Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 75 (1)
enero-junio 2023, e17
ISSN-L: 0210-4466
https://doi.org/10.3989/asclepio.2023.17

RESEÑAS

BOOK REVIEWS

Alba Lérida Jiménez

Instituto de Historia. CSIC

https://orcid.org/0000-0002-9389-6218

Otero Carvajal, Luis Enrique y De Miguel Salanova, Miguel (Eds.). Sociedad urbana y salud pública. Madrid, Los Libros de la Catarata, 2021, 348 pp. [ISBN: 978-84-1352-271-5 (tapa blanda)].

Sociedad urbana y salud pública es una obra conjunta que centra su atención en las transformaciones urbanas, en el rápido crecimiento que experimentó la población española en el último tercio del siglo XIX y el primero del siglo XX y en el camino hacia la modernidad que se fue fraguando en este contexto. Bien podrían recordarnos los libros de Galdós y su Madrid a las imágenes que se describen en el libro reseñado; unas imágenes que delinean la crudeza y las dificultades sociales, sanitarias y urbanas a las que se enfrentaban los habitantes de las grandes ciudades durante los dos siglos pasados.

La obra está constituida por diecisiete capítulos. Cuenta, además, con una introducción, un capítulo que aglutina los resúmenes de todos los trabajos y un último que presenta a los autores y autoras, todos ellos especialistas y expertos en la materia abordada. Cada una de las investigaciones presentadas son independientes, sin embargo, poseen unos pilares que sostienen la matriz de toda la obra: el de la salud pública y su emergencia en un momento de aumento demográfico. Se profundiza en temas como la consolidación de la psiquiatría, el avance de los sistemas higiénico-sanitarios, la profesionalización de ciertas disciplinas médicas, como la enfermería o la creación de instituciones claves. En el ámbito español todos estos temas han sido poco estudiados y, hasta ahora, contaban con una serie de vacíos que impedían abordar el tema con el rigor suficiente. Por esto último, es preciso destacar la gran aportación historiográfica que ofrece el libro y la apertura hacia nuevas posibilidades de estudio.

Con el fin de recoger y, sobre todo, orientar esta perspectiva, todos los autores del libro apuestan por cercar el objeto de estudio a una cronología concreta: los años 1860-1936, dejando claro en el propio título esta delimitación. Además de la cronología, se atiende y contrasta la variabilidad geográfica, siendo las grandes ciudades del territorio español las protagonistas de todo este entramado: Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia son las más repetidas. Algunos de los capítulos tienen una única ciudad como punto de referencia, en otros, sin embargo, la transversalidad y comparativa entre poblaciones es evidente, lo cual enriquece profundamente los discursos y plantea otras perspectivas.

Resultaría algo tedioso y repetitivo reseñar esta obra a través de sus diecisiete capítulos, ya que, en la propia introducción, realizada por los dos editores Luis Enrique Otero Carvajal y Santiago de Miguel Salanova, se describe brevemente cada uno de estos. La labor que se pretende aquí es valorar la obra desde una óptica más global. Para ello se dividirá la explicación en dos partes, conformada la primera de ellas por los nueve primeros capítulos y la segunda, por los ocho restantes.

Tanto la introducción, a cargo de los dos editores, como el primer capítulo escrito por Luis Enrique Otero Carvajal, suponen un punto de partida y consolidan el marco general de la obra, así como el estado de la cuestión y la metodología llevada a cabo. Este primer capítulo ocupa una posición clave; Otero Carvajal se aproxima a este proceso sobre el crecimiento poblacional en los ámbitos urbanos y aborda los principales problemas de mortalidad, abastecimiento y condiciones de salubridad en las ciudades de Madrid y Barcelona en su momento de máxima expansión.

A partir de esta problemática se van fraguando, en esta primera parte, una serie de cuestiones, quizás más específicas, que buscan responder y aclarar los motivos de estos problemas sociales y sanitarios. Se empieza por tratar el asunto de la malnutrición y la importancia de los profesionales que lucharon por las mejoras dietéticas y por la creación de nuevos servicios como la Sección de Higiene de la Alimentación y la Nutrición en la Escuela Nacional de Sanidad y de los Servicios de Higiene de la Alimentación. En esta primera sección se hace especial hincapié en el tema de la infancia, estudiando su sobremortalidad, sus dietas y, en general, las infraestructuras y acciones llevadas a cabo para el avance y mejoría de esta población, destacando las primeras Gotas de Leche y las Casas de Maternidad.

Además, se toma en consideración el asunto de la profesionalización de la salud, el empeño de la investigación -sobre enfermedades infecciosas- y sus consecuencias más inmediatas. Al hilo de todos estos argumentos destacan, como ejemplos, el capítulo de José María López Sánchez que versa en torno al desarrollo del Instituto Nacional de Higiene (1899); el de Ricardo Campos y Rafael Huertas en relación a la disciplina de la psiquiatría, y las profundas y beneficiosas reformas que se produjeron a su alrededor; y el último, a cargo de María Eugenia Galiana-Sánchez, que trata sobre la profesionalización de la enfermería y sus nuevas estrategias para el óptimo desarrollo de la salud pública.

En la segunda parte del libro se atiende, tal y como se especifica en el propio libro, a las “transformaciones sociosanitarias durante el primer tercio del siglo XX”. Los puntos de vista son variados y tocan muchas especialidades. Despunta el estudio exhaustivo de la salud pública catalana y el consecuente desarrollo del noucentisme que se enmarcó en un contexto de modernización y crecimiento de las infraestructuras sociales, culturales y también sanitarias. También lo hace la representación de las instituciones locales, igual de importantes en la recuperación sanitaria y, concretamente, en otras labores como el abastecimiento de agua en las Islas Baleares. En el transcurso de estos capítulos se estudia la relevancia de los laboratorios madrileños y bilbaínos que buscaron paliar las enfermedades infecciosas; el control de la calidad de los alimentos en el País Valenciano; la creación de nuevos mercados centrales, por parte del ayuntamiento madrileño, que ayudaron a combatir las dificultades de abastecimiento y el estudio de las haciendas locales en el Ayuntamiento de Bilbao y de la mortalidad en Bizkaia.

El presente libro cuenta con numerosos puntos fuertes, destacando el diálogo construido entre todos los capítulos tratados. Este hecho no hace más que evidenciar la complejidad de la trama y la importancia que cobra el desarrollo de un eje vertebrador en toda obra conjunta. Todos los temas cuentan con una gran significación a la hora de interpretar los hechos acaecidos en los núcleos urbanos de mayor calado y las soluciones acometidas que conllevaron una incipiente reducción de la mortalidad y al progreso de las condiciones sanitarias en España. Todo ello responde al objetivo principal del libro y configuran una historia de la salud pública que define a una sociedad, a unos estilos de vida y sus progresos.