Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 75 (1)
enero-junio 2023, e20
ISSN-L: 0210-4466
https://doi.org/10.3989/asclepio.2023.20

RESEÑAS

BOOK REVIEWS

Eulalia Pérez Sedeño

Instituto de Filosofía, CSIC

https://orcid.org/0000-0002-8314-3597

Delgado Echeverría, Isabel, Barral Morán, María José y Magallón Portolés, Carmen. Tras las huellas de cientfcas españolas del XX. Pamplona, Next Door Publishers, 2022, 479 pp. [ISBN: 978-84-123555-6-7].

Hace ya muchos años que desde el feminismo se inició una línea de recuperación de las figuras de mujeres que han pasado desapercibidas a lo largo de la historia en todos los ámbitos. No se trata simplemente de una recuperación de mujeres, sino de presentar una historia compartida, una genealogía, en la que reparar injusticias epistémicas históricas y encontrar modelos de referencia, aunque desafortunadamente todavía no se incorporen de manera general y normalizada en las historias de la ciencia al uso.

Durante la primera mitad del siglo XX, y a pesar de las dificultades encontradas (recuérdese que las españolas solo pudieron acceder sin trabas a los estudios superiores a partir de 1910), hubo un grupo de mujeres que destacaron en diversas áreas científicas tanto a nivel nacional como internacional. El libro que aquí reseñamos está dedicado específicamente a algunas de estas pioneras científicas españolas del siglo XX. Como se dice al comienzo del libro es el resultado de un proyecto iniciado hace más de dos décadas en el Seminario Interdisciplinar de Estudios de la Mujer de la Universidad de Zaragoza. En el prólogo se reconocen las distintas aportaciones de cada una de las tres autoras, pero no creo que me esté inventando nada si afirmo que el resultado es el trabajo de muchos años, reflexiones y discusiones entre ellas y compartidas en dicho seminario con otras muchas compañeras, colegas y amigas. Y, como también se señala en el prólogo del trabajo, aunque no están todas las que fueron, las que están sí que son representativas del buen hacer y del olvido al que injustamente han estado sometidas. Las elegidas lo han sido atendiendo a diversos criterios: extracción social y procedencias geográficas, casadas y solteras, y aportaciones en distintos campos científicos. Por lo que se refiere a las áreas científicas, las autoras se han centrado en la medicina, las ciencias naturales, la física, la química y la psicología. Todo ello está complementado con una excelente bibliografía, no solo la consultada, sino las principales publicaciones de las autoras estudiadas. Esta obra, rigurosa bien documentada y fácil de leer interesará a muchos colectivos diferentes.

Aunque las autoras elegidas, 12, lo han sido atendiendo a criterios ya señalados, poseen una serie de rasgos en común, como su compromiso con la educación y el avance de las mujeres, su amor por el estudio, su intención de desarrollar una carrera profesional, el dominio de varios idiomas y la realización de estancias de investigación en el extranjero. Uno de los aspectos interesantes de este trabajo es que las autoras no se limitan a hacer una biografía de las científicas elegidas o de hablar genéricamente de sus aportaciones, sino que las explican y, en muchas ocasiones, exponen extractos o resúmenes de sus principales publicaciones.

El libro no es un mero agregado de biografías de científicas españolas, sino que va mucho más allá. En efecto, se incluyen algunos capítulos que contextualizan las trayectorias vitales y profesionales de estas mujeres, que en muchas ocasiones tuvieron que luchar contra los prejuicios sociales de investigadores y profesionales de la época. En esta contextualización se nos presenta la situación de las disciplinas abarcadas en el momento en que estas mujeres comenzaron su andadura científica, tanto a nivel nacional como internacional. Así, por ejemplo, hay un capítulo general sobre la situación de las ciencias en el periodo de 1830 a 1950, cómo era la educación de las niñas en ese periodo, las primeras que accedieron a la Universidad, el papel desempeñado por las escuelas normales de maestras, el acceso a las instituciones y a las sociedades científicas y, por supuesto, el importante papel desempeñado por la Institución Libre de Enseñanza (ILE), la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) y la Residencia de Señoritas. Esto por lo que se refiere al marco general de la educación superior en la investigación, pero también se presenta un breve panorama sobre las redes y asociaciones de mujeres a las que pertenecieron muchas de las científicas tratadas en esta obra.

La primera disciplina abordada es la medicina y las pioneras en este campo antes de 1900. En estas páginas conocemos la trayectoria vital y profesional y las aportaciones de la ginecóloga feminista Concepción Aleixandre Ballester y de la primera oftalmóloga española, Trinidad Arroyo Villaverde. Posteriormente vendrían la también oftalmóloga y profesora Elisa Soriano Fisher y las médicas Elisa Fernández de la Vega, brillante pediatra muerta prematuramente en 1933, y su hermana gemela Jimena Fernández de la Vega, higienista e introductora de la genética médica en España.

Otro de los capítulos está dedicado a las ciencias naturales en España, en el que encontramos a varias mujeres que se dedicaron a esta disciplina, pero que, además, ejercieron una excelente labor como pedagogas. Dolores Cebrián Fernández de Villegas, se dedicó a una especialidad poco habitual en una mujer, la fisiología vegetal. Margarita Comas i Camps quiso dedicarse a las ciencias naturales, pero no halló cabida en la investigación, por lo que se dedicó a su enseñanza introduciendo importantes y originales mejoras en la didáctica de esta disciplina. También la física y la química en la España de principios del siglo XX tienen un breve espacio donde podemos encontrar a la zaragozana Jenara Vicenta Arnal Yarza, primera doctora en ciencias químicas de España, y a la donostiarra Felisa Martín Bravo, primera doctora en ciencias físicas de nuestro país.

En los últimos años ha habido un auge en la recuperación de mujeres científicas, en especial de las dedicadas a las ciencias naturales o las tecnologías. Sin embargo, hay otras disciplinas, más afines a las humanidades, que no han recibido tanta atención. Es el caso de la pedagogía y la psicología, que en este libro ocupan un espacio importante. Tras una somera explicación y exposición de los comienzos de la psicología científica se recupera a la palentina Regina Lago García, psicóloga y profesora, María Soriano Llorente, también psicóloga y pedagoga. Finalmente, el último capítulo está dedicado a la donostiarra Josefa Barba Gosé, licenciada en derecho, doctora en farmacia y que posteriormente, en los Estados Unidos, se dedicaría a la neurociencia junto con su colega y esposo Louis B. Flexner. Según las autoras, Josefa Barba fue la única que tuvo lo que actualmente denominamos una carrera científica, lo que da pie a una interesante pero breve reflexión sobre lo que consideramos “ser científica o científico”.

Muchas de las autoras que aquí se reseñan se dedicaron a la ciencia con la idea de beneficiar a sus congéneres. Concepción Aleixandre y Elisa Soriano Fischer pertenecieron a la inspección médico escolar de Madrid, cuerpo médico que se había creado en 1900 y que pretendía ofrecer una educación sanitaria y llevar a cabo prácticas higiénicas en las escuelas de Madrid, que en la época estaban en unas condiciones nefastas. María Soriano Llorente puso todo su empeño en la mejora de los niños deficientes estudiándolos científicamente y con rigor. Margarita Comas, además de su excelente trabajo en la didáctica de las ciencias naturales, fue una de las pioneras en la coeducación de los sexos. Jimena Fernández de la Vega aplicó la genética a la medicina. Y muchas de ellas aceptaron cargos de responsabilidad, aun cuando eso les supusiera alejarse de sus anhelos investigadores y profesionales.

Concepción Aleixandre Ballester, Trinidad Arrollo Villaverde, Elisa Soriano Fisher, Elisa Fernández de la Vega y Lombán, Jimena Fernández de la Vega y Lombán, Dolores Cebrián Fernández De Villegas, Margarita Comas i Camps, Regina Lago García, María Soriano Llorente, Jenara Vicente Arnal Yarza, Felisa Martín Bravo, Josefa Barba Gosé. No lo tuvieron fácil para dedicarse profesionalmente a la investigación, por lo que muchas la dejaron profesionalmente para dedicarse a la enseñanza, a la política o a otras tareas. Tuvieron muchos elementos en contra, como por ejemplo la falta de medios, que la guerra civil española estallara cuando comenzaban o estaban en la mitad de su carrera, o que los puestos investigadores estuvieran social y académicamente “reservados” para sus colegas varones. Todas ellas, si bien no explicitaban su ansia de igualdad con respecto a los hombres, sí que manifestaban el deseo de poder desempeñar sus profesiones, sus habilidades y conocimientos sin prejuicios. Que las autoras de este libro las hayan elegido y nos permitan conocerlas y recuperarlas constituye un excelente ejercicio de historia de la ciencia y un gran ejemplo de genealogía feminista.