Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 74 (2)
julio-diciembre 2022, p616
ISSN-L: 0210-4466
https://doi.org/10.3989/asclepio.2022.29

ESTUDIOS / STUDIES

EL DESARROLLO ADMINISTRATIVO Y MUSEOGRÁFICO DEL MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES DE MADRID (1936-1951)

THE ADMINISTRATIVE AND MUSEOGRAPHIC DEVELOPMENT OF THE MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES OF MADRID (1936-1951)

Alba Lérida Jiménez

Investigadora predoctoral
Instituto de Historia, CSIC

https://orcid.org/0000-0002-9389-6218

RESUMEN

Los museos de historia natural han vivido una gran transformación a lo largo de su historia, y se han consolidado hoy en día como verdaderos centros de investigación y divulgación social de la ciencia. El caso concreto del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid no ha sido una excepción. El presente trabajo pretende analizar una época y un relato clave de este Museo: los primeros años de la posguerra española y las consecuencias que tuvo la Guerra Civil para la evolución de esta institución. Se trató de una etapa en la que el Museo tuvo que hacer frente a grandes pérdidas de material, experimentó cambios administrativos, sufrió depuraciones de personal y contó con una sensación generalizada de desinterés y descomposición. El inicio de este periodo de dificultades se alejó del ambiente modernizador que se venía fraguando durante la Edad de Plata y, en definitiva, paralizó rotundamente la actividad científica y museográfica de la institución.

PALABRAS CLAVE: 
Museo Nacional de Ciencias Naturales; colecciones; franquismo; Instituto José de Acosta; museografía.
ABSTRACT

Natural history museums have undergone a great transformation throughout their history, and have consolidated themselves today as true centers of research and social dissemination of science. The specific case of the National Museum of Natural Sciences in Madrid has not been an exception. This paper aims to analyze a key period and a story of this Museum, the first decade of the Spanish post-war period, and the consequences of the Civil War for the evolution of this institution. This was a period in which the Museum had to deal with large losses of material, underwent administrative changes, suffered staff purges, and a general feeling of disinterest and decay. The beginning of this difficult period moved away from the modernizing environment that was developing during the Silver Age, and ultimately halted the scientific and museography activity of the institution was stopped.

KEY WORDS: 
National Museum of Natural Sciences; Natural History; Collections; Science; Francoism; José de Acosta Institute; Museography.

Recibido: 7  marzo  2022; Aceptado: 4  julio  2022; Publicado: 2 diciembre 2022

Cómo citar este artículo/Citation: Lérida Jiménez, Alba (2022) “El desarrollo administrativo y museográfico del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (1936-1951)”, Asclepio, 74(2): p616. https://doi.org/10.3989/asclepio.2022.29

CONTENIDO

EL MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES EN LA ENCRUCIJADA1 Nombrado desde este momento como MNCN. Para referirnos al archivo de este museo utilizaremos la siguiente abreviatura: AMNCN.

 

Antes del estallido de la Guerra Civil, el MNCN había tenido una gran participación en la modernización de la biología y de las ciencias naturales en España. Fue uno de los centros más importantes adscritos a la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) y acogió a los principales investigadores que impulsaron el desarrollo de las ciencias naturales en España durante el primer tercio del siglo XX, entre otros, Ignacio y Cándido Bolívar, Enrique Rioja, Luis Lozano Rey, Eduardo y Francisco Hernández-Pacheco, Antonio de Zulueta y José Royo Gómez, muchos de los cuales -si bien no todos- tuvieron un gran nexo con la actividad política republicana de los años treinta (Barreiro, 1944, p. 11Barreiro, Agustín (1944), El Museo Nacional de Ciencias Naturales (1711-1935), Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, p. 11. ; Puig-Samper, 2007, p. 312Puig Samper, Miguel Ángel (ed.) (2007), Tiempos de investigación. JAE-CSIC, cien años de ciencia en España, Madrid, Editorial CSIC, p. 312. ; Sánchez Ron, 1988, p. 5Sánchez Ron, José Manuel (1988), Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas 80 años después (1907-1987), 2 vols., Madrid, Editorial CSIC, p. 5.).

Al estallar la Guerra Civil la subsistencia del Museo fue una ardua tarea, protagonizada por no muchos naturalistas que se quedaron en Madrid bajo la supervisión de Antonio de Zulueta y que, a pesar de todas las dificultades, intentaron mantener su actividad de forma ininterrumpida (Navas, 2007, p. 312Navas, Alfonso (2007), “El Museo Nacional de Ciencias Naturales durante el franquismo”. En: Puig Samper Mulero, Miguel Ángel (ed.), Tiempos de investigación. JAE-CSIC, cien años de ciencia en España, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 311-321, p. 312). La permanencia de esta plantilla en Madrid tuvo que ver con una orden que llegó directamente desde Valencia el 25 de septiembre de 1937, de acuerdo con las instrucciones de la Presidencia del Consejo de Ministros del 6 y 23 de septiembre de ese mismo año. Los naturalistas que no se trasladaron a Valencia y se hicieron cargo del Museo fueron: Antonio de Zulueta, Luis Crespí, Luis Benedito, José Abajo, Conrado Chaves, Julio Patón, Agustín Vargas, Germán Borrega, Timoteo Andrés Santa María, Domingo de Mingo, Honorio González y Jerónimo Hernández Hernández2 AMNCN, ACN0352/011. Expediente de traslado de personal del MNCN a Valencia, por Orden del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, 16 de octubre de 1937. Expediente de gestión personal..

Al entrar las tropas franquistas en Madrid el 28 de marzo de 1939 los responsables del Museo se pusieron a disposición del nuevo régimen y de su consecuente legitimación de ciertos reglamentos nacionalcatólicos. A los pocos días, el director provisional del MNCN, Antonio de Zulueta, fue cesado y suspendido de su actividad y junto a él, otros muchos fueron expulsados del Museo (Otero y López, 2012, p. 1081Otero Carvajal, Luis Enrique y López Sánchez, José María (2012), La lucha por la modernidad. Las Ciencias Naturales y la Junta para Ampliación de Estudios, Madrid, Residencia de Estudiantes-CSIC, pp. 1081. ). La dureza del proceso depurador se pudo comprobar desde sus mismos orígenes, en el preámbulo de la Ley de Responsabilidades Políticas de 9 de febrero de 1939, donde quedaba patente el carácter integrador y punitivo de la depuración de responsabilidades3 Boletín Oficial del Estado, n. º 44, 9 de febrero de 1939, p. 824.. De la lectura de todos estos documentos se deduce el nuevo carácter del centro: sancionador, inflexible y severo.

Además del proceso depurador en el interior, debemos vincular este delicado momento con la crisis que desencadenó el exilio de una buena parte de la plantilla del Museo. Debido a su compromiso político con el Gobierno republicano, muchos de los miembros más reconocidos y destacados del MNCN, además de otras instituciones científicas como el Real Jardín Botánico, se vieron en la obligación de partir lejos de España, para poder continuar con su labor científica, artística, cultural, etc. Destacan casos muy conocidos como el de Ignacio Bolívar y Urrutia y su hijo Cándido Bolívar4 AGA, Sección de Educación, 31/15399. Expediente personal de Ignacio Bolívar y Urrutia., Enrique Rioja, Faustino Miranda, José Cuatrecasas, José Royo, así como Odón de Buen del Cos5 AGA, Sección de Educación, 31/15422. Expediente personal de Odón de Buen y del Cos. Encontramos en la misma caja expedientes personales de tres de sus seis hijos, que se relacionaron directamente con las Ciencias Naturales y la Medicina: Sadí de Buen y Lozano, Fernando de Buen y Lozano y Rafael de Buen y Lozano. , por mencionar solo algunos de los más conocidos (López Sánchez, 2018, pp. 111-130López Sánchez, José María (2018), En tierra de nadie. José Cuatrecasas: las Ciencias Naturales y el exilio de 1939, Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 111-130.; López Sánchez, 2013, p. 46López Sánchez, José María (2013) Los refugios de la derrota. El exilio científico e intelectual republicano de 1939, Madrid, CSIC - La Catarata, p. 46. ; Dosil Mancilla, 2010, pp. 251-252Dosil Mancilla, Francisco Javier (2010), “La dinámica de las redes del exilio científico en México”. En: Barona, Josep Luis (ed.), El exilio científico republicano, Valencia, Universitat de València, pp. 249-262, p. 251.).

DESARROLLO ADMINISTRATIVO DEL MUSEO TRAS LA CONTIENDA. DESMEMBRAMIENTO DEL MUSEO: EL INSTITUTO JOSÉ DE ACOSTA, EL INSTITUTO LUCAS MALLADA Y EL INSTITUTO ESPAÑOL DE ENTOMOLOGÍA

 

Es cierto que, durante la primera posguerra, y después de haberse conformado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) como órgano superior de la nueva vida científica el 24 de noviembre de 1939, hubo una gran falta de criterio y de pautas que concretaran el nuevo desarrollo administrativo de los diferentes institutos, centros, y organismos que quedaron bajo tutela del Consejo (Santos Mazorra, Bravo Arce y Fraile García, 2020, p. 72Santos Mazorra, Celia; Bravo Arce, Ana María y Fraile García, Susana (2020), “La Sección de Paleontología del Museo Nacional de Ciencias Naturales: de la JAE al CSIC (1935-1950)”. En: Martín Albaladejo, Carolina (ed.), Del elefante a los dinosaurios: 45 de años de historia del Museo Nacional de Ciencias Naturales (1940-1985), Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 63-105, p. 72.). Sin embargo, ya aparecían en el reglamento del CSIC ciertos preceptos y disposiciones que determinaban, por ejemplo, que los institutos podían distribuirse en secciones, y la plantilla de investigadores se organizaba en torno a las figuras de los directores de institutos, jefes de sección, ayudantes, becarios y alumnos, teniendo en cuenta del mismo modo, a los profesores adjuntos y extraordinarios. Los institutos y las secciones de renombre, estarían dirigidos por un director, un vicedirector y un secretario estipulados por el Ministerio a propuesta del Consejo Ejecutivo.

El MNCN pasó a encontrarse bajo la dirección administrativa del Instituto José de Acosta (IJA), y el director de ambas instituciones fue Pedro de Novo hasta su dimisión en octubre de 1941. En su lugar se nombró a Emilio Fernández Galiano en calidad de director, a Arturo Caballero Segares y Celso Arévalo Carretero como vicedirectores y a Rafael Ibarra Méndez como secretario6 Memoria de la Secretaria General, 1940-1941, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, p. 181. También se pueden consultar las nóminas del Instituto José de Acosta, Museo Nacional de Ciencias Naturales. AGA, Educación, Fondo CSIC, (00) 004 Libros 281 y 296. . La aparición del IJA fue determinante en este contexto de remodelación de las infraestructuras científicas. Este instituto pasó a ser un duplicado administrativo del Museo, “con quien compartía domicilio, director y secretario”. Emilio Fernández Galiano explicó que este era el antiguo Museo y subrayó que era el núcleo del Instituto “José de Acosta”7 AMNCN, ACN1031. Memoria 1941-1942 del MNCN. (Galera Gómez y Martín Albaladejo, 2020, p. 43Galera Gómez, Andrés y Martín Albaladejo, Carolina (2020), “De los nombres del Museo”. En: Martín Albaladejo, Carolina (ed.) Del elefante a los dinosaurios: 45 de años de historia del Museo Nacional de Ciencias Naturales (1940-1985), Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 19-63, p. 43.; Martín Albaladejo y Peña de Camus, 2018, p. 270Martín Albaladejo, Carolina y Peña de Camus Sáez, Soraya (2018), “El Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Instituto “José de Acosta” (1940-1974)”. En: Ruiz-Berdún, Dolores (ed.), Ciencia y Técnica en la Universidad. Trabajos de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, Madrid, Universidad de Alcalá de Henares, pp. 267-277, p. 270.).

En el Instituto José de Acosta se mantuvieron las preexistentes Secciones de Geología y Geografía Física (jefe de sección, Eduardo Hernández Pacheco); de Mineralogía (conservadora, Josefina Pérez Mateos); de Vertebrados (jefe de sección, Luis Lozano Rey); de Moluscos y animales inferiores (jefe de sección, Celso Arévalo); de Histología comparada (jefe de sección, Emilio Fernández Galiano); el Laboratorio de Fisiología Comparada (jefe de sección, Salustio Alvarado Fernández) y una Sección de Biología experimental (jefe de sección, Antonio de Zulueta). El personal del Instituto José de Acosta estuvo formado por algunos investigadores que ya habían estado vinculados al Museo en etapas anteriores.

El empeño que tuvo el CSIC por evitar dar la sensación de parálisis conllevó, y se observa desde el primer momento, una indisimulada ansiedad por garantizar el correcto funcionamiento de los trabajos que se realizaban en cada una de las Secciones. Desde el mismo momento en que la estructura administrativa del nuevo organismo empezó a funcionar, lo hizo, asimismo, la reestructuración de la plantilla del IJA: lo más urgente fue el nombramiento de los diferentes Jefes de Sección, así como de los demás cargos de responsabilidad (Tabla 1), tales como el Director, el Secretario, Vicesecretario, etc. Además, según la documentación consultada, poco a poco se fueron introduciendo otros cargos que nos resultan más relevantes en tanto que nuestro objeto de estudio es un museo de historia natural. Destaca la figura de los profesores, los conservadores, los auxiliares artísticos, los colectores, preparadores, ayudantes de sección y mecanógrafas. Los cargos científicos y técnicos más abundantes en el Museo fueron los profesores y preparadores, que alcanzaron un número de diez preparadores y doce profesores (Tabla 2). Sin embargo, las nóminas revisadas desde 1940 a 1951 nos ofrecen un panorama en el que se aprecia la carencia de otras figuras profesionales indispensables, tales como bibliotecario o archivero. Encontramos, por otra parte, cuatro conservadores, un colector, y tres auxiliares artísticos.

Cargos de responsabilidad del IJA, MNCN 1940-1951
Nombre Cargo desempeñado Años
Alvarado, Salustio Jefe de Sección 1941-1946
Profesor 1940-1941
Profesor Agregado 1945
Arévalo Carretero, Celso Vicedirector y Jefe de Sección de invertebrados 1941-1944
De Novo, Pedro Director 1939-1941
Díaz Tosaos, Filiberto Jefe de Sección 1941-1944
Escribano Peix, Cayetano Vicesecretario 1949-1951
Fernández Galiano, Emilio Director 1941-1953
García Cardoso, Gabriel Jefe de Sección Desde 1947
Gómez Llueca, Federico Jefe de Sección 1945
Gómez Menor, Juan Jefe de Sección Desde 1945
Hernández Pacheco, Eduardo Jefe de Sección Desde 1941
Hernández Pacheco, Francisco Jefe de Sección Desde 1941
Ibarra Méndez, Rafael Secretario Desde 1941
Lozano, Luis Jefe de Sección Profesor Desde 1941 1940
Martínez Strong, Pablo Jefe de Sección Desde 1945-1946
Profesor 1940
Meléndez Meléndez, Bermudo Jefe de Sección Desde 1950
Saénz, Clemente Jefe de Sección 1942
Tabla 1.  Cargos de Responsabilidad. Fuente: Nóminas del Instituto José de Acosta, Museo Nacional de Ciencias Naturales. Archivo General de la Administración (AGA), Educación, Fondo CSIC, (00) 004 Libros 281, 296, 307, 320, 358, 363, 384,427, 442, 471, 527; caja 8544.
Otros cargos de interés del IJA, MNCN: Conservadores, preparadores, auxiliares artísticos, etc., 1940-1951
Nombre Cargo desempeñado Años
Abajo Trujillo, José Preparador 1940-1941
Agenjo Cecilia, Ramón Profesor 1940-1941
Alaejos, Luis Profesor agregado Desde 1945
Bardan Mateu, Antonia Auxiliar 1940-1941
Bernis Madrazo, Francisco Ayudante de Sección Desde 1949
Blanco Díez, Juan Auxiliar 1940-1941
Blanco García, Adolfo Auxiliar Artístico Desde 1942
Bohigas Gavilanes, Mercedes Preparadora 1940-1941
Carazo Díez, Carmen Encargada fichero 1948-1951
Auxiliar Administrativa Desde 1951
Carazo Pérez, Felipe Preparador Desde 1942
Ceballos, Gonzalo Profesor 1940-1941
Ceberó Dorvier, M.ª Elisa Ayudante de Sección Desde 1949
Chaves Esteban, Ángel Preparador 1940-1941
Crespí, Luís Profesor 1940-1941
De Mingo, Jacinto Preparador Desde 1942
de San Román, Francisco Profesor agregador Desde 1945
García San Nicolás, Emilia Ayudante de Sección Desde 1946
Gil Lleget, Augusto Auxiliar 1940
Ayudante Desde 1942
Gómez Llueca, Federico Conservador Desde 1942
Hernández, Jerónimo Colector Desde 1940
Martínez de la Escalera, Manuel Profesor 1940-1941
Martínez González, Adela Preparadora 1940-1941
Martínez González, Serapio Conservador Desde 1942-1945
Auxiliar Artístico Desde 1946
Martínez Strog, Pablo Químico analítico Desde 1946
Menéndez Amor, Josefina Auxiliar Desde 1950
Muñoz Vázquez, Mercedes Mecanógrafa 1942-1950
Muñoz, Carmen Mecanógrafa Desde 1940
Palacios Martínez, Rosa Auxiliar Artístico Desde 1946
Mecanógrafa
Pasto Mínguez, Marina Mecanógrafa 1942-1947
Pérez Mateos, Josefa Conservadora Desde 1942
Pujol Fiol, Manuel Profesor 1940-1941
Rioja Martín, José Profesor 1942-1943
Rodríguez Mellado, M.ª Teresa Auxiliar Desde 1949
Sánchez, Manuel Mecanógrafo 1940
Sanz Echevarría, Josefa Auxiliar Desde 1940
Simón Sanchís, Carmen Dibujante 1940
Auxiliar Artístico Desde 1942
Velasco Simarro, Lucía Preparadora Desde 1940
Velasco, Luisa Preparadora Desde 1945
Vidal y Box, Carlos Conservador Desde 1941
Profesor Agregado Desde 1951
Weider, Ilse Preparadora 1940-1941
Zarco Segalerva, Eduardo Preparador 1940-1941
Zulueta, Teresa Colaboradora 1943-1947
Tabla 2.  Otros cargos de interés dentro del IJA. Fuente: Nóminas del Instituto José de Acosta, Museo Nacional de Ciencias Naturales. AGA, Educación, Fondo CSIC, (00) 004 Libros 281, 296, 307, 320, 358, 363, 384,427, 442, 471, 527; caja 8544

No se ha encontrado documentación que permita una descripción completa de las responsabilidades que correspondían a cada uno de los puestos mencionados, pero de las cartas, nóminas y memorias de actividades del Consejo podemos extraer algunas conclusiones. Las funciones eran muy variadas, pero principalmente destaca el desempeño de una labor científica que debía traducirse en el desarrollo de investigaciones de base y su posterior publicación, así como la preparación y conservación de las colecciones. Aquello que realizaba el IJA exigía una distribución de personal que debía desempeñar las siguientes labores:

  1. Funciones propias de carácter general: servicios de secretaría, mecanógrafas, dibujantes, etc.

  2. Funciones propias de Museo: arreglo y conservación de colecciones; taxidermia, trabajos de laboratorio, sistemáticos, geográficos, etc.

  3. Funciones de investigaciones biológicas en Histología comparada, fisiología comparada y Biología experimental8 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8537, Carpeta Instituto José de Acosta, 1942. .

La realidad, que apreciamos a través de las nóminas y las plantillas, es que por aquel entonces, la actividad científica e investigadora en el Museo no restaba demasiada importancia a la labor museística o artística, dada, por ejemplo, la cantidad de preparadores y auxiliares artísticos existentes. Además de esta naturaleza investigadora y artística se intuye un marcado interés por implementar una misión pedagógica sólida, reforzando la idea de funcionalidad en el centro, en la que el apoyo a los alumnos era fundamental. Destaca en este sentido el envío de alumnos en formación a establecimientos científicos externos donde podían complementar y ampliar sus conocimientos en ciencias naturales, como se buscó con la Estación Biológica de Galicia donde se llevaron a cabo recolecciones de ejemplares, investigaciones, cursos de biología marina y numerosas actividades que contribuyeron a la formación de esos alumnos9 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8537, Carpeta Instituto José de Acosta, 1942, Oficio de Emilio Fernández Galiano al Secretario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. .

También es preciso subrayar la aparición de la figura de becarios (tabla 3) que enriquecían el entorno del Museo con nuevas aspiraciones científicas, nuevas visiones y aires de renovación.

Becarios del IJA, MNCN 1940-1951
Nombre Periodo de Disfrute Cargo posterior
Alvariño González, M.ª de los Ángeles 1949 Sin datos
Altamirano Durán, José 1940 Sin datos
Arribas Gimeno, Oria 1950-1951 Sin datos
Cabañas Ruesgas, Felipe 1950-1951 Sin Datos
Del Pan Arana, Trinidad 1946-1950 Ayudante de Laboratorio
Lasso Lacha, Rosa 1948-1949 Sin datos
Meléndez Meléndez, Bermudo 1940 Jefe de Sección
Menéndez Amor, Josefa 1948-1949 Auxiliar
Ramírez del Pozo, Saturio 1948 Catedrático Universidad de Granada
Rodríguez Mellado, M.ª Teresa 1946-1948 Auxiliar de sección
Tabla 3.  Becarios del IJA. Fuente: Nóminas del Instituto José de Acosta, Museo Nacional de Ciencias Naturales. AGA, Educación, Fondo CSIC, (00) 004 Libros 281, 296, 307, 320, 358, 363, 384,427, 442, 471, 527; caja 8544.

Entre los nombres más repetidos despuntan los de M.ª Teresa Rodríguez Mellado y Josefa Menéndez Amor, que posteriormente desempeñaron un papel importante dentro y fuera del Museo a nivel científico:

Tengo el honor de remitir a V.E. las adjuntas instancias de las Srtas. Josefa Menéndez Amor y Mª Teresa Rodríguez Mellado, Becarias de este Instituto, que solicitan una pensión para ampliar estudios de su especialidad en Portugal, con el informe favorable del Jefe de la Sección que dirige los trabajos10 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8578, legajo 638, Carpeta Instituto José de Acosta, 1948. Oficia del Director, Emilio Fernández Galiano, al Secretario General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. .

Normalmente estos becarios se contrataban por periodos anuales, pero algunos de ellos, como fue el caso de estas dos mujeres, eran renovados durante más tiempo, hasta finalizar la labor que habían emprendido. Aunque resulta notable la presencia de mujeres entre los becarios, más numerosas que los hombres, también es cierto que no existe ningún caso de puesto de dirección o jefe de sección que estuviera en manos de una mujer. Por otra parte, la aparición femenina en el cuerpo administrativo del Museo se adaptó a su asistencia en puestos que guardaban coherencia con las concepciones de género de la década de los años cuarenta: las mujeres se ocupaban mayoritariamente de actividades como la mecanografía, una labor aceptada socialmente y relacionada con la construcción de la feminidad franquista.

Otro aspecto igualmente importante de este nuevo desarrollo administrativo fue el elemento presupuestario del IJA. El Consejo tenía un presupuesto general propio y poseía la capacidad de distribuir estos recursos a sus diferentes centros, lo cual no dejaba de ser un síntoma de autonomía e independencia garantizada ya que Ibáñez Martín era a la vez ministro de Educación Nacional y Presidente del CSIC. Era el Consejo Ejecutivo el órgano que se encargaba de redactar los presupuestos de cada uno de los Institutos que se habían creado, enviándolo posteriormente al Ministerio de Educación Nacional para su aprobación (Fernández Gallego, 2014, 66Fernández Gallego, Alba (2014), Historia e Historiadores en la Posguerra Española (1939-1951), Madrid, Universidad Complutense de Madrid, Trabajo Fin de Máster inédito, pp. 1-83, p. 66. ). En lo que respecta al IJA, es necesario subrayar que el grueso del presupuesto se destinaba al pago de las nóminas del personal investigador, pero también destacan grandes cantidades reservadas a publicaciones propias y a excursiones, viajes y trabajos de campo. Los primeros años de vida tras la guerra parece que afectaron a la actividad científica del Museo. Se observa un incremento considerable de presupuesto en los últimos años, en el contexto de un fortalecimiento de la finanzas generales del CSIC y de un desarrollo de las actividades científicas del Instituto; sin embargo, el porcentaje dedicado por el CSIC al IJA fue, con el tiempo, menor (Gráfico 1 y 2) pudiendo responde a esto el crecimiento del resto de institutos a los que tuvo que enfrentarse económicamente el CSIC.

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Gráfico 1 y 2.  Presupuesto 1940-1951. Fuente: Capítulo de presupuestos y cuentas en las Memorias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1940-1951.

Este modelo administrativo que representó el IJA sirvió posteriormente para que se fueran implementando otros organismos que reprodujeron una estructura organizativa y científica semejante al original. El primer ejemplo no se hizo esperar, el 10 de marzo de 1941 se creó un nuevo organismo, llamado Instituto Español de Entomología (IEE), que formó parte del patronato Alonso Herrera. El decreto de creación del Instituto tomó como referencia base la extinta sección de Entomología del MNCN (Peña de Camus, 2016, p. 64Peña de Camus, Soraya (2016), “El Instituto Español de Entomología (1941-1985). Un museo dentro del Museo”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, Sección Aula, Museos y Colecciones, (3), pp. 63-75, p. 64.). Las principales funciones que se le confiaban al nuevo instituto eran la recolección, conservación y determinación de la fauna entomológica11 Decreto de 10 de marzo de 1941 por el que se crea en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas el Instituto Español de Entomología. Boletín Oficial del Estado, n.º 81, 22 de marzo de 1941, pp. 1932-1933.. El IEE sufrió un grave descenso de sus investigadores, pasó de tener veinticuatro empleados, en 1935, a nueve en 1941 (Navas, 2007, p. 316Navas, Alfonso (2007), “El Museo Nacional de Ciencias Naturales durante el franquismo”. En: Puig Samper Mulero, Miguel Ángel (ed.), Tiempos de investigación. JAE-CSIC, cien años de ciencia en España, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 311-321, p. 312; Martín Albaladejo, Notorio y Carrascosa, 2016, p. 2Martín Albaladejo, Carolina; Notario Gómez, Antonio y Carrascosa Santiago, Alfredo (2016), “El Instituto Español de Entomología (CSIC) y la multitud molesta”, Asclepio, 68(1), pp. 1-11, p. 2. ), aunque en las posteriores relaciones de personal se observa un mínimo incremento en la plantilla. El IEE quedó, finalmente, dividido en tres secciones diferentes: Sección de Entomología general, Sección de Entomología agrícola y Sección de Entomología forestal12 Memoria de la Secretaria General, 1940-1941, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, p. 215. .

El fundador y director del IEE fue Gonzalo Ceballos y constató su interés, desde el primer momento de andadura del Instituto, en un completo distanciamiento con respecto al Museo y al CSIC (García de Viedma, 1968, p. 180García de Viedma, Manuel (1968), “In Memoriam. Excmo. Sr. Don Gonzalo Ceballos y Fernández de Córdoba, 1895-1967”, Miscelánea Zoológica, 2(3), pp. 179-184, p. 180.). Su dirección estuvo marcada por la estructuración de una importante labor científica que conllevó la continuación de la revista Eos a los pocos meses de terminar la guerra (Gomis, 2014, p. 44Gomis, Alberto (2014), “Mimbres para otro cesto: De la Sección de Entomología del Museo Nacional de Ciencias Naturales al Instituto Español de Entomología”, Boletín de la Real Sociedad española de Historia Natural, (108) pp. 37-47, p. 44-45.), o con la puesta en marcha de Graellsia, revista de entomólogos españoles, que sería fundamental para consolidar las publicaciones de esta rama científica y dar salida a los trabajos de investigación del IEE13 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 8578, legajo 638, Carpeta del Instituto Español de Entomología, 1948. Autorización tras la Sesión del Consejo Ejecutivo celebrada el 14 de abril de 1948.. En 1950 el presupuesto general para las publicaciones de estas dos revistas es de 122.000 pesetas, una cifra bastante elevada si se compara al resto de gastos, siendo mayor incluso que la adquisición de nuevas colecciones o la realización de excursiones14 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 8630, legajo 638, Carpeta del Instituto Español de Entomología, 1950. Presupuesto para el año 1950. Se publicaron “Fauna del Olivo”, “Hojas divulgadoras”, “Odonatos de España”, Tomo extraordinario de la Rev. EOS (25 aniversario). .

En la línea de creación de nuevos institutos, el 10 de abril de 1943, se puso asimismo en marcha una nueva institución, bajo la denominación de Centro de Investigaciones Geológicas “Lucas Mallada”, que en 1946 pasó a llamarse Instituto Lucas Mallada de Investigaciones Geológicas. El nuevo Instituto formó parte del Patronato Ramón y Cajal y su director fue Maximino San Miguel de la Cámara (1887-1961). El Instituto Lucas Mallada vino a consagrar el desarrollo de la antigua Sección de Petrografía de Barcelona. El nuevo centro de investigaciones se dividió en varias secciones iniciales: Sección de Petrografía; Sección de Paleontología; Sección de Geomorfología y Sección de Fisiografía15 Memoria del año 1943, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 219-223. . Más tarde se añadieron las secciones de Investigaciones Cristalográficas, Mineralógicas e Hidrognósticas; y en el año 1946 se agregó la Sección de Estratigrafía (Navas, 2007, p. 317Navas, Alfonso (2007), “El Museo Nacional de Ciencias Naturales durante el franquismo”. En: Puig Samper Mulero, Miguel Ángel (ed.), Tiempos de investigación. JAE-CSIC, cien años de ciencia en España, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 311-321, p. 312).

COLECCIONES Y EXPOSICIONES

 

Protección de la colección durante la Guerra Civil

 

En julio de 1936, ante la insurrección militar, en aquellos lugares donde las organizaciones obreras triunfaron sobre el levantamiento, se produjeron durante las primeras semanas de guerra una oleada de incautaciones sin precedente alguno. Las milicias populares ocuparon en Madrid una cantidad ingente de edificios aristocráticos como los Palacios de Medinaceli, Bailén y Liria, sedes de partidos de derecha, Casinos y, en general, los círculos más conservadores y católicos de Madrid16 Álvarez Lopera (2019) ofrece algunas de las listas de los palacios incautados con sus nuevos destinos. . La mayoría de estos edificios guardaba en su interior verdaderos tesoros artísticos y colecciones privadas de un valor y riqueza artística significativa. Todas ellas quedaron confiscadas. Esta situación provocó la inmediata creación, por parte de la Administración, de la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico Español, por un decreto de 23 de julio17Gaceta de Madrid, decreto de 23 de julio de 1936, n. º 207, p. 834. Disponiendo se constituya una Junta, en relación inmediata con el Director general de Bellas Artes, encargada de intervenir con amplias facultades cuantos objetos de arte o históricos y científicos se encuentren en los palacios ocupados. .

Más allá del legado artístico, el patrimonio científico incautado fue copioso y su gestión la dirigieron los principales expertos en ciencias naturales. Primeramente se recogieron las colecciones más importantes y famosas como las de José María Dusmet, antiguo colaborador de la Sección de Entomología del Museo, y, sobre todo, la del Duque de Medinaceli (Pelayo, 2019: 6Pelayo, Francisco (2019), “Ciencia en el Madrid del ‘no pasarán’. La protección de las colecciones de Historia Natural y el Instituto Nacional de Ciencias Naturales durante la Guerra Civil”, Asclepio, 71(2), pp. 1-14, p. 6. ), sin duda una de las más importantes colecciones cuya incautación y correspondientes informes dan cuenta de la gran cantidad de objetos biológicos que poseía: vitrinas repletas con ejemplares de cabezas de ciervos, jabalíes, antílopes, gacelas; vitrinas con aves marinas, halcones, conejos, alces, buitres flamencos; tableros con escudos y patas de aves; cuadros con grabados de aves marinas y alces, etc., además de un depósito de unos 390 volúmenes que fueron entregados en el Museo; una larga serie de catálogos, diarios y libros que recogían los más importantes estudios de historia natural del momento18 AMNCN, ACN0279/016. Expediente sobre la incautación de colecciones durante la Guerra Civil Española con destino al Museo Nacional de Ciencias Naturales, 31 de julio de 1936 al 12 de diciembre de 1939. .

La disposición de la colección del MNCN en la época de guerra es un tema que, a día de hoy, sigue entrañando gran dificultad por el desconocimiento e inexactitud de los diferentes puntos de depósito y el caos generalizado que imperó en el asunto de las colecciones, a las que se otorgaba, de forma general, poco interés. Al dar comienzo la guerra y debido a los continuos bombardeos en la capital -también ocurridos en el MNCN el 15 de junio de 193719 AMNCN, ACN0315/007. Texto para telegrama del Director Provisional del Museo al Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública solicitando la inspección de un arquitecto que valore los daños habidos en el Museo a causa de la guerra, 16 de junio de 1937. -, la biblioteca y las colecciones se trasladaron a los lugares más seguros y resguardados del propio Museo, al mismo tiempo que las piezas más importantes se depositaban en una caja fuerte del Banco Central en mayo del año 1936, como fueron las colecciones de minerales del Museo que contenían, entre otros muchas piezas, oro, topacios tallados, cristales rosa rodados de rubí espinela, amatista, esmeralda tallada, etc.20 AMNCN, ACN1019. Inventario de los minerales de las colecciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales guardados en el Banco Central, mayo de 1936. . Otra parte de la colección, la de aves y mamíferos, se resguardó en el Museo del Prado21 AMP, caja I000, leg. II, exp. I Depósitos del Museo de Ciencias Naturales (vitrinas con grupos y ejemplares de aves y mamíferos) durante la Guerra Civil. . Era esencial pensar en la salvaguardia de las propias colecciones científicas y, aunque, como se ha visto, hubo alguna salida de material a otros centros de Madrid y Valencia, la mayor parte de la colección no abandonó las inmediaciones del MNCN -y se quedó en sótanos o torreones- por la evidente fragilidad y sensibilidad a los posibles bombardeos (Otero y López Sánchez, 2012, pp. 619-620Otero Carvajal, Luis Enrique y López Sánchez, José María (2012), La lucha por la modernidad. Las Ciencias Naturales y la Junta para Ampliación de Estudios, Madrid, Residencia de Estudiantes-CSIC, pp. 1081. ).

Devoluciones de las colecciones incautadas, nueva organización de la colección y exposiciones

 

Una vez finalizada la guerra se procedió a las devoluciones de las colecciones incautadas durante los años anteriores. Filiberto Díaz Tosaos fue el encargado de ponerse en contacto con los antiguos dueños del material incautado que se depositaron en el MNCN. De esta manera, en mayo de 1939, mientras ocupó de manera efímera la dirección del Museo, se dirigió al duque de Medinaceli y a otras muchas personalidades y centros, apuntando que tenían a su disposición aquellos objetos de su propiedad en el Museo. Tal y como consta en el Archivo del MNCN fueron recuperados aquellos que pertenecían a Fernández de Villota, Romualdo Céspedes, el conde de Villagonzalo y el duque de Medinaceli22 AMNCN, ACN0279/033 y 016. Expediente sobre la incautación de colecciones durante la Guerra Civil Española con destino al Museo Nacional de Ciencias Naturales, doc. 2 y 7. . Además Filiberto Díaz Tosaos se encargó de la conservación de la colección entomológica de Lauffer; el agradecimiento por parte de sus familiares por este acto se tradujo en la donación de esta colección al MNCN (García Bayón-Campomanes, 1945, p. 184García Bayón-Campomanes, Pedro (1945), Rvdo. P. D. Filiberto Díaz Tosaos (1866-1945) Nota Necrológica”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, (43), pp. 179-185, p. 184. )23 Del mismo modo la familia del Dr. D. Luis Báguena también hizo un valioso donativo a la sección de Entomología del Museo de importantes colecciones de insectos y de libros entomológicos. AMNCN, ACN1023. .

A partir del año 1939 comenzó una nueva andadura en el MNCN; el museo reabrió sus puertas ese mismo año y, según los expedientes, el número de visitantes que asistió fue muy elevado, las fuentes oficiales elevaron el número a miles24 AMNCN, ACN1022, expediente noviembre-diciembre 1939., si bien estas cifras podrían no corresponderse con la realidad si tenemos en cuenta las difíciles circunstancias de la realidad madrileña de posguerra. En cualquier caso, entre 1939 y 1940 se intentó regularizar y organizar la apertura del centro. Dado que los desperfectos eran notables se sopesó la idea de exigir al público visitante una cuota:

Con el fin de regularizar el flujo de visitantes y de impedir prudentemente el estacionamiento de estos, que hacían del local lugar de refugio de las intemperies y molestaban al público que acude con deseo de instrucción (fenómeno que hacía sentir en los años anteriores al dominio de los rojos en la capital), esta dirección propone a V.E se exija una pequeña cuota de entrada a los visitantes […]25 AMNCN, ACN1024, expediente I, 10 de enero de 1940. .

En un primer momento se elaboró un detallado proyecto de organización del Museo que había de ser el fundamento sobre el que dejar atrás lo que designaron como la “dominación roja”26 AMNCN, ACN1022. Proyecto de organización del MNCN realizado en noviembre de 1939, expediente noviembre-diciembre 1939. El índice de este proyecto cuenta con los siguientes puntos: Importancia y antigüedad del museo y su significación actual; Organización propuesta. Exposición; Estaciones marítimas y serranas; Posibles filiales del Museo; parques zoológicos; parques naturales y reserva de caza; Reincorporación al museo del instituto español de oceanografía; Laboratorios y colecciones de estudio; Enseñanzas; Número y organización de las secciones; Material de excursiones; Intercambio y correspondencia; Publicaciones; Historia; Presupuesto. . Si nos centramos en el punto de la organización propuesta y exposición, despuntan los escasos medios con los que contaban, pero sobre todo, las nuevas disposiciones en diferentes salas de los ejemplares de mamíferos, aves, anfibios y reptiles y el acondicionamiento en 1939 de la “sala del mar”, donde reunieron peces y organismos inferiores marinos y crustáceos. Por otro lado, el proyecto dejó constancia de la enorme relevancia que habían alcanzado las colecciones de geología y paleontología, de geografía física y mineralogía, que se encontraban instaladas en el ala izquierda del edificio, parte renovada hacía pocos años, por lo que sus condiciones museográficas eran mucho mejores. En el Archivo General de la Administración se puede encontrar documentación que ampara el interés por llevar a cabo una mejor instalación de una sala de exposición de los ejemplares de rocas, dado que en ese momento todavía no existía, así como la voluntad por reestructurar y unificar las Secciones de Paleontología y de Geología27 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8537, Instituto José de Acosta, 1940. Oficio de Emilio Fernández Galiano al Secretario de Consejo Superior de Investigaciones Científicas. , algo que finalmente ocurrió en el año 194428 “En la sesión del Consejo Ejecutivo de este Superior de investigaciones científicas celebrada el día 17 del corriente, de conformidad con la propuesta formulada por V.E…, se acordó incorporar la sección de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales, a la de Geología del indicado Museo, quedando el conjunto bajo la jefatura de D. Eduardo Hernández Pacheco, subsistiendo la Sección de Paleontología del Centro de Investigaciones Geológicas “Lucas Mallada”.” AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8544, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1944. .

En el mencionado informe se vislumbra una clara predisposición por parte del Museo hacia la función didáctica. Con objeto de ampliar y enriquecer esta, se proyectaron instalaciones donde se exponían las características principales de los seres exhibidos en cada una de las salas -en este caso las correspondientes a los mamíferos, aves, peces e insectos-. Además, se dejaba intuir la necesidad de buscar herramientas y recursos óptimos con el objeto de crear un entorno y un discurso expositivo abierto a todo tipo de público, fuese o no especialista en materia de ciencias naturales:

[…] aunque ambas categorías de público sientan necesidades distintas, pueden llenarse simultáneamente por la adecuada presentación de las colecciones y su discreta rotulación en forma que esta tenga valor didáctico para la parte de público capaz de seguir sistemáticamente la ordenación, pero, que a la vez, orienten al público general acerca del significado y valor de los objetos, utilidad y el respeto que merecen los seres vivos29 AMNCN, ACN1022. Proyecto de organización del MNCN realizado en noviembre de 1939, expediente noviembre-diciembre 1939..

Con arreglo a este plan didáctico se proyectó asimismo ampliar la sala principal, habilitando los huecos de los ventanales mediante la construcción de una terraza exterior, para alojar en cada uno de estos, panoramas con grupos biológicos y animales más característicos de la fauna española, tales como el oso, jabalí, venado, águila, etc., pretendiendo atender no solo al aspecto artístico sino también al científico de la fauna y de la flora. Se prepararon vitrinas donde, mediante piezas anatómicas, detalles de estructura y siempre con rótulos concisos y significativos, contaban las particularidades de los diferentes grupos faunísticos a que cada sala se dedicaba. Se deseaba crear con el tiempo, también, una sala de Anatomía Comparada, Biología general e Histología, que tal y como se expone, sería la más instructiva del Museo y enlace de la Zoología con la Paleontología. Además de considerar ese matiz formativo, las nuevas autoridades pretendían convertirla en un homenaje al insigne Cajal, cuya escuela se deseaba que perdurase en la sección de Biología e Histología30 AMNCN, ACN1022. Proyecto de organización del MNCN realizado en noviembre de 1939, expediente noviembre-diciembre 1939. .

Aparte de estas resoluciones y planes a futuro, se intentó plasmar de forma persistente la elevación de prestigio del centro frente a otros y, con él, el enriquecimiento de la colección merced a las nuevas adquisiciones, destacando el regreso de la colección de minerales y cristales que hacía 36 años el Museo había facilitado a la Universidad; también la colección de insectos propiedad de Anatael Cabrera Díez de la Laguna de Tenerife, que tras su fallecimiento legó su colección al Museo31 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8540, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1943. y la adquisición de un meteorito depositado en Almuñécar a cargo de Antonio Pontes Vílchez32 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8578, legajo 638, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1948. Oficio del Director, Emilio Fernández Galiano, al Ministro de Educación Nacional. , entre otros ejemplos. Por otra parte, el Museo continuó con su programa de intercambios realizados a otras instituciones de consolidado reconocimiento como el Real Monasterio del Escorial, el Colegio de la Organización Nacional de Ciegos de Pontevedra o al Colegio Alemán33 AMNCN, ACN1025. Informe de donación de moluscos al Colegio Alemán, 7 de diciembre de 1940. .

Tras el final de la guerra, no obstante, la realidad preponderante fue de confusión, desasosiego y desorden general. Los vaivenes de las colecciones y la deficiencia de las instalaciones dominaron en aquellos años. Fueron años muy duros y sufridos para aquellos objetos que se vieron en la obligación de amontonarse en sótanos y en recónditos lugares con pésimas condiciones de conservación tal y como declaró el director del IJA, Salustio Alvarado Fernández en el año 1961 en una de las memorias anuales, haciendo mención a aquel periodo34 AMNCN, ACN1183/004. Memoria anual de 1961-1962. Informe escrito por Salustio Alvarado. .

El Museo reabrió sus puertas el 15 de diciembre de 194635 [Anónimo] “El Museo de Ciencias Naturales volverá a abrirse el domingo”, ABC, 14 de diciembre de 1946, p. 15. , tras un parón, con algún nuevo montaje, como la Sala de Geomorfología o Geografía Física que aunaba Geografía y Geología y que busca conseguir plasmar una interpretación científica del paisaje (Peña de Camus y Martín Albaladejo, 2018Peña de Camus Sáez, Soraya y Martín Albaladejo, Carolina (2018), “Las exposiciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales (1935-1985)”. En: Ruiz-Berdún, Dolores (ed.), Ciencia y Técnica en la Universidad. Trabajos de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, Madrid, Universidad de Alcalá, pp. 141-151, p. 147.). Con el paso de los años se fueron incorporando nuevas obras a las exposiciones, aunque si tuviéramos que destacar un hecho relevante sería el montaje del Megatherium americanum en 1949 con la colaboración de Agustín Vargas Torres36 Agustín Vargas Torres fue colector de la Sección de Paleontología del Instituto José de Acosta. AGA, educación fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8630, legajo 703, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1950., reconstruido por primera vez desde que fuera desmontado de la exposición de la calle Alcalá en 1895. El esqueleto articulado del valioso fósil permaneció desmontado tanto en la sede de la Biblioteca Nacional, como en el Salón del Diplodocus del Palacio de la Industria. El nuevo montaje se prolongó hasta 1951 pues hubo necesidad de restaurarlo debido a su mal estado de conservación (Boscá, 1903, p. 211Boscá, Eduardo (1903), “Informe sobre el estado del esqueleto de Megaterio del Museo de Ciencias Naturales de Madrid”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, (3), pp. 211-226, p. 211. ). Se montó manteniendo la posición cuadrúpeda y se situó detrás del diplodocus; actualmente el megaterio se dispone igualmente en el fondo de la sala, pero paralelamente al diplodocus. El Megaterio se sigue considerando como uno de los ejemplares más valiosos del Museo por tratarse de un ejemplar único tanto desde el punto de vista histórico como científico.

Otra destacable incorporación a las colecciones del Museo fue el ingreso de un ejemplar de antílope sable gigante (Hippotragus niger variani) que fue cazado por el conde de Yebes en Angola37 Conde de Yebes, “Horizontes africanos. Palanca Petra”, ABC, 8 de noviembre de 1949, pp. 8-9. y realizada su taxidermia en el MNCN por un discípulo de Luis Benedito. En 1952 un artículo del ABC testimoniaba la valiosa aportación de este animal al MNCN por su severa protección y por tratarse de un raro y fabuloso ejemplar que en todo el continente africano no existe más que en Angola38 [Anónimo] “Una aportación considerable a nuestro museo de ciencias naturales”, ABC, 22 de junio de 1952, p. 27. .

En última instancia, se debe destacar que a lo largo de esta década se siguieron produciendo, aunque de manera menos activa, servicios de publicaciones. En 1944 incluso se dotó de un crédito extraordinario dirigido a la publicación de artículos y libros científicos. El proyecto de las publicaciones que se llevarían a cabo ese año incluyó los siguientes títulos: Mamíferos fósiles del Terciario, por Federico Gómez Llueca; El Devónico de Aragón, por Bermudo Meléndez Meléndez; Datos Geológicos de la zona septentrional del Sahara, por Manuel Alía; Sinopsis de las aves de España, por Augusto Gil Lleget; Historia del Museo, por el Rvdo. Agustín Barreiro, con prólogo del profesor Eduardo Hernández Pacheco; Estudio sobre las Turmalinas, por Josefa Pérez Mateos39 AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8544, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1944. Proyecto de presupuesto para el año 1944. Crédito extraordinario para publicaciones. .

Sobre la colección de aves y mamíferos del MNCN

 

En 1940 existió ya un proyecto de reforma para adaptación de los locales donde se instalarían las salas de aves y mamíferos (Imagen 1).

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Imagen 1.  Plano de la sala de aves realizado en 1940. AGA, 32-17366

La memoria del proyecto40 Además de la memoria, se deja constancia de los planos, del presupuesto general, de las mediciones, de los cuadros de precio y de un resumen general del proyecto. lleva la firma del arquitecto P. Sánchez Sepúlveda y atestiguaba la creación de dos salas que quedarían en comunicación directa con la principal del Museo, una de ellas rectangular y otra con planta cuadrada y con previsión para la instalación de una cúpula esférica, con un presupuesto total que no excedería de las 50.000 pts. En la memoria además se atiende a la necesaria conservación de estas colecciones:

El objeto de adoptar esta estructura y disposición es el aislar lo más posible del excesivo calor que se desarrolla durante el verano en esta dependencia, que dado el objeto para el que ha de ser destinada perjudicaría grandemente a la disecación, por eso tanto en la sala descrita como en la otra rectangular se dispone un segundo techo, que aísle lo más posible del exterior, evitándose también el exceso de iluminación41 AGA, 32-17366. Proyecto de reforma para adaptaciones de locales a salas de aves en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid..

De la lectura del proyecto se deduce que el objetivo principal fue reubicar las aves que estaban junto a los mamíferos en la sala principal. Y aunque el proyecto inicial arquitectónico se remonte al año 1940, no se hizo efectivo hasta 1944, cuando se atestigua en la prensa y en las memorias del museo la reapertura de estas salas y la visita que realizó el ministro de Educación Nacional, José Ibáñez Martín, acompañado de José María Albareda, a las instalaciones en julio de ese mismo año42 [Anónimo] “El ministro de Educación Nacional visita las nuevas salas del Museo de Ciencias Naturales”, ABC (Madrid), 8 de julio de 1944, p. 16.. En la sala rectangular se ubicarían el conjunto las aves del antiguo fondo del Real Gabinete de Historia Natural del Rey Carlos III (Peña de Camus, 2020: 377Peña de Camus, Soraya (2020), “El Museo Nacional de Ciencias Naturales: un museo en busca de sede (1935-1986)”. En: Martín Albaladejo, Carolina (ed.) Del elefante a los dinosaurios: 45 de años de historia del Museo Nacional de Ciencias Naturales (1940-1985), Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 371-404, p. 377.). Además de los grupos biológicos, un grupo de más de cuarenta ejemplares, ocuparon la posición central. En el centro de la sala, sobre una mesa de lapidarios del siglo XVIII, tal y como expone Rafael Ybarra, se exhibían aves exóticas en fanales antiguos de la época del esplendor colonial en América, entre las que figuran el famoso Quexal, ave heráldica de Guatemala, el ave del paraíso y el ave lira (Ybarra, 1945, p. 181Ybarra, Rafael (1945), “Nuevas salas en el Museo Nacional de Ciencias Naturales”, Arbor, 3(7), pp. 181-184, p.181.). El Quetzal había sido donado al Museo por el capitán Francisco Iglesias Brage (Peña de Camus, 2020, p. 378Peña de Camus, Soraya (2020), “El Museo Nacional de Ciencias Naturales: un museo en busca de sede (1935-1986)”. En: Martín Albaladejo, Carolina (ed.) Del elefante a los dinosaurios: 45 de años de historia del Museo Nacional de Ciencias Naturales (1940-1985), Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 371-404, p. 377.).

Recientemente salió a la luz un estudio sobre la colección de aves y mamíferos del MNCN (1940-1984) y las tendencias en su crecimiento (Barreiro y Garvía, 2020Barreiro, Josefina; Garvía, Ángel (2020), “Las colecciones de aves y mamíferos del MNCN (1940-1984): Tendencias en su crecimiento”. En: Martín Albaladejo, Carolina (ed.), Del elefante a los dinosaurios: 45 de años de historia del Museo Nacional de Ciencias Naturales (1940-1985), Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 347-369, p. 353. ). En él se plasman abundantes datos sobre los ejemplares, pues su cronología es amplia (1940-2009), no obstante trazamos aquí una breve historia de esta, durante el periodo de 1940-1951. Lo que se nos muestra son los datos numéricos recogidos para la Colección de Aves y para la de Mamíferos, dentro de esta fase considerada del IJA.

La colección de aves incrementó sus ejemplares en gran medida; el número de muestras es mayor en la primera década, disminuyendo en épocas posteriores. El alto número de ejemplares recogidos durante la primera fase se debe a la expedición llevada a cabo a Guinea Ecuatorial en la que se reunieron un total de 361 especímenes, lo que supuso un 64 % de los capturados en esos momentos. La expedición la compusieron cuatro científicos: Augusto Gil Lleget, ornitólogo, Manuel García Lloréns, taxidermista, Pascual Curats y Juan de Lizaur Roldán. Los tres primeros comprendían “el grupo zoológico”, mientras que el último se centró en la representación geológica. Además, Pascual Curats permaneció en Guinea por tres años más para desarrollar una labor de recolección y preparación de toda aquella fauna y enriquecer, de este modo, la colección del MNCN. En esta etapa del IJA, a pesar de las dificultades económicas por el escaso presupuesto otorgado aquel año y por los obstáculos a la hora de salir al extranjero a causa de la convulsa situación política de guerra a escala internacional, se llevó a cabo una expedición, que ponía el discurso científico al servicio de la exaltación patriótica y la labor colonial española en África como construcción de la propia identidad (De Lizaur y Roldán, 1941, p. 574De Lizaur y Roldán, Juan (1941), “Expedición del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid a la Guinea Continental Española en el verano de 1940”, Boletín de la Real Sociedad Geográfica, (77), pp. 571-595, p. 574. ).

Este tipo de expedición de recolección científica y con esta magnitud no se volvió a repetir en esta primera década, ni en la siguiente, aunque existen ingresos concretos de ejemplares extranjeros originarios de proyectos de investigación del MNCN. La colección de Mamíferos, por su parte, no experimentó grandes cambios. En los años abarcados por este trabajo fueron mínimas las entradas que se produjeron en el Museo, debido, en parte, a la falta de personal especializado; el Museo no contaba con los suficientes mastozoólogos que se encargaran de este tipo de estudio, algo que cambió con el paso del tiempo, en la década de los sesenta. (Barreiro y Garvía, 2020, p. 353Barreiro, Josefina; Garvía, Ángel (2020), “Las colecciones de aves y mamíferos del MNCN (1940-1984): Tendencias en su crecimiento”. En: Martín Albaladejo, Carolina (ed.), Del elefante a los dinosaurios: 45 de años de historia del Museo Nacional de Ciencias Naturales (1940-1985), Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 347-369, p. 353. ).

En cuanto a la producción museográfica es necesario tener en cuenta la función y el trato que tenía este tipo de fondos, en relación a su investigación y exhibición. Estas colecciones generaron debates en los que desempeñaron un importante papel tanto las cuestiones expositivas como las variables científicas. Si nos centramos en las cifras, como norma general, los especímenes que se recogen para investigación son mucho más abundantes que los destinados exclusivamente a la exhibición. Concretamente el porcentaje de los ejemplares de aves que se emplearon para su exhibición al público fue, por ejemplo, en la década de 1950 de un 12 %. En mamíferos, sin embargo, el esfuerzo fue mayor a la hora de preparación de ejemplares destinados a exposición: el porcentaje ronda entre el 16-17 % (Barreiro y Garvía, 2020, p. 354Barreiro, Josefina; Garvía, Ángel (2020), “Las colecciones de aves y mamíferos del MNCN (1940-1984): Tendencias en su crecimiento”. En: Martín Albaladejo, Carolina (ed.), Del elefante a los dinosaurios: 45 de años de historia del Museo Nacional de Ciencias Naturales (1940-1985), Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 347-369, p. 353. ). En este contexto no debe olvidarse que se trata de una taxidermia que cumple una función científica, tanto en el momento de su producción para criterios taxonómicos, como en la actualidad por sus datos asociados y como fuente de obtención de ADN para estudios genéticos. La relevancia de las colecciones de taxidermia destacó por ambas razones, por su utilidad en investigación y, en menor medida, por la exhibición, permitiendo esta segunda acepción obtener deducciones sobre la política museística de la institución. De estos datos podemos concluir que en esta primera etapa del Instituto José de Acosta el “arte” de la taxidermia fue heredera de su momento de máximo esplendor con el equipo formado por los hermanos José María y Luis Benedito (Aragón, 2014, pp. 29-32Aragón, Santiago (2014), En la piel de un animal: el Museo de Ciencias Naturales y sus colecciones de taxidermia, Madrid, Ediciones Doce Calles, pp. 29-32. ).

CONCLUSIONES

 

Después de haber vivido unas décadas de brillantez en el marco de la Edad de Plata de la ciencia española, tras el final de la Guerra Civil el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid tuvo que hacer frente a las complicaciones derivadas del conflicto y la posguerra. Lo primero que llama la atención, como consecuencia de los datos manejados en este trabajo, son las diferencias y los cambios, a nivel científico y expositivo, que se produjeron en el centro como consecuencia del enfrentamiento bélico. Durante la etapa previa a la guerra, con Ignacio Bolívar como director, y con la JAE como principal impulsor, el Museo experimentó una evolución ascendente (Gomis, 1988, p. 100Gomis, Alberto (1988), Ignacio Bolívar y las Ciencias Naturales en España, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, p. 100. ), una etapa de desarrollo en la que se logró tener cierta autonomía con respecto a la Universidad, donde se buscó el fomento de la interdisciplinaridad y donde se percibieron aumentos y minuciosos cuidados en sus colecciones. El centro vivió una modernización de sus estructuras científicas y un fortalecimiento de la institución que no tuvo continuidad porque la victoria de los sublevados vino a legitimar los preceptos más ortodoxos del nacionalcatolicismo y donde se instauraron unas nuevas y rígidas bases que afectaron a todo su desarrollo posterior.

El Instituto José de Acosta, cuya nominación resulta controvertida e incluso la documentación encontrada a veces muestra contradicciones, fue objeto, en la década de los años cuarenta (1940-1951), de una serie de cambios administrativos muy destacables. La posguerra se inicia con la depuración política llevada a cabo en el centro, que junto al exilio de importantes científicos de la etapa anterior, debilitó su capital humano y desmanteló el esfuerzo científico realizado por la JAE en las décadas anteriores. La documentación evidencia que estos procesos, que se alargaron aproximadamente hasta el año 1942, fueron una de las principales herramientas y mecanismos para reconstruir el centro e instaurar unos nuevos cimientos ideológicos y unos nuevos responsables científicos y administrativos que han perdurado a lo largo de décadas. Por otro lado, el desmembramiento y la creación de varios centros anexos al IJA no hacían más que detener y paralizar la unión administrativa que hasta ese momento había existido, llevando a modificar también el organigrama del centro. Todo ello derivó en una segregación y jerarquización, que se resintió en el mantenimiento de las propias colecciones y en la labor más puramente museística.

Las fuentes consultadas proporcionan datos suficientes para hacer comprensible su desarrollo interno. Aunque estos datos están abiertos a otros procesos de investigación, se han presentado en este trabajo algunos resultados que han pretendido enriquecer y ofrecer originalidad. Se han determinado los principales nombres que desempeñaron su labor desde 1940 hasta 1951, diferenciado entre las personas que ostentaron cargos de responsabilidad, tales como directores, secretarios, jefes de sección, entre otros cargos de interés, así como cuadros intermedios de profesores, auxiliares artísticos, preparadores, conservadores, etc., y, en último lugar, los becarios que asistieron y trabajaron en el centro. A través de todos estos datos hemos comprobado que las funciones eran muy variadas, pero principalmente destacó la labor científica que se debía traducir en el desarrollo de investigaciones y posterior publicación, así como la preparación y conservación de las colecciones. Del mismo modo, hemos tratado de mostrar la actividad de los becarios, tanto dentro del Museo como en estancias en el extranjero, y extraer algunas conclusiones sobre los roles de género, donde destaca la ausencia de mujeres al frente de los cargos de alta responsabilidad, vinculándola a actividades que cumplían con las concepciones de género de la época. Finalmente, en este capítulo administrativo, se realiza un recorrido a través del capítulo presupuestario del centro, el cual presentó aprietos y ciertas incertidumbres. El presupuesto otorgado al IJA por parte del CSIC fue desde el 1939 hasta el 1951 cada vez más reducido.

Dentro del aspecto museístico, de las colecciones y exposiciones, destaca la importancia que tuvo la protección de las colecciones que se llevó a cabo durante la Guerra Civil. La marcha de la guerra motivó que algunas de ellas tuvieran que ser trasladadas, ya fuera a diferentes estancias del propio Museo, a otras instituciones madrileñas o a Valencia. Aunque esta ciudad fue, sin duda, un enclave importante, se confirma que la mayoría de la colección se resguardó entre las paredes del Museo. Las colecciones se salvaguardaron gracias a la labor infatigable de numerosos naturalistas, pero así y con todo fueron objeto de muchos vaivenes que provocaron el descuido de estas. El regreso al Museo de estas colecciones supuso el inicio de una cierta desorganización y confusión, pero también, y es algo que se ha querido señalar de forma insistente, de nuevos proyectos para reforzarlas con nuevas incorporaciones y facilitar su exposición en nuevos espacios habilitados al efecto.

AGRADECIMIENTOS

 

Proyecto Ciencia, Racismo y Colonialismo Visual (Visualrace). PID2020-112730GB-I00 financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033

NOTAS

 
1

Nombrado desde este momento como MNCN. Para referirnos al archivo de este museo utilizaremos la siguiente abreviatura: AMNCN.

2

AMNCN, ACN0352/011. Expediente de traslado de personal del MNCN a Valencia, por Orden del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, 16 de octubre de 1937. Expediente de gestión personal.

3

Boletín Oficial del Estado, n. º 44, 9 de febrero de 1939, p. 824.

4

AGA, Sección de Educación, 31/15399. Expediente personal de Ignacio Bolívar y Urrutia.

5

AGA, Sección de Educación, 31/15422. Expediente personal de Odón de Buen y del Cos. Encontramos en la misma caja expedientes personales de tres de sus seis hijos, que se relacionaron directamente con las Ciencias Naturales y la Medicina: Sadí de Buen y Lozano, Fernando de Buen y Lozano y Rafael de Buen y Lozano.

6

Memoria de la Secretaria General, 1940-1941, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, p. 181. También se pueden consultar las nóminas del Instituto José de Acosta, Museo Nacional de Ciencias Naturales. AGA, Educación, Fondo CSIC, (00) 004 Libros 281 y 296.

7

AMNCN, ACN1031. Memoria 1941-1942 del MNCN.

8

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8537, Carpeta Instituto José de Acosta, 1942.

9

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8537, Carpeta Instituto José de Acosta, 1942, Oficio de Emilio Fernández Galiano al Secretario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

10

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8578, legajo 638, Carpeta Instituto José de Acosta, 1948. Oficia del Director, Emilio Fernández Galiano, al Secretario General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

11

Decreto de 10 de marzo de 1941 por el que se crea en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas el Instituto Español de Entomología. Boletín Oficial del Estado, n.º 81, 22 de marzo de 1941, pp. 1932-1933.

12

Memoria de la Secretaria General, 1940-1941, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, p. 215.

13

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 8578, legajo 638, Carpeta del Instituto Español de Entomología, 1948. Autorización tras la Sesión del Consejo Ejecutivo celebrada el 14 de abril de 1948.

14

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 8630, legajo 638, Carpeta del Instituto Español de Entomología, 1950. Presupuesto para el año 1950. Se publicaron “Fauna del Olivo”, “Hojas divulgadoras”, “Odonatos de España”, Tomo extraordinario de la Rev. EOS (25 aniversario).

15

Memoria del año 1943, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 219-223.

16

Álvarez Lopera (2019)Álvarez Lopera, José (2019), La política de bienes culturales del gobierno republicano durante la guerra civil española, Madrid, Ministerio de Cultura, pp. 75-77. ofrece algunas de las listas de los palacios incautados con sus nuevos destinos.

17

Gaceta de Madrid, decreto de 23 de julio de 1936, n. º 207, p. 834. Disponiendo se constituya una Junta, en relación inmediata con el Director general de Bellas Artes, encargada de intervenir con amplias facultades cuantos objetos de arte o históricos y científicos se encuentren en los palacios ocupados.

18

AMNCN, ACN0279/016. Expediente sobre la incautación de colecciones durante la Guerra Civil Española con destino al Museo Nacional de Ciencias Naturales, 31 de julio de 1936 al 12 de diciembre de 1939.

19

AMNCN, ACN0315/007. Texto para telegrama del Director Provisional del Museo al Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública solicitando la inspección de un arquitecto que valore los daños habidos en el Museo a causa de la guerra, 16 de junio de 1937.

20

AMNCN, ACN1019. Inventario de los minerales de las colecciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales guardados en el Banco Central, mayo de 1936.

21

AMP, caja I000, leg. II, exp. I Depósitos del Museo de Ciencias Naturales (vitrinas con grupos y ejemplares de aves y mamíferos) durante la Guerra Civil.

22

AMNCN, ACN0279/033 y 016. Expediente sobre la incautación de colecciones durante la Guerra Civil Española con destino al Museo Nacional de Ciencias Naturales, doc. 2 y 7.

23

Del mismo modo la familia del Dr. D. Luis Báguena también hizo un valioso donativo a la sección de Entomología del Museo de importantes colecciones de insectos y de libros entomológicos. AMNCN, ACN1023.

24

AMNCN, ACN1022, expediente noviembre-diciembre 1939.

25

AMNCN, ACN1024, expediente I, 10 de enero de 1940.

26

AMNCN, ACN1022. Proyecto de organización del MNCN realizado en noviembre de 1939, expediente noviembre-diciembre 1939. El índice de este proyecto cuenta con los siguientes puntos: Importancia y antigüedad del museo y su significación actual; Organización propuesta. Exposición; Estaciones marítimas y serranas; Posibles filiales del Museo; parques zoológicos; parques naturales y reserva de caza; Reincorporación al museo del instituto español de oceanografía; Laboratorios y colecciones de estudio; Enseñanzas; Número y organización de las secciones; Material de excursiones; Intercambio y correspondencia; Publicaciones; Historia; Presupuesto.

27

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8537, Instituto José de Acosta, 1940. Oficio de Emilio Fernández Galiano al Secretario de Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

28

“En la sesión del Consejo Ejecutivo de este Superior de investigaciones científicas celebrada el día 17 del corriente, de conformidad con la propuesta formulada por V.E…, se acordó incorporar la sección de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales, a la de Geología del indicado Museo, quedando el conjunto bajo la jefatura de D. Eduardo Hernández Pacheco, subsistiendo la Sección de Paleontología del Centro de Investigaciones Geológicas “Lucas Mallada”.” AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8544, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1944.

29

AMNCN, ACN1022. Proyecto de organización del MNCN realizado en noviembre de 1939, expediente noviembre-diciembre 1939.

30

AMNCN, ACN1022. Proyecto de organización del MNCN realizado en noviembre de 1939, expediente noviembre-diciembre 1939.

31

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8540, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1943.

32

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8578, legajo 638, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1948. Oficio del Director, Emilio Fernández Galiano, al Ministro de Educación Nacional.

33

AMNCN, ACN1025. Informe de donación de moluscos al Colegio Alemán, 7 de diciembre de 1940.

34

AMNCN, ACN1183/004. Memoria anual de 1961-1962. Informe escrito por Salustio Alvarado.

35

[Anónimo] “El Museo de Ciencias Naturales volverá a abrirse el domingo”, ABC, 14 de diciembre de 1946, p. 15.

36

Agustín Vargas Torres fue colector de la Sección de Paleontología del Instituto José de Acosta. AGA, educación fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8630, legajo 703, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1950.

37

Conde de Yebes, “Horizontes africanos. Palanca Petra”, ABC, 8 de noviembre de 1949, pp. 8-9.

38

[Anónimo] “Una aportación considerable a nuestro museo de ciencias naturales”, ABC, 22 de junio de 1952, p. 27.

39

AGA, educación, fondo CSIC, (05) 004, caja 31/8544, Carpeta del Instituto José de Acosta, 1944. Proyecto de presupuesto para el año 1944. Crédito extraordinario para publicaciones.

40

Además de la memoria, se deja constancia de los planos, del presupuesto general, de las mediciones, de los cuadros de precio y de un resumen general del proyecto.

41

AGA, 32-17366. Proyecto de reforma para adaptaciones de locales a salas de aves en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid.

42

[Anónimo] “El ministro de Educación Nacional visita las nuevas salas del Museo de Ciencias Naturales”, ABC (Madrid), 8 de julio de 1944, p. 16.

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