Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 75 (2)
julio-diciembre 2023, e25
ISSN-L: 0210-4466
https://doi.org/10.3989/asclepio.2023.25

DOSIER: SALUD E INTEGRACIÓN EN BRASIL: APROPIARSE DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EXISTIR (FINAL DEL SIGLO XIX – AÑOS 1960) / DOSSIER: HEALTH AND INTEGRATION IN BRAZIL: EXISTING THROUGH THE APPROPRIATION OF PUBLIC POLICIES (LATE 19TH CENTURY – 1960S)

CONSIDERACIONES SOBRE LAS PRIMERAS PSIQUIATRAS EN BRASIL: FORMACIÓN, ACTUACIÓN Y ESTRATEGIAS DE INTEGRACIÓN (1920-1940)

CONSIDERATIONS ON THE FIRST WOMEN PSYCHIATRISTS IN BRAZIL: EDUCATION, PRACTICE AND INTEGRATION STRATEGIES (1920-1940)

Valentine Mercier

Université Lyon 2

https://orcid.org/0000-0001-9690-4554

Ygor Martins

Casa de Oswaldo Cruz (COC)-Fundação Oswaldo Cruz (Fiocruz)

https://orcid.org/0000-0001-5782-1158

RESUMEN

Este artículo analiza la forma en que se produjo la diversificación de género en la psiquiatría brasileña entre 1920 y 1940. A partir de la confrontación y comparación de las trayectorias de las siete primeras mujeres psiquiatras que identificamos en Brasil, mostramos cuáles fueron los factores que condicionaron su integración en la profesión psiquiátrica, y cómo esta integración incidió en el lugar que ocupan en la sociedad. Utilizando el concepto de generación y estilo de pensamiento de Ludwik Fleck a lo largo de la reflexión, estudiamos en primer lugar el perfil socioeconómico de estas mujeres, observando que la mayoría de ellas vienen de clases favorecidas de la sociedad brasileña. En un segundo paso, indagamos sobre las condiciones externas de su integración, en cuanto a la legislación vigente en materia de educación y acceso a estudios superiores, de las opciones científicas y académicas y de las oportunidades institucionales y profesionales que tenían. Por último, intentamos comprender las condiciones más implícitas de su integración en la profesión psiquiátrica, y los retornos que les aportaban a estas mujeres en el contexto en el que vivían.

Palabras clave: 
Mujeres; Género; Psiquiatría; Integración; Brasil.
ABSTRACT

This article discusses the way in which gender diversification occurred within Brazilian psychiatry between 1920 and 1940. Based on the confrontation and comparison between the trajectories of the first seven women psychiatrists we identified in Brazil, we show which factors conditioned their integration into the psychiatric profession, and how this integration had repercussions on the place they occupy in society. Using Ludwik Fleck’s concept of generation and style of thought throughout the reflection, we first study the socio-economic profile of these women, noting that most of them come from the privileged classes of Brazilian society. In a second step, we inquired about the external conditions of their integration, regarding the legislation in force in education and access to higher studies, the scientific and academic options and the institutional and professional opportunities they had. Finally, we tried to understand the more implicit conditions of their integration in the psychiatric profession, and the returns they brought to these women in the context in which they lived.

Keywords: 
Women; Gender; Psychiatry; Integration; Brazil.

Recibido: 23  septiembre  2021; Aceptado: 16  febrero  2023; Publicado: 11 diciembre 2023

Cómo citar este artículo/Citation: Mercier, Valentine; Martins, Ygor (2023), “Consideraciones sobre las primeras psiquiatras en Brasil: formación, actuación y estrategias de integración (1920-1940)”, Asclepio, 75(2): e25. https://doi.org/10.3989/asclepio.2023.25

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

 

La presencia femenina entre los profesionales de la psiquiatría entre los años 1920 y 1940 es el tema más amplio que exploraremos en este artículo. ¿Quiénes eran estos personajes, en qué espacios institucionales se desempeñaron, en qué círculos de trabajo transitaron, qué estrategias de acción emplearon y, sobre todo, qué mecanismos utilizaron para materializar sus trayectorias socioprofesionales? Estas preguntas guían nuestra propuesta. El artículo presenta consideraciones y resultados de investigaciones de maestría y doctorado sobre las trayectorias de las doctoras Alice Marques dos Santos (Cruz, 2022Martins Da Cruz, Ygor (2022), Presença e participação feminina na psiquiatria brasileira: a trajetória da Dra. Alice Marques dos Santos (Rio de Janeiro, 1928-1964), Rio de Janeiro, Casa de Oswaldo Cruz-Fiocruz.) y Nise da Silveira1Valentne Mercier, Tesis en curso en la Universidad de Lyon 2 y la Universidad de São Paulo, bajo la supervisión de Isabelle von Bueltzingsloewen y Márcia Regina Barros da Silva.. Así, estudiarlas, ubicándolas en un conjunto de mujeres psiquiatras, permitirá inscribirlas en una red más amplia para poder saber cómo se dio la diversificación de género en la psiquiatría y cómo esta se constituyó, o no, como un espacio de integración para las mujeres en el campo de la salud.

Estamos de acuerdo con Michelle Perrot cuando afirma que la historia de las mujeres es “un océano de silencio” (Perrot, 2012Perrot, Michelle (2012), Les femmes ou Les silences de l’histoire, Paris, Flammarion.). Durante varios años, fueron olvidadas por la producción interesada en el pasado debido a la ausencia de mujeres en las instituciones de investigación y producción de ciencia (Schiebinger, 2001Schiebinger, Londa (2001), O feminismo mudou a ciência?, São Paulo, EDUSC. ) junto a su escasa participación en las instancias de deliberación y decisión sobre (Scott, 1995Scott, Joan (1995), “Gênero: uma categoria útil de análise histórica”, Educação&Realidade, 20(2), pp. 71-99, [en línea], disponible en: https://seer.ufrgs.br/index.php/educacaoerealidade/article/view/71721, [consultado en 01-09-2023].), por ejemplo, las agendas de investigación de los departamentos universitarios. Percibidas como subordinadas y/o menos importantes que los hombres, hubo un profundo desprecio a las mujeres cuando se elaboraron reflexiones históricas e historiográficas. En el caso de la psiquiatría brasileña, el hecho de que la Dra. Nise da Silveira (1905-1999) fuera considerada la primera y única mujer psiquiatra entre los años veinte y cuarenta (Bessa de Andrade Fernandes, 2015Bessa de Andrade Fernandes, Sandra Michelle (2015), Nise da Silveira e a Saúde Mental no Brasil: um itinerário de resistência, Natal, Universidade Federal do Rio Grande do Norte.; Gullar, 1996Gullar, Ferreira (1996), Nise da Silveira: Uma psiquiatra rebelde, Rio de Janeiro, RioArte.; Mello, 2014Mello, Luiz Carlos (2014), Nise da Silveira: Caminhos de Uma Psiquiatra Rebelde, Rio de Janeiro, Automatica Ed.) muestra bien las brechas y los silencios sobre la historia de las mujeres en este campo.

Indagando en los archivos2Hemeroteca Digital da Biblioteca Nacional, Museu de Imagens do Inconsciente, Casa das Palmeiras., identificamos que, además de ella, al menos otras seis mujeres ejercieron su actividad durante ese periodo3Para identificar a esas mujeres, utilizamos las siguientes fuentes: un índice bibliográfico que referenciaba todos los artículos publicados por mujeres en revistas brasileñas de psiquiatría y psicología; el sito web del Consejo Federal de Medicina; el catálogo de tesis de la Facultad de Medicina de la Universidad de Río de Janeiro; también escribimos a todas las universidades de medicina existentes en la época considerada, para averiguar si las mujeres aparecían en su catálogo de tesis defendidas. Por lo tanto, la investigación se llevó a cabo a nivel nacional, con acceso privilegiado a las instituciones de Río de Janeiro. Para más detalles, véase la tesis en curso sobre Nise da Silveira, citada anteriormente. . Juana Mancusi de Lopes (1894-?), Hercília Rocha Pitta (?-1987), Alice Marques dos Santos (1911-1996), Iracy Doyle (1911-1956), Eurydice de Magalhães Borges-Fortes (1911-?) y Ursulina Penteado Bueno constituyen un grupo de mujeres que nos ayudan a enriquecer la comprensión de esta historia ignorada durante tanto tiempo. ¿Qué comparten estos personajes, tan complejos en sus trayectorias, entre sí?

De hecho, aunque varias preguntas sobre la historia de las mujeres aparecieron alrededor de la década de 1980 y se configuró un robusto campo temático en Brasil alrededor de ellas (Priore y Bassanezi, 1997Priore, Mary del; Bassanezi, Carla (1997), História das mulheres no Brasil, São Paulo, Contexto.; Bassaezi y Pedro, 2013Bassanezi, Carla; Pedro, Joana Maria (2013), Nova história das mulheres no Brasil, São Paulo, Contexto.; Soihet y Pedro, 2007Soihet, Rachel; Pedro, Joana Maria (2007), “A emergência da pesquisa da história das mulheres e das relações de gênero”, Revista Brasileira de História, 27(54), pp. 281-300. DOI : https://doi.org/10.1590/S0102-01882007000200015 ), llama la atención que la historia de la psiquiatría, en general, se abstuvo de estas discusiones y fue poco impactada por la trayectoria de las mujeres que se convirtieron en profesionales de esta área. En particular, por lo que respecta a la composición de su personal profesional -aquellos que trabajaron en el momento de la institucionalización y profesionalización de la psiquiatría a lo largo de las primeras décadas del siglo XX- sabemos muy poco sobre cómo se produjo el proceso de inclusión e integración del género femenino. En otros países, algunas obras nos dan pistas sobre cómo construir e interpretar esta historia (Gordon, 1990Gordon, Felicia (1990), The integral feminist: Madeleine Pelletier, 1874-1939, Cambridge, Polity Press., 2013Gordon, Felicia (2013), Constance Pascal (1877-1937): authority, femininity and feminism in French psychiatry, Londres, Institute of Germanic & Romance Studies.; Grosskurth, 1987Grosskurth, Phyllis (1987), Melanie Klein: Her World and Her Work, Cambridge, Harvard University Press.; Neri, 1999Neri, Nadia (1999), Femmes autour de Jung, Paris, Cahiers jungiens de psychanalyse.; Showalter, 1985Showalter, Elaine (1985), The female malady: women, madness, and English culture, 1830-1980, New York, Pantheon Books.; Young-Bruehl, 1991Young-Bruehl, Elisabeth (1991), Anna Freud. Paris, Payot.).

En la historiografía nacional (Engel, 2001Engel, Magali (2001), Os delírios da razão: médicos, loucos e hospícios, Rio de Janeiro, 1830-1930, Rio de Janeiro, Editora Fiocruz.; Facchinetti y Venancio, 2006Facchinetti, Cristiana; Venancio, Ana Teresa (2006), “Entre a psicanálise e a degenerescência: sexualidade e doença mental no início do século XX no Brasil”, Revista Latinoamericana de Psicopatologia Fundamental, 9(1), pp. 151-161. DOI: https://doi.org/10.1590/1415-47142006001012 ; Meyer, 2017Meyer, Manuella (2017), Reasoning against madness: psychiatry and the state in Rio de Janeiro, 1830-1944, Rochester (NY), University of Rochester Press.), hay consenso en que la psiquiatría sirvió al poder local en su afán de mejorar la población y alcanzar un ideal de civilización moderna. Los debates sobre la nación, en gran medida, alimentaron la psiquiatría, al mismo tiempo que las discusiones sobre la naturaleza y las condiciones de la degeneración interesaron a la política. Esta conexión permite entender cómo las profesionales integraron la medicina mental en Brasil. Las primeras cuatro décadas del siglo XX fueron de importantes alteraciones en la vida cotidiana de este campo, debido a las nuevas orientaciones que comenzaron a organizarlo en el país. Según Facchinetti et al., este periodo se caracterizó por el “paso de la hegemonía del alienismo francés a la psiquiatría alemana en las prácticas de los asilos del Distrito Federal” (Facchinetti et al., 2010, p. 734Facchinetti, Cristiana; Ribeiro, Andrea; Crús Chagas, Daiana; Sá Reis, Cristiane (2010), “No labirinto das fontes do Hospício Nacional de Alienados”, História, Ciências, Saúde-Manguinhos, 17(1), pp. 733-768. DOI: https://doi.org/10.1590/S0104-59702010000600031 ). Entre las principales modificaciones observadas, el énfasis en la profilaxis mental fue un elemento que marcó los nuevos enfoques de tratamiento y profilaxis de la enfermedad y esto se expresó, por ejemplo, en la creación de consultorios externos psiquiátricos. Sin embargo, la llegada de Getúlio Vargas (1882-1954)4Presidente de Brasil de 1930 a 1945 y de 1951 a 1954. al poder ejecutivo trajo importantes cambios en la dinámica de la psiquiatría nacional, en particular con la creación del Servicio Nacional de Enfermedades Mentales (SNDM)5Órgano institucional creado en 1941 con el objetivo de organizar la centralización de la atención a la salud mental en Brasil (Braga, 2013). en 1941, el cierre del Hospital Nacional de Alienados (HNA)6Primer hospicio de Brasil y principal institución de asistencia psiquiátrica en el siglo XIX y principios del XX (Engel, 2001). y la creación del Centro Psiquiátrico Nacional (CPN)7Era un complejo hospitalario centrado en la asistencia psiquiátrica, además de ser la institución heredera del HNA (Facchinet et al., 2010). en 1944.

En este amplio escenario institucional e intelectual, las primeras mujeres psiquiatras de Brasil iniciaron su carrera. Estos personajes desarrollaron estrategias y herramientas inéditas para su integración socioprofesional. Con perspicacia, hicieron posible que sus carreras se materializaran en tiempos en los que estas posibilidades se abrían, al mismo tiempo que eran todavía muy restringidas. Los marcadores sociales específicos que las definieron, las alianzas político-sociales que establecieron y las nuevas posibilidades sociales propuestas en esa temporalidad inauguraron con su llegada un nuevo momento en el campo médico psiquiátrico. Al fin y al cabo, ¿qué representaron para la historia de la medicina mental nacional?

Pensando en esto, el estudio histórico de Ludwik Fleck sobre la producción de hechos científicos y la dimensión social que organiza la ciencia (Fleck et al., 2005Fleck, Ludwik; Lowy, Ilana; Jas, Nathalie (2005), Genèse et développement d’un fait scientifique, Paris Les Belles Lettres.) ayuda a darse cuenta de que las psiquiatras Juana Mancusi de Lopes, Nise da Silveira, Hercília Rocha Pitta, Alice Marques dos Santos, Iracy Doyle, Eurydice de Magalhães Borges-Fortes y Ursulina Penteado Bueno pertenecían a la misma generación (Attias-Donfut et al., 2004Attias-Donfut, Claudine; Daveau, Philippe; Baillauquès, Simone (2004), “Génération”, Recherche & formation, 45(1), pp. 10-113. DOI: https://doi.org/10.3406/refor.2004.1895 ; Blavier, 2010Blavier, Pierre (2010), “La notion de génération en histoire”, Regards croisés sur l’économie, 7(1), pp. 44-46, [en línea], disponible en: http://www.cairn.info/revue-regards-croises-sur-l-economie-2010-1-page-44.htm, [consultado el 01-09-2023].) socioprofesional. Discutimos su formación y sus primeros años de desempeño profesional, con el fin de analizar cómo la formación académica que recibieron en la escuela de medicina jugó un papel fundamental para enseñarles a sentir y actuar de manera dirigida en relación con el estilo de pensamiento8En términos generales, son las disposiciones colectivas que atraviesan y dan forma a la manera en que un grupo particular (colectivo de pensamiento) ve el mundo (Fleck et al., 2005). que siguieron y que formó parte de las condiciones para su integración profesional.

En cuanto al material investigado, se utilizó el índice bibliográfico elaborado por el psiquiatra Walmor J. Piccinini9Anteriormente disponible en línea, el sito ha sido retirado desde entonces; el índice fue enviado personalmente por este psiquiatra a Valentine Mercier en la primavera de 2020., que referenció todos los artículos publicados en revistas brasileñas de psiquiatría desde sus lanzamientos hasta 2019. También se utilizaron los archivos de la Sociedad Brasileña de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal (SBNPML)10Principal institución especializada en medicina mental durante el siglo XX (Cerqueira, 2014). y el repositorio de tesis y disertaciones de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ)11Para más información, consulte: https://minerva.ufrj.br/F?RN=559967288 . Estos documentos permitieron identificar a las mujeres psiquiatras estudiadas. Luego, a partir de sus nombres, exploramos tres periódicos de la época. La elección se debe a la expansión numérica de las publicaciones periódicas junto con su mayor circulación, lo que permite interpretar ese espacio-tiempo. Desde los años setenta, los estudios sobre la prensa en Brasil se han consolidado considerablemente. “La prensa es, al mismo tiempo, objeto y sujeto de la historia brasileña” (Martins y Luca, 2008, p. 7Martins, Ana Luiza; Luca, Tânia Regina de (2008), História da imprensa no Brasil, Rio de Janeiro, Contexto.), por lo que entenderla como un medio por el que circula la información desde diferentes dispositivos y entre diferentes públicos es un camino pertinente para el análisis de las trayectorias en la medicina.

Por lo tanto, recogimos a través de esta documentación los susurros que permitieron elaborar una interpretación para la historia de estos siete psiquiatras en una perspectiva conjunta. Se seleccionaron tres de los principales periódicos que circulaban en el entonces Distrito Federal: Jornal do Commercio, Jornal do Brasil y Correio da Manhã. Estas fuentes, además de ser de amplia difusión, también presentaban una información considerable sobre las médicas analizadas. Además de estos, también movilizamos el Correio Paulistano, un periódico de São Paulo, fundado en 1854, porque aportó información importante sobre la Dra. Ursulina Penteado Bueno, que hizo carrera en la ciudad de São Paulo (SP). Las informaciones sobre las líneas editoriales de este material fueron extraídas del Diccionario Histórico-Biográfico Brasileño del Centro de Pesquisa e Documentação/Fundação Getúlio Vargas (CPDOC/FGV) y ayudan a comprender de forma panorámica las principales orientaciones de sus editores, redactores y colaboradores. Y, así, comprender de forma más precisa la información sobre los personajes que estudiamos.

En el siguiente artículo, investigamos los elementos de proximidad y de separación que atravesaron la trayectoria social de estas mujeres. Nuestro enfoque fue comprender sus procesos y experiencias de formación, acción, consolidación e integración profesional durante parte de la primera mitad del siglo XX en Brasil, una época de profundas transformaciones para las mujeres, con énfasis en Río de Janeiro y São Paulo. Presentamos una forma inédita de interpretar la historia de la psiquiatría brasileña: una historia agenciada y protagonizada por mujeres que construyeron ese conocimiento, pensando en su integración social y profesional. Evaluamos sus perfiles socioeconómicos, destacamos las condiciones externas que posibilitaron estas integraciones y, finalmente, estudiamos cómo estas carreras específicas repercutieron en los lugares que ocupaban las mujeres dentro de la sociedad durante este período; este fue el camino argumentativo que seguimos.

UN RETRATO DE GRUPO: ¿UN PERFIL SOCIOECONÓMICO ÚNICO COMO CONDICIÓN DE INTEGRACIÓN PROFESIONAL EN LA PSIQUIATRÍA?

 

Pusimos de relieve algunas relaciones socio-históricas establecidas por las psiquiatras analizadas mediante la recopilación de información sobre sus familias y sus trayectorias educativas hasta su ingreso en la universidad. Como la mayoría de ellas todavía son desconocidas por la historiografía, es imprescindible presentarlas de forma general. Todas ellas nacieron entre 1892 y aproximadamente 1911, en diferentes lugares como Río de Janeiro, Alagoas, São Paulo y Argentina. Estos datos son relevantes, porque nos permiten discutir los tránsitos recorridos en las trayectorias de estas mujeres. Entendemos que la pertenencia a una generación implica una cierta homogeneidad social, que posibilita experiencias ligadas a la mentalidad típica de una época. En nuestro caso, la proximidad de las fechas de nacimiento de las doctoras significa que crecieron en un contexto histórico similar, lo que es importante en lo que respecta, entre otras cosas, al acceso a la educación superior. A través del mapeo que realizamos, comprobamos el predominio de un mayor número de ellas en Río de Janeiro en el momento y esto nos informa cómo la dinámica político-geográfica se relaciona con esa temporalidad.

Vías de acceso a la Facultad

 

La documentación movilizada mostró que en general, este conjunto de personajes llegó a la Facultad de Medicina por vías similares. Las mujeres obtuvieron el derecho a cursar estudios superiores en Brasil en 1879 con la reforma de Leôncio de Carvalho12«§ 20. E’ facultada inscripção de que tratam os §§ 16, 17, 18 e 19 aos individuos do sexo feminino, para os quaes haverá nas aulas logares separados».. Sin embargo, las redes de escuelas públicas eran muy escasas. Las élites socioeconómicas locales elegían escuelas privadas para la educación primaria de sus hijas e hijos. Sin hablar de un determinado imaginario sociocultural que a menudo no asimilaba el espacio educativo de las mujeres como un espacio académico-intelectual, puerta de entrada al mundo público del trabajo. En ciertos segmentos sociales, se enfatizaba que la escolarización podía sustraerlas de sus funciones “naturales”, restringidas al hogar (Bassanezi y Pedro, 2013Bassanezi, Carla; Pedro, Joana Maria (2013), Nova história das mulheres no Brasil, São Paulo, Contexto.; Del Priore y Bassanezi, 1997Priore, Mary del; Bassanezi, Carla (1997), História das mulheres no Brasil, São Paulo, Contexto.). Las psiquiatras que estudiaron, para llegar a la universidad, se enfrentaron a retos como los que marcaron aquella época. Nise da Silveira estudió en el Colegio Santísimo Sacramento de Maceió, fundado en 1904 por hermanas francesas y dedicado a la educación primaria de niñas (Mello, 2014Mello, Luiz Carlos (2014), Nise da Silveira: Caminhos de Uma Psiquiatra Rebelde, Rio de Janeiro, Automatica Ed.). Como la mayoría de las instituciones privadas de la época, era una escuela católica. En cuanto a Alice Marques dos Santos, fue alumna del Colegio Altivo César, un maestro que creó esta escuela privada en su propia casa en la década de 1910 (Cruz, 2022Martins Da Cruz, Ygor (2022), Presença e participação feminina na psiquiatria brasileira: a trajetória da Dra. Alice Marques dos Santos (Rio de Janeiro, 1928-1964), Rio de Janeiro, Casa de Oswaldo Cruz-Fiocruz.). Sobre los demás, solo tenemos elementos sobre sus trayectorias educativas después de la escuela primaria.

El acceso a la educación superior era posible a través de dos vías principales. En primer lugar, para aquellos que hayan completado la escuela secundaria en el Colegio Pedro II, en Río de Janeiro, o en uno de los establecimientos públicos estatales equivalentes (Azevedo y Ferreira, 2006Freire, Maria Martha de Luna (2006), Mulheres, mães e médicos: discurso maternalista em revistas femininas (Rio de Janeiro e São Paulo, década de 1920), Rio de Janeiro, Casa de Oswaldo Cruz-Fiocruz.). Sin embargo, el primero vetó la inscripción de mujeres hasta 1922 (Azevedo y Ferreira, 2006Freire, Maria Martha de Luna (2006), Mulheres, mães e médicos: discurso maternalista em revistas femininas (Rio de Janeiro e São Paulo, década de 1920), Rio de Janeiro, Casa de Oswaldo Cruz-Fiocruz.), mientras que los otros tenían sus propias políticas en materia de la entrada de hombres y mujeres. Así, por ejemplo, Ursulina Penteado Bueno cursó la secundaria en el Gimnasio de Campinas, que admitía alumnas a partir de 190913 https://ihggcampinas.org/2019/04/02/culto-a-ciencia-arepublica-antecipada/ Es posible que, de este modo, Ursulina tuviera acceso a la educación superior gracias a la conclusión de la educación secundaria, al contrario que los demás. Les quedaban, por tanto, los exámenes preparatorios fragmentados, mediante los cuales podían obtener certificados de estudios secundarios reconocidos por la Unión (Bomeny, 2015Bomeny, Helena (2015), “Reformas Educacionais.”, Dicionário histórico-biográfico da Primeira República, Rio de Janeiro, Fundação Getúlio Vargas.).

Cinco de las siete psiquiatras aprobaron los llamados exámenes parciales14Eran pruebas que permitan acceder a cursos de educación superior (Dallabrida, 2009).. Nise da Silveira, en su testimonio, contó que había hecho exámenes preparatorios en el Liceo Alagoano (Mello, 2014Mello, Luiz Carlos (2014), Nise da Silveira: Caminhos de Uma Psiquiatra Rebelde, Rio de Janeiro, Automatica Ed.) antes de ingresar a la Facultad de Medicina de Bahía, donde se graduó en 1926. Sobre Alice Marques dos Santos, Eurydice de Magalhães Borges Fortes y Hercília Rocha Pitta, los artículos periodísticos de la época muestran que fueron convocadas a rendir sus exámenes en el Colégio Pedro II, durante los primeros años de la década de 1920. Por ejemplo, el Jornal do Brasil informaba, en su edición del 30 de noviembre de 1924, de que Alice Marques dos Santos había sido convocada para realizar exámenes preparatorios de Aritmética15Jornal do Brasil, edición 00288, 30 de noviembre de 1924,p. 8..

En cuanto a Iracy Doyle, su nombre no apareció en las convocatorias de los exámenes preparatorios. Sin embargo, pasan dos años entre el momento en que termina la Escola Normal y el momento en que ingresa en la Facultad de Medicina, y creemos que en este período se dedica a la preparación de los exámenes parcelados. En teoría, la reforma de Rocha Vaz de 1925 los habría suprimido. Sin embargo, las medidas adoptadas por el Congreso Nacional hicieron que la reforma no se aplicara en su totalidad y, como explica Helena Bomeny (Bomeny, 2015Bomeny, Helena (2015), “Reformas Educacionais.”, Dicionário histórico-biográfico da Primeira República, Rio de Janeiro, Fundação Getúlio Vargas.) en 1929 todavía había escuelas con exámenes preparatorios. El caso de Juana Mancusi de Lopes, al ser argentina, fue un poco diferente. Si consideramos las trayectorias educativas de las primeras médicas argentinas (Palermo, 2006Palermo, Alicia Itatí (2006), “El acceso de las mujeres a la Educación Universitaria”, Revista Argentina de Sociología, 4(7), pp. 11-46, [en línea], disponible en : http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1669-32482006000200002&lng=es&nrm=iso, [consultado en 01-09-2023].), parece que la finalización de la Escuela Normal en ese país daba acceso a la universidad. Sobre Juana, concretamente, no tenemos información sobre su trayectoria antes de la universidad. Sin embargo, si fue similar a las otras médicas que se graduaron en Argentina a principios del siglo XX, como creemos (Palermo, 2006Palermo, Alicia Itatí (2006), “El acceso de las mujeres a la Educación Universitaria”, Revista Argentina de Sociología, 4(7), pp. 11-46, [en línea], disponible en : http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1669-32482006000200002&lng=es&nrm=iso, [consultado en 01-09-2023].), es bastante probable que haya pasado por la Escuela Normal. Después, ella se formó en medicina en la Universidad de Buenos Aires, en 191616Archivo del Instituto Municipal Nise da Silveira, Fundo: Colônia do Engenho de Dentro, Série: Administração, Subsérie: Funcionários, Dossiê: Juana Mancusi de Lopes..

Para la mayoría de estas psiquiatras, la existencia de los exámenes parcelados era una brecha indispensable para poder ingresar a la Facultad de Medicina, ya sea en Bahía o en Río de Janeiro, donde estudiaron. Los varios intentos fallidos de suprimir estos exámenes durante la República demostraron que no solo ellas se beneficiaban de este sistema. Sin embargo, para ellas, aparte de los pocos lugares donde podían asistir a la escuela secundaria, estos exámenes eran la única forma de acceder a la educación superior. El hecho de que la mayoría haya pasado por este proceso mostró cómo lograron apropiarse de las políticas públicas, en este caso, no de salud, sino del sistema educativo para ingresar a la carrera de psiquiatría. Además, estas trayectorias también informaron de la clase social de estas mujeres, porque describían algunas de las posibilidades que se inscribían en los imaginarios y horizontes de estos personajes socioeconómicamente privilegiados como veremos a continuación.

Mujeres de la élite socioeconómica

 

Durante la primera República, las tasas de analfabetismo rondaban el 75 % de la población (Mourão y Gomes, 2014Mourão, Alda; de Castro Gomes, Angela (2014), A experiência da Primeira República no Brasil e em Portugal. 1. Coimbra, Imprensa da Universidade de Coimbra. DOI: https://doi.org/10.14195/978-989-26-0862-4.). En el caso de las mujeres, esta cifra era mayor. Además, la preparación de los exámenes mediante iniciativas implicaba una situación cómoda. Así, a pesar de los pocos datos concretos sobre las familias de los psiquiatras, el hecho de que alcanzaran este nivel de formación permite pensar que formaban parte de una élite social escolarizada. En este caso, la única que parecía escapar al patrón de la familia rica era Iracy Doyle. De hecho, las notas biográficas sobre ella informan de que era una chica de “origen modesto” (Piccinini, 2010Piccinini, Walmor J. (2010), “Iracy Doyle Ferreira (1911-1956)”, Psychiatry On Line Brazil, 15(1), [en línea], disponible en: https://www.polbr.med.br/ano10/wal0210.php, [consultado el 01-09-2023].). Su madre era maestra de primaria y viuda, y Doyle también trabajó en la enseñanza antes de estudiar medicina. Si consideramos la clase social, en general, de las mujeres normalistas, es posible que Iracy Doyle perteneciera a la clase media o media-alta de Río de Janeiro.

¿Mujeres blancas?

 

Para finalizar este retrato social del grupo, destacamos el marcador racial. Es difícil, sin fotos o registros formales que discriminen la etnia/raza, identificar el color de la piel de las personas solo por sus nombres y algunos datos biográficos. Tenemos fotografías de Alice Marques dos Santos, Nise da Silveira e Iracy Doyle que nos permiten afirmar que eran mujeres blancas. Hercília Rocha Pitta, en cambio, es una mujer negra, como muestran los registros de las revistas de la época y sus fotografías. Este dato es muy interesante, la trayectoria de la futura doctora “color bronce”17A Casa, edición 0272, enero de 1947, p. 79., que merece un estudio detallado, muestra cómo, además de romper la barrera del género, también traspasó los límites raciales establecidos en aquella época.

En cuanto a las demás, suponemos que también eran mujeres blancas por razones estadísticas. La tasa de alfabetización de la población negra era considerablemente inferior a la media nacional debido a la falta de acceso a la educación, las desigualdades estructurales obstaculizaban la llegada de los negros a la universidad (Romão, 2005Romão, Jeruse (2005), História da educação do negro e outras histórias, Brasília, Ministério da Educação, Secretaria de Educação Continuada, Alfabetização e Diversidade.). De acuerdo con la intersección entre género y raza, las oportunidades para que una mujer negra estudiara medicina en estas décadas eran muy escasas, hecho que constituyó a Hercília Rocha Pitta como una excepción. No es posible afirmar con exactitud que Juana, Eurydice y Ursulina fueran mujeres blancas, ya que el descubrimiento de documentos referidos a Hercília puso de manifiesto que era una mujer negra. Sin embargo, suponemos que estas tres, además de componer una élite socioeconómica, eran mujeres blancas.

El grupo estudiado era extremadamente homogéneo desde el punto de vista social. Estas mujeres eran muy parecidas y tuvieron trayectorias similares hasta llegar a la universidad. Si la llegada de las mujeres a la psiquiatría fue una novedad, esta diversidad de género estuvo acompañada de poca diversidad socioeconómica o racial y étnica. En general, el perfil de los estudiantes de medicina sigue siendo masculino, blanco y de clase alta. Si las mujeres que entraron en la Faculdade de Medicina do Rio de Janeiro (FMRJ) iniciaron un proceso de alteración del sistema de género, sus perfiles similares con excepción de una mujer negra, indicaban la dificultad que la población brasileña, en general, tenía para transformarse y, específicamente, en relación con los grupos raciales identificados como negros y pardos. Por lo tanto, los debates sobre la mejora de las condiciones de estos grupos estaban muy presentes en la agenda de las organizaciones negras que se estaban formando en esa misma época (Fonseca y Barros, 2016Fonseca, Marcus Vinícius; Pombo de Barros, Surya Aaronovich (2016), A história da educação dos negros no Brasil, Niterói, Universidade Federal Fluminense. ; Domingues, 2007Domingues, Petrônio (2007), “Movimento negro brasileiro: alguns apontamentos históricos”, Tempo, 12(23), pp. 100-122. DOI: https://doi.org/10.1590/S1413-77042007000200007 ).

LOS PASOS OBLIGATORIOS PARA SER PSIQUIATRA: LAS CONDICIONES OBJETIVAS DE INTEGRACIÓN EN LA PROFESIÓN

 

Facultades, concursos, pasantías

 

Desde su llegada a las facultades de medicina hasta el inicio de sus actividades profesionales, las trayectorias de estos personajes se caracterizaron por un conjunto de especificidades individuales y compartidas. No está de más considerar la legislación vigente sobre la organización educativa brasileña y, por tanto, sobre estos cursos, ya que interferían directamente en su vida cotidiana y en su posibilidad legal y jurídica de ingresar e integrar la profesión. En sí, la finalización de la carrera de medicina, con la graduación y la obtención de un diploma, tenía repercusiones según los decretos y leyes que se establecían en el ámbito de actuación de las futuras médicas y conformaban las condiciones para su integración.

Cinco de los siete personajes cuyas vidas pretendemos investigar se graduaron en el entonces Distrito Federal. El 7 de septiembre de 1920, mediante el decreto número 14.343Brasil. Presidência da República (1920), Decreto no 14.343, de 07 de setembro de 1920. Institue a Universidade do Rio de Janeiro. Diário Oficial da União., la Universidad de Río de Janeiro fue creada por el Presidente de la República de los Estados Unidos de Brasil, Epitácio Pêssoa. La institución recién creada incluía las facultades de Medicina, Derecho y la Escuela Politécnica, situadas en la ciudad de Río de Janeiro. Graduadas en, respectivamente, 1931, 1933, 1934, 1935 y 1937, Hercília Rocha Pitta, Alice Marques dos Santos, Eurydice de Magalhães, Iracy Doyle y Ursulina Penteado Bueno, más que estudiantes de la histórica Facultad, pertenecían a la Facultad de Medicina de la Universidad de Río de Janeiro. Fueron protagonistas de dinámicas y lógicas inéditas que comenzaron a orientar la educación brasileña, incluida la educación superior, ahora guiada por perspectivas universitarias.

En 1925 se produjo un importante proceso de reformulación de la enseñanza secundaria y superior en Brasil. Firmada por el entonces presidente de la República, Arthur da Silva Bernardes, la reforma (decreto n. 16.782-A, de 12/01/1925Brasil. Presidência da República (1925), Decreto no 16.782-A, de 13 de janeiro de 1925. Estabelece o concurso da União para a diffusão do ensino primario, organiza o Departamento Nacional do Ensino, reforma o ensino secundario e o superior e dá outras providencias. Diário Oficial da União. ) preveía la creación del Departamento Nacional de Educación que, vinculado al Ministerio de Justicia y Asuntos Internos, se convertía en el órgano responsable de regular la educación en el país. En relación con el curso de medicina, la dinámica de la formación comenzó a producirse en tres momentos: el curso fundamental, que duraba tres años, era una especie de “ciclo básico” centrado en los contenidos y disciplinas responsables de fundamentar la ciencia médica (por ejemplo: física, química, biología, anatomía, fisiología, histología); el curso general de aplicación, que comprendía el cuarto y quinto año de medicina, se refería a la formación más general en el ámbito médico (por ejemplo: clínica médica propedéutica, anatomía patológica, higiene, medicina legal); y el curso de aplicación especializada, que tenía lugar en el último año de la carrera, se centraba en la especialización (con la posibilidad de elegir una especialidad clínica, generalmente en esta época los médicos optaban por la clínica psiquiátrica como carrera). Fue dentro de este corte cronológico que cinco de las siete psiquiatras, Hercília, Alice, Eurídice, Iracy y Ursulina, se incorporaron a esa institución. Graduada en 1931, Hercília da Rocha Pitta puede no haberse visto afectada por una más de las reformas que llegaron a la Escuela. Entre los cambios, el decreto n. 19.851 del 11/4/1931Brasil. Presidência da República (1931), Decreto no 19.852, de 11 de abril de 1931. Dispõe sobre a organização da Universidade do Rio de Janeiro. Diário Oficial da União. pasó a prever la necesidad de cursos libres centrados en aspectos vinculados al curso de medicina y/o a temas de ciencia articulados a la medicina, además de cursos de perfeccionamiento para la aplicación de conocimientos relativos al campo. No por casualidad, la edición 11564 del Correio da Manhã (20/08/1932) informaba de un curso de extensión, perfeccionamiento y especialización universitaria sobre el tono nervioso, el tono muscular y las contracturas, impartido por el profesor Miguel Ozorio de Almeira, de la Escuela Superior de Agricultura y Veterinaria de la Universidad de Río de Janeiro. La lista incluye los nombres de las entonces doctorandas Alice Marques dos Santos y Eurydice de Magalhães (que, en aquel momento, estaban en su quinto año de medicina y, por tanto, a punto de elegir la psiquiatría como especialidad de actuación) y también de la estudiante Iracy Doyle, que estaba en su tercer año. Como criterio indispensable para la formación, Alice y Eurydice también estaban en la lista del curso de perfeccionamiento sobre equilibrio ácido-base, impartido por el Dr. José Carneiro Felippe del Instituto Oswaldo Cruz y publicado en el número 00202 del Jornal do Brasil (15/08/1932). El proceso de integración de los psiquiatras en la profesión pasó, pues, por el cumplimiento de las nuevas exigencias académicas del plan de estudios. Se adaptaron y, al mismo tiempo, la participación en dichos cursos de especialización favoreció la constitución de redes útiles, mezclando estudiantes de diferentes niveles y situándolos frente a otros profesores.

Tesis, artículos y temas de investigación: ¿qué opciones científicas?

 

Es posible ver cómo la educación médica fue realmente, en el caso de estas mujeres, un “impulso hacia” (Fleck et al., 2005Fleck, Ludwik; Lowy, Ilana; Jas, Nathalie (2005), Genèse et développement d’un fait scientifique, Paris Les Belles Lettres.) la psiquiatría. Si las reformas educativas indicaron el inicio de sus vínculos con colectivos de pensamiento específicos, sus elecciones y opciones temáticas de estudio reforzaron esta inmersión y son testigos de sus estrategias de integración. Se sabe que la defensa de la tesis era optativa en el caso de las carreras de medicina, que contaban con un reglamento interno para la formación de tribunales de defensa, por ejemplo. Sin embargo, después de graduarse, el estudiante recibía el título de doctor si optaba por tratar un tema “de carácter técnico o puramente científico” ante un tribunal examinador especializado. Parece que la mayoría de los estudiantes optaron por la defensa como parte de un procedimiento constitutivo al principio de su experiencia profesional. En este caso, se informa de que al menos cinco de las siete doctoras decidieron hacerlo. De hecho, Juana Mancusi de Lopes, Nise Magalhães da Silveira, Hercília Rocha Pitta, Alice Marques dos Santos y Eurydice de Magalhães presentaron y defendieron trabajos que les confirieron el título académico de “doctora”. Todavía no hemos encontrado referencias sobre las doctoras Iracy Doyle y Ursulina Penteado Bueno. Creemos, sin embargo, que es posible que ambos hayan escrito tesis, porque, como hemos dicho, aunque no era obligatorio, era una práctica común entre los estudiantes de medicina. Específicamente, en relación con Doyle esta evidencia es muy concreta, pues se sabe que fue una académica impecable y todos sus datos biográficos indicaban que los elementos y rituales propios de las carreras académico-científicas atravesaban su particular trayectoria (por ejemplo: tesis de libre disposición, tesis para profesor titular). Se observa, por tanto, que estas médicas estaban coaccionadas, en cierto modo, por el propio funcionamiento de ese estilo de pensamiento, la psiquiatría, al que estaban vinculados y se encontraban, a lo largo de los años veinte y treinta, en proceso de iniciación.

Desde esta perspectiva, es conveniente destacar que los primeros momentos de estas carreras tuvieron lugar en un entorno científico muy paradigmático en cuanto a la constitución de una psiquiatría institucionalizada, reconocida y legitimada en Brasil. Según Cristiana Facchinetti y Pedro Muñoz, Juliano Moreira puede ser visto como un símbolo de inflexión entre la medicina mental brasileña y la germánica, que estimuló esta interacción. Poco a poco, desde el cambio del siglo XIX al XX, se observó la pérdida de espacio de la enseñanza francesa a la alemana, por ejemplo, en la Facultad de Medicina de Río de Janeiro. Al mismo tiempo, el perfil profesional de los médicos, cada vez más especializado y, en muchos casos, interesado en la salud pública, junto con los diálogos que la psiquiatría comenzó a establecer con la medicina social y las ciencias experimentales, sortearon nuevas configuraciones teóricas y prácticas para este ejercicio profesional. Hubo un proceso de expansión de la psiquiatría alemana en Brasil, caracterizado por el experimentalismo y el organicismo. La instalación de laboratorios experimentales destinados a un conjunto de nuevos exámenes y procedimientos clínicos (punciones, exámenes citológicos, serología), la inclusión de nuevas terapias (retirada de rejas y camisas de fuerza, internamiento voluntario, adopción de la clinoterapia y la balneoterapia), el cambio y la ampliación del cuadro profesional (con médicos de renombre que refrescaron y actualizaron las prácticas y el día a día del HNA), la ampliación de la preocupación con la producción académica (congresos, publicaciones, revistas especializadas, sociedades científicas) revelaron este cambio teórico (Facchinetti y Muñoz, 2013Facchinetti, Cristiana; Muñoz, Pedro Felipe Neves de (2013), “Emil Kraepelin na ciência psiquiátrica do Rio de Janeiro, 1903-1933”, História, Ciências, Saúde-Manguinhos, 20(1), pp. 239-262. DOI: https://doi.org/10.1590/S0104-59702013000100013 ). Ciertamente, todo este proceso tuvo un intenso impacto en las decisiones que tomó el alumnado que se graduó en este entorno. Si se entiende, como propuso Fleck, que la ciencia es una práctica colectiva organizada a través de afiliaciones a determinados círculos y, por tanto, colectivos de pensamiento, se pueden percibir estas dinámicas y reorientaciones a través de los títulos abordados en algunas de las tesis de las doctoras que analizamos. Os corpos redutores do líquido cefalo-racheano especialmente nas doenças mentaes de Juana Mancusi de Lopes (1920), Do reflexo pilomotor e sua pesquisa nas doenças nervosas de Hercília Rocha Pitta (1931), Sobre um novo método de diagnóstico de lues nervosa de Alice Marques dos Santos (1933), La Neuromielitis epidémica (Enfermedad de Austregésilo) de Eurydice de Magalhães (1934), en mayor o menor medida, revelaron un cierto interés por los aspectos relacionados con la organización constitucional entre las partes del cuerpo, incluida la mente, propios del organicismo, en particular el defendido por Kraepelin. Esto también se observó en la tesis de enseñanza libre La terapia convulsiva eléctrica en las enfermedades mentales (1942) de Iracy Doyle y en algunas elecciones temáticas realizadas por estas mujeres en sus artículos y presentaciones de trabajos, como la selección de determinadas enfermedades (sífilis, meningitis, neuritis hipertrófica, afasia, epilepsia) y el interés por investigar cuestiones relacionadas con la criminalidad, la mujer, la infancia.

En cuanto a la especialización en la investigación relativa a la mujer y la infancia, es importante destacar el creciente interés por estos temas, que apareció en la continuidad del movimiento higienista. Algunas investigaciones (Abrão, 2011Ferreira Abrão, Jorge Luís (2011), “As contribuições de Júlio Pires Porto-carrero à difusão da psicanálise de crianças no Brasil nas décadas de 1920 e 1930”, Memorandum: Memória e História em Psicologia, 20(1), pp. 123-134, [en línea], disponible en: https://periodicos.ufmg.br/index.php/memorandum/article/view/6627, [consultado en 01-09-02023]., 2020Ferreira Abrão, Jorge Luís (2020), “Os primórdios da psiquiatra infantil e seus reflexos no Brasil.”, Memorandum: Memória e História em Psicologia, 37(1), DOI: https://doi.org/10.35699/1676-1669.2020.14698; Ribeiro, 2006Ribeiro, Paulo Rennes Marçal (2006), “História da saúde mental infantil: a criança brasileira da Colônia à República Velha”, Psicologia Em Estudo, 11(1). DOI: https://doi.org/10.1590/S1413-73722006000100004 ) muestran cómo el cuidado de los niños fue parte de las soluciones para mejorar la sociedad en su conjunto, y cómo la salud del niño pasó por la investigación de su salud mental y la educación de las madres como formadoras de los futuros ciudadanos (Freire, 2014Freire, Maria Martha de Luna (2014), “Higienizando corpos e mentes. Maternidade, ciência e cultura no Brasil nas primeiras décadas do século XX”, 29° Reunião Brasileira de Antropologia, Natal, [en línea], disponible en: http://www.29rba.abant.org.br/resources/anais/1/1402013298_ARQUIVO_artigoenviado29RBA.pdf, [consultado el 01-09-2023]. ; Abreu Junior y Carvalho, 2012Abreu Junior, Laerthe; Carvalho, Eliane (2012), “Relações entre educação, higienismo, moral e patriotismo na I Conferência Nacional de Educação (1927)”, Revista HISTEDBR On-line, 12(45), pp. 62-77. DOI: https://doi.org/10.20396/rho.v12i45.8640136 ). Por ello, la salud de las mujeres y las cuestiones específicas de estas han cobrado mayor importancia. Aunque eran temas de investigación que abordaban los hombres, las mujeres podían argumentar su legitimidad para dedicarse a esos temas, favoreciendo así su integración dentro de la psiquiatría. No por casualidad, Nise da Silveira defendió una tesis (Da Silveira, 1926Da Silveira, Nise (1926), Ensaio sobre a criminalidade da mulher no Brasil, Salvador de Bahía, Universidade de Bahía.) sobre la criminalidad de las mujeres en Brasil. Además de que la cuestión de la naturaleza de la diferencia entre los sexos era un debate importante en la época dentro de la antropología, vinculada a la medicina legal, la tesis cuestionaba cuestiones como la forma en que las condiciones sociales por las que pasaban las mujeres influían en el tipo de delito cometido, o cómo las mujeres llegaban a cometer infanticidio.

En cuanto a los trabajos sobre la infancia, podemos citar por ejemplo el artículo de Iracy Doyle sobre “Psiquiatría infantil en Estados Unidos” (Doyle, 1946Doyle, Iracy (1946), “A psiquiatria infantil nos Estados Unidos”, Arquivos de Neuro-Psiquiatria 4(1), pp. 72-84. DOI: https://doi.org/10.1590/S0004-282X1946000100012 ). Así, el creciente interés por estos temas dentro del campo de la salud puede verse como una oportunidad de integración para las mujeres, cuyo trabajo, sin embargo, no se limitaba a estas cuestiones. Estas mujeres se apropiaron de estos temas porque vieron en ellos huecos para poder desarrollar sus acciones con más “legitimidad” de la que tendrían si tuvieran que competir con los psiquiatras varones -no es que no lo hicieran, pero esto, en general, ocurrió cuando estaban integradas en sus carreras.

Así, dentro del mosaico de conceptos, teorías e ideas de la psiquiatría de la época (organicismo, biotopología, endocrinología, psicoanálisis, eugenesia y neurología), la elección para los que crecían era un factor de mayor integración, mostrando por parte de las psiquiatras la voluntad de insertarse en los debates más actuales de la profesión. Otros, relativos a la infancia y a la mujer, también se inscriben en esta dinámica, al tiempo que sugieren que la mayor atención dirigida a los niños abrió un espacio para las mujeres y contribuyó a sus posibilidades de integración dentro de la psiquiatría. Por un lado, la especialización en el tratamiento de mujeres y niños las mantenía en un papel de género restringido; por otro, les abría oportunidades profesionales inéditas en las que adquirir legitimidad sería más accesible.

Clínicas privadas, ambulatorios, nominación en los servicios: ¿qué elecciones institucionales y administrativas han hecho?

 

En relación con sus trayectorias institucionales y administrativas, es interesante indicar las elecciones realizadas por estas mujeres para su integración en la profesión. Los periódicos de la época informaban a menudo de los “espacios de la ciencia” (Dantes, 2001Dantes, Maria Amelia (2001), Espaços da Ciência no Brasil: 1800-1930, Rio de Janeiro, Editora Fiocruz.) por los que pasaban. Era habitual que en esta documentación se presentaran concursos, puestos públicos, información sobre hospitales, centros médicos y oficinas, por lo que la investigación en ella ayudó a comprender cómo funcionaban estos movimientos e inmersas en qué contexto sociocultural fueron procesadas. Un rasgo común, perceptible entre las elecciones que hicieron los personajes, fue la función pública como una especie de “puerta de entrada” a sus actividades en el ámbito psiquiátrico. Márcia Regina Barros da Silva e Isabella Bonaventura da Silva, al analizar la presencia femenina en la medicina paulista entre el cambio de siglo XIX y los primeros años del siglo XX, defendieron cómo la circulación femenina no fue el resultado inmediato de una causa general, sino que incluso fue algo demandado por la comunidad médico-científica que, en formación y actualización, se articuló a los proyectos políticos y sociales de aquel momento, como ya mencionamos.

Es posible ver que durante las décadas de 1920, 1930 y 1940 hubo un cierto esfuerzo por parte de los psiquiatras en estudio para lograr nombramientos en las carreras públicas. Por ejemplo, Juana Mancusi de Lopes fue médica ginecóloga en la Colonia de Psicópatas, asistente de la cátedra de Clínica Obstétrica de la FMRJ, profesora de la Escuela de Enfermeras Alfredo Pinto (en el Hospicio Nacional de Alienados), médica del Departamento Nacional de Salud; Nise da Silveira y Alice Marques dos Santos superaron concursos públicos para ser nombradas psiquiatras titulares; Iracy Doyle y Eurydice superaron un concurso de enseñanza libre; en 1944, en las noticias sobre el Hospital Juqueri, Ursulina Penteado Bueno aparecía como “jefa de los pabellones para chicos anormales”18¡Vamos Lêr!, edición 0434, 23 de noviembre de 1944, p. 52., etc. Además de la estabilidad financiera de los cargos públicos en esta época, el hecho de ocupar un puesto en un concurso público significaba que, mínimamente, desde el punto de vista del contenido intelectual, esas personas podían ejercer su profesión después de pasar por una disputa, normalmente muy feroz, entre compañeros. Hubo una intensa preparación basada en los contenidos principales de las disciplinas requeridas y exigidas en los edictos. Se supone que la participación femenina en los concursos públicos de principios de siglo y en el caso concreto de la medicina psiquiátrica, en cierta medida, inició una dinámica de confrontación con la hegemonía masculina característica de esa profesión en la época. Además, los principales nombres de la medicina psiquiátrica se encontraban generalmente en instituciones públicas. En este sentido, las sociabilidades posibilitadas en estos espacios permitieron consolidar acercamientos más estrechos e intensos en la dirección de concretar afiliaciones a estilos de pensamiento a través de los vínculos con estos grupos. Es posible indicar que, en el caso de las psiquiatras analizadas, la búsqueda de esas posiciones públicas fue una estrategia ampliamente movilizada como forma de inserción en el medio profesional e intelectual de la época.

En cuanto a las estrategias profesionales, es conveniente indicar otros elementos y mecanismos que fueron desencadenados por las médicas como forma de repercutir sus acciones dentro de la psiquiatría. De las siete, al menos cinco trabajaban en consultas privadas, como muestran los anuncios que publicaron en los periódicos19Correio da Manhã, Edição 11887, Sexta-feira, 1 de Setembro de 1933, p. 13; Diário de notcias, Edição 08117, Terça-feira, 12 de abril de 1949, p. 13; Diário de notcias, Edição 12718, Domingo 6 e Segunda-feira, 7 de Agôsto de 1967, p. 48; Correio da Manhã, Edição 13640, Quarta-feira, 26 de abril de 1939, p. 9; Correio da Manhã, Edição 14834, Domingo, 14 de Março de 1943, p. 3; Correio Paulistano, Edição 26556, Domingo, 4 de Outubro de 1942, p. 7. . No se puede obviar que, en el ámbito del estudio, estos eran un elemento esencial. En cierto modo, los anuncios y su lenguaje se reformularon para esta prensa que se estaba desarrollando y empezó a tener nuevos significados antes de esta producción (Martins y Luca, 2008Martins, Ana Luiza; Luca, Tânia Regina de (2008), História da imprensa no Brasil, Rio de Janeiro, Contexto.). El valor de los anuncios debe ser visto como un elemento fundamental. En general, el precio de estos anuncios no era bajo, sobre todo en las publicaciones periódicas de gran tirada (Martins y Luca, 2008Martins, Ana Luiza; Luca, Tânia Regina de (2008), História da imprensa no Brasil, Rio de Janeiro, Contexto.) como las que aquí se analizan. Sin embargo, al ser una forma más de hacer circular el nombre de las doctoras dentro de la sociedad médica, en particular, y sobre todo de la sociedad general, era una especie de “inversión” cuyo alto valor se esperaba que diese respuestas considerables para la carrera de los personajes y les ha aportado un rendimiento socio-financiero (Sant’anna, 1997Bernuzzi de Sant’anna, Denise (1997), “Propaganda e história: antigos problemas, novas questões”, Projeto História, 14(1), pp. 89-112, [en línea], disponible en: https://revistas.pucsp.br/index.php/revph/article/view/11237, [consultado en 01-09-2023].).

La presencia y la periodicidad de estos anuncios proporcionaron más pistas sobre su pertenencia socioeconómica. Además, las audiencias de los periódicos ayudaron a delimitar a qué público pretendían llegar las psiquiatras con sus anuncios. En general, el principal público objetivo al que intentaban llegar las médicas era el de las clases medias que, como se ha dicho, empezaban a consumir, cada vez más, los contenidos difundidos por periódicos y revistas en un proceso de rápida expansión. En cierto modo, una de las condiciones de las posibilidades de las mujeres para actuar como psiquiatras en los consultorios fue el resultado de estos nuevos hábitos de las clases medias, gracias a los cuales pudieron atraer a su clientela. Al igual que los médicos del Pabellón de Observación, que “consultas privadas y también se agrupaban para abrir clínicas y sanatorios, con el objetivo de aumentar sus ingresos, lo que se puede ver en varios anuncios en los periódicos de la época” (Mathias, 2017, p. 82Mathias, Cátia Maria (2017), O Pavilhão de Observação na psiquiatria do Distrito Federal: a gestão de Henrique Roxo (1921-1945), Rio de Janeiro, Casa de Oswaldo Cruz-Fiocruz.), la mayoría de las psiquiatras que estudiamos hicieron de esto una práctica común. Es cierto que el hecho de ejercer en consultorios privados e incluso de ser propietarias de los mismos o de clínicas privadas reforzaba la pertenencia socioeconómica de estos personajes, ya que la publicidad en los periódicos, la adquisición y el mantenimiento de estas instituciones no eran baratos ni accesibles para el nivel general de la sociedad brasileña de la época. Si la sociedad abrió nuevas posibilidades para las mujeres en el ámbito de la salud, estas seguían estando muy ligadas a criterios socioeconómicos restringidos.

Así, al operacionalizar las herramientas que posibilitaron sus carreras y a través de las brechas que les proporcionó el sistema social de género, el inicio de la carrera de estas doctoras no rompió con la lógica androcéntrica que estructuró las ciencias biomédicas desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX, “lo que ocurrió fue un acomodo de la presencia femenina dentro de ella” (Vanin, 2013, p. 29Vanin, Iole Macedo (2013), “Formação, atuação e produção intelectual das médicas da Faculdade de Medicina da Bahia (1879-1949)”, Revista Feminismos, 1(2), [en línea], disponible en: https://periodicos.ufba.br/index.php/feminismos/article/view/29969/17719, [consultado en : 01-09-2023].). Así, en los años treinta, las posibilidades de integración que se abrieron para las mujeres en la psiquiatría no se tradujeron, en un principio, en una transformación radical de la profesión.

LOS REQUISITOS IMPLÍCITOS PARA SER PSIQUIATRA: ENTRE LA OBLIGACIÓN ACADÉMICA Y LA INTEGRACIÓN SOCIAL

 

Además de que el ejercicio de la psiquiatría como práctica profesional estaba marcado por pasos legales obligatorios que se referían a la formación y a la inserción en espacios donde podían actuar como tales, las psiquiatras se integraban y legitimaban a través de la adopción de hábitos comunes en la profesión y de la presencia en espacios tomados como polos de sociabilidad y reconocimiento entre esa comunidad específica. Así, al mismo tiempo que estos espacios favorecían la integración profesional, de forma casi obligatoria, si no oficialmente, al menos de forma implícita, también proporcionaban oportunidades de integración social, en el sentido de ocupar, para las mujeres, un lugar inédito dentro de la sociedad.

Sociedades científicas: legitimación mediante la pertenencia a grupos académicos activos y reconocidos

 

Entre estos espacios, las sociedades científicas ocupan un lugar destacado. La Sociedad Brasileña de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal (SBNPML), en particular, tuvo un papel preponderante en la creación de un espíritu de cuerpo en la profesión, en la creación de un sentimiento de pertenencia a una agrupación profesional, con los mismos estilos de pensamiento, preocupaciones similares e influencias comunes. Creada en 1907, la Sociedad alentaba precisamente “la formación de un nuevo perfil profesional de alienistas que, además de asistir a los individuos considerados ‘alienados’, deberían desarrollar investigaciones sobre la etiología y el tratamiento de ‘enfermedades mentales y trastornos nerviosos’”. Para las psiquiatras estudiadas, la asistencia a esta Sociedad era sin duda una forma de encajar en este perfil y obtener así la legitimidad necesaria para ser reconocidas como miembros de la profesión. En este sentido, la pertenencia a esta Sociedad puede pensarse como un “prerrequisito” tácito para la aceptación en el campo de la psiquiatría, como una obligación social aunque no fuera una obligación oficial. Entre las siete psiquiatras que fueron objeto de nuestro interés, cinco eran miembros efectivos de la Sociedad Brasileña de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal: Alice Marques dos Santos, Nise da Silveira, Eurydice de Magalhães Borges Fortes, Iracy Doyle y Juana Mancusi de Lopes. Además, Hercília Rocha Pitta participaba asiduamente en las actividades del Centro Médico de la Policlínica de Botafogo, Iracy Doyle era también miembro de la Sociedad de Medicina y Cirugía, y Juana participaba activamente en la Liga Brasileña de Higiene Mental. A lo largo de su carrera, todas se incorporaron a estas agrupaciones profesionales como parte de sus actividades diarias. Al mismo tiempo, muchos miembros de estas sociedades desarrollaron otras actividades, políticas, periodísticas, artísticas, etc., y el contacto con ellos supuso una considerable expansión de las redes de las psiquiatras más allá de su estricto espacio profesional.

Viajar por el país y el extranjero: ¿un hecho común entre los psiquiatras, excepcional entre las mujeres?

 

Además de formar parte de sociedades científicas vinculadas a la medicina y a la psiquiatría, como parte de las obligaciones sociales para entrar en la carrera de psiquiatría, las psiquiatras estudiadas también viajaron al menos en Brasil y algunas también en el extranjero. Pensamos en estos viajes, primero, como una estrategia específica de las mujeres. Sin embargo, la práctica de viajar parecía realmente una norma, un hábito común entre todos los psiquiatras, que también tiene que ver con sus perfiles sociales. Por lo tanto, nos parece que, como en el caso de la pertenencia a sociedades científicas, los viajes constituían una etapa socialmente obligatoria a la que las psiquiatras se ajustaban a la hora de construir sus carreras. Dos de las psiquiatras viajaron a otro estado en el momento de iniciar sus estudios, Nise da Silveira acompañada por un grupo de jóvenes bien conocidos por la familia; y desconocemos las condiciones de viaje de la segunda, Ursulina Penteado Bueno, salvo que probablemente se trasladó de São Paulo a Río de Janeiro por falta de plazas en su ciudad de origen (Silva, 2001Silva, Márcia Regina Barros da (2001), “O ensino médico em São Paulo e a criação da Escola Paulista de Medicina”, História, Ciências, Saúde-Manguinhos, 8(3), pp. 541-566. DOI: https://doi.org/10.1590/S0104-59702001000400003 , 2002Silva, Márcia Regina Barros da (2002), “O ensino médico em debate: São Paulo-1890 a 1930”, História, Ciências, Saúde-Manguinhos, História, Ciências, Saúde-Manguinhos, 9(1), pp. 139-159. https://doi.org/10.1590/S0104-59702002000400007 ).

En cuanto a los viajes internacionales, tres de las siete psiquiatras estudiadas viajaron a otro país durante el periodo estudiado. En el caso de Juana Mancusi, el motivo principal del viaje parece haber sido la boda y es posible que haya viajado junto a su marido. Para los otros dos psiquiatras que viajaron al extranjero la situación fue diferente, ya que lo hicieron en un contexto académico, sin familiares ni marido, gracias a sus competencias exclusivamente. Eurydice de Magalhães, primero, ganó un concurso para participar en una “embajada universitaria” a Portugal, en 1933. Los artículos que anunciaban la noticia hacían hincapié en el hecho de que una mujer había sido seleccionada, resaltando así el carácter excepcional de esta delegación brasileña: “La embajada universitaria llevará así a Portugal la gracia y la cultura de la mujer brasileña, en representación de la becaria universitaria”20A Nação, edición 00210, 15 de Septembre de 1933, p. 3. , mientras que no se dice nada específico sobre el otro estudiante seleccionado. En cuanto a Iracy Doyle, viajó cuando ya era profesora del IPUB, en el marco de los programas de intercambio organizados por el Instituto Brasil-Estados Unidos. Creado en 1937, fue uno de los instrumentos de la diplomacia cultural entre los dos países, en el marco de la política de “buena vecindad” del presidente estadounidense Roosevelt. En el caso de la psiquiatría, correspondió a un momento en el que la psiquiatría brasileña comenzó a ser influenciada por la ciencia norteamericana, más que por la europea, la alemana en particular. En este caso, fue el contexto internacional y las oportunidades que este abrió lo que permitió a Iracy Doyle apropiarse de la oportunidad de especializarse en el extranjero.

Por lo tanto, podemos decir que el contexto académico representó un medio para que estas mujeres viajaran. Entrar en este mundo de la psiquiatría institucional y académica les ha dado oportunidades que probablemente no habrían tenido en otro entorno. Al mismo tiempo, estos viajes en un contexto académico proporcionaron un marco institucional para organizar y justificar los viajes (Perrot, 1991Perrot, Michelle (1991), “Sair”. En: Duby, George; Perrot, Michelle (ed.), História das mulheres: o século XIX, Lisboa, Afrontamento.), sin que las psiquiatras fueran acompañadas por un familiar masculino. Para concluir con los viajes, pensamos que el acceso a los estudios superiores no solo fue una emancipación en sí misma, sino también por las oportunidades y ventajas que ofrecían más allá del conocimiento de la propia disciplina.

Reconocimiento en las redes de mujeres

 

Ahora bien, si los viajes eran una norma para legitimarse y destacarse, como era el caso para los hombres, la presencia de las mujeres en la carrera de psiquiatría, también fue alentada, fomentada y facilitada por el dinamismo de las asociaciones de mujeres en los años veinte y principios de los treinta. En efecto, aunque la trayectoria de estas médicas “no rompió con la lógica androcéntrica que estructuró las ciencias biomédicas desde el siglo XIX hasta mediados del XX”, la “acomodación de la presencia femenina dentro de la misma” (Vanin, 2013, p. 29Vanin, Iole Macedo (2013), “Formação, atuação e produção intelectual das médicas da Faculdade de Medicina da Bahia (1879-1949)”, Revista Feminismos, 1(2), [en línea], disponible en: https://periodicos.ufba.br/index.php/feminismos/article/view/29969/17719, [consultado en : 01-09-2023].) fue acompañada y alentada por las diversas asociaciones de mujeres que surgieron en el período.

Un dato que nos llamó la atención fue que cinco de las siete psiquiatras estudiadas participaban activamente en una o varias asociaciones de mujeres -Juana Mancusi de Lopes, Eurydice de Magalhães Borges Forte, Nise da Silveira, Iracy Doyle e Hercília Rocha Pitta-. Estas organizaciones tenían sus propios intereses, prioridades, actividades y directrices políticas, pero en general todas pretendían mejorar la situación de las mujeres y hacerlas visibles en términos culturales, políticos, civiles, profesionales e intelectuales.

La pertenencia de las psiquiatras a todo este conjunto de entidades no solo revela la efervescencia intelectual de la época y los debates en torno al lugar de la mujer en la sociedad, sino que también muestra que, al mismo tiempo que se dedicaban a su carrera estrictamente psiquiátrica, se implicaban en cuestiones políticas y públicas que afectaban directamente a su condición de mujeres. En este sentido, si las asociaciones de mujeres no estaban centradas específicamente en la psiquiatría, pueden haber ejercido, sin embargo, cierta influencia en la carrera profesional de las mujeres estudiadas, dándoles la oportunidad de hacer visible su trabajo y crear una clientela. Al mismo tiempo, el hecho de ser psiquiatras daba a estas mujeres un papel especial dentro de las asociaciones de mujeres a las que pertenecían.

Por ejemplo, Juana Mancusi de Lopes, en mayo de 1933, dio una conferencia sobre el examen prenupcial, invitada por la União Universitária Feminina (UUF). Estas asociaciones también proporcionaron redes de apoyo y agradecimiento por sus éxitos. La Alliança Nacional de Mulheres (ANM), en un artículo del 31 de enero de 1932, publicado en el Correio da Manhã, afirmaba que “muchos talentos femeninos se atrofian y se pierden sin haber dado lo mucho que prometen, por falta de un núcleo sólido que los apoye, estimule y dé a conocer al público. La Alliança acoge con cariño a estos talentos y les proporciona un entorno favorable” Estos objetivos se manifestaron en la realidad, como lo demuestra, por ejemplo, el “té de la amistad” organizado por la UUF para demostrar “su espíritu de solidaridad” con Iracy Doyle, cuando esta quedó en primer lugar, entre once candidatos, en el concurso convocado para cubrir la plaza de interna de la Clínica de Psiquiatría de la Facultad de Medicina.

Cabe señalar que Eurydice de Magalhães y Nise da Silveira también participaron en el sindicato de médicos y, en cuanto a Nise da Silveira, también fue miembro de la Asociación Brasileña de Prensa y del Club de Cultura, lo que podría reportar beneficios similares. Por ejemplo, Nise da Silveira prestó asistencia médica junto a la Associação Brasileira de Imprensa (ABI) y, en el Clube de Cultura Moderna, tuvo contactos con otros médicos y psiquiatras, como Júlio Porto-Carrero. Sin embargo, el hecho de que las psiquiatras se impliquen mucho más en las asociaciones de mujeres demuestra que los temas abordados, las redes y el apoyo prestado se correspondían más con sus demandas y necesidades.

Sin embargo, si bien es cierto que estas organizaciones lucharon contra los prejuicios sobre los derechos, la educación y el desempeño profesional de las mujeres, sus argumentos no descartaron por completo los discursos sobre el papel de las mujeres en la sociedad brasileña. La elevación del nivel cultural, intelectual y, en menor medida, profesional de las mujeres se ajustaba a la idea de que así serían mejores madres y esposas y contribuirían más provechosamente al progreso y la construcción de una nación moderna. Esto nos lleva a cuestionar las opciones personales de las psiquiatras en cuanto a su vida privada. De la información que tenemos, observamos que la mayoría seguía el modelo vigente como esposas (cuatro estaban casadas, siendo uno de los maridos médico sanitario y los otros tres psiquiatras), sin embargo, solo una tenía un hijo único. Así, la elección mayoritaria entre las psiquiatras estudiadas parece haber sido el matrimonio sin hijos, lo que lleva a plantearse otras cuestiones para el futuro, sobre los posibles sacrificios necesarios para su integración profesional y sobre las modalidades de su integración social como mujeres psiquiatras. El reconocimiento social del que se beneficiaron surgió de sus habilidades profesionales y menos de su conformidad con las normas de género de la época, a pesar de la ambigüedad del discurso de las asociaciones a las que pertenecían.

CONCLUSIÓN

 

Teniendo en cuenta estas consideraciones, es posible afirmar que en el período analizado, de 1920 a 1940, ocurrieron algunas transformaciones políticas y sociales en la sociedad brasileña que impactaron directamente en la participación de las mujeres en el mundo del trabajo. Observamos que esta coyuntura abrió nuevas oportunidades, y las mujeres de un perfil social muy similar -con algunas excepciones- supieron apropiarse de ellas. En este corte, el cambio de algunas dinámicas reordena la presencia y participación de las mujeres en la psiquiatría brasileña.

Si, por un lado, la sociedad confería cierto nivel de apertura, por otro, el grupo de psiquiatras analizadas tuvo que adaptarse a ciertas exigencias de la época y tuvieron que construir sus propias estrategias para lograr su integración. En general, fluctuaron en sus actuaciones clínicas e intelectuales sobre temas asociados a la infancia y a la mujer y también participaron en espacios de convivencia y sociabilidad necesarios para la construcción del “ser psiquiatra”. Estas mujeres construyeron importantes redes con personajes masculinos que se destacaron como referentes del área en la época, publicaron artículos, participaron en congresos, realizaron viajes académicos, buscaron estabilidad en la función pública y en instituciones de prestigio en el periodo.

Poco a poco, superaron las adversidades y conquistaron el espacio y la proyección en este estilo de pensamiento entendido como psiquiatría. Se integraron en él gracias a la combinación de los cambios históricos de la coyuntura, las presiones para los cambios de género impulsadas por el movimiento feminista y los esfuerzos individuales. La penetración de estas mujeres de forma colectiva supuso nuevos diseños que el campo empezó a ganar. Sin embargo, si nos fijamos en los detalles y sutilezas particulares de este proceso, podemos ver que estas mujeres comparten similitudes más que diferencias y diversidad.

Desde el punto de vista historiográfico, hemos recuperado personajes que estuvieron sumergidos en un océano de silencio durante varios años. El reto a partir de ahora es complejizar esta interpretación de la historia de la psiquiatría analizando de forma más específica y precisa quiénes fueron y cuáles fueron las aportaciones particulares de cada uno de ellos.

NOTAS

 
1

Valentne Mercier, Tesis en curso en la Universidad de Lyon 2 y la Universidad de São Paulo, bajo la supervisión de Isabelle von Bueltzingsloewen y Márcia Regina Barros da Silva.

2

Hemeroteca Digital da Biblioteca Nacional, Museu de Imagens do Inconsciente, Casa das Palmeiras.

3

Para identificar a esas mujeres, utilizamos las siguientes fuentes: un índice bibliográfico que referenciaba todos los artículos publicados por mujeres en revistas brasileñas de psiquiatría y psicología; el sito web del Consejo Federal de Medicina; el catálogo de tesis de la Facultad de Medicina de la Universidad de Río de Janeiro; también escribimos a todas las universidades de medicina existentes en la época considerada, para averiguar si las mujeres aparecían en su catálogo de tesis defendidas. Por lo tanto, la investigación se llevó a cabo a nivel nacional, con acceso privilegiado a las instituciones de Río de Janeiro. Para más detalles, véase la tesis en curso sobre Nise da Silveira, citada anteriormente.

4

Presidente de Brasil de 1930 a 1945 y de 1951 a 1954.

5

Órgano institucional creado en 1941 con el objetivo de organizar la centralización de la atención a la salud mental en Brasil (Braga, 2013Braga, André (2013), O Serviço Nacional de Doenças Mentais no governo JK: a assistência psiquiátrica para o Distrito Federal, Rio de Janeiro, Casa de Oswaldo Cruz-Fiocruz.).

6

Primer hospicio de Brasil y principal institución de asistencia psiquiátrica en el siglo XIX y principios del XX (Engel, 2001Engel, Magali (2001), Os delírios da razão: médicos, loucos e hospícios, Rio de Janeiro, 1830-1930, Rio de Janeiro, Editora Fiocruz.).

7

Era un complejo hospitalario centrado en la asistencia psiquiátrica, además de ser la institución heredera del HNA (Facchinet et al., 2010Facchinetti, Cristiana; Ribeiro, Andrea; Crús Chagas, Daiana; Sá Reis, Cristiane (2010), “No labirinto das fontes do Hospício Nacional de Alienados”, História, Ciências, Saúde-Manguinhos, 17(1), pp. 733-768. DOI: https://doi.org/10.1590/S0104-59702010000600031 ).

8

En términos generales, son las disposiciones colectivas que atraviesan y dan forma a la manera en que un grupo particular (colectivo de pensamiento) ve el mundo (Fleck et al., 2005Fleck, Ludwik; Lowy, Ilana; Jas, Nathalie (2005), Genèse et développement d’un fait scientifique, Paris Les Belles Lettres.).

9

Anteriormente disponible en línea, el sito ha sido retirado desde entonces; el índice fue enviado personalmente por este psiquiatra a Valentine Mercier en la primavera de 2020.

10

Principal institución especializada en medicina mental durante el siglo XX (Cerqueira, 2014Bispo Cerqueira, Ede Conceição (2014), A Sociedade Brasileira de Neurologia, Psiquiatria e Medicina Legal: Debates sobre ciência e assistência psiquiátrica (1907-1933), Rio de Janeiro, Casa de Oswaldo Cruz-Fiocruz.).

11

Para más información, consulte: https://minerva.ufrj.br/F?RN=559967288

12

«§ 20. E’ facultada inscripção de que tratam os §§ 16, 17, 18 e 19 aos individuos do sexo feminino, para os quaes haverá nas aulas logares separados».

13

https://ihggcampinas.org/2019/04/02/culto-a-ciencia-arepublica-antecipada/

14

Eran pruebas que permitan acceder a cursos de educación superior (Dallabrida, 2009Dallabrida, Norberto (2009), “A reforma Francisco Campos e a modernização nacionalizada do ensino secundário”, Educação, 32(2), pp. 185-191, [en línea], disponible en: https://revistaseletronicas.pucrs.br/ojs/index.php/faced/article/view/5520, [consultado en 01-09-2023].).

15

Jornal do Brasil, edición 00288, 30 de noviembre de 1924,p. 8.

16

Archivo del Instituto Municipal Nise da Silveira, Fundo: Colônia do Engenho de Dentro, Série: Administração, Subsérie: Funcionários, Dossiê: Juana Mancusi de Lopes.

17

A Casa, edición 0272, enero de 1947, p. 79.

18

¡Vamos Lêr!, edición 0434, 23 de noviembre de 1944, p. 52.

19

Correio da Manhã, Edição 11887, Sexta-feira, 1 de Setembro de 1933, p. 13; Diário de notcias, Edição 08117, Terça-feira, 12 de abril de 1949, p. 13; Diário de notcias, Edição 12718, Domingo 6 e Segunda-feira, 7 de Agôsto de 1967, p. 48; Correio da Manhã, Edição 13640, Quarta-feira, 26 de abril de 1939, p. 9; Correio da Manhã, Edição 14834, Domingo, 14 de Março de 1943, p. 3; Correio Paulistano, Edição 26556, Domingo, 4 de Outubro de 1942, p. 7.

20

A Nação, edición 00210, 15 de Septembre de 1933, p. 3.

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