Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 75 (2)
julio-diciembre 2023, e31
ISSN-L: 0210-4466
https://doi.org/10.3989/asclepio.2023.31

ESTUDIOS / STUDIES

DEL DEGENERACIONISMO AL EXTERMINIO EN LA PSIQUIATRÍA NAZI. DE ARTHUR DE GOBINEAU Y BENEDICT MOREL A EMIL KRAEPELIN Y ERNST RÜDIN

FROM DEGENERATIONISM TO EXTERMINATION IN NAZI PSYCHIATRY. FROM ARTHUR DE GOBINEAU AND BENEDICT MOREL TO EMIL KRAEPELIN AND ERNST RÜDIN

Beatriz Pérez-Pérez

Universitat Autònoma de Barcelona

https://orcid.org/0000-0001-7563-9042

Josep M. Comelles

Universitat Rovira i Virgili

https://orcid.org/0000-0003-0064-364X

RESUMEN

Este artículo analiza, a partir el vínculo entre psiquiatría y antropología, cómo se consolidó un discurso organicista capaz de legitimar el exterminio nazi y las políticas eugenésicas en los países democráticos. Partimos del degeneracionismo del siglo XIX y contrastamos la vertiente étnica y racial de Arthur de Gobineau con la vertiente alienista de Benedict Morel, hasta llegar a la síntesis de Cesare Lombroso. Visibilizamos el vínculo que Emil Kraepelin estableció entre la “degeneración” de los individuos y la de las razas, señalando al pueblo judío, como determinante en la consolidación científica de la Rassenhygiene en la que Adolf Hitler fundamentó su Mein Kampf. Destacamos como la justificación para “destruir la vida indigna de ser vivida”, que emergió desde el ensamblaje entre la psiquiatría y la justicia, fue determinante en la transición del III Reich entre la esterilización forzosa y el exterminio. Abordamos el Programa de Eutanasia forzosa a través del importante papel político de Ernst Rüdin, sucesor de Kraepelin y fundador de la psiquiatría genética. Concluimos que el nacionalsocialismo llevó a su máxima expresión la lógica de muerte inscrita en el degeneracionismo. Finalmente, tras una reflexión sobre las reacciones y alternativas de posguerra, destacamos la persistencia contemporánea tanto del determinismo biológico como de la desigualdad legal que marcaron el destino de las primeras víctimas del exterminio nazi.

Palabras clave: 
Historia de la psiquiatría; Historia de la antropología; Teoría de la degeneración; Nazismo; Exterminio.
ABSTRACT

This article analyses, from the link between psychiatry and anthropology, how an organicist discourse capable of legitimizing both, nazi extermination and eugenic policies in democratic countries, was consolidated. We depart from 19th century theory of degeneration and contrast the ethnic and racial facet of Arthur de Gobineau with the alienist facet of Benedict Morel, until reaching the synthesis of Cesare Lombroso. We highlight the link that Emil Kraepelin established between the “degeneration” of individuals and that of races, pointing out to the Jews, as determinative in the scientific consolidation of Rassenhygiene in which Adolf Hitler based its Mein Kampf. We stress the justification for “destroying life unworthy of live”, that emerged from the assemblage between psychiatry and justice, as determinant in the Third Reich transition between forced sterilization and extermination. We approach the forced Euthanasia Program through the important political role of Ernst Rüdin, Kraepelin’s successor and founder of genetic psychiatry. We conclude that National Socialism took to its maximum expression the logic of death inscribed in the theory of degeneration. Finally, after a reflection on post-war reactions and alternatives, we highlight the contemporary persistence of both biological determinism and legal inequality that marked the fate of the first victims of nazi extermination.

Keywords: 
History of Psychiatry; History of Anthropology; Degeneration Theory; Nazism; Extermination.

Recibido: 25  enero  2022; Aceptado: 13  diciembre  2022; Publicado: 11 diciembre 2023

Cómo citar este artículo/Citation: Pérez-Pérez, Beatriz; Comelles, Josep M. (2023), “Del degeneracionismo al exterminio en la psiquiatría nazi. De Arthur de Gobineau y Benedict Morel a Emil Kraepelin y Ernst Rüdin", Asclepio, 75(2): e31. https://doi.org/10.3989/asclepio.2023.31

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

 

A mediados de los años setenta, Foucault afirmó que el nazismo solo tuvo que conectar la “guerra contra el anormal” que habían instado el degeneracionismo en psiquiatría (Pick, 1993Pick, Daniel (1993), Faces of Degeneration: an European Disorder c.1848-c1918, Cambridge-New York-Melbourne, Cambridge University Press.) y su hijuela el lombrosianismo (Huertas, 1993Huertas, Rafael (1993), “Madness and degeneration, III. Degeneration and criminality”, Winston C. M. (ed.), History of Psychiatry, 4(14), pp. 141-158, [en línea] doi: https://doi.org/10.1017/CBO9781107415324.004. ; Peset, 2016Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.), con el “racismo étnico” que ya estaba presente en Europa, para llevar a sus últimas consecuencias “la mecánica inscripta en el funcionamiento del Estado moderno” con la institución de “un Estado absolutamente racista, absolutamente asesino y absolutamente suicida” (Foucault, 2001, p. 235Foucault, Michel (2001), Defender la sociedad. Curso en el Collège de France (1975-1976), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.; 2007, p. 295Foucault, Michel (2007), Los anormales. Curso en el Collège de France (1974-1975), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.).

Desde la constitución de la antropología general durante el siglo XVIII (Blanckaert, 1985Blanckaert, Claude (1985), Naissance de l’ethnologie? Anthropologie et missions en Amérique XVI-XVIIIème siècle, Paris, Editions du Cerf.), el imperativo disciplinar por establecer criterios de clasificación de la “alteridad” (Comelles, 1981Comelles, Josep M. (1981), “La necesidad del otro. Sobre las relaciones entre Antropología y Psiquiatría”, Revista del Departamento de Psiquiatra de la Facultad de Medicina de Barcelona, 8(2), pp. 149-170.; Meek, 1976Meek, Ronald L. (1976), Social Science and the Ignoble Savage, Cambridge, Cambridge University Press.; Peset, 2016Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.) desembocó en una serie de debates sobre la noción de “raza” que, en su amplio recorrido, tuvieron continuidad en las escuelas evolucionistas del siglo XIX (Stocking, 1968Stocking, George W. (1968), Race, Culture, and Evolution: Essays in the History of Anthropology, Chicago, University of Chicago Press., 1987Stocking, George W. (1987), Victorian Anthropology, New York, Free Press.). Estos debates se inscribieron en el reclamo de la burguesía ilustrada, imperialista y patriarcal, por definir la condición de “ciudadano racional”, clave de acceso al ejercicio de los derechos civiles y políticos, que tuvo, como efecto inmediato, tratar de resolver el problema del etiquetado de la “irracionalidad” representada, entre otros, por la locura (Gauchet y Swain, 1980Gauchet, Marcel; Swain, Gladys (1980), La pratique de l’esprit humain: l’institution asilaire et la révolution démocratique, Paris, Gallimard.). Este problema, que afectó a todos aquellos colectivos caracterizados entonces como “otros” que ponían en solfa el edificio de la racionalidad (Comelles, 1981Comelles, Josep M. (1981), “La necesidad del otro. Sobre las relaciones entre Antropología y Psiquiatría”, Revista del Departamento de Psiquiatra de la Facultad de Medicina de Barcelona, 8(2), pp. 149-170.; Peset 2016Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.), incluyó a los “malos salvajes” (Meek, 1976Meek, Ronald L. (1976), Social Science and the Ignoble Savage, Cambridge, Cambridge University Press.), a los “dementes” y a los “criminales” (Comelles, 1981Comelles, Josep M. (1981), “La necesidad del otro. Sobre las relaciones entre Antropología y Psiquiatría”, Revista del Departamento de Psiquiatra de la Facultad de Medicina de Barcelona, 8(2), pp. 149-170.; Peset, 2016Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.), susceptibles de cometer “excesos” (Comelles, 2013Comelles, Josep M. (2013), “De la locura como exceso a la locura como enfermedad”, en Lorda, D. Simón, Gomez Rodriguez, Chus, Vázquez, A. Cibeira y Villasante, Olga (eds.), Razón, locura y sociedad. Una mirada a la historia desde el siglo XXI, Madrid, Asociación Española de Neuropsiquiatra, pp. 143-163.), y a las poblaciones esclavizadas (Peset, 2016Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.). A todos estos grupos, junto a las mujeres occidentales (Amorós, 1991Amorós, Celia (1991), Hacia una crítica de la razón patriarcal, Barcelona, Anthopos.; Molina, 1994Molina, Cristina (1994), Dialéctica feminista de la Ilustración, Madrid, Anthopos. ; Pateman, 1988Pateman, Carole (1988), The Sexual Contract, Stanford, Stanford University Press.), los menores, y las clases populares desposeídas, se les atribuyeron comportamientos alejados de las “conductas civilizadas” y más próximos a la “animalidad”, la “irracionalidad” o a la “naturaleza”. Como consecuencia, quedaban excluidos del sufragio censitario y privados de sus derechos políticos y de ciudadanía.

La gestión práctica de estos colectivos dio lugar en muchos casos a instituciones de exclusión o reeducación (Foucault, 1985Foucault, Michel (1985), Vigilar y Castigar: nacimiento de la prisión, México-Buenos Aires, Siglo XXI.). En el caso de las mujeres occidentales su exclusión tuvo lugar en el espacio doméstico y en la institución familiar (Federici, 2010Federici, Silvia (2010), El Caliban y la Bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originária, Madrid, Traficantes de Sueños. ). Para las personas calificadas de “salvajes” se inventaron las reservas (Bolt, 1990Bolt, Christine (1990), American Indian Policy and American Reform: Case Studies of the Campaign to Assimilate the American Indians, London, Routledge.) y, en otros colectivos específicos, principalmente los de “locos”, “pobres” o “criminales”, el confinamiento tuvo lugar en instituciones presentadas como ejemplos de modernidad (Rothman, 1971Rothman, David J. (1971), The Discovery of the Asylum: Social Order and Disorder in the new Republic, Boston, Little Brown.) que, en el siglo XX, se caracterizarían como “instituciones totales” (Goffman, 1961Goffman, Erving (1961), Asylums: Essays in the Social Situation of Mental Patients and Other Inmates, Garden City, Doubleday.): el manicomio moral (Bierre de Boismont, 1840Brierre de Boismont, Alexandre (1840), Memoria para el establecimiento de un hospital de locos, Traducción de Pedro Felipe Monlau, Barcelona, Imprenta de Don Antonio Bergnes y Compañía.; Pi y Molist, 1860Pi y Molist, Emilio (1860), Proyecto médico razonado para la construcción del Manicomio de Santa Cruz de Barcelona, Imp. y Lib. Politécnica de Tomás Gorchs.), las nuevas penitenciarias, los correccionales y los asilos, entre otras (Rothman, 1971Rothman, David J. (1971), The Discovery of the Asylum: Social Order and Disorder in the new Republic, Boston, Little Brown.). En todos estos casos se racionalizó la desposesión de los derechos de ciudadanía y se edificó una determinada forma de confinamiento a partir de la asunción del “derecho de asistencia”, presente asimismo en la invención de los campos de concentración durante la guerra hispano-cubana y la anglo-boer a fines del siglo XIX.

En el caso específico de la locura, el proyecto utópico del manicomio moral suponía una estrategia de medicalización de la gestión de la locura. Inicialmente respondía a un discurso reformista, pero desde mediados del siglo XIX la utopía reeducadora fundacional entró en crisis. El fracaso terapéutico (Goldstein, 1997Goldstein, Jan (1997), Consoler et classifier-L’essor de la psychiatrie française, Le Plessis-Robinson, Les empêcheurs de penser en rond: Institut Synthélabo pour le progrès de la connaissance.) derivó en la búsqueda de una localización corporal de la “enfermedad mental” capaz de legitimar al alienismo como disciplina médica y dio lugar a la presunción de la incurabilidad y de la heredabilidad (Caponi, 2009aCaponi, Sandra (2009a), “Michel Foucault e a persistência do poder psiquiátrico”, Ciencia e Saude Coletiva, 14(1), pp. 95-103, [en línea], doi: https://doi.org/10.1590/S1413-81232009000100015 ; Castel, 1980Castel, Robert (1980), El Orden Psiquiátrico: la edad de oro del alienismo, Madrid, La Piqueta.; Pick, 1993Pick, Daniel (1993), Faces of Degeneration: an European Disorder c.1848-c1918, Cambridge-New York-Melbourne, Cambridge University Press.). En consecuencia, los alienistas aceptaron que los manicomios eran un teatro de observación (Pi y Molist, 1860, p. 15-19Pi y Molist, Emilio (1860), Proyecto médico razonado para la construcción del Manicomio de Santa Cruz de Barcelona, Imp. y Lib. Politécnica de Tomás Gorchs.) en el cual la monitorización sistemática de las personas internas, como sucedió también en el hospital coetáneo y en el proyecto reeducador del panopticismo (Foucault, 1978Foucault, Michel (1978), El Nacimiento de la Clínica: una arqueología de la mirada médica, México-Buenos Aires, Siglo XXI., 1985Foucault, Michel (1985), Vigilar y Castigar: nacimiento de la prisión, México-Buenos Aires, Siglo XXI.), permitiría identificar especies morbosas psíquicas y somáticas, caracterizar delincuentes o crear categorías clínicas morales como la “cronicidad” o las “perversiones” (Lanteri-Laura, 1972Lanteri-Laura, Georges (1972), “La chronicité dans la psychiatrie moderne française. Note d’histoire théorique et sociale”, Annales. Histoire, Sciences Sociales, 27, pp. 548-568, [en línea], doi: https://doi.org/10.3406/ahess.1972.422522 , 1979Lanteri-Laura, Georges (1979), “Conditions theoriques et conditions institutionnelles de la connaissance des perversions au XIX siecle”, L’Evolution Psychiatrique, 44(3), pp. 633-663.) que condujeron inevitablemente al custodialismo puro y duro. En este contexto histórico, cultural e ideológico se sitúan tanto el racismo científico como las escuelas degeneracionistas, ambos referentes iniciales de una genealogía que condujo, en su papel de discurso “orgánico”, a la definición de las políticas de exclusión y exterminio del III Reich en Alemania.

Este artículo tiene por objeto analizar, desde el vínculo entre la psiquiatría y la antropología de los siglos XIX y primera mitad del XX, cómo se consolidó un discurso organicista con voluntad orgánica, capaz de legitimar tanto el exterminio por parte del Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei (en adelante Partido nazi) como las políticas eugenésicas en los países democráticos. Constituye una síntesis de las relaciones que vincularon causalmente al degeneracionismo con las políticas de exterminio del nacionalsocialismo en lengua latina, dónde la literatura es escasa. Más particularmente, la articulación de acontecimientos que presentamos contribuye a evidenciar como algunos de los psiquiatras actualmente considerados como los padres de la psiquiatría biológica moderna, como Emil Kraepelin (1860-1924) y su sucesor, Ernst Rüdin (1847-1952) 1 Actualmente suele reconocerse, de forma poco crítica, a Kraepelin como “padre de la psiquiatría moderna”, de la psiquiatría transcultural y de la psicofarmacología (Bar y Ebert, 2010; Caponi, 2014; Engstrom y Kendler, 2015; Engstrom y Weber, 2007). Rüdin, es a su vez considerado el “padre” de la psiquiatría genética y la “mente maestra” de la Higiene Racial de Hitler (Joseph, 2006; Joseph y Wetzel, 2013; Zerbin-Rüdin y Kendler, 1996). , inscribieron su producción científica y su acción política en la genealogía del discurso orgánico2 Martínez-Hernáez (2018), ha mostrado, contraponiendo la psiquiatría kraepeliniana y la freudiana, como el organicismo se fundamenta en la autoridad de la mirada y la preeminencia del signo, a diferencia de la aproximación psicodinámica, asentada en la escucha y la interpretación del síntoma. que legitimó el exterminio nazi.

Dividimos el artículo en cinco partes. Primero abordamos el degeneracionismo étnico y racial de Arthur de Gobineau (1816-1882), inscrito en la antropología general, para contrastarlo con el degeneracionismo del frenópata Benedict Morel (1809-1873) y llegar a la síntesis entre antropología, alienismo y criminología que hizo Cesare Lombroso (1835-1909) (Peset, 2016, pp. 171-249Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.). En segundo lugar, analizamos el contexto en el que se desarrollaron los conceptos de Rassenkunde (ciencia racial) y de Rassenhygiene (higiene racial). El primero procede de la antropología (Proctor, 1988Proctor, Robert (1988), “From Anthropologie to Rassenkunde in the German Anthropological Tradition”, en Stocking, George W. (ed.), Bones, Bodies, Behaviour. Essays on Biological Anthropology, Madison, University of Wisconsin Press, pp. 138-179.) mientras el segundo se benefició de Zur Entartungsfrage (Kraepelin, 1908Kraepelin, Emil (1908), “Zur Entartungsfrage”, Zentralblatt für Nervenheilkunde und Psychiatrie, 31, pp. 745-51.) que vinculó la degeneración de los individuos con la de las razas 3 Dicho texto ha sido recientemente traducido al inglés, será a ésta traducción a la que nos refiramos en lo posterior (Kraepelin, 2007). . Ambos conceptos, junto con el tratado Grundriss der menschlichen Erblichkeitslehre und Rassenhygiene (Baur et al., 1923Baur, Erwin, Fischer, Eugen y Lenz, Fritz (1920/1923), Grundriss der menschlichen Erblichkeitslehre und Rassenhygiene, München, J.F. Lehmanns Verlag.), influyeron profundamente en el Mein Kampf de Adolf Hitler (1889-1945). En tercer lugar, examinamos el papel de Die Freigabe der Vernichtung Lebensunwerten Lebens (Binding y Hoche, 1922Binding, Karl; Hoche, Alfred (1920/1922), Die Freigabe der Vernichtung Lebensunwerten Lebens, Leipzig, Meiner Verlag.), en la justificación de “la libertad de destruir la vida indigna de ser vivida”. En cuarto, analizamos el papel político y “orgánico” de Ernst Rüdin durante el Tercer Reich, y su influencia en la racionalización del desplazamiento que fue de las prácticas eugenésicas de esterilización forzosa al primer exterminio masivo, el Programa de Eutanasia forzosa, precursor del Holocausto. Finalmente reflexionamos sobre las reacciones y alternativas tras la II Guerra Mundial y destacamos la persistencia contemporánea tanto del determinismo biológico como de la desigualdad legal que marcaron el destino de las primeras víctimas del exterminio nazi.

GOBINEAU, EL RACISMO MODERNO Y LA RUTA HACIA EL DEGENERACIONISMO

 

Entre 1853 y 1855 Gobineau publicó su Essai sur l’inégalité des races humaines, una obra de referencia del racismo científico europeo (Biddiss, 1966Biddiss, Michael D. (1966), “Gobineau and the Origins of European Racism”, Race & Class, 7(3), pp. 255-270, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/030639686600700303 ) 4 Sobres los orígenes del racismo científico véase entre otros, Fabiola Juárez-Barrera y Alfredo Bueno-Hernández (2017) y José Luís Peset (2016). escrita en el contexto de los debates de las escuelas evolucionistas de su tiempo (Stocking, 1968, p. 60-68Stocking, George W. (1968), Race, Culture, and Evolution: Essays in the History of Anthropology, Chicago, University of Chicago Press.) (Fig. 1 y 2). Gobineau pretendía demostrar la superioridad de la “raza aria” (blanca), poseedora original del “monopolio de la belleza, de la inteligencia y de la fuerza” y “fundadora de todas las grandes civilizaciones” (Gobineau, 1937, p. 152Gobineau, Arthur (1851/1937), Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas, Barcelona, Ediciones Apolo.), en particular de la “raza germánica provista de toda la energía de la variedad aria” (Gobineau, 1937, p. 635Gobineau, Arthur (1851/1937), Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas, Barcelona, Ediciones Apolo.)5 Las citas pertenecen a la traducción al español de Francisco Susanna, publicada para la Editorial Apolo en 1937. . Su objetivo fue alertar sobre la decadencia de “toda civilización” debido a la degeneración de la raza aria, causada por los mestizajes que habían manchado la pureza de su sangre.

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Figura 1.  Phrénologie. Détermination de l’angle facial de Camper (Frenología. Determinación del ángulo facial del Camper). Imagen de dominio público, sin restricciones de copyright conocidas (Guérin-Méneville, 1838, p. 409Guérin-Méneville, Félix Edouard (1838), Dictionnaire pittoresque d’histoire naturelle et des phénomènes de la nature: Vol. VII, Imprimerie de Cosson.)6 Esta imagen, publicada más de dos décadas antes de la teoría de Charles Darwin sobre el origen de las especies (1859) y de la teoría de Thomas Henry Huxley sobre el lugar del hombre en la naturaleza (1863), anticipa la teoría evolutiva a través de una comparación craneológica entre un primate, una mujer negra, una mujer blanca y un hombre blanco, y establece una clara línea de progreso o civilización en la cual el hombre blanco se sitúa en la cúspide de la especie humana. .
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Figura 2.  Profile of Negro, European, and Oran Outan (Perfil del Negro, el Europeo y el Orangután). Imagen de dominio público, sin restricciones de copyright conocidas (Knox, 1850, p. 404Knox, Robert (1850), The Races of Men: a fragment, London, Henry Renshaw.)7 Esta imagen es también previa a la emergencia del darwinismo y a la publicación por parte de Gobineau de Essai sur l’inégalité des races humaines. En la misma línea que la Figura 1 establece una comparación craneológica racista entre un primate, un hombre negro y un hombre blanco europeo. .

El concepto de degeneración que manejó Gobineau para establecer la desigualdad entre los pueblos, civilizaciones y razas se parece bastante al que el alienista Benedict Morel aplicó poco después a los “individuos”. La diferencia se sitúa en las taxonomías sociales y culturales del primero y la aproximación -clínica- e individualista del segundo. No obstante, ambos postularon una amenaza de destrucción y degradación biológicas de base hereditaria y progresiva, de la que era urgente defenderse para preservar la grandeza de un tipo arcaico y original. Ambos clasificaron a los grupos humanos y a los individuos en taxonomías cuyo principio rector es la atribución de un “valor de vida” diferencial:

Pienso, pues, que la palabra degenerado, al aplicarse a un pueblo, debe significar y significa que este pueblo no posee ya el valor intrínseco que antiguamente poseía, porque no circula ya por sus venas la misma sangre, gradualmente depauperada con las sucesivas aleaciones […] no ha conservado la misma raza que sus fundadores […] es un producto diferente, desde el punto de vista étnico, del héroe de las grandes épocas (Gobineau, 1937, p. 2Gobineau, Arthur (1851/1937), Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas, Barcelona, Ediciones Apolo.).

Sin embargo, la retórica racista de Gobineau no es suficiente para explicar la política exterminadora del III Reich un siglo más tarde. Por un lado, requirió ser conectada con la atribución clínica de un valor negativo de vida a toda persona clasificada como “anormal”, “enferma incurable” o “criminal” (Comelles, 1981Comelles, Josep M. (1981), “La necesidad del otro. Sobre las relaciones entre Antropología y Psiquiatría”, Revista del Departamento de Psiquiatra de la Facultad de Medicina de Barcelona, 8(2), pp. 149-170.; Gauchet y Swain, 1980Gauchet, Marcel; Swain, Gladys (1980), La pratique de l’esprit humain: l’institution asilaire et la révolution démocratique, Paris, Gallimard.; Peset, 2016Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.). Por el otro, tuvo que incorporar el -antisemitismo- pues, a pesar de que este era endémico desde siglos atrás por razones religiosas, y explica los pogroms en el Imperio Ruso (Doyle Klier, 2011Doyle Klier, John (2011), Russians, Jews, and the Pogroms of 1881-1882, Cambridge, Cambridge University Press.) y la persistencia de estigmas en las culturas folk, Gobineau etiquetó al pueblo judío como una subdivisión de la “raza blanca” y señaló como injusta su persecución (Taguieff, 2019Taguieff, Pierre André (2019), “Les racines du racisme scientifique”, Les Collections de L’Histoire, 83, [en línea], disponible en: https://www.lhistoire.fr/les-racines-du-racisme-scientifique [consultado el 10/04/2020].).

EL CONCEPTO DE DEGENERACIÓN Y EL NACIMIENTO DE LA PSIQUIATRÍA ORGANICISTA

 

El Traité des dégénérescences de Benedict Morel (1857)Morel, Bénédict-Augustin (1857), Traité des dégénérescences physiques, intellectuelles et morales de l’espèce humaine, Paris, Baillière. supuso el nacimiento de una ciencia de la alienación fundada en el determinismo biológico (Foucault, 2007Foucault, Michel (2007), Los anormales. Curso en el Collège de France (1974-1975), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.). Para él la “degeneración” era un “desvío anormal y mórbido” que afectaba a quienes por una u otra causa, “adquirida o congénita”, se alejasen del “tipo normal u original de la especie humana”, esto es, “la obra maestra y el resumen de la creación” (Morel, 1857, p. 1Morel, Bénédict-Augustin (1857), Traité des dégénérescences physiques, intellectuelles et morales de l’espèce humaine, Paris, Baillière.). La particularidad de esta “desviación mórbida” que amenazaba a la especie humana “con la destrucción y la degradación” (Morel, 1857, p. 3Morel, Bénédict-Augustin (1857), Traité des dégénérescences physiques, intellectuelles et morales de l’espèce humaine, Paris, Baillière.), residía en que, independientemente de su causalidad, se transmitía de generación en generación de forma aleatoria, hasta producir la extinción de la estirpe por esterilidad en la cuarta generación: la “alienación” era el fatídico final de este camino de degradación (Caponi, 2009bCaponi, Sandra (2009b), “Para una genealogía de la anormalidad: la teoría de la degeneración de Morel”, Scientiae Studia, 7(3), pp. 425-445, [en línea], doi: https://doi.org/10.1590/s1678-31662009000300004 ). Para combatirla, Morel propuso la “profilaxis defensiva”, esto es, el encierro manicomial y el tratamiento moral -cuando este ya estaba desacreditado- sin pretensión ni expectativa de curar, únicamente destinado a proteger de la peligrosa influencia mórbida el interés común. Destino que aconsejaba también para los “sordomudos y ciegos de nacimiento” pues, en cuanto objetos de observación psiquiátrica, “estos miembros inútiles, incómodos o peligrosos en razón de su estado degenerativo”, serían socialmente útiles (Morel, 1857, p. 692Morel, Bénédict-Augustin (1857), Traité des dégénérescences physiques, intellectuelles et morales de l’espèce humaine, Paris, Baillière.). Esta racionalidad no dejó otro remedio que tratar de prevenir lo que no se podía curar. Así nació la “profilaxis preventiva” como higiene social extra-manicomial, que Morel concibió como la universalización del tratamiento moral a las masas sociales, abriendo un “infinito campo de intervenciones dónde […] el médico ofrece sus servicios y se multiplica” ante cualquier “riesgo de desorden” (Castel, 1980, p. 291Castel, Robert (1980), El Orden Psiquiátrico: la edad de oro del alienismo, Madrid, La Piqueta.).

La caza de “degenerados” y “degeneradas” situó en la conducta sexual de los ascendentes el mecanismo de reproducción responsable “de las aberraciones comprobadas en sus descendientes” (Foucault, 2007, p. 291Foucault, Michel (2007), Los anormales. Curso en el Collège de France (1974-1975), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.). Supuso un rastreo sistemático de los árboles genealógicos familiares para identificar los tipos de degeneración convergentes (Pick, 1993Pick, Daniel (1993), Faces of Degeneration: an European Disorder c.1848-c1918, Cambridge-New York-Melbourne, Cambridge University Press.), expresados en patrones de estigmas físicos, intelectuales y morales, que ratificaron -entre otras- las “perversiones” (Lanteri-Laura, 1979Lanteri-Laura, Georges (1979), “Conditions theoriques et conditions institutionnelles de la connaissance des perversions au XIX siecle”, L’Evolution Psychiatrique, 44(3), pp. 633-663.), y la “cronicidad”, como categoría genérica que legitimaba la incurabilidad (Lanteri-Laura, 1972Lanteri-Laura, Georges (1972), “La chronicité dans la psychiatrie moderne française. Note d’histoire théorique et sociale”, Annales. Histoire, Sciences Sociales, 27, pp. 548-568, [en línea], doi: https://doi.org/10.3406/ahess.1972.422522 ). Si el tratamiento moral invocaba las lacras sociales de los procesos de urbanización propios del nuevo capitalismo industrial, el degeneracionismo, como forma de naturalización de la locura, exculpaba a la sociedad y centraba el énfasis en las estrategias de defensa social. La economía política que condujo a la construcción masiva de manicomios, en cuanto depósitos de cuerpos humanos considerados “incurables” o “ineducables”, se inscribió en esta racionalidad (Castel, 1980Castel, Robert (1980), El Orden Psiquiátrico: la edad de oro del alienismo, Madrid, La Piqueta.; Scull, 1975Scull, Andrew T. (1975), Museums of Madness: the Social Organization of Insanity in 19th Century England, London, Allen Lane.).

Valentin Magnan (1835-1916) sistematizó y difundió la teoría de Morel desde una perspectiva desacralizadora que desplazó su concepción mística y absoluta en torno a la perfección del “tipo original”. Influido por el darwinismo y por el evolucionismo social de la antropología de su tiempo 8 El evolucionismo social dividía los estadios de la historia humana en salvajismo, barbarie y civilización (Morgan, 1877). , Magnan conceptualizó la “degeneración” como una regresión a estadios evolutivos “inferiores” -como el “salvajismo” y la “barbarie”- puesto que, para él, la “civilización” definía el “tipo normal y patológico” (Huertas, 1992Huertas, Rafael (1992), “Madness and degeneration, I. From ’fallen angel’ to mentally ill”, Winston C. M. (ed.), History of Psychiatry, 3(12), pp. 391-411, [en línea] doi: https://doi.org/10.1177/0957154X9200301201 ). En este contexto emergieron los primeros planteamientos eugenésicos de Francis Galton (1822-1911) (Álvarez Peláez, 1985Álvarez Peláez, Raquel (1985), Sir Francis Galton, padre de la eugenesia, Madrid, Centro de Estudios Históricos.; Gillham, 2001Gillham, Nicolas W. (2001), “Sir Francis Galton and the Birth of Eugenics”, Annual Review of Genetics, 35, pp. 83-101, [en línea], doi: https://doi.org/10.1146/annurev.genet.35.102401.090055 ; Stocking, 1987Stocking, George W. (1987), Victorian Anthropology, New York, Free Press.) y las ideas de Lombroso sobre las razas humanas (Lombroso, 1871Lombroso, Cesare (1871), L’uomo bianco e l’uomo di colore, letture sull’ origine e le varietà delle razze umane, Premiata Tipografia Edit. F. Sacchetto.), quien hizo una síntesis entre psiquiatría, antropología y criminología (Lombroso, 1897Lombroso, Cesare (1897), L’uomo delinquente in rapporto all’antropologia, alla giurisprudenza ed alla psichiatria, Torino, Fratelli Bocca.).

Lombroso utilizó el degeneracionismo para legitimar la existencia de un “criminal nato”, un individuo “degenerado” en el que emergían formas biológicas y psíquicas “inferiores” y “ancestrales” (Fig. 3). Sus teorías y métodos tuvieron un fuerte impacto en el desarrollo posterior de la medicina legal y en los debates internacionales sobre las reformas penales (Campos, 2013Campos, Ricardo (2013), “La construcción del sujeto peligroso en España (1880-1936). El papel de la psiquiatría y la criminología”, Asclepio, 65(2), p017, [en línea], doi: https://doi.org/10.3989/asclepio.2013.17 ; Huertas, 1993Huertas, Rafael (1993), “Madness and degeneration, III. Degeneration and criminality”, Winston C. M. (ed.), History of Psychiatry, 4(14), pp. 141-158, [en línea] doi: https://doi.org/10.1017/CBO9781107415324.004. ; Peset, 2016Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.). Su propuesta aplicada, que incorporó las nuevas metodologías antropométricas desarrolladas por el médico y antropólogo Paul Broca (1824-1880) (Blanckaert, 2009Blanckaert, Claude (2009), De la race à l’évolution: Paul Broca et l’anthropologie francaise, 1850-1900, Paris, L’Harmattan.), triunfó puesto que permitía identificar mediante “estigmas” somáticos al criminal potencial, y patologizar y criminalizar así a “prostitutas, revolucionarios, anarquistas, […] todos aquellos individuos o grupos que pudieran amenazar el equilibrio burgués” (Huertas, 1993, p. 150Huertas, Rafael (1993), “Madness and degeneration, III. Degeneration and criminality”, Winston C. M. (ed.), History of Psychiatry, 4(14), pp. 141-158, [en línea] doi: https://doi.org/10.1017/CBO9781107415324.004. ). Esta tendencia se consolidó internacionalmente desde finales del siglo XIX cuando el degeneracionismo se hizo cargo de la “demanda política conservadora” (Foucault, 2007, p. 145Foucault, Michel (2007), Los anormales. Curso en el Collège de France (1974-1975), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.), legitimando mediante una tipología “degenerativa” la persecución de todo tipo de movimientos sociales a erradicar, incluidos el sufragismo, el veganismo y la defensa de los animales (Caponi, 2019Caponi, Sandra (2019), “Scientia Sexualis: el lugar de la mujer en la historia de la psiquiatría”, en Miranda, Marisa (ed.), Las Locas: miradas interdisciplinarias sobre género y salud mental, La Plata, Editorial de la Universidad de La Plata, pp. 19-48.).

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Figura 3.  Anomalie dei solchi palmari nei normale e nei criminali (Anomalías del surco palmar en normales y criminales). Fondo bibliográfico de la Biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla (CC BY-NC 4.0) (Lombroso, 1897, fig. XXXIVLombroso, Cesare (1897), L’uomo delinquente in rapporto all’antropologia, alla giurisprudenza ed alla psichiatria, Torino, Fratelli Bocca.)9 La imagen establece una comparación anatómica entre la palma de la mano de diversos primates, la de un “hombre normal” y las de cuatro tipos criminales, que pretende identificar los estigmas palmarios del criminal nato en tanto tipo degenerado atávico. .

La degeneración, desde mediados del siglo XIX, fue un objetivo central para la investigación médica y antropológica en Europa (Pick, 1993Pick, Daniel (1993), Faces of Degeneration: an European Disorder c.1848-c1918, Cambridge-New York-Melbourne, Cambridge University Press.). Llegó a penetrar de tal modo el imaginario de su época que se puede documentar en la novelística, como fue el caso de Émile Zola (1893)Zola, Émile (1893), La Bête humaine, Paris, G. Charpentier et E. Fasquelle, Éditeurs.. Contra la amenaza de la degeneración se lanzaron todo tipo de soluciones, incluida la revolución anarquista (Girón, 1999Girón, Álvaro (1999), “Metáforas finiseculares del declive biológico: degeneración y revolución en el anarquismo Español”, Asclepio, 51(1), pp. 247-273, [en línea], doi: https://doi.org/10.3989/asclepio.1999.v51.i1.331 ).

ENTRE LA RASSENKUNDE Y LA RASSENHYGIENE

 

Desde mediados del siglo XIX el concepto de “raza” formó parte de un debate científico (Stocking, 1968Stocking, George W. (1968), Race, Culture, and Evolution: Essays in the History of Anthropology, Chicago, University of Chicago Press.) en el que participaron numerosos médicos y alienistas (Blanckaert, 1996Blanckaert, Claude (1996), Le “manuel opératoire” de la raciologie: Les instructions aux voyageurs de la Société d’Anthropologie de Paris (1860-1885), en Blanckaert, Claude (comp.), Le terrain des Sciences Humaines. Instructions et enquêtes (XVIIIème-XXème siècle), Paris, L’Harmattan, pp. 139-174.), miembros de las sociedades de antropología 10 En la estructura societaria de las sociedades de antropología y etnología del siglo XIX hubo una presencia masiva de médicos, también en España, véase (Bouza, 2002). Broca fundó la Société d’Anthropologie, véase (Blanckaert, 1996). , dado el papel que la antropología física, la anatomía comparada y la etnología tuvieron en el desarrollo internacional tanto de la antropología general como de la medicina legal. También por el papel que jugaba la mirada etnográfica de los médicos en la construcción del discurso sobre la causalidad ambiental de la enfermedad, así como en la caracterización de determinadas prácticas y conocimientos populares (Comelles y DiGiacomo, 2018Comelles, Josep M.; DiGiacomo, Susan M. (2018), “The medicalization of diagnosis: From cultural and environmental nosologies to lay medical concerns”, en Nissen, Nina y Risør, Mette Bech (eds.), Diagnostic Fluidity: Working with Uncertainty and Mutability, Tarragona, Publicacions de la Universitat Rovira i Virgili, pp. 213-247.). En la Alemania de la primera década del siglo XX, Emil Kraepelin ya había introducido el lombrosianismo (Engstrom, 1991Engstrom, Eric J. (2007), “‘On the Question of Degeneration’ by Emil Kraepelin (1908)1”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 389-398, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X07079689 ; Wetzell, 2000Wetzell, Richard F. (2000), Inventing the Criminal: a History of German Criminology, 1880-1945, Capell Hill-London, The University of North Carolina Press.), fundado el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Múnich, e inaugurado su larga presidencia (1906-1920) de la Deutscher Verein für Psychiatrie (DVP: Asociación Alemana de Psiquiatría), lo cual le confirió una posición académica y política muy relevante (Hippius et al., 2008Hippius, Hanns; Möller, Hans-Jürgen; Müller, Norbert; Neundörfer-Kohl, Gabriele (2008), The University Department of Psychiatry in Munich: From Kraepelin and his predecessors to molecular psychiatry, Heidelberg, Springer Medizin Verlag.). En esa época publicó Zur Entartungsfrage (1908) dónde estableció el vínculo entre la degeneración de los individuos, las familias y las razas señalando específicamente al pueblo judío. Este texto es coetáneo a la institucionalización de los “lobbies científicos” que, inspirados por la eugenesia de Galton (Álvarez Peláez, 1985Álvarez Peláez, Raquel (1985), Sir Francis Galton, padre de la eugenesia, Madrid, Centro de Estudios Históricos.) y por el redescubrimiento de las leyes mendelianas sobre la transmisión de la herencia genética (Puig-Samper, 2019Puig-Samper, Miguel Ángel (2019), “El redescubrimiento de las leyes de Mendel y la teoría cromosómica de la herencia”, en Historia Mínima del Evolucionismo, México, El Colegio de México, pp. 245-258.), abogaron por la aplicación sistemática de la biología como política de Estado contra la “degeneración” (Müller-Hill, 2000Müller-Hill, Benno (2000), “Truth, Justice, and Genetics”, Perspectives in Biology and Medicine, 43(4), pp. 577-583, [en línea], doi: https://doi.org/10.1353/pbm.2000.0048 ; Weindling, 1993Weindling, Paul Julian (1993), Health, Race and German Politics betwen National Unification and Nazism. 1980-1945, New York, Cambrige University Press.)11 En Gran Bretaña Galton fundó la Eugenics Education Society en 1907, con el objetivo de “mejorar la raza humana”, la cual todavía no había empezado a publicar su portavoz propagandístico, The Eugenics Review (Mazumdar 2005, p. 1). .

El movimiento eugenésico alemán comenzó a organizarse en torno a un concepto específico, la Rassenhygiene, que no incorporaba todavía el racismo, el antisemitismo y el supremacismo ario posteriores (Weindling, 1993Weindling, Paul Julian (1993), Health, Race and German Politics betwen National Unification and Nazism. 1980-1945, New York, Cambrige University Press.; Weiss, 1987aWeiss, Sheila Faith (1987a), “The Race Hygiene Movement in Germany”, Osiris, 3, pp. 193-236, [en línea], disponible en: http://www.jstor.org/stable/301759 [consultado el 12/12/2021]). El término fue promovido por el médico Alfred Ploetz (1860-1940) quién, siguiendo a Wilhelm Schallmayer (1857-1919), fundó en 1905 en Berlín la Gesellschaft für Rassenhygiene (en adelante GFR) 12 Sociedad Alemana de Higiene Racial. Schallmayer introdujo la eugenesia en Alemania. Propuso y defendió para el movimiento el concepto de Rassehygiene en lugar de Rassenhygiene, esto es, su forma singular. Esta estrategia discursiva, aunque sutil, formaba parte de su lucha política orientada a impedir que el supremacismo ario se afianzara en el incipiente movimiento eugenésico alemán (Weiss, 1987b, p. 103). . Esta sociedad se ramificó al trasladarse Ploetz a Múnich en 1907, cuando Ernst Rüdin, cuñado, aliado “científico” de Ploetz y cofundador de la GFR, retomaba el puesto de asistente de Kraepelin en la Clínica de Múnich (Hippius et al., 2008Hippius, Hanns; Möller, Hans-Jürgen; Müller, Norbert; Neundörfer-Kohl, Gabriele (2008), The University Department of Psychiatry in Munich: From Kraepelin and his predecessors to molecular psychiatry, Heidelberg, Springer Medizin Verlag.; Schmuhl, 2008Schmuhl, Hans-Walter (2008), The Kaiser Wilhelm Institute for Anthropology, Human Heredity and Eugenics, 1927-1945, Boston Studies in the Philosophy of Science, vol. 259, Springer.; Weindling, 1993Weindling, Paul Julian (1993), Health, Race and German Politics betwen National Unification and Nazism. 1980-1945, New York, Cambrige University Press.).

El objetivo de la GFR era dar un estatuto científico a la Rassenhygiene. Admitía exclusivamente a personas y familias “evaluadas como poseedoras de altas cualidades mentales y físicas”, sin excluir con base en criterios de adscripción racial (Weindling, 1993, p. 125Weindling, Paul Julian (1993), Health, Race and German Politics betwen National Unification and Nazism. 1980-1945, New York, Cambrige University Press.). Sin embargo, su órgano de propaganda y debate, el Archiv für Rassenkunde-und-Gesellschaftsbiologie (1904-1944), al tratar de definir la Rassenhygiene, se convirtió en un espacio de enfrentamiento y debate con quienes proponían un “racismo ario” específicamente antisemita. Inicialmente Ploetz se posicionó públicamente -al igual que Schallmayer-, contra las teorías raciales arias, aunque en privado reconocía su antisemitismo y simpatizaba con el supremacismo ario (Weindling, 1993, p. 138Weindling, Paul Julian (1993), Health, Race and German Politics betwen National Unification and Nazism. 1980-1945, New York, Cambrige University Press.). Esta ambivalencia público-privada de Ploetz se manifestó claramente en 1910 cuando rechazó la propuesta de Ludwig Schemann (1852-1938), principal apóstol del racismo ario alemán, de afiliar la GFR a la Gobineau-Vereinigung (Asociación Gobineau) para “mantener a distancia la higiene racial del racismo ario” (Weindling, 1993, p. 138Weindling, Paul Julian (1993), Health, Race and German Politics betwen National Unification and Nazism. 1980-1945, New York, Cambrige University Press.).

En la disputa sobre la Rassenhygiene, cuyos leitmotiv eran el “capacitismo” y el “cuerdismo” 13 El “capacitismo” refiere la opresión a la que están sometidas personas con discapacidad (Campbell, 2008; Toboso Martín, 2017). El “mentalismo” (Chamberlin, 1988) y el “cuerdismo” (Corominas, 2016), se emplea en el caso de las personas “psiquiatrizadas”. , hubo cierta resistencia a una deriva antisemita como “objetivo político”. En este punto debe situarse la aportación “científica” de Kraepelin en Zur Entartungsfrage. Desde su llegada a Múnich en 1903, interesado por la afectación de las “células germinales” del Volk, a su parecer inducida en gran parte por el alcoholismo y la sífilis, y augurando la “degeneración de la raza” en las futuras generaciones, Kraepelin se interesaba “cada vez más en cuestiones de política social […] eugenesia e higiene racial […] lo encontramos presentando demandas […] diseñadas para preservar y mejorar la salud […] del cuerpo de la nación [Volkskörper]” (Engstrom, 2007, p. 392Engstrom, Eric J.; Weber, Matthias M. (2007), “Making Kraepelin history: A great instauration?”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 267-273, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X07080819 ).

Zur Entartungsfrage revela el abandono del término de “especie humana” en favor del de “raza” como venía haciendo el eugenismo británico. Ambos movimientos coincidían en establecer defensas sociales contra la “degeneración” que supuestamente causaban “anormales”, “dementes”, “defectuosos” o “criminales”. No obstante, se encontraban en un territorio más o menos ambiguo e indefinido respecto a la demarcación amparada por el término “raza” (Proctor, 1988Proctor, Robert (1988), “From Anthropologie to Rassenkunde in the German Anthropological Tradition”, en Stocking, George W. (ed.), Bones, Bodies, Behaviour. Essays on Biological Anthropology, Madison, University of Wisconsin Press, pp. 138-179.). Kraepelin (2007)Kraepelin, Emil (2007), “On the Question of Degeneration”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 399-404, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X070180030502 no habló de “raza humana”, como sí hizo la eugenesia galtoniana con sus contradicciones (Stone, 2001Stone, Dan (2001), “Race in British Eugenics”, European History Quarterly, 31(3), pp. 397-425, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/026569140103100303.). Por el contrario, se refirió a “nuestra raza”, y la demarcó en oposición a la “raza judía” (Caponi, 2010Caponi, Sandra (2010), “Emil Kraepelin y el problema de la degeneración”, Historia, Ciencias, Saude-Manguinhos, 17(Suppl. 2), pp. 475-494, [en línea], doi: https://doi.org/10.1590/s0104-59702010000600012 ). Según Caponi (2010, p. 483)Caponi, Sandra (2010), “Emil Kraepelin y el problema de la degeneración”, Historia, Ciencias, Saude-Manguinhos, 17(Suppl. 2), pp. 475-494, [en línea], doi: https://doi.org/10.1590/s0104-59702010000600012 , “la única diferencia teórica clara entre Kraepelin y la teoría de la degeneración” aparte del vínculo de la degeneración con la raza que Morel había desmentido y la “desacralización de la teoría”, fue su rechazo a considerar la “degeneración” como un “proceso autolimitado” que implicase la extinción de la estirpe por esterilidad.

Los movimientos eugenésicos pretendían revisar las políticas de Estado de defensa social influidas por el degeneracionismo y basadas en el encierro y la segregación, incluyendo, entre otras técnicas, la esterilización 14 La primera ley de esterilización forzosa fue promulgada por el Estado de Indiana en 1907 destinada a personas calificadas como “defectuosas” o “criminales” (Kevles, 1986). . En 1908 Kraepelin (2007)Kraepelin, Emil (2007), “On the Question of Degeneration”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 399-404, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X070180030502 afirmó que la “auto-purificación natural” de la raza era disfuncional y apuntaló un argumento clave de la propaganda de la futura Rassenhygiene nazi, que estuvo también presente en los movimientos eugenésicos de los años veinte (Bachrach, 2004Bachrach, Susan (2004), “In the Name of Public Health-Nazi Racial Hygiene”, New England Journal of Medicine, 351, pp. 417-419, [en línea], doi: https://doi.org/10.1056/NEJMp048136 ). Desde un desprecio absoluto por la vida de quienes estaban bajo su cuidado, Kraepelin alertó a los gobiernos de la carga económica de las “enfermedades hereditarias” y de la inutilidad de los programas de asistencia, puesto que:

Es imposible saber cuántos imbéciles, epilépticos, psicópatas, criminales, prostitutas y vagabundos son hijos de padres alcohólicos o sifilíticos y han heredado la inferioridad de sus padres. Por supuesto, el daño en parte será compensado por su menor capacidad para sobrevivir. Pero, desafortunadamente, nuestra extensión de los programas de la asistencia social tiene el efecto de impedir la auto-purificación natural de nuestro pueblo (Kraepelin, 2007, p. 400Kraepelin, Emil (2007), “On the Question of Degeneration”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 399-404, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X070180030502 ).

En este contexto Kraepelin invocó la necesidad de “determinar en qué medida esos peligros afectan no solo a los individuos, sino también a toda nuestra raza” pues en tal caso habría que “asumir […] una degeneración de la raza” tal y como ya ha sucedido con el “conocido ejemplo de los judíos con su fuerte predisposición a las enfermedades nerviosas y mentales” (Kraepelin, 2007, p. 403Kraepelin, Emil (2007), “On the Question of Degeneration”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 399-404, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X070180030502 ), concluyendo que:

Necesitamos con urgencia estudios extensos, cuidadosos y de décadas, que solo se pueden llevar a cabo con el apoyo del Estado, o mejor aún, el del Imperio […] las señales son lo suficientemente amenazantes. Es nuestra responsabilidad informar al pueblo y a los gobiernos, y al mismo tiempo mostrarles los caminos que hay que recorrer hacia la recuperación de nuestra raza (Kraepelin, 2007, p. 404Kraepelin, Emil (2007), “On the Question of Degeneration”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 399-404, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X070180030502 ).

Tras su muerte en 1926, sus discípulos se comprometieron a luchar contra la degeneración de la “raza aria” mostrando qué caminos de “purificación” deberían seguirse. La rama bávara de la GFR ya había incorporado tímidamente la ideología aria hacia 1912, cuando Ploetz y el médico y genetista Fritz Lenz (1887-1976) fundaron en su seno un grupo, Der Bogen, “centrado en rituales Nórdicos secretos” (Weindling, 2018, pp. 18-32Weindling, Paul Julian (2018), “Conceptualising eugenics and racial hygiene as public health theory and practice”, en Kananen, Johannes, Bergenheim, Sophy y Wessel, Merle (eds.), Conceptualising Public Health: Historical and Contemporary Struggles over Key Concepts, Abingdon, Routledge, pp. 18-32.). Con la llegada del nazismo al poder en 1933, hubo diversos enfrentamientos internos en la GFR, y fue precisamente esa sección bávara la que la hizo bascular hacia el supremacismo ario bajo la dirección de Rüdin, el sucesor principal de Kraepelin (Müller-Hill, 2000Müller-Hill, Benno (2000), “Truth, Justice, and Genetics”, Perspectives in Biology and Medicine, 43(4), pp. 577-583, [en línea], doi: https://doi.org/10.1353/pbm.2000.0048 ; Schmuhl, 2008Schmuhl, Hans-Walter (2008), The Kaiser Wilhelm Institute for Anthropology, Human Heredity and Eugenics, 1927-1945, Boston Studies in the Philosophy of Science, vol. 259, Springer.; Weiss, 2013Weiss, Sheila Faith (2013), “The Munich Pact”, En: The Nazi Symbiosis: Human Genetics and Politics in the Third in the Third Reich, Chicago, The University of Chicago Press, pp. 121-183.).

EL DERECHO DE ESTADO A MATAR: ENTRE EL PODER PSIQUIÁTRICO Y EL JUDICIAL

 

En 1920 el jurista Binding y el psiquiatra y neuropatólogo Hoche publicaron Die Freigabe der Vernichtung Lebensunwerten Lebens. En esta obra fundaron las bases y detallaron los procedimientos sobre los que instituir el “derecho soberano de matar” que el nazismo pondría en práctica (Friedlander, 1995Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.; Lifton, 1986Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.; Müller-Hill, 1998Müller-Hill, Benno (1998), Murderous Science: Elimination by Scientific Selection of Jews, Gypsies, and Others, Germany 1933-1945, New York-Woodbury, Cold Spring Harbor Laboratory Press.). Significativamente, la racionalidad médica, económica y jurídica (Cayuela Sánchez, 2011Cayuela Sánchez, Salvador (2011), “Biopolítica, nazismo, franquismo: una aproximación comparativa”, Endoxa, 1(28), pp. 257-286, [en línea], doi: https://doi.org/10.5944/endoxa.28.2011.5299 ) de la que partieron, operó sobre el problema del “valor negativo de vida” que años antes había postulado el psiquiatra Eugen Bleuler (1857-1939) para las personas “enfermas” y “dementes” percibidas como incurables (Read y Masson, 2005, p. 36Read, John; Masson, Jeffrey (2005), “Genetics eugenics and mass murder”, en Read, Loren Mosher, John y Bentall, Richard P. (eds.), Models of madness: psychological, social and biological approaches to schizophrenia, Hove-New York, Taylor & Francis e-Library, pp. 35-42.). Rüdin había trabajado con Bleuler antes de vincularse definitivamente a Kraepelin (Hippius, et al. 2008Hippius, Hanns; Möller, Hans-Jürgen; Müller, Norbert; Neundörfer-Kohl, Gabriele (2008), The University Department of Psychiatry in Munich: From Kraepelin and his predecessors to molecular psychiatry, Heidelberg, Springer Medizin Verlag.; Novella y Huertas, 2010Novella, Enric J.; Huertas, Rafael (2010), “El síndrome de Kraepelin-Bleuler-Schneider y la conciencia moderna: Una aproximación a la historia de la esquizofrenia”, Clínica y Salud, 21(3), pp. 205-219, [en línea], doi: https://doi.org/10.5093/cl2010v21n3a1 ).

Binding y Hoche crearon el concepto de Lebensunwertes Leben (“vida indigna de ser vivida” o “vida sin valor”) para defender, como un derecho y una responsabilidad de Estado, el exterminio de “aquellos que no son capaces de sentimientos humanos, esas vidas de lastre y cáscaras vacías humanas que llenan nuestras instituciones psiquiátricas y no pueden tener sentido del valor de la vida” (Binding y Hoche, 1922, p. 32Binding, Karl; Hoche, Alfred (1920/1922), Die Freigabe der Vernichtung Lebensunwerten Lebens, Leipzig, Meiner Verlag.). Hoche, que hacía estudios neuropatológicos con sujetos decapitados (Burleigh 1994Burleigh, M. (1994), Death and Deliverance: “Euthanasia” in Germany 1900-1945, Trowbridge, Cambridge University Press.), previó que la muerte de “pacientes defectuosos” ampliaría las oportunidades de investigación del cerebro (Binding y Hoche, 1922, pp. 48-49Binding, Karl; Hoche, Alfred (1920/1922), Die Freigabe der Vernichtung Lebensunwerten Lebens, Leipzig, Meiner Verlag.). Ambos concibieron las ejecuciones como el “tratamiento curativo” (Lifton, 1986, p. 46Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.) que aliviaría a la nación de cargar con individuos de “valor negativo”, los cuales, según Hoche, eran Ballastexistenzen (vidas de lastre) (Binding y Hoche, 1922, p. 57Binding, Karl; Hoche, Alfred (1920/1922), Die Freigabe der Vernichtung Lebensunwerten Lebens, Leipzig, Meiner Verlag.).

El concepto de Lebensunwertes leben insertó un “principio asesino” en la desigual valoración de las vidas humanas, que promovía la destrucción de las personas psiquiátricamente devaluadas como degeneradas e improductivas para el cuerpo de la Nación. Con ello, cerró la posibilidad de reconocer que todas las vidas son igualmente dignas de duelo y de llanto (Butler, 2021Butler, Judith (2021), La fuerza de la no violencia, Barcelona, Paidós.).

La “solución” que Binding y Hoche defendieron la puso en marcha el programa de eutanasia forzosa del III Reich, que hizo del asesinato una política sanitaria de Estado, posteriormente extendida a todas “las vidas sin valor” para este régimen racista. La “incurabilidad” y “heredabilidad” de la “enfermedad” o del “defecto” procedentes de las teorías “degeneracionistas”, una vez perdido cualquier criterio de autolimitación desplegaron, en su afán por esculpir un “cuerpo ario” en el Volk, todo su potencial de muerte. No obstante, el primer paso fue revertir el ethos humanitario que venía legitimando a la psiquiatría como especialidad médica, de ahí que en ese contexto “curar” mutase en sinónimo de “matar” (Lifton, 1986Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.).

LA GUERRA CONTRA LA DEGENERACIÓN

 

En Mein Kampf (1925-1926) 15 Citamos la traducción de Sigfrido Casa Editora. el concepto de “degeneración” retomó la síntesis antisemita entre “individuos” y “razas” degeneradas de Kraepelin (2007)Kraepelin, Emil (2007), “On the Question of Degeneration”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 399-404, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X070180030502 . Hitler escribió la primera parte del libro en la cárcel, tras el “Putsch de la cervecería”, dónde leyó “el primer texto de genética humana”, Menschliche Erblichkeitslehre und Rassenhygiene, una compilación publicada por el botánico y genetista Erwin Baur (1875-1933), el médico y genetista Fritz Lenz16 Primer catedrático en Múnich (1923) de Rassenhygiene (Fangerau, 2006). , influido por Kraepelin y Rüdin, y el antropólogo físico Eugen Fischer (1874-1967)17 Fisher se basó en su investigación sobre “degeneración racial” en la comunidad mestiza sudafricana Rehobother Bastards, estableciendo vínculos causales entre “estigmas” físicos e intelectuales. Apoyó el exterminio de nativos herero y nama perpetrado en Namibia (1904-1908), que junto al de armenios, asirios y griegos pónticos (1914-1923) del Imperio Otomano, son reconocidos como antecedentes del Holocausto nazi (Erichsen y Olusoga, 2010; Kaplan y Garry, 2012; Madley, 2005). (Erichsen y Olusoga, 2010Erichsen, Casper; Olusoga, David (2010), The Kaiser’s Holocaust: Germany’s Forgotten Genocide and the Colonial Roots of Nazism (ebook), London, Faber & Faber.; Müller-Hill, 2000Müller-Hill, Benno (2000), “Truth, Justice, and Genetics”, Perspectives in Biology and Medicine, 43(4), pp. 577-583, [en línea], doi: https://doi.org/10.1353/pbm.2000.0048 ). Este libro, que legitimó la Rassenhygiene como disciplina científica, tuvo una gran acogida internacional siendo calificado de “‘sobresaliente’, ‘una obra maestra’ y ‘la obra estándar’” en el campo de la heredabilidad humana, y fue reeditado cinco veces hasta 1940 (Fangerau, 2006, p. 20Fangerau, Heiner (2006), “Human reproduction and eugenics as a public issue: The contemporary reception of a German standard text-book on racial hygiene 1921-1941”, Insights and implications, 3, pp. 7-23, [en línea], disponible en: https://www.michaeljournal.no/asset/pdf/2006/1-7-23.pdf, [consultado el 15/05/2020].). No obstante, no faltaron voces críticas. El biólogo y genetista norteamericano Hermann Joseph Muller (1890-1967), que reseñó la edición inglesa (Muller, 1933Muller, Herman Joseph (1933), “Book Reviews: Human Heredity”, Birth Control Review, 17(1), pp. 19-21.), lo calificó como el mejor trabajo sobre heredabilidad y alabó la contribución de Baur y el capítulo metodológico de Lenz, pero criticó a Lenz y Fisher, acusándolos de haber:

Tirado por la borda su principio previamente admitido de que el medio ambiente y la herencia son de inmensa importancia en el desarrollo de las características humanas, en particular las de naturaleza mental [y aceptar] prontamente todas las diferencias superficiales entre los grupos humanos como indicativas de correspondientes distinciones genéticas (Muller, 1933, p. 20Muller, Herman Joseph (1933), “Book Reviews: Human Heredity”, Birth Control Review, 17(1), pp. 19-21.).

Los prejuicios que Muller denunció hacían referencia a una distribución jerarquizada, generizada, racializada y hereditaria de los “dones mentales”, que situaba a los hombres de la “raza aria” en la vanguardia de la humanidad, formando “un edificio pseudocientífico para la defensa de su sistema de explotación sexual, de clase y de raza” (Muller, 1933, p. 21Muller, Herman Joseph (1933), “Book Reviews: Human Heredity”, Birth Control Review, 17(1), pp. 19-21.). Crítica perspicaz e iluminadora, pues, según Lenz:

Si solo existieran diferencias raciales físicas, toda la cuestión racial no tendría importancia […] No puede haber ninguna duda […] Cada raza tiene ciertos valores medios en la estructura de cada órgano […] esto también se aplica a la estructura del cerebro y, por lo tanto, también a las facultades mentales. Entonces, la pregunta no puede ser si hay diferencias raciales espirituales, sino solo de qué tipo y qué tan grandes son (Lenz, 1923, p. 407Lenz, Fritz, (1923), “Die Erblichkeit der geistigen Begabung”. En: Grundriss der menschlichen Erblichkeitslehre und Rassenhygiene, J.F. Lehmanns Verlag.).

La piedra filosofal de la Rassenhygiene, sin la cual “la cuestión racial no tendría importancia”, residía en la tecnología clínica que permitía jerarquizar a grupos humanos en función de sus “dotes mentales”, de su “alma”, de su “espíritu”, un discurso que ya estaba presente durante la Ilustración (Meek, 1976Meek, Ronald L. (1976), Social Science and the Ignoble Savage, Cambridge, Cambridge University Press.; Pearce, 1988Pearce, Roy Harvey (1988), Savagism and Civilization: A Study of the Indian and the American Mind, Berkeley - Los Angeles - London, Univeresity of California Press.; Peset, 2016Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983.). Frente a la idea de la igualdad universal del género humano la ideología nazi nació resuelta a “medir el valor de los hombres por la raza y declarar la guerra al principio marxista según el cual ‘un hombre es siempre igual a otro’” (Hitler, 2013, p. 276Hitler, Adolf (2013), Mi Lucha, Medellín, Sigfrido Casa Editora.).

La propuesta de Hitler desató, de forma implacable, un principio de desigualdad basado en un “fundamento racial” cuyo doble eje establecía la desigualdad entre “los pueblos” sobre la base de “la raza a la que pertenecen” y entre “los individuos dentro de una determinada colectividad” sobre la base de “la capacidad y la destreza”, a fin de “consagrar este mundo […] al Hombre superior” (Hitler, 2013, p. 276Hitler, Adolf (2013), Mi Lucha, Medellín, Sigfrido Casa Editora.) (Fig. 4). Este “Hombre superior”, “tipo original” y “puro de la raza”, debía constituir su perfil sobre la multiplicación de las vidas sin valor, con la “convicción de tener el derecho de valerse hasta de las armas más brutales” (Hitler, 2013, p. 332Hitler, Adolf (2013), Mi Lucha, Medellín, Sigfrido Casa Editora.). El régimen nació dispuesto, por su condición viril y guerrera, a llegar hasta la muerte. Mein Kampf nos permite apreciar cómo funcionaría posteriormente su lógica de “violencia defensiva” (Butler, 2021Butler, Judith (2021), La fuerza de la no violencia, Barcelona, Paidós.). Aplicada al cuerpo de la Nación Imperial -Völkisch-, se resumirá en la consigna: asesinato o suicidio racial. Pues, en el “mundo real de la eterna lucha por la existencia […] un ser vive a expensas del otro y […] la muerte del más débil representa la vida del más fuerte” (Hitler, 2013, p. 420Hitler, Adolf (2013), Mi Lucha, Medellín, Sigfrido Casa Editora.).

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Figura 4.  Der Bildhauer Deutschlands” (El Escultor de Alemania). Ilustración realizada por Oskar Garvens (1933)Garvens, Oskar (1933), “Der Bildhauer Deutschlands”, Kladderadatsch, 86(49), 775. . Imagen de dominio público, archivo de la Universitätsbibliothek Heidelberg/Kladderadatsch18 La viñeta, que pretendía glorificar a Hitler y a la ideología nazi, fue publicada por la revista de derechas Kladderadatsch el 3 de diciembre del 1933, capturando con gran precisión la fusión entre el proyecto político y artístico de Hitler. Hitler, tras mirar con altivez a un artista judío, destroza y funde la masa de cuerpos humanos de la Nación alemana para esculpir con ella la vigorosa figura del “hombre superior” de raza aria. .

En el posterior despliegue de las políticas nacionalsocialistas, la producción de “vidas sin valor” asociada a la práctica del asesinato, giraría en torno al viejo concepto de “degeneración”. De ahí el ataque contra “anormales”, “criminales”, “defectuosas”, “enfermas incurables”, contra el pueblo judío y otras “razas inferiores” como la gitana o la eslava y contra cualquier enemigo político. Esta política quedó prefigurada cuando Hitler, en tanto “artista” despechado, creó en 1928 la Kampfbund für deutsche Kultur (Liga de Combate por la Cultura Alemana), orientada a perseguir como “degeneradas” algunas corrientes artísticas modernas, particularmente aquellas que habían recibido inspiración, o se asemejaban a las obras artísticas de las personas locas institucionalizadas que Hans Prinzhorn (1886-1933) había divulgado (English, 2021English, Charlie (2021), The Gallery of Miracles and Madness: Insanity, Modernism, and Hitler’s War on Art, [en línea], New York, Random House Publishing Group. ) 19 Véase Prinzhorn, Hanz (1922), Bildnerei der Geisteskranken; ein Beitrag zur Psychologie und Psychopathologie der Gestaltung. Berlin, Verlag von Julius Springer. Este libro, denominado la “Biblia de los surrealistas”, inspiró a artistas de vanguardia como André Breton, Salvador Dalí o Paul Klee, entre otros. La exposición de “Arte Degenerado” (Entartete Kunst) que el III Reich puso en marcha de 1937 a 1941 con la intención de humillar, avergonzar y deslegitimar, exhibía -entre otros- cuadros de reconocidos artistas como Otto Dix, Paul Klee, Max Ernst y Oskar Kokoschka del lado de algunos de los cuadros de personas psiquiatrizadas de la colección de Prinzhorn. .

HITLER Y RÜDIN: DE LA ESTERILIZACIÓN AL EXTERMINIO

 

El nazismo aplicó el doble “fundamento racial” que Hitler prometió poner en práctica en Mein Kampf. Rápidamente, institucionalizó la desigualdad entre grupos humanos expulsando de la administración pública a las personas de ascendencia “no-aria” y a sus oponentes políticos -en particular judíos y comunistas-, mediante la Gesetz zur Wiederherstellung des Berufsbeamtentums 20 Ley de Restauración del Servicio Civil Profesional. del 7 de abril 1933 (Hentschel, 1996Hentschel, Klaus (1996), Physics and National Socialism: An Anthology of Primary Sources, Basel-Boston-Berlin, Birkhauser Verlag.; Martin, Karenberg y Heiner, 2022Martin, Michael; Karenberg, Axel; Fangerau, Heiner (2022), “Legalized deprivation of rights: on the legal construction of dismissal and expulsion under National Socialism”, Nervenarzt, 93(Suppl 1), pp. s9-s15, [en línea], doi: https://doi.org/10.1007/s00115-022-01308-z ). Asimismo, legalizó la esterilización forzosa de aquellas personas cuya desigualdad ya estaba jurídicamente instituida y contaba con una red de espacios de “exclusión y concentración”, etiquetadas de “enfermedad hereditaria”, mediante la Gesetz zur Verhütung erbkranken Nachwuchses21 Ley para la Prevención de Enfermedades Hereditarias en la Descendencia. del 14 de julio del 1933 (Müller-Hill, 1998Müller-Hill, Benno (1998), Murderous Science: Elimination by Scientific Selection of Jews, Gypsies, and Others, Germany 1933-1945, New York-Woodbury, Cold Spring Harbor Laboratory Press.).

Este doble proceso de “purificación”, que pronto incluyó el asesinato como “tratamiento especial”, fue posible mediante la labor de psiquiatras, neurólogos, genetistas, antropólogos y médicos que, durante el régimen nazi, tuvieron la ocasión de aplicar sus postulados biologicistas y, de paso, ascender en sus carreras profesionales. La medicina fue “la primera profesión en unirse y abrazar al partido nazi” y la que superó al resto de grupos ocupacionales; con 15.000 miembros, entre ellos 3.000 psiquiatras (Kaplan y Garry, 2012, p. 137Kaplan, Robert; Garry, Walter (2012), “From Kraepelin to Karadzic: Psychiatry’s Long Road to Genocide”, enTatz, Colin (ed.), Genocide Perspectives IV, The Australian Institute for Holocaust & Genocide Studies, pp. 122-165.). De entre estos, y como líderes intelectuales, despuntaron quienes investigaban en la Kaiser Wilhelm Gesellschaft (KWG) (Schmuhl, 2008Schmuhl, Hans-Walter (2008), The Kaiser Wilhelm Institute for Anthropology, Human Heredity and Eugenics, 1927-1945, Boston Studies in the Philosophy of Science, vol. 259, Springer.; Seidelman, 2001Seidelman, William E. (2001), “Science and Inhumanity: The Kaiser-Wilhelm/Max Planck Society”, Not Now: An Electronic Journal, 2, pp. 1-13, [en línea], disponible en: https://www.doew.at/cms/download/b1c46/en_seidelman_max_planck_society.pdf [consultado el 12/12/2020]).

El ascenso de Rüdin se explica por su compromiso ideológico con el nazismo. Desde 1918 dirigía el Genealogisch-Demographischen Abteilung der Deutschen Forschungsanstalt für Psychiatrie 22 Departamento Genealógico-Demográfico del Instituto Alemán de Investigación en Psiquiatría. de Múnich, fundado por Kraepelin, centro clave para la institucionalización de la psiquiatría genética internacional (Joseph, 2006Joseph, Jay (2006), The Missing Gene: Psychiatry, Heredity, and the Fruitless Search for Genes, New York, Algora Publishing.; Roelcke, 2019Roelcke, Volker (2019), “Eugenic concerns, scientific practices: international relations in the establishment of psychiatric genetics in Germany, Britain, the USA and Scandinavia, c.1910-60”, History of Psychiatry, 30(1), pp. 19-37, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X18808666 ). En 1931 Rüdin fue nombrado director del Deutschen Forschungsanstalt für Psychiatrie23 Instituto Alemán de Investigación en Psiquiatría. , integrado en la KWG y ya considerado el más prominente del mundo (Seidelman, 2001Seidelman, William E. (2001), “Science and Inhumanity: The Kaiser-Wilhelm/Max Planck Society”, Not Now: An Electronic Journal, 2, pp. 1-13, [en línea], disponible en: https://www.doew.at/cms/download/b1c46/en_seidelman_max_planck_society.pdf [consultado el 12/12/2020]). Un año después fue unánimemente elegido presidente (1932-1936) de la Federación Internacional de Organizaciones Eugenésicas (Torruco Salcedo, 2014Torruco Salcedo, Mario (2014), “Psiquiatría Nazi”, Horizonte Sanitario, 1(1), pp. 45-49, [en línea], doi: https://doi.org/10.19136/hs.v1i1.43 ). Con la llegada del nazismo al poder, le nombraron Comisionado del Reich para dirigir la GFR, depurar a sus asociados de “razas inferiores”, principalmente judíos, y reiniciar la Rassenhygiene integrando dicha Sociedad al Reichsausschuß für Volksgesundheitsdienst24 Comité del Reich para el Servicio de Salud Pública. (Schmuhl, 2008, p. 123Schmuhl, Hans-Walter (2008), The Kaiser Wilhelm Institute for Anthropology, Human Heredity and Eugenics, 1927-1945, Boston Studies in the Philosophy of Science, vol. 259, Springer.). Además, Rüdin asumió el liderazgo de la Deutscher Verband für Psychische Hygiene und Rassenhygiene25 Asociación Alemana de Higiene Mental y Racial. añadiendo la coletilla de racial a su nombre, y la incorporó a la DVP, que también presidió (Schmuhl, 2011Schmuhl, Hans-Walter (2011), “‘Resources for each other’ The society of German neurologists and psychiatrists and the Nazi ‘health leadership’”, European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience, 261(S2), pp. 197-201, [en línea], doi: https://doi.org/10.1007/s00406-011-0248-9 ; Wistrich, 2002Wistrich, Robert S. (2002), Who’s who in Nazi Germany, London-New York, Routledge.). Para Rüdin el nazismo representaba, en 1934, la oportunidad de realizar su proyecto psiquiátrico:

El psiquiatra y la persona sana son aliados contra los genéticamente defectuosos. El psiquiatra debe prestar su servicio al objetivo final de una raza hereditaria pura, capaz y superior [...] Solo el trabajo político de Adolf Hitler hizo posible que la conciencia de la gente sobre el significado y la importancia de la pureza de la raza pudiera aumentar e intensificarse. Nuestro sueño, que dura más de 30 años, ahora se ha convertido finalmente en una realidad 26 Citado en Ernst Klee (1999, p. 3). .

Rüdin fusionó en 1935 la DVP con la Gesellschaft Deutscher Nervenärzte dando lugar a la Gesellschaft Deutscher Neurologen und Psychiater 27 Sociedad Alemana de Neurólogos y Psiquiatras. , por indicación de Arthur Gütt (1891-1949), Ministro de Interior del Tercer Reich, y la presidió hasta 1945 (Schmuhl, 2011Schmuhl, Hans-Walter (2011), “‘Resources for each other’ The society of German neurologists and psychiatrists and the Nazi ‘health leadership’”, European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience, 261(S2), pp. 197-201, [en línea], doi: https://doi.org/10.1007/s00406-011-0248-9 ). El objetivo de esta fusión, según Rüdin, era promover “una nueva actitud fundamental hacia la medicina […] con el fin de hacer todos los esfuerzos posibles para asistir las iniciativas de higiene racial emprendidas por el Gobierno” (Rüdin y Nitsche, 1936, p. 4-7Rüdin, E. y Nitsche, P. (1936), “I. Jahresversammlung der Gesellschaft Deutscher Neurologen und Psychiater Dresden (1.4. IX. 1935)”, Allgemeine Zeitschrift Für Psychiatrie, 104, pp. 1-143.). Esta nueva sociedad agrupó a los actores e ideólogos del programa de eutanasia de exterminio de adultos Aktion T4 (Friedlander, 1995, p. 155Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.).

Rüdin participó y justificó la legislación racial (Joseph y Wetzel, 2013Joseph, Jay; Wetzel, Norbert A. (2013), “Ernst Rüdin: Hitler’s Racial Hygiene Mastermind”, Journal of the History of Biology, 46(1), pp. 1-30, [en línea], doi: https://doi.org/10.1007/s10739-012-9344-6 ). Las Nürnberger Gesetze del 11 septiembre del 1935, - criminalizaron el matrimonio y las relaciones sexuales entre personas judías y arias -, y desposeyeron a las primeras de la ciudadanía, siendo también aplicadas a personas gitanas. La Ehegesundheitsgesetz del 18 de octubre de 1935 prohibió el matrimonio a quienes estuviesen bajo tutela, contrajesen una “enfermedad contagiosa” o presentasen alguna de las “enfermedades hereditarias” especificadas en la ley de esterilización (Friedlander, 1995Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.; Müller-Hill, 1998Müller-Hill, Benno (1998), Murderous Science: Elimination by Scientific Selection of Jews, Gypsies, and Others, Germany 1933-1945, New York-Woodbury, Cold Spring Harbor Laboratory Press.).

La ley de esterilización alemana tuvo como objetivos iniciales a personas adultas diagnosticadas de: debilidad mental congénita, esquizofrenia, locura circular (maníaco-depresiva), epilepsia hereditaria, baile de San Vito hereditario (corea de Huntington), ceguera y sordera congénitas, pronunciadas malformaciones corporales de carácter hereditario y alcoholismo grave (Friedlander, 1995Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.; Lifton, 1986Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.; Torruco Salcedo, 2014Torruco Salcedo, Mario (2014), “Psiquiatría Nazi”, Horizonte Sanitario, 1(1), pp. 45-49, [en línea], doi: https://doi.org/10.19136/hs.v1i1.43 ). Sin embargo, ya en 1933 la esterilización forzosa se había extendido al diagnóstico psiquiátrico de “antisocial” que, entre otros, se aplicaba a homosexuales y comunistas (Cayuela Sánchez, 2011Cayuela Sánchez, Salvador (2011), “Biopolítica, nazismo, franquismo: una aproximación comparativa”, Endoxa, 1(28), pp. 257-286, [en línea], doi: https://doi.org/10.5944/endoxa.28.2011.5299 ; Friedlander, 1995Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.).

Rüdin, que era apodado por sus colegas el “Reichsfuhrer de la esterilización” (Seidelman, 2001Seidelman, William E. (2001), “Science and Inhumanity: The Kaiser-Wilhelm/Max Planck Society”, Not Now: An Electronic Journal, 2, pp. 1-13, [en línea], disponible en: https://www.doew.at/cms/download/b1c46/en_seidelman_max_planck_society.pdf [consultado el 12/12/2020]), como miembro del Sachverständigen-Beirat für Bevölkerungsfragen und Rassenpolitik 28 Consejo asesor de expertos en cuestiones de población y política racial. , en 1935 propuso “ampliar el espectro de enfermedades que requieren esterilización” a la categoría difusa y amplia de Ballastexistenzen (Müller-Hill, 1998, p. 33Müller-Hill, Benno (1998), Murderous Science: Elimination by Scientific Selection of Jews, Gypsies, and Others, Germany 1933-1945, New York-Woodbury, Cold Spring Harbor Laboratory Press.) vinculada a la de “vida sin valor”, en cuya genealogía están Bleuler, Binding y Hoche, y el discurso sobre la inutilidad de los programas de la asistencia social para la auto-purificación de la raza que divulgó Kraepelin. La propaganda nazi sobre la “carga social” de los “incurables” publicitaba la “muerte misericordiosa” con ejercicios escolares basados en “problemas matemáticos”, como los de calcular cuántos préstamos se podían otorgar a “parejas recién casadas” por el coste de cuidar a “lisiados, criminales y locos” (Lifton, 1986, p. 48Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.), y dónde, como afirmó Hitler (2013, p. 420Hitler, Adolf (2013), Mi Lucha, Medellín, Sigfrido Casa Editora.) “la muerte del más débil representa la vida del más fuerte” (Fig. 5).

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Figura 5.  Cartel de propaganda nazi precursor del programa de Eutanasia forzosa, publicado en 1937 por Neues Volk, una revista del Rassepolitischen Amt der NSDAP (Oficina de Políticas Raciales del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán). Imagen de dominio público29 En este cartel un médico presenta a un hombre discapacitado con el mensaje: “60.000 marcos alemanes es lo que cuesta a la comunidad nacional esta enfermedad hereditaria a lo largo de su vida. Camarada, este es también tu dinero”. .

La transición entre la esterilización forzosa y el exterminio fue una progresión lógica, pragmática y economicista, que emergió en los debates suscitados por la Ley de esterilización. Apenas proclamada en 1933, en una ceremonia de apertura de una academia médica estatal en Múnich, Walther Schultze (1894-1979), que sería jefe del Departamento de Salud Pública del Ministerio del Interior de Baviera, ya afirmaba que la esterilización era insuficiente: “psicópatas, retrasados mentales y otras personas inferiores deben ser aisladas y matadas” (Lifton, 1986, p. 48Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.). El problema científico-político, no era solo que dichas vidas careciesen de valor reproductivo (Lebensunwerten leben) para el Volk, al que amenazaban con la degeneración y destrucción, sino que, además, suponían una carga económica y de cuidados innecesarios (Ballastexistenzen). Por ello, esterilizar no era la solución más efectiva, pues solo resolvía la primera cuestión.

En 1935 Hitler había comunicado privadamente que incorporaría la eutanasia forzosa con el inicio de la Guerra (Friedlander, 1995, p. 62Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.). No obstante, la cuestión se adelantó a partir de una solicitud de “muerte misericordiosa” que llegó a sus manos en 1938 y que dio lugar a la condena a muerte de recién nacidos y, posteriormente, de menores de tres años y adolescentes (Friedlander, 1995Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.; Lifton, 1986Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.). El programa nazi de eutanasia forzosa utilizó los criterios de “evaluación objetiva” de Binding y Hoche, sin que los “comités de expertos” encargados de decidir sobre la vida y la muerte, incluyeran a juristas 30 Véase el análisis de Friedlander (1995, pp. 14-17). . Primero se registraron los “datos médicos” de la población diana en un breve cuestionario cuya arquitectura, acordada entre expertos, permitía discriminar a las “vidas sin valor”. Los diagnósticos incluyeron inicialmente la idiotez y el mongolismo (especialmente asociado a ceguera y sordera), así como la microcefalia, la hidrocefalia, las malformaciones de todo tipo y las parálisis, incluidas las espásticas31 Orden secreta del 18 de agosto de 1939, titulada: Meldepflicht für mißgestaltete usw. Neugeborene (Notificación obligatoria de recién nacidos deformados, etc.), referencia, IVb 3088/391079Mi. Reproducida íntegramente en Klee (1986, p. 239). . Posteriormente se añadieron “diversos impedimentos limítrofes […] en menores de diferentes edades, que culminaron en la matanza de aquellos designados como delincuentes juveniles […] mientras los pacientes judíos podían ser colocados en la red principalmente por ser judíos” (Lifton, 1986, pp. 56Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.)32 Las personas psiquiatrizadas de raza no aria enfrentaban una doble condena a muerte derivada del doble fundamento racial del Nazismo, con base en su diagnóstico médico -capacidad y destreza- y en relación con su origen étnico-racial. Sobre el destino de las personas de origen judío institucionalizadas en psiquiátricos de los territorios ocupados por la Alemania Nazi, véase el reciente trabajo de Yoram Mouchenik y Véronique Fau-Vincenti (2020). .

Estos cuestionarios los evaluaban “tres médicos expertos”, cuya misión consistía en indicar con una cruz si el menor precisaba de un “tratamiento especial”, el eufemismo bajo el cual se ocultaba la condena a muerte (Lifton, 1986, p. 53Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.). El uso de la terminología por los nazis fue importante para mantener una política de engaño sistemático (v. g. Klemperer, 2001Klemperer, Victor (2001), LTI. La lengua del Tercer Reich: Apuntes de un filólogo, Barcelona, editorial minúscula.). En el caso de los menores facilitó las “transferencias” a las instituciones de exterminio: se informaba a las familias que recibirían “el mejor y más eficaz tratamiento” y, solo si se resistían, se las amenazaba con retirarles la custodia (Lifton, 1986, p. 55Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.). Una vez internados, los médicos a cargo de las instituciones organizaban los asesinatos, que generalmente perpetraban las enfermeras mediante sobredosis letales de sedantes de la família de los barbitúricos (Copeland, 2021Copeland, Darcy (2021), “Psychiatric nurses’ role in the holocaust and current implications”, Journal of Psychiatric and Mental Health Nursing, 28(3), pp. 488-493, [en línea], doi: https://doi.org/10.1111/jpm.12689 ; López-Muñoz et al., 2008López-Muñoz, Francisco; Alamo, Cecilio; García-García, Pilar;Molina, Juan D.; Rubio, Gabriel (2008), “The role of psychopharmacology in the medical abuses of the Third Reich: From euthanasia programmes to human experimentation”, Brain Research Bulletin, 77(6), pp. 388-403, [en línea], doi: https://doi.org/10.1016/j.brainresbull.2008.09.002 ). Tras ello se procedía a la extracción de los “tejidos interesantes para la investigación”, se quemaban los cadáveres y se colocaban cenizas indiferenciadas en urnas para enviarlas a las familias junto con una falsa causa de muerte (Lifton, 1986, pp. 51-62Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.). Aprovechando los beneficios investigativos derivados de la matanza que Hoche había anticipado, estos tejidos eran transportados a institutos de investigación, incluido el que dirigía Rüdin (Seidelman, 2001Seidelman, William E. (2001), “Science and Inhumanity: The Kaiser-Wilhelm/Max Planck Society”, Not Now: An Electronic Journal, 2, pp. 1-13, [en línea], disponible en: https://www.doew.at/cms/download/b1c46/en_seidelman_max_planck_society.pdf [consultado el 12/12/2020]).

En otoño de 1939 se hizo una “visita guiada” para el público general a la Institución psiquiátrica de Eglfing-Haar, cerca de Munich, que dirigía entonces el psiquiatra y neurólogo Hermann Pfannmüller (1886-1961), un discípulo de Kraepelin que decidió pasar por alto el criterio de “muerte indolora” y matar de hambre que era más barato. Durante los Juicios de Nuremberg a los Doctores 33 National Archives and Records Administration (1974), Records of the United States. Nuremberg War Crimes Trial. United States of Ameriva V. Carl Brandt et al (Case 1), National Archives and Records Administration. un prisionero de guerra antifascista presentó su testimonio de esta “visita guiada”. Según el testigo, Pfannmüller afirmó:

“Estas criaturas” (se refería a los infantes) “representan naturalmente para mí como nacionalsocialista solo una carga para el cuerpo sano de nuestro Volk. No matamos [podría haber usado una expresión eufemística para esta palabra “matar”] con veneno, inyecciones, etc.; entonces la prensa extranjera y ciertos caballeros en Suiza solo tendrían nuevo material propagandístico. No, nuestro método es mucho más simple y natural, como veréis.” Con estas palabras, sacó, con la ayuda de una enfermera, a un infante de su pequeña cama. Mientras exhibía al infante como si fuera una liebre muerta, confirmaba con aire de experto y sonriendo cínicamente: “Tomará unos dos o tres días más para este, por ejemplo (Lehner, 1947, p. 2) 34 Lehner, Ludwing (1947), Affidavit concerning the killing of children (by starvation) at Eglfing-Haar asylum [euthanasia]. Document NO-863, IMT/NMT Staff Evidence Analysis, p. 2. .

El inicio de la II Guerra Mundial fue el punto de inflexión entre la esterilización forzosa y el exterminio de adultos, una compleja operación que implicó a toda la comunidad psiquiátrica (Lifton, 1986, p. 65Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.). Abarcó un número de potenciales víctimas mucho mayor que las del programa eutanásico contra los menores (Friedlander, 1995, p. 62Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.), por lo que requirió una mayor formalización y el desarrollo de nuevas tecnologías de muerte.

La derogación de la Ley de esterilización forzosa un día antes de la guerra, cuando el III Reich ya había esterilizado a unas 400.000 personas, la mayoría clasificadas como “débiles mentales” y “esquizofrénicas” (Müller-Hill, 1998Müller-Hill, Benno (1998), Murderous Science: Elimination by Scientific Selection of Jews, Gypsies, and Others, Germany 1933-1945, New York-Woodbury, Cold Spring Harbor Laboratory Press.; Torrey y Yolken, 2010Torrey, E. Fuller; Yolken, Robert H. (2010), “Psychiatric genocide: Nazi attempts to eradicate schizophrenia”, Schizophrenia Bulletin, 36(1), pp. 26-32, [en línea], doi: https://doi.org/10.1093/schbul/sbp097 ), dio paso a la orden que activó el programa de exterminio de adultos institucionalizados, Aktion T4, dirigido a matar a los supervivientes de la esterilización forzosa. Esta orden secreta, que no pasó por ningún procedimiento legislativo y que Hitler firmó en octubre haciéndola coincidir retroactivamente con la fecha de inicio de la II Guerra Mundial (1 de septiembre de 1939), trataba de orillar las quejas que habían emergido sobre la inexistencia de una ley que avalase “la destrucción de vidas sin valor” durante el programa de eutanasia infantil, aferrándose a la idea de que la palabra del Führer era ley (Müller-Hill, 1998, p. 42Müller-Hill, Benno (1998), Murderous Science: Elimination by Scientific Selection of Jews, Gypsies, and Others, Germany 1933-1945, New York-Woodbury, Cold Spring Harbor Laboratory Press.). La orden delegó la responsabilidad en Philip Bouhler (1899-1945), jefe de la Cancillería, y Karl Brandt (1904-1948), médico personal de Hitler, de “expandir la autoridad de los médicos que serán designados nominalmente” para “garantizar la muerte misericordiosa” a los “pacientes considerados incurables” 35 La copia de esta autorización de Hitler para el programa de eutanasia Aktion T4 es de dominio público y puede ser consultada en la web del United States Holocaust Memorial Museum: https://collections.ushmm.org/search/catalog/pa15074, consultado el 30 de noviembre del 2022. . Cuando dicha orden se hizo pública ante medio centenar de psiquiatras bajo “secreto incondicional” tan solo uno de los médicos protestó, y por razones tácticas (Guralnik, 2013, p. 65Guralnik, Gabriel Eduardo (2013), “Psiquiatría criminal: el programa de eutanasia de la Alemania Nazi”, en V Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XX Jornadas de Investigación Noveno Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR, Buenos Aires, Facultad de Psicología-Universidad de Buenos Aires, pp. 64-67.; Lifton, 1986, p. 65Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.).

El programa Aktion T4 replicó y perfeccionó los procedimientos aplicados sobre los menores. Los cuestionarios se enviaron a las instituciones asistenciales psiquiátricas y de “pacientes crónicos”. Servían para seleccionar a las víctimas bajo parámetros de “productividad”, “delincuencia” y “raza”, incluyendo pacientes:

1) que padecen enfermedades específicas que no se pueden emplear o se pueden emplear solo en un trabajo mecánico simple […] esquizofrenia, epilepsia, enfermedades seniles, parálisis resistente a la terapia y otras secuelas sifilíticas, debilidad mental por cualquier causa, encefalitis, corea de Huntington y otras afecciones neurológicas de naturaleza terminal; 2) institucionalizados continuamente durante al menos cinco años; 3) bajo custodia como delincuentes dementes; 4) que no son ciudadanos europeos o que no son de sangre alemana o afín, que otorga la raza y nacionalidad 36 El cuestionario se hizo público en el Juicio de Hadamar, una instalación de eutanasia situada en la Alemania occidental, cerca de Limburg, en la que fueron exterminadas unas 15.000 personas. Véase Hadamar Trial, Frankfurt/M., February-March 1947 (4 KLS 7/47), Landgericht Frankfurt. Instruction sheet from Heyde Trial Documents, pp. 210-211. La traducción oficial al inglés ha sido también reproducida íntegramente en Lifton (1986, pp. 68-69). .

Las primeras cámaras de gas no estaban previstas, pero según Brandt “un psiquiatra […] sugirió usar gas de monóxido de carbono” dando lugar a “un gran avance en la historia de la medicina” y a una demostración pública en la que el Führer decidió que esa sería “la forma más humana de matar” y que “solo los doctores deberían poner en marcha las gasificaciones” (Lifton, 1986, p. 72Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.) 37 Véase el interrogatorio a Karl Brandt del 1 de octubre de 1945, en Nuremberg en: National Archives, Department of State, Records of the Special Interrogation Mission to Germany, 8/1945-1/1946, Interrogations of Former High-Level Nazi Diplomatic and Military Officers, entry A1-1082. . Este “procedimiento médico” fue posteriormente aplicado en los campos de exterminio de forma similar, dónde las cámaras de gas adquirieron “las mismas engañosas apariencias […], parecían duchas y cuartos de baño” (Arendt, 2018, p. 160Arendt, Hannah (2018), Eichmann en Jerusalén, Barcelona, Penguin Random House Grupo Editorial.). Tras anunciar una ducha y ropa nueva, un médico acompañaba a las víctimas a una “sala de baño”, las fotografiaba desnudas y las “examinaba” para determinar que la persona correcta estaba siendo asesinada. La falsificación de las causas de muerte contaba con “guías médicas de consistencia y credibilidad” y en cada centro de exterminio una oficina se especializó en planificar las fechas de “las defunciones” para no levantar sospechas (Lifton, 1986, pp. 74-75Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.).

En agosto de 1941 Hitler ordenó detener el programa de eutanasia debido a las “protestas de gentes que […] aún no habían llegado a tener una visión puramente ‘objetiva’ de la medicina” (Arendt, 2018, p. 160Arendt, Hannah (2018), Eichmann en Jerusalén, Barcelona, Penguin Random House Grupo Editorial.). La resistencia psiquiátrica a la matanza fue escasa. Un año antes, Karsten Jaspersen (1896-1968), director del manicomio cristiano de Bethel, trató de persuadir, sin éxito, a los jefes de los departamentos universitarios de psiquiatría, entre ellos a Rüdin, de organizar una protesta contra la eutanasia forzosa (Lifton, 1986, p. 88Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.; Müller-Hill, 1998, p. 112Müller-Hill, Benno (1998), Murderous Science: Elimination by Scientific Selection of Jews, Gypsies, and Others, Germany 1933-1945, New York-Woodbury, Cold Spring Harbor Laboratory Press.). Las protestas, de lo que era un secreto a voces, fueron principalmente promovidas por la Iglesia Católica. Al comunicado del Vaticano del 2 de diciembre de 1940 indicando que “el asesinato directo [Direkte Tötung] de una persona inocente debido a defectos mentales o físicos no está permitido” y “es contrario al derecho natural y divino” 38 Véase el comunicado completo en Klee (1986). , le siguieron los más efectivos sermones del obispo Clemens August Graf von Galen (1878-1946) que, en sus influyentes homilías de julio del 1941, afirmó que nadie estaría a salvo si la productividad se convertía en una justificación para matar (Evans, 2008Evans, Richard J. (2008), The Third Reich at War, New York, Penguin Press.; Lifton, 1986Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.).

No obstante, la “orden de cese” solo detuvo los gaseamientos y tras esta “perecieron más víctimas de la eutanasia que antes” (Friedlander, 1995, p. 151Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.). El exterminio de menores y adultos institucionalizados, que incluía a pacientes de territorios ocupados y deportados (Müller y Kanis-Seyfried, 2016Müller, Thomas; Kanis-Seyfried, Uta (2016), “Implicaciones transnacionales en la historia de la psiquiatría: La reubicación de pacientes de Tirol del sur (Italia) en instituciones psiquiátricas alemanas, 1940-1945”, Asclepio, 68(2), p.160, [en línea], doi: https://doi.org/10.3989/asclepio.2016.32 ), prosiguió mediante un dispositivo descentralizado en algunas instituciones incluso más allá del fin de la guerra (Friedlander, 1995Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press.; Klee, 1999Klee, Ernst (1999), “Speech at the Hamburg University: Killing by starvation in the institutions and other previous crimes of psychiatry”, Freedom from Fear, pp. 1-17, [en línea], disponible en: https://www.irren-offensive.de/kleespeech.htm [consultado el 15-06-2020].). Durante este periodo de “eutanasia salvaje” el médico a cargo de la institución decidía quien vivía y quien moría (Lifton, 1986, pp. 96-102Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books.) y los métodos para matar incrementaron en brutalidad, recuperando la hambruna e incorporando los electroshocks y los shocks insulínicos (Benedict y Chelouche, 2008Benedict, Susan; Chelouche, Tessa (2008), “Meseritz-Obrawalde: a ‘wild euthanasia’ hospital of Nazi Germany”, History of Psychiatry, 19(1), pp. 68-76, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X07082567 ; Gazdag, Ungvari y Czech, 2017Gazdag, Gabor; Ungvari, G. S.; Czech, H. (2017), “Mass killing under the guise of ECT: the darkest chapter in the history of biological psychiatry”, History of Psychiatry, 28(4), pp. 482-488, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X17724037 ). Bajo el programa de Eutanasia forzosa, se exterminaron entre 200.000 y 300.000 personas, en Alemania y en los territorios ocupados (Joseph y Wetzel, 2013Joseph, Jay; Wetzel, Norbert A. (2013), “Ernst Rüdin: Hitler’s Racial Hygiene Mastermind”, Journal of the History of Biology, 46(1), pp. 1-30, [en línea], doi: https://doi.org/10.1007/s10739-012-9344-6 ).

En 1941 el cierre de las cámaras de gas del programa Aktion T4 dio lugar a su apertura en los campos de concentración y supuso el inicio de la Solución Final. “Quienes habían trabajado en el programa de eutanasia […] fueron enviados al Este para construir nuevas instalaciones, a fin de exterminar en ellas a pueblos enteros” (Arendt, 2018, p. 159Arendt, Hannah (2018), Eichmann en Jerusalén, Barcelona, Penguin Random House Grupo Editorial.).

Rüdin, fue condecorado por Hitler en dos ocasiones por su papel pionero en las medidas de Rassenhygiene (1939) y en la higiene hereditaria (1944) (Wistrich, 2002Wistrich, Robert S. (2002), Who’s who in Nazi Germany, London-New York, Routledge.). En 1942, en pleno despliegue del Holocausto y del programa descentralizado de eutanasia forzosa, escribió una editorial en la que aseveraba:

Los resultados de nuestra ciencia anteriormente atrajeron mucha atención […] en los círculos nacionales e internacionales. Sin embargo, siempre seguirá siendo el logro histórico e inmortal de Adolf Hitler y sus seguidores que se atrevieron a dar los primeros pasos pioneros y decisivos hacia un logro de higiene racial tan brillante en y para el pueblo alemán (Rüdin, 1942, pp. 321-322Rüdin, Ernst (1942), “Zehn Jahre Nationalsozialistischer Staat”, Archiv Fur Rassen-Und Gesellschaftsbiologie, 36, pp. 321-322.).

Tras la derrota del III Reich, muchos de los científicos “orgánicos”, incitadores, planificadores, ejecutores y beneficiarios del exterminio, quedaron libres de culpa de los crímenes contra la humanidad en los juicios de la posguerra (López-Muñoz et al., 2007López-Muñoz, Francisco; Alamo, Cecilio; Dudley, Michael;Rubio, Gabriel; García-García, Pilar; Molina, Juan D.; Okasha, Ahmed (2007), “Psychiatry and political-institutional abuse from the historical perspective: The ethical lessons of the Nuremberg Trial on their 60th anniversary”, Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry, 31(4), pp. 791-806, [en línea], doi: https://doi.org/10.1016/j.pnpbp.2006.12.007 ). Entre ellos: Fisher, Lenz, Otmar von Verschuer, Hugo Spatz (1888-1969), Julius Hallervorden (1882-1965) y Rüdin, cuyo castigo se limitó a una multa de 500 marcos (Joseph, 2004Joseph, Jay (2004), The Gene Illusion: Genetic Research in Psychiatry and Psychology Under the Microscope, New York, Algora Publishing.; Martin, Karenberg y Fangerau, 2020Martin, Michael; Karenberg, Axel; Fangerau, Heiner (2020), “Neurowissenschaftler am Kaiser-Wilhelm-Institut für Hirnforschung im ‘Dritten Reich’: Oskar Vogt -Hugo Spatz- Wilhelm Tönnis”, Der Nervenarzt, 91(S1), pp. 89-99, [en línea], doi: https://doi.org/10.1007/s00115-019-00847-2 ; USHMM, n.d.USHMM. (s. f.), Deadly Medicine: Creating the Master Race, Profiles, [en línea], disponible en: https://www.ushmm.org/exhibition/deadly-medicine/profiles/ [consultado el 19/03/2021]. ; Weiss, 2010Weiss, Sheila Faith (2010), “After the fall: Political whitewashing, professional posturing, and personal refashioning in the postwar career of Otmar Freiherr von Verschuer”, Isis, 101(4), pp. 722-758, [en línea], doi: https://doi.org/10.1086/657474 ).

CONSIDERACIONES FINALES

 

Más allá del III Reich

 

No cabe hoy duda ninguna de que el III Reich llevó a su máxima expresión la lógica de muerte inscrita en el degeneracionismo del siglo XIX. En ese despliegue participaron principalmente psiquiatras y antropólogos asumiendo activamente su papel de intelectuales orgánicos. Los antropólogos insertaron sus propuestas en la matriz de la degeneración a través de los debates sobre el evolucionismo banal del siglo XIX. Estos derivaron en un racismo científico, compartido por muchos médicos que eran miembros de las sociedades de etnología y antropología durante el siglo XIX y principios del XX, que se caracterizó por la producción de tipologías sociales y culturales orientadas a explicar las resistencias al “progreso” y a la “civilización” con categorías raciales.

Los alienistas aceptaron la generalización de las ideas degeneracionistas, tanto por su escepticismo terapéutico como por su necesidad de legitimarse como especialidad médica con proyección forense, lo cual cristalizó en las nociones de “incurabilidad” y “heredabilidad” y alimentó el miedo a la “degeneración” de la especie. La psiquiatría organicista posterior postuló que los trastornos mentales tenían una base biológica que se transmitiría hereditaria o genéticamente, con independencia del contexto biográfico y sociocultural de los individuos. Fue fruto de una nosografía construida mediante la observación de personas internadas en manicomios, cárceles e instituciones custodiales, descritas como “crónicas” e incurables. En el caso de la psiquiatría se produjo un crecimiento exponencial y extremadamente oneroso de la población internada en manicomios, cárceles y asilos, mientras que desde la acción social y política legitimada por el racismo antropológico se inventaron las “reservas” aborígenes con objetivos presuntamente reeducadores, se desarrollaron guetos étnicos y se aplicaron formas de genocidio, no solo en las colonias.

Ambas corrientes favorecieron el desarrollo de la eugenesia en Europa, Norteamérica (Külh, 1994Külh, Stefan (1994), The Nazi Connection: Eugenics, American Racism, and German National Socialism, New York-Oxford, Oxford University Press.; O’Brien, 2018O’Brien, Gerald V. (2018), Framing the Moron: The Social Construction of Feeble-mindedness in the American Eugenic Era, Manchester-New York, Manchester University Press. ), la Rusia imperial (Krementsov, 2014Krementsov, Nikolai (2014) “The strength of a loosely defined movement: eugenics and medicine in imperial Russia”, Medical History, 59(1), pp. 6-31, [en línea], doi: https://doi.org/10.1017/mdh.2014.68 ), la España republicana y en distintos países de América Latina (Álvarez Peláez, 1999Álvarez Peláez, Raquel (1999), “Introducción. Dossier: Estudios sobre eugenesia”, Asclepio, L1(2), pp. 5-9, [en línea], disponible en: https://asclepio.revistas.csic.es/index.php/asclepio/article/download/308/304/0, [consultado el 02/10/2020], 2003Álvarez Peláez, Raquel (2003), “Higiene mental y eugenesia”, Frenia, 3(1), pp. 115-122, [en línea], disponible en: http://www.revistaaen.es/index.php/frenia/article/view/16388/16234, [consultado el 02/10/2020]), entre otros. La eugenesia, que incorporó el concepto de “raza”, condujo a discutir la posibilidad legal de la “esterilización forzosa” y eventualmente la del exterminio. La primera fue inaugurada por Estados Unidos en 1907 (Klautke, 2016Klautke, Egbert (2016), “‘The Germans are beating us at our own game’: American eugenics and the German sterilization law of 1933”, History of the Human Sciences, 29(3), pp. 25-43, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0952695116631230 ), la segunda por la Alemania nazi. El III Reich no fue una anomalía de la época, supuso un tránsito posible y coherente de la esterilización forzosa al exterminio.

El régimen nazi pudo incorporar el antisemitismo y la supremacía aria en la arquitectura de la Rassenhygiene a partir del vínculo entre antropología, organicismo y eugenesia que había liderado Kraepelin, cuyos desarrollos -además de señalar al pueblo judío como una “raza degenerada” - permitieron explicar la “locura”, la “discapacidad” y prácticas consideradas “perversas” por razones morales, a partir de argumentos hereditarios -taras-, que excluían el debate sobre su dignidad. Para entonces, los manicomios ya se habían consolidado como espacios de exclusión y concentración de individuos peligrosos para la salud del cuerpo-nacional y “desprovistos de valor”. Por ello, no es de extrañar que Binding y Hoche encontraran sus blancos de muerte en las poblaciones manicomiales de entreguerras. Tampoco el que los primeros centros de exterminio nazi fuesen manicomios, con amplia colaboración y escasa resistencia organizada de la psiquiatría en la matanza. En ese contexto, curar al cuerpo-raza de la Nación y preservar su salud, equivalía a asesinar al presunto individuo “degenerado” e “improductivo”. Las personas internadas en manicomios fueron un blanco fácil, estaban ya desposeídas de sus derechos de ciudadanía, mientras que el nazismo hubo de desnacionalizar completamente las personas etiquetadas de “razas inferiores”, como previo paso a su internamiento y exterminio en los campos de concentración (Agamben, 2019Agamben, Giorgio (2019), Homo Sacer: El poder soberano y la nuda vida, Valencia, Pre-Textos.).

El tránsito de la esterilización al exterminio fue una posibilidad que también se discutió en los países democráticos. Antes que el III Reich, el Nobel francés Alexis Carrel, ya pretendía resolver el problema social de “deficientes”, “criminales” y “locos”, mediante “establecimientos de eutanasia, provistos de gas adecuado” (Carrel, 1935, p. 398Carrel, Alexis (1935), L’Homme, cet inconnu, Paris, Libraire Plon.). En 1942, The American Journal of Psychiatry que, como órgano de la APA tenía especial relevancia profesional y científica, publicó un debate 39 Para un análisis véase Jay Joseph (2005). Un único participante de tres, Leo Kanner, intervino en contra de los asesinatos. sobre la eutanasia forzosa, iniciado por Foster Kennedy (1884-1952). Su intervención da cuenta del mortífero vínculo entre el saber y el poder que tratamos de subrayar. En el mismo discurso en que defendió el exterminio de mental-defectives/feebleminded exoneró, tanto de este como de la esterilización forzosa, a individuos “esquizofrénicos” y “maníaco-depresivos”, blancos principales del programa de eutanasia nazi. A diferencia de Kraepelin y Rüdin, Kennedy concebía las “psicosis”, como curables y vinculadas a la genialidad, por lo que defendió que en caso de eliminar a estas personas las generaciones futuras solo producirían “mediocridades, capaces de empujar, pero no saltar; y es el salto lo que cuenta” (Kennedy, 1942, p. 16Kennedy, Foster (1942), The Problem of Social Control of the Congenital Defective, American Journal of Psychiatry, 99(1), pp. 13-16.). Una nota editorial cerró el debate indicando que la “eutanasia”, en una democracia, requeriría un procedimiento legislativo que estaría disponible “en algún día distante” (Anonymous, 1942, p. 143Anonymous (1942), Comment: Euthanasia, American Journal of Psychiatry, 99(2), pp. 141-143.), y planteó el principal “problema psiquiátrico” que enfrentaba la política asesina. Este puede resumirse en dos preguntas de investigación: ¿Podemos caracterizar las resistencias de las familias empeñadas en mantener a sus “defectuosos” con vida cómo “mórbidas”? Dado que los asesinatos constituyen una “liberación de la carga de vivir”, ¿Podemos “modificar” las resistencias familiares por exposición a “los principios de la higiene mental”? (Anonymous, 1942, p. 143Anonymous (1942), Comment: Euthanasia, American Journal of Psychiatry, 99(2), pp. 141-143.).

El manifiesto autobiográfico sobre la higiene mental que escribió Clifford Beers, tuvo por objeto inicial denunciar los abusos y la crueldad en las instituciones psiquiátricas y promover su reforma. Sin embargo, Beers se desvió de su cruzada de hombre psiquiatrizado contra el “abuso físico” a partir de su contacto con Adolf Meyer (1866-1950), que le sugirió el término “higiene mental” y que reescribiese el capítulo de “remedios” para que el movimiento enfatizase la prevención (Winters, 1969Winters, Eunice E. (1969), “Adolf Meyer and Clifford Beers, 1907-1910”, Bulletin of the History of Medicine, 43(5), pp. 414-443, [en línea], disponible en: https://www.jstor.org/stable/44447387 [consultado el 03/01/2021]). Beers acabó por escribir: “curar la enfermedad previniéndola, es la única cura efectiva conocida… si la población de nuestros asilos ha de ser controlada y finalmente disminuida” (Beers, 1908, p. 295Beers, Clifford (1908), A mind that found itself, New York, Longmans, Green and Co.). Las complicidades entre la higiene mental, precursora de la salud mental, y la eugenesia, giraron en torno a un mismo énfasis preventivo arraigado en la noción de degeneración que operaba sobre la salud del cuerpo nacional (Thomson, 1995Thomson, Mathew (1995), “Mental Hygiene as an International Movement”, en Weindling, Paul Julian (ed.), International Health Organisations and Movemen, 1918-1939, New York, Cambridge University Press, pp. 283-304.).

Después del III Reich

 

La caída del III Reich en 1945 y los posteriores Doctor’s Trials de Nuremberg desembocaron en el primer código internacional de ética para la investigación con seres humanos -el Código de Nuremberg- (López-Muñoz et al., 2007López-Muñoz, Francisco; Alamo, Cecilio; Dudley, Michael;Rubio, Gabriel; García-García, Pilar; Molina, Juan D.; Okasha, Ahmed (2007), “Psychiatry and political-institutional abuse from the historical perspective: The ethical lessons of the Nuremberg Trial on their 60th anniversary”, Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry, 31(4), pp. 791-806, [en línea], doi: https://doi.org/10.1016/j.pnpbp.2006.12.007 ). Este cerraba las puertas al exterminio como política médica, pero no a la psiquiatría organicista, el término que identificó a las primeras escuelas psiquiátricas fundamentadas en el determinismo biológico, y que es el antecedente de los actuales conceptos de “psiquiatría biológica” o “biomédica”.

Las alternativas al custodialismo que ya se produjeron durante la década de los cuarenta y los cincuenta fueron producto de los debates interdisciplinares entre las escuelas psicodinámicas y fenomenológicas en psiquiatría, psicología y las nuevas ciencias sociales empíricas aplicadas (Martínez-Hernáez, Orobitg y Comelles, 2000Martínez-Hernáez, Angel; Orobitg, Gemma; Comelles, Josep M. (2000), “Antropologia y psiquiatría. Una genealogía sobtre la cultura, el saber y la alteridad”, en González, Emilio y Comelles, Josep M. (eds.), Psiquiatria Transcultural, Madrid, Asociación Española de Neuropsiquiatría, pp. 117-243.). Estos debates estuvieron influidos por la adopción de una perspectiva relativista en antropología social o cultural que rechazaba de los postulados del evolucionismo vulgar del siglo XIX, y por la generalización de posicionamientos democráticos incompatibles con regímenes totalitarios en las ciencias sociales y humanas. Dichos intercambios interdisciplinares explican la emergencia de las experiencias asistenciales minoritarias de preguerra de Sullivan, que prefiguraron las therapeutic communities de postguerra (Grob, 1991Grob, Gerald N. (1991), From Asylum to Community: Mental Health Policy in Modern America, Princeton, Princeton University Press.) como alternativas al desarrollo ilimitado del custodialismo. En Francia, fue la experiencia de psiquiatras progresistas que habían conocido los campos de concentración o habían vivido la situación de los manicomios durante el régimen de Vichy. Durante este (1940-1944) se ha documentado un exterminio “suave” mediante de la hambruna propiciada por la crisis de alimentos en los manicomios (Bueltzingsloewen, 1997Bueltzingsloewen, Isabelle von (1997), L’hécatombe des fous: La famine dans les hôpitaux psychiatriques français sous l’Occupation, Paris, Aubier., 2005Bueltzingsloewen, Isabelle von (2005), “Morts d’inanition”: Famine et exclusions en France sous l’Occupation, Rennes, Presses Universitaires de Rennes.). De ahí surgió una toma de conciencia y a un compromiso de cambio (Lamarche Vadel y Préli, 1975Lamarche Vadel, Gaëtane y Préli, Georges (1975), Histoire de la Psychiatrie de Secteur, ou le secteur impossible, Paris, Recherches Revue du CERFI.) que daría lugar a psychothérapie institutionnelle, del que es un referente Francesc Tosquelles (1912-1994) y discípulos (Masó, 2021Masó, Joana (2021), Tosquelles: curar les institucions, Barcelona, Arcàdia.), y al movimiento de la Psychiatrie de secteur. En el Reino Unido, la creación del National Health Service conduciría al desarrollo de lo que se denominó administrative psychiatry con objetivos parecidos.

No obstante, dichos debates y alternativas, que están en la raíz de los movimientos críticos internos a la psiquiatría de las décadas de los sesenta y setenta (psychothérapie institutionnelle, administrative psychiatry, pero también, antipsychiatry y psichiatria democratica), no supusieron la desaparición del custodialismo o del organicismo en psiquiatría. La introducción de los neurolépticos, los antidepresivos tricíclicos y los tranquilizantes como nuevas herramientas de control somático, no impidieron que se siguieran prescribiendo, de forma generalizada hasta la década de los setenta, brutales tratamientos somáticos como el electrochoque, el choque insulínico y las lobotomías y leucotomías. Así lo evidencian los procesos de desmanicomialización y los primeros movimientos sociales de personas psiquiatrizadas (Chamberlin, 1988Chamberlin, Judi (1988), On Our Own: Patient-controlled Alternatives to the Mental Health System, London, MIND.; Grob, 1991Grob, Gerald N. (1991), From Asylum to Community: Mental Health Policy in Modern America, Princeton, Princeton University Press.). Asimismo, aunque tras la II Guerra Mundial el discurso eugenésico pasó a un segundo plano, la posterior inclusión de la salud mental en las prestaciones del Welfare State propiciada por la Organización Mundial de la Salud se mostró, en general, compatible con la posibilidad de la esterilización forzosa, que en España no fue derogada hasta el 2020 40 Ley Orgánica 2/2020, de 16 de diciembre, de modificación del Código Penal para la erradicación de la esterilización forzada o no consentida de personas con discapacidad incapacitadas judicialmente. Un año antes de incorporar el derecho a la eutanasia voluntaria, en casos de fin de vida, siguiendo una pauta que se va generalizando en la Unión Europea. .

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales-I (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-I) (1952-1967) supuso una síntesis entre las distintas escuelas psiquiátricas en Norteamérica que incluía perspectivas biológicas, psicosociales y psicodinámicas, pero la influencia global de esta taxonomía no se sustanció hasta el DSM-III (1980-1993) (Caponi, 2012Caponi, Sandra (2012), Loucos e degenerados: uma genealogia da psiquiatria ampliada, Rio de Janeiro, Fiocruz.; Wilson, 1993Wilson, Mitchell (1993), “DSM-III and the transformation of American psychiatry: a history”, American Journal of Psychiatry, 150(3), pp. 399-410, [en línea], doi: https://doi.org/10.1176/ajp.150.3.399 ). Este instituyó una nueva hegemonía del organicismo de Kraepelin, Bleuler y Rüdin propiciada por la articulación entre la psiquiatría clínica y académica en el contexto de la deriva hospitalocéntrica de los dispositivos sanitarios de último tercio del siglo XX, y la defensa de la psiquiatría como disciplina médica contra los ataques de la antipsiquiatría. Así, los métodos que Rüdin inventara para verificar la heredabilidad de la “esquizofrenia” en estudios de gemelos continúan siendo la base de los “coeficientes de heredabilidad” de los “trastornos mentales” contemporáneos, a pesar de estar fundamentados en una falacia y en una persistente falta de replicabilidad (Joseph, 2006Joseph, Jay (2006), The Missing Gene: Psychiatry, Heredity, and the Fruitless Search for Genes, New York, Algora Publishing., 2016Joseph, Jay (2016), The Trouble with Twin Studies: a Reassessment of Twin Research in the Social and Behavioral Sciences, New York-London, Routledge. ; Kösters et al., 2015Kösters, Gundula; Steinberg, Holger, Kirkby, Kenneth Clifford; Himmerich, Hubertus (2015), “Ernst Rüdin’s Unpublished 1922-1925 Study “Inheritance of Manic-Depressive Insanity”: Genetic Research Findings Subordinated to Eugenic Ideology”, PLoS Genetics, 11(11), pp. 1-14. ). Lo mismo sucede con las tentaciones derivadas de los estudios epigenéticos aun incipientes, pero cuyo objetivo final a veces inconsciente no es otro que ir más allá de las hipótesis de Lombroso.

De la desigualdad legal y el determinismo biológico

 

Existen hoy límites legales y éticos que no se han traspasado. Sin embargo, la desigualdad legal que marcó el destino de las primeras víctimas del exterminio nazi persiste aún en la posibilidad del “internamiento involuntario”, del “tratamiento forzoso” y de otras formas de “incapacitación jurídica”. Estas prácticas continúan siendo habituales en la asistencia institucional a la salud mental, a pesar de que vulneran los derechos humanos de las personas discapacitadas y psiquiatrizadas, recientemente reconocidos en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas (2006). Una ley internacional vinculante ratificada casi universalmente, cuya implementación en lo concerniente al Derecho al igual reconocimiento como persona ante la ley (Art. 12) está en disputa (Stein et al., 2021Stein, Michael Ashley; Mahomed, Faraaz; Patel, Vikram; Sunkel, Charlene (Eds.) (2021), Mental Health, Legal Capacity, and Human Rights, Cambridge University Press.; Pérez-Pérez et al., 2022Pérez-Pérez, Beatriz; Pujal i Llombart, Margot; Mora, Enrico (2022), “Los derechos humanos y el poder psiquiátrico en disputa: ¿Hacia una radicalización de la democracia?”, Revista Direito e Práxis, pp. 1-33, [en línea, ahead of print], doi: https://doi.org/10.1590/2179-8966/2022/65459e ). Nadie puede afirmar que la conjunción entre el determinismo biológico y la desposesión de los derechos de ciudadanía no pueda llevar a reproducir una historia que, parafraseando a Marx, puede no ser otra que una caricatura trágica de cuanto ya sucediera bajo el III Reich.

FUENTES DE FINANCIACIÓN

 

Este trabajo ha sido realizado en el marco del Programa de Doctorado en Persona y Sociedad en el Mundo Contemporáneo de la Universitat Autònoma de Barcelona, con la financiación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y del Ministerio de Universidades del Gobierno de España para la Formación de Profesorado Universitario (FPU16/05459) otorgada a la primera autora. Beatriz Pérez Pérez ha concebido y diseñado la investigación, ha adquirido, analizado e interpretado los datos, redactado el primer borrador y revisado críticamente las sucesivas versiones. Josep M. Comelles ha contribuido sustancialmente a la conceptualización, el análisis y la interpretación de los datos, ha participado en la escritura del manuscrito y lo ha revisado críticamente. Ambas autoras queremos expresar nuestro agradecimiento a Margot Pujal i Llombart, Enrico Mora, Joan Subirats Humet, Ricardo Campos, José Luís Peset, Raquel Álvarez, Rafael Huertas y Enric Novella.

NOTAS

 
1

Actualmente suele reconocerse, de forma poco crítica, a Kraepelin como “padre de la psiquiatría moderna”, de la psiquiatría transcultural y de la psicofarmacología (Bar y Ebert, 2010Bar, Karl-Jurgen; Ebert, Andreas (2010), “Emil Kraepelin: A pioneer of scientific understanding of psychiatry and psychopharmacology”, Indian Journal of Psychiatry, 52(2), pp. 191-192.; Caponi, 2014Caponi, Sandra (2014), “El impacto del evolucionismo en la teoría de la degeneración: Emil Kraepelin y la biologización de los hechos sociales”, en Puig-Samper, Miguel Ángel, Orrego, Francisco, Ruiz, Rosa y Uribe, Alfredo (eds.), “Yammerschuner” Darwin y la darwinización en Europa y América Latina, Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 93-98.; Engstrom y Kendler, 2015Engstrom, Eric J.; Kendler, Kenneth S. (2015), “Emil Kraepelin: Icon and Reality”, American Journal of Psychiatry, 172(12), pp. 1190-1196, [en línea], doi: https://doi.org/10.1176/appi.ajp.2015.15050665 ; Engstrom y Weber, 2007Engstrom, Eric J.; Weber, Matthias M. (2007), “Making Kraepelin history: A great instauration?”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 267-273, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X07080819 ). Rüdin, es a su vez considerado el “padre” de la psiquiatría genética y la “mente maestra” de la Higiene Racial de Hitler (Joseph, 2006Joseph, Jay (2006), The Missing Gene: Psychiatry, Heredity, and the Fruitless Search for Genes, New York, Algora Publishing.; Joseph y Wetzel, 2013Joseph, Jay; Wetzel, Norbert A. (2013), “Ernst Rüdin: Hitler’s Racial Hygiene Mastermind”, Journal of the History of Biology, 46(1), pp. 1-30, [en línea], doi: https://doi.org/10.1007/s10739-012-9344-6 ; Zerbin-Rüdin y Kendler, 1996Zerbin-Rüdin, Edith; Kenneth. S. Kendler (1996), “Ernst Rüdin (1874-1952) and his genealogic-demographic department in Munich (1917-1986): an introduction to their family studies of schizophrenia”, American Journal of Medical Genetics, 67(4), pp. 332-337, [en línea], doi: https://doi.org/10.1002/(SICI)1096-8628(19960726)67:4<332::AID-AJMG3>3.0.CO;2-O ).

2

Martínez-Hernáez (2018)Martínez-Hernáez, Angel; Orobitg, Gemma; Comelles, Josep M. (2000), “Antropologia y psiquiatría. Una genealogía sobtre la cultura, el saber y la alteridad”, en González, Emilio y Comelles, Josep M. (eds.), Psiquiatria Transcultural, Madrid, Asociación Española de Neuropsiquiatría, pp. 117-243., ha mostrado, contraponiendo la psiquiatría kraepeliniana y la freudiana, como el organicismo se fundamenta en la autoridad de la mirada y la preeminencia del signo, a diferencia de la aproximación psicodinámica, asentada en la escucha y la interpretación del síntoma.

3

Dicho texto ha sido recientemente traducido al inglés, será a ésta traducción a la que nos refiramos en lo posterior (Kraepelin, 2007Kraepelin, Emil (2007), “On the Question of Degeneration”, History of Psychiatry, 18(3), pp. 399-404, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X070180030502 ).

4

Sobres los orígenes del racismo científico véase entre otros, Fabiola Juárez-Barrera y Alfredo Bueno-Hernández (2017)Juárez-Barrera, Fabiola; Bueno-Hernández, A. Alfredo (2017), “La influencia del darwinismo sobre los conceptos raciales en México”, Asclepio, 69(1), p. 177, [en línea], doi: https://doi.org/10.3989/asclepio.2017.06 y José Luís Peset (2016)Peset, José Luis (2016), Ciencia y Marginación: una historia de negros, locos y criminales, Madrid, Editorial Doce Calles. 1ª Edicion 1983..

5

Las citas pertenecen a la traducción al español de Francisco Susanna, publicada para la Editorial Apolo en 1937.

6

Esta imagen, publicada más de dos décadas antes de la teoría de Charles Darwin sobre el origen de las especies (1859)Darwin, Charles (1859), On the Origin of Species by means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life, London, John Murray, Albemarle Street. y de la teoría de Thomas Henry Huxley sobre el lugar del hombre en la naturaleza (1863Huxley, Tomas Henry (1863), Evidence as to Man’s Place in Nature, New York, Appleton and Company.), anticipa la teoría evolutiva a través de una comparación craneológica entre un primate, una mujer negra, una mujer blanca y un hombre blanco, y establece una clara línea de progreso o civilización en la cual el hombre blanco se sitúa en la cúspide de la especie humana.

7

Esta imagen es también previa a la emergencia del darwinismo y a la publicación por parte de Gobineau de Essai sur l’inégalité des races humaines. En la misma línea que la Figura 1 establece una comparación craneológica racista entre un primate, un hombre negro y un hombre blanco europeo.

8

El evolucionismo social dividía los estadios de la historia humana en salvajismo, barbarie y civilización (Morgan, 1877Morgan, Lewis H. (1877), Ancient Society; or, Researches in the Lines of Human Progress from Savagery, through Barbarism to Civilization, New York, Henry Holt and Company. ).

9

La imagen establece una comparación anatómica entre la palma de la mano de diversos primates, la de un “hombre normal” y las de cuatro tipos criminales, que pretende identificar los estigmas palmarios del criminal nato en tanto tipo degenerado atávico.

10

En la estructura societaria de las sociedades de antropología y etnología del siglo XIX hubo una presencia masiva de médicos, también en España, véase (Bouza, 2002Bouza, Jerónimo (2002), El hombre como problema: Filosofía, ciencia y subversión en la antropología del siglo XIX, Barcelona, Ediciones del Serbal.). Broca fundó la Société d’Anthropologie, véase (Blanckaert, 1996Blanckaert, Claude (1996), Le “manuel opératoire” de la raciologie: Les instructions aux voyageurs de la Société d’Anthropologie de Paris (1860-1885), en Blanckaert, Claude (comp.), Le terrain des Sciences Humaines. Instructions et enquêtes (XVIIIème-XXème siècle), Paris, L’Harmattan, pp. 139-174.).

11

En Gran Bretaña Galton fundó la Eugenics Education Society en 1907, con el objetivo de “mejorar la raza humana”, la cual todavía no había empezado a publicar su portavoz propagandístico, The Eugenics Review (Mazumdar 2005, p. 1Mazumdar, Pauline (2005), Eugenics, Human Genetics and Human Failings: The Eugenics Society, its Sources and its Critics in Britain, London-New York, Routledge. ).

12

Sociedad Alemana de Higiene Racial. Schallmayer introdujo la eugenesia en Alemania. Propuso y defendió para el movimiento el concepto de Rassehygiene en lugar de Rassenhygiene, esto es, su forma singular. Esta estrategia discursiva, aunque sutil, formaba parte de su lucha política orientada a impedir que el supremacismo ario se afianzara en el incipiente movimiento eugenésico alemán (Weiss, 1987b, p. 103Weiss, Sheila Faith (1987b), Race Hygiene and National Efficiency, The Eugenics of Wilhelm Schallmayer, Berkeley-Los Angeles-Oxford, University of California Press.).

13

El “capacitismo” refiere la opresión a la que están sometidas personas con discapacidad (Campbell, 2008Campbell, Fiona Kumari (2008), “Refusing Able(ness): A Preliminary Conversation about Ableism”, M/C Journal, 11(3), pp. 1-10, [en línea], doi: https://doi.org/10.5204/mcj.46 ; Toboso Martín, 2017Toboso Martín, Mario (2017), “Capacitismo”, en Lucas Platero, Raquel, Rosón, María y Ortega, Esther (eds.), Barbarismos queer y otras esdrújulas, Barcelona, Bellaterra Editorial, pp. 73-81.). El “mentalismo” (Chamberlin, 1988Chamberlin, Judi (1988), On Our Own: Patient-controlled Alternatives to the Mental Health System, London, MIND.) y el “cuerdismo” (Corominas, 2016Corominas, Tomás López (2016), “Acuerdia y las autopsicuelas”, Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 36(129), pp. 225-238, [en línea], doi: https://doi.org/10.4321/S0211-57352016000100016 ), se emplea en el caso de las personas “psiquiatrizadas”.

14

La primera ley de esterilización forzosa fue promulgada por el Estado de Indiana en 1907 destinada a personas calificadas como “defectuosas” o “criminales” (Kevles, 1986Kevles, Daniel J. (1986), In the Name of Eugenics: Genetics and the Uses of Human Heredity, Berkeley-Los Angeles, University of California Press.).

15

Citamos la traducción de Sigfrido Casa Editora.

16

Primer catedrático en Múnich (1923) de Rassenhygiene (Fangerau, 2006Fangerau, Heiner (2006), “Human reproduction and eugenics as a public issue: The contemporary reception of a German standard text-book on racial hygiene 1921-1941”, Insights and implications, 3, pp. 7-23, [en línea], disponible en: https://www.michaeljournal.no/asset/pdf/2006/1-7-23.pdf, [consultado el 15/05/2020].).

17

Fisher se basó en su investigación sobre “degeneración racial” en la comunidad mestiza sudafricana Rehobother Bastards, estableciendo vínculos causales entre “estigmas” físicos e intelectuales. Apoyó el exterminio de nativos herero y nama perpetrado en Namibia (1904-1908), que junto al de armenios, asirios y griegos pónticos (1914-1923) del Imperio Otomano, son reconocidos como antecedentes del Holocausto nazi (Erichsen y Olusoga, 2010Erichsen, Casper; Olusoga, David (2010), The Kaiser’s Holocaust: Germany’s Forgotten Genocide and the Colonial Roots of Nazism (ebook), London, Faber & Faber.; Kaplan y Garry, 2012Kaplan, Robert; Garry, Walter (2012), “From Kraepelin to Karadzic: Psychiatry’s Long Road to Genocide”, enTatz, Colin (ed.), Genocide Perspectives IV, The Australian Institute for Holocaust & Genocide Studies, pp. 122-165.; Madley, 2005Madley, Benjamin (2005), “From Africa to Auschwitz: How German South West Africa incubated ideas and methods adopted and developed by the Nazis in Eastern Europe”, European History Quarterly, 35(3), pp. 429-464, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0265691405054218 ).

18

La viñeta, que pretendía glorificar a Hitler y a la ideología nazi, fue publicada por la revista de derechas Kladderadatsch el 3 de diciembre del 1933, capturando con gran precisión la fusión entre el proyecto político y artístico de Hitler. Hitler, tras mirar con altivez a un artista judío, destroza y funde la masa de cuerpos humanos de la Nación alemana para esculpir con ella la vigorosa figura del “hombre superior” de raza aria.

19

Véase Prinzhorn, Hanz (1922), Bildnerei der Geisteskranken; ein Beitrag zur Psychologie und Psychopathologie der Gestaltung. Berlin, Verlag von Julius Springer. Este libro, denominado la “Biblia de los surrealistas”, inspiró a artistas de vanguardia como André Breton, Salvador Dalí o Paul Klee, entre otros. La exposición de “Arte Degenerado” (Entartete Kunst) que el III Reich puso en marcha de 1937 a 1941 con la intención de humillar, avergonzar y deslegitimar, exhibía -entre otros- cuadros de reconocidos artistas como Otto Dix, Paul Klee, Max Ernst y Oskar Kokoschka del lado de algunos de los cuadros de personas psiquiatrizadas de la colección de Prinzhorn.

20

Ley de Restauración del Servicio Civil Profesional.

21

Ley para la Prevención de Enfermedades Hereditarias en la Descendencia.

22

Departamento Genealógico-Demográfico del Instituto Alemán de Investigación en Psiquiatría.

23

Instituto Alemán de Investigación en Psiquiatría.

24

Comité del Reich para el Servicio de Salud Pública.

25

Asociación Alemana de Higiene Mental y Racial.

26

Citado en Ernst Klee (1999, p. 3)Klee, Ernst (1999), “Speech at the Hamburg University: Killing by starvation in the institutions and other previous crimes of psychiatry”, Freedom from Fear, pp. 1-17, [en línea], disponible en: https://www.irren-offensive.de/kleespeech.htm [consultado el 15-06-2020]..

27

Sociedad Alemana de Neurólogos y Psiquiatras.

28

Consejo asesor de expertos en cuestiones de población y política racial.

29

En este cartel un médico presenta a un hombre discapacitado con el mensaje: “60.000 marcos alemanes es lo que cuesta a la comunidad nacional esta enfermedad hereditaria a lo largo de su vida. Camarada, este es también tu dinero”.

30

Véase el análisis de Friedlander (1995, pp. 14-17)Friedlander, Henry (1995), The Origins of Nazi Genocide: from Euthanasia to the Final Solution, Chapel Hill-London, University of North Carolina Press..

31

Orden secreta del 18 de agosto de 1939, titulada: Meldepflicht für mißgestaltete usw. Neugeborene (Notificación obligatoria de recién nacidos deformados, etc.), referencia, IVb 3088/391079Mi. Reproducida íntegramente en Klee (1986, p. 239)Klee, Ernst (Ed.) (1986), Dokumente ZurEuthanasie”, Frankfurt am Main, Fischer Taschenbuch Verlag..

32

Las personas psiquiatrizadas de raza no aria enfrentaban una doble condena a muerte derivada del doble fundamento racial del Nazismo, con base en su diagnóstico médico -capacidad y destreza- y en relación con su origen étnico-racial. Sobre el destino de las personas de origen judío institucionalizadas en psiquiátricos de los territorios ocupados por la Alemania Nazi, véase el reciente trabajo de Yoram Mouchenik y Véronique Fau-Vincenti (2020)Mouchenik, Yoram; Fay-Vincenti, Véronique (2020), “The fate of Jews hospitalized in mental hospitals in France during World War II”, History of Psychiatry, 31(2), pp. 178-193, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X20904317 .

33

National Archives and Records Administration (1974), Records of the United States. Nuremberg War Crimes Trial. United States of Ameriva V. Carl Brandt et al (Case 1), National Archives and Records Administration.

34

Lehner, Ludwing (1947), Affidavit concerning the killing of children (by starvation) at Eglfing-Haar asylum [euthanasia]. Document NO-863, IMT/NMT Staff Evidence Analysis, p. 2.

35

La copia de esta autorización de Hitler para el programa de eutanasia Aktion T4 es de dominio público y puede ser consultada en la web del United States Holocaust Memorial Museum: https://collections.ushmm.org/search/catalog/pa15074, consultado el 30 de noviembre del 2022.

36

El cuestionario se hizo público en el Juicio de Hadamar, una instalación de eutanasia situada en la Alemania occidental, cerca de Limburg, en la que fueron exterminadas unas 15.000 personas. Véase Hadamar Trial, Frankfurt/M., February-March 1947 (4 KLS 7/47), Landgericht Frankfurt. Instruction sheet from Heyde Trial Documents, pp. 210-211. La traducción oficial al inglés ha sido también reproducida íntegramente en Lifton (1986, pp. 68-69)Lifton, Robert Jay (1986), The Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide, New York, Basic Books..

37

Véase el interrogatorio a Karl Brandt del 1 de octubre de 1945, en Nuremberg en: National Archives, Department of State, Records of the Special Interrogation Mission to Germany, 8/1945-1/1946, Interrogations of Former High-Level Nazi Diplomatic and Military Officers, entry A1-1082.

38

Véase el comunicado completo en Klee (1986)Klee, Ernst (Ed.) (1986), Dokumente ZurEuthanasie”, Frankfurt am Main, Fischer Taschenbuch Verlag..

39

Para un análisis véase Jay Joseph (2005)Joseph, Jay (2005), “The 1942 ‘euthanasia’ debate in the American Journal of Psychiatry”, History of Psychiatry, 16(2), pp. 171-179, [en línea], doi: https://doi.org/10.1177/0957154X05047004 . Un único participante de tres, Leo Kanner, intervino en contra de los asesinatos.

40

Ley Orgánica 2/2020, de 16 de diciembre, de modificación del Código Penal para la erradicación de la esterilización forzada o no consentida de personas con discapacidad incapacitadas judicialmente. Un año antes de incorporar el derecho a la eutanasia voluntaria, en casos de fin de vida, siguiendo una pauta que se va generalizando en la Unión Europea.

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