humano en su complejidad y variabilidad.

De ahí, en las conclusiones, a partir de la premisa sobre la importancia atribuida a la observación directa de la propia individualidad, se intentará derivar el planteamiento antropológico del autor como el resultado de un análisis multilateral sobre los componentes físicos, emocionales y morales de la especie humana, marcando el papel fundamental de la variabilidad, de la complejidad y de la individualidad, con el fin de contribuir a un conocimiento profundamente matizado de cada singularidad y, por consiguiente, a lograr la felicidad para los seres humanos.

NOTAS BIOGRÁFICAS

 

Paolo Mantegazza nació en Monza el 31 de octubre de 1831 en el seno de una familia burguesa de clase media. Su madre, Laura Solera Mantegazza, tuvo un papel fundamental en su formación cultural, emocional y política y más en general de la futura Italia si tenemos en cuenta su papel en el movimiento del Risorgimento, al cual contribuyó de forma activa en la resistencia de cara a los austriacos (Mantegazza, 2018Mantegazza, Paolo (2018), La mia mamma Laura Solera Mantegazza, Germignaga, Magazzeno Storico Verbanese.). Así lo demuestra la participación de ambos en Las Cinco Jornadas de Milán contra la ocupación austriaca en un momento histórico, el año 1848, en el que Italia atravesaba la fase del Risorgimento italiano que sentaba las bases para la formación de una nación moderna.

Desde Monza, Mantegazza se mudó a Milán para sus estudios juveniles, donde desarrolló un interés por las lecturas de los clásicos como Kant, Goethe y Newton, entre otros, que representaron los tres grandes maestros de su formación y lo motivaron para la búsqueda de la verdad9Entre otras referencias, esta permite entender la importancia dada a estos tres inspiradores: “En nombre de Goethe, de Kant y de Newton, en nombre de la filosofía, de Andropoli y del santísimo Microcosmos implosionado por las facultades superiores de la mente para apartar la verdad útil y la fuerza para recuperarla. Amén”. T. p.: “In nome di Goethe, di Kant e di Newton, in nome della filosofia, dell’Andropoli e del santissimo Microcosmo imploso dalle facoltà superiori della mente per discoprire la verità utile e forza per riconquistarla. Amen”, Mantegazza, 1855, p. 125. antes de tomar la decisión de empezar la carrera de medicina. A partir de ahí comienza a interesarse por la ciencia a través del estudio de la química de Georges Cuvier, la fisonomía de Johan Caspar Lavater y la zoología de Georges Louis Leclerc de Buffon, lo que le permite concluir sus estudios en Pavia en 185410Durante sus años de estudio conoce a Cesare Lombroso (1835-1909), con el que surgió una amistad y una incompatibilidad profesional. De hecho, Mantegazza acusaba a Lombroso de reduccionismo respecto a la complejidad de la esencia humana, debido a su interés excesivo en la craneometría. y acercarse así a una lectura evolucionista de la especie humana a través de la lectura de Darwin después de 1864.

Una vez terminada su formación universitaria en medicina, se va desarrollando en él la pasión por los viajes y por el descubrimiento de realidades inexploradas. Estos intereses se generaron como consecuencia de una decepción amorosa, ya que no consiguió casarse con su novia de aquella época. El viaje empieza con un recorrido por Europa mientras termina de escribir su primera publicación exitosa, la Fisiologia del piacere, para luego moverse hacia América Latina, donde practica su profesión de médico en Argentina, desde Buenos Aires a Salta.

En 1856 se casa con Jacobita Tejada, una mujer que representa el logro de un estado de calma emocional y que llega a su vida después de unas cuantas relaciones atormentadas. Ocurre en un momento en que se va fomentando en Mantegazza una fascinación para el estudio de las culturas de las poblaciones autóctonas. Este interés lo lleva, a su vuelta a Italia, al reconocimiento de la importancia del estudio del ser humano en su compleja variabilidad y a su conversión en antropólogo: funda el Museo Nazionale di Antropología ed Etnologia en 1869 y empieza su brillante carrera de profesor, antropólogo, político, novelista y divulgador científico, hasta que fallece en 1910.

Aunque haya muchos eventos en que merecería la pena fijarse para entender mejor los matices personales y profesionales de Mantegazza, en este artículo se pretende poner el foco en un espacio temporal peculiar de su vida, en el año 1854. En este momento está a punto de terminar sus estudios y todavía no tiene clara la dirección que quiere darle a su vida. También en este mismo año, justo antes finalizar los estudios, la decepción amorosa representa para él una ruptura con la indecisión juvenil a favor de un empuje para dejar el lugar de nacimiento y dedicarse al estudio del ser humano.

La posibilidad de conocer estos aspectos tan íntimos (e inéditos) sobre el autor la ofrece el testigo de los diversos diarios que escribió bajo el título Giornale della mia vita. En ellos se relatan, de primera mano, tanto los sucesos que le acontecieron como la manera de enfrentarse a ellos.

EL GIORNALE DELLA MIA VITA: EL RELATO ININTERUMPIDO DE UNA VIDA

 

A partir de los diecisiete años, y hasta los últimos días de su vida, es decir, desde 1848 hasta 1910, Mantegazza la dedica a la redacción del Giornale della mia vita, un diario que llega a un espesor de sesenta y dos volúmenes inéditos11Los volúmenes deberían ser sesenta y tres, pero el número 57 del año 1904 se perdió. (uno por cada año) en los que narra el día a día con una precisión quirúrgica, dejando constancia de sus actividades cotidianas a lo largo de su existencia.

El diario representa una ocasión para conocer la esfera privada del autor a partir de los acontecimientos diarios, pasando por sus pensamientos más íntimos, por las relaciones construidas y por los planteamientos teóricos de su obra de científico y político. Concede incluso la posibilidad de sumarse a un momento histórico en el que la transición al Reino de Italia influye de una manera decisiva en las vidas de los individuos.

A través de la escritura íntima emerge la intención de fijar las experiencias subjetivas con el fin de llevar a cabo una vivisección de la existencia con clara actitud positivista. Además, un análisis de sus palabras permite reconstruir el conjunto de intereses intelectuales de Mantegazza, las consideraciones morales y la trayectoria profesional; todos los elementos que lo convertirían en un antropólogo de las emociones.

La decisión de empezar a escribir un diario se encuadra en la tradición del diarismo que ya desde siglo XVIII constituía una atención constante por las reflexiones personales junto con las observaciones científicas como un instrumento de observación personal, con el fin de mantener una identidad intacta (Daston y Gallison, 2007, p. 235Daston, Lorreine, Gallison, Peter (2007), Objectivity, New York, Zone Books.).

La puntualidad casi obsesiva con que Mantegazza describe los acontecimientos de su vida, como, entre otros, el miedo al futuro, los deseos de superarse o las relaciones amorosas (incluso con muchos detalles sobre la vida sexual) permite deducir una atención constante hacia el mundo emocional. En las páginas emerge un sentido de inquietud que a menudo se repite a lo largo de su vida; una dualidad interior que se convierte en un ciclo entre esperanza y decepción, entre momentos de placer y otros de dolor.

La escritura del diario conlleva, en las intenciones del autor, una función moral de mejora personal (Gatti, 2005, p. 312Gatti, Rossana (2005), “La giovinezza di Paolo Mantegazza nelle pagine del suo diario”, Il Risorgimento 2/3, [en línea], disponible en: https://www.tesionline.it/tesi/lettere-e-filosofia/la-giovinezza-di-paolo-mantegazza-nelle-pagine-del-suo-diario--1848-1858-/12304, [consultado el 26/02/2011].), de acuerdo con la finalidad del diario de Rousseau:

Desde hace algún tiempo he estado pensando en escribir cada día lo que hago y pienso y veo; pero ayer, después de haber leído las Confesiones de Rousseau aumentó el deseo y hoy quiero comenzar. […] tendré como objetivo será decir siempre la verdad, y más aún, manifestar hasta las íntimas causas de muchas de nuestras acciones que tratamos de ocultar incluso a nosotros mismos, porque son demasiado bajas o culpables12T. p.: “Da qualche tempo vagheggio il pensiero di scrivere giornalmente ciò che faccio e penso e vedo: ma jeri avendo scorso le Confessioni di Rousseau mi s’accrebbe la voglia ed oggi voglio proprio cominciare. […] Ciò che avrò soprattutto di mira sarà di dir sempre la verità, ed anzi di palesare fino quelle intime cause di molte nostre azioni che cerchiamo di nascondere perfino a noi stessi, perché troppo basse o colpevoli” (Mantegazza, 1848, pp. 1-2)..

Como acercamiento general a los diarios, cabe mencionar que, además de la descripción de las actividades de cada día, Mantegazza se sirve de tablas (al final de cada mes y de cada año) que describen la manera en que se encuentra el autor desde una perspectiva fisiológica, intelectual y afectiva. La introducción de las tablas resulta fundamental para el autor para poder llevar a cabo un discurso sobre la propia biografía que, por un lado, es constituida por la unicidad de los días (como luego tendrá en cuenta la individualidad de los seres humanos), mientras que, por otro, se desarrolla en torno a algunos acontecimientos aglutinadores de la experiencia, que constituyen la salud física, intelectual y moral. Un ejemplo de tabla estadística, la de enero 1863, se presenta como una recopilación de las horas dedicadas a cada actividad (horas de trabajo, horas de estudio, horas de sueño) por cada día del mes (Tabla 1).

medium/medium-ASCLEPIO-76-01-e03-gf1.png
Tabla 1.  «Tavola statistica di gennaio 1863» (Mantegazza, 1863, p. 5Mantegazza, Paolo (1863), Giornale della mia vita XVI, Biblioteca civica di Monza.)

Otra tabla, la tabla estadística del año 1850, asigna el número de días por mes según una clasificación en días felices, medios, tristes, inteligentes o estúpidos, con una columna dedicada a las observaciones particulares, que a menudo tenían que ver con los afectos que habían caracterizado el mes de referencia: por ejemplo, el mes de enero de 1850 está caracterizado por un afecto extraordinario para su amigo Omboni; el mes de agosto por un sentido de cansancio general; el mes de diciembre por un amor para su madre (Tabla 2).

medium/medium-ASCLEPIO-76-01-e03-gf2.png
Tabla 2.  «Tavola statistica di gennaio 1850» (Mantegazza, 1850, p. 529Mantegazza, Paolo (1850), Giornale della mia vita III, Biblioteca civica di Monza.)

El uso de tablas, apuntes, notas, llena las páginas de los diarios y contribuye a la intención de ir ordenando los pensamientos interiores, utilizando a menudo una organización esquemática que acompaña la parte narrativa de los relatos, con el fin de llevar a cabo una descripción minuciosa de cada aspecto de las jornadas. En la sección dedicada a la mirada global de cada año, suele distinguir el análisis desde el punto de vista del cuerpo (para describir la condición de salud), del intelecto (para dejar constancia de los progresos en el ámbito del conocimiento) y del corazón (para tratar la esfera emocional y sexual, que siempre iban acompañadas).

La personalidad y la formación de los primeros años de vida llevan Paolo Mantegazza a interesarse en los primeros años por la filosofía más que cualquier otra ciencia13“Si leo filosofía, me parece amarla más que cualquier otra ciencia”. T. p.: “Se leggo filosofia, mi pare di amarla più d’ogni altra scienza” (Mantegazza, 1848, p. 211)., si bien, según pasan los años, se va dedicando siempre más a la ciencia experimental. En efecto, no cabe duda de que la lectura de los clásicos de la filosofía y de la literatura fueron uno de los instrumentos que le permitieron investigar más a fondo su mundo interior, caracterizado por una condición constante de introspección debido a un estado de dolor físico y moral que padecía a menudo.

De hecho, la cuestión del dolor será abordada en los años de la madurez con la misma actitud meticulosa presente en los diarios. El autor llevará a cabo un trabajo experimental para entender los mecanismos del dolor desde un punto de vista fisiológico y luego expresivo, como evidenciado en el Atlante delle espressioni del dolore (1876)Mantegazza, Paolo (1876), Atlante delle espressioni del dolore, Florencia, Felice Paggi., en que recoge unas fotografías de las expresiones del dolor en distintos subjetos, incluyéndose a sí mismo. El atlas representa el punto de encuentro entre los intereses fisiológicos y aquellos antropológicos de Mantegazza, y es el resultado de años de experimentación. En concreto, el autor se sirvió de la vivisección sobre animales, poniéndose a favor de esta práctica controvertida, en cuanto, según afirmaba, permitía investigar sobre los mecanismos fisiológicos desde los cuales se desprende el dolor, llegando a considerarla como el instrumento fundamental de una psicología experimental de tipo moderno (Martín Mortuno, 2016Martín Moruno, Dolores (2016), “Pain as Practice in Paolo Mantegazza’s Science of Emotions”, Osiris, 31, pp. 137-162. DOI: https://doi.org/10.1086/688278 ). A pesar de la formación médica, el enfrentamiento al estudio del dolor conllevaba la dificultad, desde la perspectiva de un individuo que sufría, de no saber cómo definirlo de una manera universal ni desde qué planteamiento cognitivo acercarse a él, como se indica en la Fisiologia del dolore:

Problema imposible para el fisiólogo, pregunta tempestuosa para el filósofo [...]. El anatómico busca su sede, el fisiólogo investiga sobre sus orígenes, el patólogo estudia sus efectos, el médico lo calma; el legislador y el filósofo nunca consiguen alcanzarlo; el jurista y el teólogo lo erigen en juez vengador de culpa: todo el mundo lo teme o lo combate, (Mantegazza, 1880, p. 9Mantegazza, Paolo (1880), Fisiologia del dolore, Firenze, Felice Paggi.).

En muchos casos, Mantegazza se encuentra en una condición en la que experimenta momentos de placer alternados con otros de dolor: “En medio de la alegría puedo ser consumido por un exceso de tristeza como en medio del dolor puedo ser invadido por la alegría más desenfrenada”14T. p.: “In mezzo alla gioia posso essere preso da un eccesso di tristezza come in mezzo al dolore posso essere invaso dall’allegria più sfrenata” (Mantegazza,1854, p. 15).. En muchas ocasiones, define ese paso rápido como melancolía, como cuando describe que “por la noche la melancolía me llega más que nunca, una melancolía oscura, profunda”15T. p.: “Alla sera la malinconia mi prese più che mai, una malinconia cupa, profonda” (Mantegazza, 1848 p. 245)..

El dolor crónico moral que sufrió a lo largo de su vida, el “hábito de dolor”16T. p.: “forma cronica di dolore morale, una abitudine di dolore”. (Mantegazza, 1880, p. 33Mantegazza, Paolo (1880), Fisiologia del dolore, Firenze, Felice Paggi.) puede interpretarse como una de las razones que lo condujeron a la tentativa de llevar a cabo un estudio exacto sobre él: esta costumbre de sufrimiento está presente con una constancia tal que, en su visión, el dolor será la clave de acceso a la verdadera felicidad (Mantegazza, 1887Mantegazza, Paolo (1887), Le estasi umane, Milano, Paolo Mantegazza.). En la cosmogonía afectiva de Mantegazza, el estudio del dolor era un elemento que podía conllevar a la felicidad si conseguíamos eliminarlo. El verdadero placer pasa por el dolor, como en el caso de la melancolía, que requiere, para experimentarla, “una sensibilidad exquisita, mucha inteligencia, una raza superior y un alto grado de civilización; un cambio abrupto de un estado de placer a uno de dolor”17T. p.: “una squisita sensibilità, un’alta intelligenza, la razza alta e un alto grado di civiltà, il passaggio brusco da uno stato abituale di piacere al dolore”. (Mantegazza, 1880, p. 27Mantegazza, Paolo (1880), Fisiologia del dolore, Firenze, Felice Paggi.).

Al ser inéditos y estar conservados en formas manuscritas, los diarios de Mantegazza brindan la ocasión de observar la relación muy estricta entre la experiencia subjetiva del autor y el conocimiento objetivo, que se hace aún más evidente por el ámbito del objeto estudiado, es decir, las emociones. Es posible encontrar una multitud de referencias entre su vida personal narrada en los diarios y una sistematización en la actividad de Mantegazza. De momento, se va a proponer el detalle de dos episodios acontecidos en el año 1854, año que representa el paso desde la juventud hacia la edad adulta.

DOS EPISODIOS NARRADOS: EL AMOR NO CORRESPONDIDO Y EL COMPROMISO CON LA CIENCIA

 

El año 1854 representa un momento de cambio profundo en la existencia de Mantegazza, que se enfrenta a dos episodios fundamentales para su trayectoria personal e individual. A partir del mismo título atribuido al año en cuestión, Placer y libertad, se va marcando el paso desde la juventud hacia la edad adulta, que se irá completando de manera definitiva con los viajes en Europa y en América Latina, donde iniciará su conversión a antropólogo.

Los dos acontecimientos que mencionamos ocurren de manera casi paralela e influyen de manera determinante en la formación del joven médico: se trata de una decepción de amor y de la obtención del título de médico. Estos eventos, que suceden en un momento en que Mantegazza está en fase de gestación del proyecto de viaje transatlántico y se encuentra acompañado por un estado de crisis interior e incertidumbre para el futuro, son el germen de los temas que luego se profundizarán desde un punto de vista profesional. En efecto, la decisión de dejar Italia para enfrentarse al mundo llega cronológicamente después del rechazo por parte de la joven amada Ernestina y de la defensa de la tesis universitaria.

Merece la pena citar el caso de la decepción de amor porque representa la ocasión en que se van manifestando algunos intereses que luego Mantegazza desarrollaría en sus escritos sobre esta condición. La obsesión amorosa, a menudo recurrente en su vida sienta las bases para el proyecto de la Trilogia dell’amore, compuesta por Gli amori degli uomini (1886)Mantegazza, Paolo (1886), Gli amori degli uomini, Milano, Mantegazza., Fisiologia dell’amore (1873) e Igiene dell’amore (1891)Mantegazza, Paolo (1891), Igiene dell’amore, Milano, Treves., y también para otros textos como Fisiologia della donna (1893)Mantegazza, Paolo (1893), Fisiologia della donna, Milano, Treves. y, en general, para los estudios sobre amor y sexualidad.

En un momento en que Mantegazza se considera a sí mismo como una “verdadera paradoja”18T. p.: “Sono un vero paradosso” (Mantegazza, 1854, p. 27)., debido a las inquietudes de estos años de construcción de una identidad personal y profesional, el estado de ausencia se hace siempre más fuerte debido a la indecisión de su querida Ernestina para casarse con él, que lo lleva a la búsqueda desesperada de cualquier fórmula que haga que la joven cambie de idea: “Tengo el proyecto de dejarme morir de hambre o, por lo menos luchar contra ella, para demostrar mi amor a Ernestina”19T. p.: “Mi attraversò la mente il progetto di lasciarmi morire di fame o almeno di lottare con essa onde dimostrare il mio affetto a Ernestina” (Mantegazza, 1854, p. 7)..

En plena desesperación amorosa, con el fin “de demostrarme a mí el amor para con Ernestina y que era capaz de sufrir por ella”20T. p.: “dimostrare a me stesso ch’io amava Ernestina e che ero capace di soffrire per lei”, (Mantegazza, 1854, p. 27)., toma la decisión de envenenarse con opio. El autor describe esta experiencia con minuciosidad en las páginas del diario y con extrema transparencia. Después de encontrarse en un estado catatónico y con convulsiones durante muchas horas, sus amigos (entre los cuales figura Lombroso) se enteran de la situación y no dejan de estar pendientes del joven Mantegazza para cuidarlo, aunque sus condiciones empeoran con el paso de las horas, llegando a entrar en un estado delirante:

Al atardecer, sufrí un delirio que duró varias horas y que no fue interrumpido sino por convulsiones espasmódicas de todo el corazón. Yo hablaba en todas las lenguas que conozco, y hablaba de mis obras futuras con una elocuencia extraordinaria21T. p.: “Verso sera io fui preso da un delirio che mi durò varie ore e che non era interrotto che da convulsioni spasmodiche di tutto il cuore. Io parlavo in tutte le lingue che conosco e parlavo delle mie opere future con una eloquenza straordinaria” (Mantegazza, 1854, pp. 29-30)..

Este gesto no logró el objetivo planificado: los padres de Ernestina no le permitieron casarse con Mantegazza. De todas formas, la experiencia del opio, esta tensión hasta la superación de los límites representa un estímulo que se convertiría en una experiencia de estudio sobre los efectos de los alucinógenos. Bajo el efecto del opio, el joven habla lenguas desconocidas. Delirios y convulsiones siguen manifestándose, ya que, pese a la preocupación de los amigos, el joven sigue tomando opio sin que nadie se entere, porque es atraído por el efecto alucinógeno de la sustancia.

La experiencia del consumo de una sustancia alucinógena provoca en Mantegazza una curiosidad que lo llevaría, años más tarde, al estudio más sistematizado de la coca y de los alimentos neuróticos, siempre experimentados en primera persona, con el fin de explicar los efectos sobre el cuerpo y sobre la mente, e incluso con la intención de trazar una antropología de las fiestas en las poblaciones donde el uso de las sustancias pertenece a un ritual social y religioso, como el observado en Quadri della natura umana (1871)Mantegazza, Paolo (1871), Quadri della natura umana, Firenze: Bernardoni..

Otro evento fundamental que acontece en el año 1854, además durante el mismo periodo de consumo de opio, es la preparación de la defensa de la licenciatura, que en un segundo momento se convertiría en la Fisiologia del piacere. Merece la pena citar una parte de las tres tesis que expone, ya que en ellas se puede encontrar el germen de la atención pragmática al dolor por parte de un médico que se convertiría en antropólogo:

PATHOLOGUS DOCTISSIMUS NON SEMPER BONUS MEDICUS

 

Los libros más eruditos casi nunca nos enseñan una receta que se adapte perfectamente al caso que tenemos delante de los ojos, y el deber en que se resume todo el potencial intelectual y moral de un médico es dictado por el criterio, que puede separarse de la más amplia erudición22T. p. : “ 3) Pathologus doctissimus non semper bonus medicus. […] I libri più dotti non ci insegnano quasi mai una prescrizione che si adatti perfettamente al caso che abbiamo sotto gli occhi e l’(ordinazione?) nella quale si riassume tutta la potenza intellettuale e morale di un medico è dettata dal criterio il quale può andar disgiunto dalla più vasta erudizione” (Mantegazza, 1854, pp. 18-19)..

Según Mantegazza, la patología se manifiesta como la modificación de un estado de normalidad. Por lo tanto, el médico investiga a fondo este estado de normalidad con el fin de comprender la manera en que se desarrolla, a partir de ello, el estado patológico. Sin embargo, esta normalidad es un ámbito de investigación complejo, ya que se manifiesta en el punto de encuentro entre la universalidad y la subjetividad de la experiencia.

Un ejemplo claro de lo que queremos afirmar aquí se encuentra en el estado del dolor que es, por un lado, una experiencia común a todos los individuos y, por otro, es vivido de una forma muy personal, hasta el punto de que es complicado llegar a entenderlo desde fuera. Por eso, la misión de un médico es la tentativa de encontrar nuevos remedios a las enfermedades, a pesar de los conocimientos acumulados hasta ese momento a través de un compromiso constante y una dedicación permanente a la humanidad y a través de la utilización sabia de la cura, que no es solo teoría, sino también y sobre todo práctica y experiencia, y que se enmarca en una relación siempre más avanzada entre salud y enfermedad.

Desde estas palabras, es evidente el interés general por la ciencia experimental que luego aplicaría también al estudio psicológico y moral de los individuos. Además, la crítica a una literatura médica que no sepa enfrentarse a la unicidad del paciente representa la base para una consideración de lo individual que parece recordar, en un nivel empírico, algunos rasgos de la antropología kantiana y que, por lo general, subyacen a una importancia absoluta atribuida a la variabilidad entre cada paciente, en este caso, y entre cada sujeto psicológico y moral en el caso de los estudios futuros de impronta antropológica. En este sentido, el prototipo humano tiene una función de acercamiento a la esencia humana, pero no como resultado de una investigación, ya que, las diferencias entre seres humanos hacen imposible un estudio totalmente universalista que no tenga en cuenta los matices personales:

En el mundo humano, nos enfrentamos al cretino y a Julio César [...]; tenemos al neozelandés que chupa la planta de un pie humano asado con inocente voluptuosidad y a la señorita que se desmaya al oír el grito de una gallina que se desmaya; tenemos a los ingleses que se suicidan por respeto humano al no tener los medios para vestirse a la moda [...]. En la naturaleza humana tenemos al derviche que se maravilla de cuan sin rumbo uno puede obtener placer al moverse de un punto a otro de la habitación, y a Humboldt, que a los noventa duerme solo tres horas al día; tenemos al negro de Brasil, que sucio y abyecto suplica una limosna aún más sucia: para matar bichos; y tenemos a Napoleón plantándose la corona de Italia en su cabeza con aire arrogante23T. p.: “Nel mondo umano noi ci vediamo innanzi il cretino e Giulio Cesare [...], abbiamo il neo-zelandese che succhia con innocente voluttà la pianta del piede umano arrostito e la signorina che sviene all’udire il grido d’ un pollo che si svena; abbiamo l’ inglese che si suicida per rispetto umano, non avendo i mezzi di vestirsi secondo la moda [...].Nella natura umana abbiamo il dervish che si meraviglia come senza scopo si possa aver piacere nel muoversi da un punto all’altro della camera, e Humboldt che a novanta anni non dorme che tre ore al giorno; abbiamo il negro del Brasile che sporco e abbietto domanda una elemosina ancora più sporca: para matar bichos, per uccidere i pidocchi; e abbiamo Napoleone che si pianta in capo con piglio arrogante la corona d’ Italia»., (Mantegazza, 1871, pp. 22-23Mantegazza, Paolo (1871), Quadri della natura umana, Firenze: Bernardoni.).

Tras los eventos de la decepción de amor y de la obtención del título universitario, se manifiesta en Mantegazza el deseo de huir y descubrir, manteniendo dentro de sí lo que ha podido aprender de los acontecimientos de estos primeros meses de 1854. A partir de este momento empieza la fase de la vida adulta de Mantegazza, que viajará por Europa y más tarde a América Latina, otra vez acompañado por una sensación de dolor mezclado con placer, que el autor define como “calma melancólica”24“Dejaba Europa con una calma melancólica”. T. p.: “Lasciavo l’Europa con una calma malinconia” (Mantegazza, 1854, p. 223.. Parte con la promesa definitiva de dedicar su vida al estudio del ser humano en su complejidad bajo el compromiso ético que siempre caracterizó su existencia, y con el fin de contribuir a la mejora de la sociedad:

Quiero dedicar mi vida intelectual al estudio moral del hombre, tratando de adquirir la gloria por este camino. Quiero mantenerme libre e independiente hasta el grado más extremo. Quiero ser casto y templado. ¡Y así sea!25T. p.: “Voglio dedicare la mia vita intellettuale allo studio morale dell’uomo, tentando di acquistare la gloria per questa via. Voglio mantenermi libero e indipendente fino agli estremi gradi possibili. Voglio esser casto e temperante. E così sia!” (Mantegazza, 1854, p. 59)..

Desde su regreso a Italia en los años 60, Mantegazza se concentra en su actividad de antropólogo, en sus lecciones y en sus obras publicadas. Entre las obras sobre las pasiones desde un punto de vista fisiológico, psicológico y antropológico señalamos: Fisiologia del piacere (1854)Mantegazza, Paolo (1869), Fisiologia del piacere, Milano, Bernardoni., Fisiologia dell’amore (1873)Mantegazza, Paolo (1873), Fisiologia dell’amore, Milano, Bernardoni., Atlante dell’espressione del dolore (1877), Fisiologia del dolore (1880)Mantegazza, Paolo (1880), Fisiologia del dolore, Firenze, Felice Paggi., Gli amori degli uomini (1886)Mantegazza, Paolo (1886), Gli amori degli uomini, Milano, Mantegazza.. A estas se suman otras obras sobre el estudio de las costumbres locales de las poblaciones locales como Quadri della natura umana (1871)Mantegazza, Paolo (1871), Quadri della natura umana, Firenze: Bernardoni., que representa de alguna forma el punto de llegada de un proyecto antropológico de comprensión de la humanidad que tuviera en cuenta la expresión local de las emociones, que se desarrollan alrededor de unas costumbres o ritos celebrados dentro de las distintas comunidades.

En los textos, emerge un interés por comprender las características humanas en su complejidad. El objetivo final es el conocimiento de los demás para entenderse mejor a sí mismo, como individuo y como sociedad. En este sentido, los textos mencionados presentan un estilo divulgativo, para que el público pudiera entender y asomarse a la diversidad presente en el mundo. A este tipo de obras, se acompañan otras que tenían el fin de divulgación de normas higiénicas, para difundir unas ideas generales sobre la manera “correcta” de ser un buen miembro de la sociedad, eso es, un buen italiano. Entre ellas, encontramos Igiene dell’amore (1878)Mantegazza, Paolo (1891), Igiene dell’amore, Milano, Treves., L’arte di prender moglie (1891)Mantegazza, Paolo (1892), L’arte di prender moglie, Milano, Treves., Fisiologia della donna (1893)Mantegazza, Paolo (1893), Fisiologia della donna, Milano, Treves..

Además de los textos, en la revista Archivio per l’Antropologia e l’Etnologia se pueden leer varios estudios llevados a cabo por Mantegazza, como por ejemplo su confrontación con Lombroso sobre los atavismos psíquicos, su apreciación y sus críticas a Darwin, estudios de psicología comparada y otros sobre el genio.

CONCLUSIONES

 

Un estudio de las obras de Paolo Mantegazza resulta incompleto sin tener en cuenta sus diarios, ya que para este autor fue particularmente relevante la impronta biográfica en el desarrollo de su personalidad profesional. El Giornale della mia vita representa una fuente de conocimiento sobre un autor que dedicó su vida al estudio de experiencias emocionales como el dolor y el amor. Vividas en primera persona, sus palabras íntimas permiten entender con mayor claridad las condiciones básicas y profundas de las intenciones de un autor que, entre otras cosas, tuvo el mérito de introducir la antropología en el territorio italiano y de difundir unas normas higiénicas entre la población.

El objetivo del optimismo utopista de Paolo Mantegazza, a través de una fase de estudio antes y de una fase de divulgación después, es permitir a los ciudadanos la consecución de un estatus de mens sana in corpore sano profundizando en los estudios sobre las experiencias emocionales que representan una cuestión de muy difícil comprensión.

En este estudio se ha observado como dos episodios narrados en su diario, la decepción amorosa (que conlleva la experimentación de un estado de amor y de dolor) y la intención de dedicar su vida a la cura de los pacientes, han contribuido a la formación de su personalidad profesional y al desarrollo de su investigación científica. La relación entre amor y dolor, el amor como experiencia extática en relación con el consumo de opio, o el proyecto de una comprensión de lo humano de acuerdo con un descubrimiento empírico de cada individualidad, son temas que están presentes de forma embrionaria en las páginas del diario y anticipan los planteamientos profesionales de la madurez.

Además, el deseo de describir con atención obsesiva cada aspecto de su vida en vista de una mejora personal, como “un hombre, que se ha hecho médico para estudiar el hombre; que empezó a estudiarse a sí mismo como el hombre que tenía más cerca y que, a este estudio cotidiano y constante dedicó cuarenta y seis volúmenes inéditos”26T. p.: “Un uomo, che si è fatto medico per studiare meglio l’uomo; che ha incominciato a studiar sé stesso, come l’uomo che aveva più vicino; e che a questo studio quotidiano, incessante, ha dedicato quarantasei grossi volumi ancora inediti”. (Mantegazza, 1892, p. 9Mantegazza, Paolo (1892), L’arte di prender moglie, Milano, Treves.), refleja el interés por la mejora de la sociedad, que tratará de educar y formar a través de la difusión de normas de buena conducta en la práctica cotidiana.

La fijación de los acontecimientos concretos e interiores en las páginas del diario permite al lector conocer las relaciones, los amores y las aventuras por las que pasó el antropólogo, y las razones que lo llevaron a interesarse por un estudio del ser humano en su compleja individualidad, que es la misma que se refleja en las palabras utilizadas en el diario para hablar de sí mismo.

Hay otros aspectos que no se han podido tratar aquí, como por ejemplo el grado de transparencia de un autor consigo mismo en el ámbito de la escritura privada. ¿Hasta qué punto hay, a pesar de las intenciones, una falta de censura en los eventos narrados? ¿Cómo se puede verificar la validez de la narración? Es el mismo Mantegazza quien plantea este problema cuando escribe:

Ahora se me ocurre algo que se me ha ocurrido otras veces, pero que no he escrito en el diario, y es que desde hace algún tiempo aquí no escribo tantas cosas pequeñas que debería escribir, porque son cosas malas del corazón humano o porque son aspectos que tengo miedo a escribir; como si el pensar en ellos y escribirlos en un libro que solo yo leo no sea la misma cosa. Esta duda, o mejor, esta certeza, la escribiré un día en que me sienta expansivo27T. p.: “Ora mi viene in mente una cosa che mi è venuta in mente altre volte ma che non ho scritto nel giornale, ed è che da qualche tempo non scrivo tante piccole cose quì [sic] che pur dovrei scrivere o perché sono brutte faccenduzze del cuore umano o perché sono aspetti che ho paura a scrivere; come se il pensarli e lo scriverli in un libro che non leggo che io non fosse la stessa cosa. Questo dubbio o meglio questa certezza la scriverò un giorno in cui mi sentirò espansivo” (Mantegazza, 1849, p. 86)..

La lectura del diario de un científico permite entonces aproximarse al estudio sobre la relación entre el relato de experiencias emocionales y el conocimiento objetivo de las emociones y permite, además, comprender mejor el planteamiento del antropólogo. En el caso de Paolo Mantegazza, la vivisección de la vida personal permite interesarse por el estudio de la universalidad de las emociones introduciendo un componente circunstancial (que hoy podríamos definir cultural) que podría ser recuperado para entrar en un estudio más amplio de la epistemología histórica de las emociones, también teniendo en cuenta el papel político que tuvo el antropólogo a la hora de contribuir a la formación de la identidad italiana. La cuestión de la búsqueda de una identidad personal a través las páginas de los diarios, conectadas con las emociones, tiene en las obras dos consecuencias: el estudio del otro y la comprensión de sí.

De hecho, la cuestión de las emociones en relación con el contexto de pertenencia representa uno de los ejes fundamentales de la investigación de Mantegazza, que trata de estudiar la manera de sentir de los individuos dentro del marco en que se encuentran. Esta perspectiva se manifiesta el planteamiento del antropólogo: la comprensión de los demás (también en el sentido de poblaciones lejanas) con el fin de comprenderse mejor a sí mismo (también en el sentido de nosotros mismos, como sociedad).

Con respecto a la comprensión de los demás, la cuestión de las emociones resulta fundamental porque permite entender cómo el planteamiento afectivo de Mantegazza tenga en cuenta tanto de la dimensión individual como de aquella pública. Como se observa, por ejemplo, en la descripción del placer en individuos distintos, cada sentimiento es, a la vez, individual, en cuanto producido por los mecanismos subjetivos de cada uno; cultural, en cuanto se enmarca en unas costumbres y tradiciones locales, universal, en cuanto está presente en todos los miembros de la familia humana.

De manera similar que el dolor, cada placer es a la vez, individual y cultural y universal. Tomando como ejemplo la descripción de tres individuos distintos, pertenecientes a contextos y culturas diferentes, así escribe Mantegazza:

Estos tres hombres tienen naturalezas distintas, gozan de una manera muy diferente, pero son todos felices, ya que creen serlo. Incluso el loco, que sonríe frente a los que no creen que es el pontífice, es feliz si él se siente así. Se puede fingir la felicidad como cualquier otra cosa en el mundo, pero, si uno se cree feliz, lo es; ni la elocuencia de Cicerón o la prepotencia de un tirano podrían hacerle cambiar de opinión28T. p.: “Questi tre uomini hanno diverse nature, godono in modo assai diverso, ma sono tutti felici, dacchè tutti credono di esserlo. Anche il pazzo, che sorride fra gli stracci a chi non lo crede il sommo pontefice, è felice, s’egli si sente tale. Si‘ può fingere la felicità come ogni altra cosa in questo mondo; ma dacchè uno si crede felice, lo è; nè l’eloquenza di Cicerone o le prepotenze d’ un tir/anno potrebbero farlo cambiare d’ avviso. Fra le mille forme di felicità, eccovene alcune tolte alle estreme condizioni di organizzazione cerebrale e di sviluppo civile”.. (Mantegazza, 1869, pp. 537-538Mantegazza, Paolo (1869), Fisiologia del piacere, Milano, Bernardoni.).

De esta descripción de tres felicidades distintas en tres contextos deriva una distinción etnográfica del placer, cuyos matices están determinados por el clima y por las condiciones ambientales, además del componente neurológico. Hasta el punto de que Mantegazza llega a hablar de una geografía del placer.

Con respecto al objetivo final de su obra, es decir, la comprensión de la propia sociedad, notamos cómo su planteamiento se refleja en un compromiso de divulgación. De hecho, las obras de Mantegazza están escritas en un lenguaje sencillo, que puede ser comprendido por el público medio italiano, con el fin de educar el lector a la ciencia y a encontrar una pertenencia común en cuanto italianos.

El aspecto de la divulgación es quizás uno de los más conocidos de la obra de Mantegazza (Loconsole, 2021Loconsole, Matteo (2021), Paolo Mantegazza, Milano, Biblion.). Sin embargo, un análisis de los diarios permite rastrear los origines del compromiso divulgativo del antropólogo, que tiene el fin de aportar una mejora en la sociedad. Esta voluntad se manifiesta en el estudio de las características humanas y más en concreto con la publicación de obras que sean comprensibles para el gran público. Mantegazza también desarrolla un conjunto de normas higiénicas para un público no especializado. Su interés por la higiene se orienta hacia la voluntad de traer el bienestar a la sociedad a través de la cura del individuo, difundiendo las normas higiénicas para la población, llegando a tratar la higiene del hogar, del trabajo, de la alimentación y de los hijos, pero también la de la sexualidad y del amor.

Estas recomendaciones, publicadas en los Almanacchi igienico-popolari (1866-1905), estaban orientadas a la educación del comportamiento en el ámbito de la vida cotidiana; es decir, a una correcta actuación en la esfera del día a día, con el fin de tejer una correcta pragmática de la ciudadanía en un momento histórico en que, incluso dentro del territorio italiano, había una distinción cultural neta entre el norte y el sur. Dicho de otra manera, el higienismo formaba parte de la construcción de una identidad italiana que, incluso después de la formación del Reino de Italia, estaba aún pendiente de unificación.

El interés por la utopía positivista y por el compromiso político de Mantegazza, hasta el punto de involucrarse directamente en la construcción de una identidad nacional en un momento en que todavía no existía, será el reflejo de su concepción omnicomprensiva de la antropología, que tenía por fin trazar una historia natural del ser humano, como resultado de la evolución, no solo biológica, sino también cultural. Dentro de este concepto de historia, cabe mencionar la sospecha respecto a la capacidad de poder entender verdaderamente al ser humano por parte de la anatomía y la fisiología, por un lado, y de la filosofía por otro, ya que “el ecce homo del anatomista es un cadáver”, “el ecce homo del fisiólogo es una víctima que solo responde en monosílabos” y “el ecce homo del metafísico no es un cadáver ni un ser vivo, sino una fórmula algebraica que siempre se reduce a x = x29T. p.: “L’ecce homo dell’anatomico è un cadavere”; “l’ecce homo del fisiologo è una vittima che non risponde che a», “L’ecce homo del metafisico non è né cadavere né cosa viva, ma è una formula algebrica che si riduce sempre ad x=x”. (Mantegazza, 1871, p. 16Mantegazza, Paolo (1871), Quadri della natura umana, Firenze: Bernardoni.).

La atención por el mundo interior que se ve en los diarios refleja un interés por el mundo moral y por la compleja individualidad del ser humano que solo la antropología puede llegar a comprender. De acuerdo con el principio de diferencia individual se puede entonces entender la importancia de la reconstrucción de una historia natural del ser humano, que conlleva tanto el estudio físico como el estudio moral, y que tiene como fin último desvelar el secreto de una existencia feliz, para que, como describió el propio Mantegazza, se llegue a entender que el hombre es la alegría del hombre:

Estudiemos a esta criatura capaz de tanta alegría y tanto dolor, que desde su pequeño planeta proyecta los rayos de una luz divina en una infinidad de belleza, bondad y fuerza que significa sin ver y sin tocar: estudiémosla profundamente, ya que la encontraremos más grande y mejor de lo que pensamos. Que la ciencia del futuro responda finalmente al grito de Tales: “Conócete a ti mismo”; y la moralidad levantada sobre la base de la ciencia y no del miedo extendió la voz amorosa que llega desde el hielo helado de Islandia a todas las tierras del planeta: “El hombre es la alegría del hombre”30T. p.: “Studiamo questa creatura capace di tanta gioia e di tanto dolore, che dal suo piccolo pianeta proietta i raggi di una luce divina in un infinito di bellezza, di bontà e di forza, che intende senza vedere e senza toccare: studiamola profondamente, che la troveremo più grande e migliore assai di quanto il crediamo. Che la scienza dell’avvenire risponda finalmente al grido di Talete: Conosci te stesso; e la morale cresciuta sulla base della scienza e non della paura diffonda per ogni terra del pianeta la voce amorosa venuta dai ghiacci dell’Islanda: L’uomo è la gioia dell’uomo”.. (Mantegazza, 1871, p. 34).

NOTAS

 
1

Hubo un intercambio epistolar entre los dos que atestigua el entusiasmo de Mantegazza respecto a las teorías del naturalista inglés, como bien se expresa en el discurso con ocasión de la muerte de Darwin, Commemorazione di Carlo Darwin (Mantegazza,1882Mantegazza, Paolo (1882), Commemorazione di Carlo Darwin celebrata nel R. Istituto di Studi Superiori in Firenze. Discorso del Prof. Paolo Mantegazza, Firenze, Arte della Stampa.).

2

Que todavía no existía a Italia. Para una aclaración sobre la historia de la antropología en Italia, véase Grottanelli,1977Grottanelli, Vinicio (1977), “Ethnology and/or cultural anthropology in Italy: traditions and developments”, Current Anthropology 18,(4), pp. 593-614. DOI: https://doi.org/10.1086/201970 .

3

Traducción propia (a partir de ahora, será indicada como “T. p.”: “diritto, direi anzi il dovere, di avere una Società d’antropologia, quando già l’avevano la Francia, la Germania, l’Inghilterra e la Svezia”.

4

Que algunos años más tarde nombraría Società di Antropologia, Etnologia e Psicologia Comparata, incluyendo un proyecto para un museo psicológico organizado según el criterio de las emociones basilares como el amor y el enfado.

5

Entre otros, Richard von Kraftt-Ebing valoraba positivamente su agudeza (Krafft-Ebing,1894, p. 227Krafft-Ebing, Richard (1894), Psychopathia Sexualis, Philadelphia, The F. A. Davis Company.).

6

El texto se encuentra en The Lancet (1910)“Obituary” The Lancet 176, n. 4541 (10-09-1910), p. 856. DOI: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(01)38868-2

7

Mantegazza suele nombrar estas experiencias passioni, de acuerdo con la relación estricta entre mente y cuerpo, en una visión que hoy en día podríamos llamar neurocientífica.

8

A la cual agradezco por la consulta del material y por el permiso de publicación.

9

Entre otras referencias, esta permite entender la importancia dada a estos tres inspiradores: “En nombre de Goethe, de Kant y de Newton, en nombre de la filosofía, de Andropoli y del santísimo Microcosmos implosionado por las facultades superiores de la mente para apartar la verdad útil y la fuerza para recuperarla. Amén”. T. p.: “In nome di Goethe, di Kant e di Newton, in nome della filosofia, dell’Andropoli e del santissimo Microcosmo imploso dalle facoltà superiori della mente per discoprire la verità utile e forza per riconquistarla. Amen”, Mantegazza, 1855, p. 125Mantegazza, Paolo (1855), Giornale della mia vita VIII, Biblioteca civica di Monza..

10

Durante sus años de estudio conoce a Cesare Lombroso (1835-1909), con el que surgió una amistad y una incompatibilidad profesional. De hecho, Mantegazza acusaba a Lombroso de reduccionismo respecto a la complejidad de la esencia humana, debido a su interés excesivo en la craneometría.

11

Los volúmenes deberían ser sesenta y tres, pero el número 57 del año 1904 se perdió.

12

T. p.: “Da qualche tempo vagheggio il pensiero di scrivere giornalmente ciò che faccio e penso e vedo: ma jeri avendo scorso le Confessioni di Rousseau mi s’accrebbe la voglia ed oggi voglio proprio cominciare. […] Ciò che avrò soprattutto di mira sarà di dir sempre la verità, ed anzi di palesare fino quelle intime cause di molte nostre azioni che cerchiamo di nascondere perfino a noi stessi, perché troppo basse o colpevoli” (Mantegazza, 1848, pp. 1-2Mantegazza, Paolo (1848), Giornale della mia vita I, Biblioteca civica di Monza.).

13

“Si leo filosofía, me parece amarla más que cualquier otra ciencia”. T. p.: “Se leggo filosofia, mi pare di amarla più d’ogni altra scienza” (Mantegazza, 1848, p. 211Mantegazza, Paolo (1848), Giornale della mia vita I, Biblioteca civica di Monza.).

14

T. p.: “In mezzo alla gioia posso essere preso da un eccesso di tristezza come in mezzo al dolore posso essere invaso dall’allegria più sfrenata” (Mantegazza,1854, p. 15Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza.).

15

T. p.: “Alla sera la malinconia mi prese più che mai, una malinconia cupa, profonda” (Mantegazza, 1848 p. 245Mantegazza, Paolo (1848), Giornale della mia vita I, Biblioteca civica di Monza.).

16

T. p.: “forma cronica di dolore morale, una abitudine di dolore”.

17

T. p.: “una squisita sensibilità, un’alta intelligenza, la razza alta e un alto grado di civiltà, il passaggio brusco da uno stato abituale di piacere al dolore”.

18

T. p.: “Sono un vero paradosso” (Mantegazza, 1854, p. 27Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza.).

19

T. p.: “Mi attraversò la mente il progetto di lasciarmi morire di fame o almeno di lottare con essa onde dimostrare il mio affetto a Ernestina” (Mantegazza, 1854, p. 7Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza.).

20

T. p.: “dimostrare a me stesso ch’io amava Ernestina e che ero capace di soffrire per lei”, (Mantegazza, 1854, p. 27Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza.).

21

T. p.: “Verso sera io fui preso da un delirio che mi durò varie ore e che non era interrotto che da convulsioni spasmodiche di tutto il cuore. Io parlavo in tutte le lingue che conosco e parlavo delle mie opere future con una eloquenza straordinaria” (Mantegazza, 1854, pp. 29-30Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza.).

22

T. p. : “ 3) Pathologus doctissimus non semper bonus medicus. […] I libri più dotti non ci insegnano quasi mai una prescrizione che si adatti perfettamente al caso che abbiamo sotto gli occhi e l’(ordinazione?) nella quale si riassume tutta la potenza intellettuale e morale di un medico è dettata dal criterio il quale può andar disgiunto dalla più vasta erudizione” (Mantegazza, 1854, pp. 18-19Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza.).

23

T. p.: “Nel mondo umano noi ci vediamo innanzi il cretino e Giulio Cesare [...], abbiamo il neo-zelandese che succhia con innocente voluttà la pianta del piede umano arrostito e la signorina che sviene all’udire il grido d’ un pollo che si svena; abbiamo l’ inglese che si suicida per rispetto umano, non avendo i mezzi di vestirsi secondo la moda [...].Nella natura umana abbiamo il dervish che si meraviglia come senza scopo si possa aver piacere nel muoversi da un punto all’altro della camera, e Humboldt che a novanta anni non dorme che tre ore al giorno; abbiamo il negro del Brasile che sporco e abbietto domanda una elemosina ancora più sporca: para matar bichos, per uccidere i pidocchi; e abbiamo Napoleone che si pianta in capo con piglio arrogante la corona d’ Italia».

24

“Dejaba Europa con una calma melancólica”. T. p.: “Lasciavo l’Europa con una calma malinconia” (Mantegazza, 1854, p. 223Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza..

25

T. p.: “Voglio dedicare la mia vita intellettuale allo studio morale dell’uomo, tentando di acquistare la gloria per questa via. Voglio mantenermi libero e indipendente fino agli estremi gradi possibili. Voglio esser casto e temperante. E così sia!” (Mantegazza, 1854, p. 59Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza.).

26

T. p.: “Un uomo, che si è fatto medico per studiare meglio l’uomo; che ha incominciato a studiar sé stesso, come l’uomo che aveva più vicino; e che a questo studio quotidiano, incessante, ha dedicato quarantasei grossi volumi ancora inediti”.

27

T. p.: “Ora mi viene in mente una cosa che mi è venuta in mente altre volte ma che non ho scritto nel giornale, ed è che da qualche tempo non scrivo tante piccole cose quì [sic] che pur dovrei scrivere o perché sono brutte faccenduzze del cuore umano o perché sono aspetti che ho paura a scrivere; come se il pensarli e lo scriverli in un libro che non leggo che io non fosse la stessa cosa. Questo dubbio o meglio questa certezza la scriverò un giorno in cui mi sentirò espansivo” (Mantegazza, 1849, p. 86Mantegazza, Paolo (1849), Giornale della mia vita II, Biblioteca civica di Monza.).

28

T. p.: “Questi tre uomini hanno diverse nature, godono in modo assai diverso, ma sono tutti felici, dacchè tutti credono di esserlo. Anche il pazzo, che sorride fra gli stracci a chi non lo crede il sommo pontefice, è felice, s’egli si sente tale. Si‘ può fingere la felicità come ogni altra cosa in questo mondo; ma dacchè uno si crede felice, lo è; nè l’eloquenza di Cicerone o le prepotenze d’ un tir/anno potrebbero farlo cambiare d’ avviso. Fra le mille forme di felicità, eccovene alcune tolte alle estreme condizioni di organizzazione cerebrale e di sviluppo civile”.

29

T. p.: “L’ecce homo dell’anatomico è un cadavere”; “l’ecce homo del fisiologo è una vittima che non risponde che a», “L’ecce homo del metafisico non è né cadavere né cosa viva, ma è una formula algebrica che si riduce sempre ad x=x”.

30

T. p.: “Studiamo questa creatura capace di tanta gioia e di tanto dolore, che dal suo piccolo pianeta proietta i raggi di una luce divina in un infinito di bellezza, di bontà e di forza, che intende senza vedere e senza toccare: studiamola profondamente, che la troveremo più grande e migliore assai di quanto il crediamo. Che la scienza dell’avvenire risponda finalmente al grido di Talete: Conosci te stesso; e la morale cresciuta sulla base della scienza e non della paura diffonda per ogni terra del pianeta la voce amorosa venuta dai ghiacci dell’Islanda: L’uomo è la gioia dell’uomo”.

AGRADECIMIENTOS

 

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a mis directores de tesis, Diego S. Garrocho y Javier Moscoso, cuyo apoyo incondicional y consejos prácticos siguen siendo invaluables incluso después de la etapa predoctoral. También deseo expresar mi gratitud a los revisores de este trabajo. Su tiempo, dedicación y comentarios constructivos han sido esenciales para mejorar la calidad de mi trabajo. Aprecio profundamente el esfuerzo y la meticulosidad con los que revisaron mi investigación.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES

 

Los/as autores/as de este artículo declaran no tener conflictos de intereses financieros, profesionales o personales que pudieran haber influido de manera inapropiada en este trabajo.

FUENTES DE FINANCIACIÓN

 

Código proyecto: PID2022-141667NB-I00 (2023-2027). Título: Historia cultural de los gestos. IPs: Javier Moscoso Sarabia y Diego Garrocho Salcedo.

DECLARACIÓN DE CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

 

Fabio Scalese: Conceptualización, Análisis formal, Investigación, Metodología, Administración de proyecto, Redacción - borrador original, Redacción - revisión y edición.

BIBLIOGRAFIA

 

Barsanti, Giulio y Barbagli Fausto (eds.) (2010), L’uomo e gli uomini. Florencia, Polistampa.

Daston, Lorreine, Gallison, Peter (2007), Objectivity, New York, Zone Books.

Ehrenfreund, Erasmo (1926), “Bibliografia degli scritti di Paolo Mantegazza”, Archivio per l’antropologia e l’etnologia, 56, pp. 1-176.

Gatti, Rossana (2005), “La giovinezza di Paolo Mantegazza nelle pagine del suo diario”, Il Risorgimento 2/3, [en línea], disponible en: https://www.tesionline.it/tesi/lettere-e-filosofia/la-giovinezza-di-paolo-mantegazza-nelle-pagine-del-suo-diario--1848-1858-/12304, [consultado el 26/02/2011].

Grottanelli, Vinicio (1977), “Ethnology and/or cultural anthropology in Italy: traditions and developments”, Current Anthropology 18,(4), pp. 593-614. DOI: https://doi.org/10.1086/201970

Krafft-Ebing, Richard (1894), Psychopathia Sexualis, Philadelphia, The F. A. Davis Company.

Landucci, Giovanni (1987), L’occhio e la mente, Florencia, Leo S. Olschki.

Loconsole, Matteo (2021), Paolo Mantegazza, Milano, Biblion.

Mantegazza, Paolo (1848), Giornale della mia vita I, Biblioteca civica di Monza.

Mantegazza, Paolo (1849), Giornale della mia vita II, Biblioteca civica di Monza.

Mantegazza, Paolo (1850), Giornale della mia vita III, Biblioteca civica di Monza.

Mantegazza, Paolo (1854), Giornale della mia vita VII, Biblioteca civica di Monza.

Mantegazza, Paolo (1855), Giornale della mia vita VIII, Biblioteca civica di Monza.

Mantegazza, Paolo (1863), Giornale della mia vita XVI, Biblioteca civica di Monza.

Mantegazza, Paolo (1869), Fisiologia del piacere, Milano, Bernardoni.

Mantegazza, Paolo (1871), Quadri della natura umana, Firenze: Bernardoni.

Mantegazza, Paolo (1873), Fisiologia dell’amore, Milano, Bernardoni.

Mantegazza, Paolo (1876), Atlante delle espressioni del dolore, Florencia, Felice Paggi.

Mantegazza, Paolo (1880), Fisiologia del dolore, Firenze, Felice Paggi.

Mantegazza, Paolo (1882), Commemorazione di Carlo Darwin celebrata nel R. Istituto di Studi Superiori in Firenze. Discorso del Prof. Paolo Mantegazza, Firenze, Arte della Stampa.

Mantegazza, Paolo (1886), Gli amori degli uomini, Milano, Mantegazza.

Mantegazza, Paolo (1887), Le estasi umane, Milano, Paolo Mantegazza.

Mantegazza, Paolo (1891), Igiene dell’amore, Milano, Treves.

Mantegazza, Paolo (1892), L’arte di prender moglie, Milano, Treves.

Mantegazza, Paolo (1893), Fisiologia della donna, Milano, Treves.

Mantegazza, Paolo (2018), La mia mamma Laura Solera Mantegazza, Germignaga, Magazzeno Storico Verbanese.

Martín Moruno, Dolores (2016), “Pain as Practice in Paolo Mantegazza’s Science of Emotions”, Osiris, 31, pp. 137-162. DOI: https://doi.org/10.1086/688278

“Obituary” The Lancet 176, n. 4541 (10-09-1910), p. 856. DOI: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(01)38868-2

Pasini, Walter (1999), Paolo Mantegazza ovvero l’elogio dell’eclettismo, Rimini, Panozzo Editore.

Plamper, Jan (2015), The history of emotions, Oxford, Oxford University Press.

Taylor, Paul Michael y Marino, Cesare (2019), “Paolo Mantegazza’s vision: The Science of Man behind the World’s First Museum of Anthropology (Florence, Italy, 1869)”, Museum Anthropology, 42, pp. 109-124. DOI: https://doi.org/10.1111/muan.12209

Turner, Victor y Bruner, Edward (1986), The anthropology of experience, Chicago, University of Illinois Press.

Zaragoza Bernal, Juan Manuel (2013), “Historia de las emociones: una corriente historiográfica en expansión”, Asclepio, 65(1). DOI: https://doi.org/10.3989/asclepio.2013.12