Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 74 (1)
enero-junio 2022, p595
ISSN-L: 0210-4466
http://asclepio.revistas.csic.es/

RESEÑAS

BOOK REVIEWS

Roberto Quirós Rosado

Universidad Autónoma de Madrid

Serrano Larráyoz, Fernando. Graduados en Medicina por la Universidad de Irache (1613-1769). Pamplona, Pamiela Universitas, 2019, 381 páginas [ISBN: 978-84-9172-125-3].

El estudio de la difusión del conocimiento científico en la península Ibérica ha manifestado una constante dicotomía en su aproximación a las realidades académicas de la Edad Moderna. Mientras que, ya desde el siglo XIX, ha sido constante el esfuerzo destinado a desentrañar los horizontes docentes, la articulación institucional, los medios de financiación, los marcos culturales y las dinámicas sociales surgidas al albur de los grandes centros universitarios de Castilla (Salamanca, Alcalá, Valladolid), Portugal (Coímbra) y la corona de Aragón (Zaragoza, Valencia), menos atención se ha dado a los polos que, por su posición geográfica fuera de grandes urbes o dada su divergente naturaleza de origen (colegios o universidades menores), también jalonaron el cursus honorum de profesores y estudiantes de las “cuatro partes del mundo” pertenecientes al rey de España o a otros príncipes y repúblicas de la Cristiandad católica. Casos como las universidades -unas derivadas de estudios generales medievales, otras de nuevo cuño- de Ávila, Osma, Osuna, Gandía, Oñate, Almagro, Orihuela, Baeza, Sahagún o el mismísimo monasterio de San Lorenzo el Real de El Escorial han permanecido en el olvido historiográfico hasta fechas relativamente recientes. Sin embargo, y pese a las críticas que conforme avanzaban los siglos modernos se hicieran de la calidad de su doctrina o a la facilidad para la obtención de los títulos, los perfiles sui generis de tales espacios del saber han demostrado la heterogeneidad institucional de los estudios superiores hispanos (de complejos universitarios urbanos a colegios/conventos-universidad) y una estrecha vinculación tanto a órdenes religiosas como a aristócratas fundadores o patronos.

El objeto analítico que Fernando Serrano Larráyoz desarrolla en el presente volumen aporta una luz necesaria sobre uno de los aspectos más desconocidos no solo de estas redes de pequeños centros, sino de los propios estudios científicos de la universidad ibérica de la Modernidad: el monasterio-universidad de Irache y su dimensión socioeducativa de la medicina. A través del case study abordado por el autor, profesor titular de la Universidad de Alcalá, se reconstruye uno de los focos esenciales de la docencia del monasterio benedictino navarro, del que hasta fechas recientes solo se conocían aspectos relativos a su ordenación jurídica-institucional o a los registros documentales emanados durante los siglos XVI-XIX y que ahora, gracias al presente estudio y al que, en paralelo, han desarrollado Rafael Ramis Barceló y Pedro Ramis Serra para los diferentes grados seiscentistas, bascula hacia ámbitos de conocimiento histórico académicos y sociológicos.

El libro de Serrano Larráyoz ofrece un material histórico de gran utilidad para el historiador no solo de la Ciencia, sino de los espacios sociales y culturales de la Edad Moderna. Su introducción constituye un verdadero state of the art de la Universidad de Irache sobre sus soportes institucionales desde sus orígenes medievales -y los consabidos grados teológicos y canónicos- hasta su renovación con nuevos estudios a comienzos del Seiscientos que pervivieron hasta el último tercio del siglo XVIII (mediante el análisis de estatutos, ceremoniales y procesos de consecución de títulos de bachiller, licenciado y doctor). Esta revisión historiográfica da pie al desarrollo de un novedoso estudio cuantitativo y cualitativo sobre los egresados de la universidad, sus dinámicas de movilidad con otros centros superiores peninsulares y la evolución cronológica del número de graduados de la rama médica durante el periodo analizado. Gracias a una interesante selección de ejemplos y a la utilidad de las gráficas, tablas comparativas y cartografías aportadas se vislumbra la relevancia de Irache dentro de la constelación universitaria de la España moderna y de sus derivaciones científico-médicas. Para cerrar el apartado inicial del libro, también es preciso subrayar la inclusión de cuatro anexos que completan la visión sistemática del monasterio benedictino como polo de relevancia no solo local sino a escala regional (corona de Castilla, corona de Aragón, reino de Portugal) e incluso tímidamente internacional (Francia, Italia) de flujos estudiantiles universitarios: tres de ellos son tablas con las cifras totales de egresados de Medicina, del origen geográfico del estudiantado y de las universidades de las que los candidatos a títulos provenían para proseguir sus estudios, junto con una cuarta adenda consistente en la transcripción de un informe histórico requerido en tiempos de Carlos III de Borbón (1764), a instancias del Consejo Real de Castilla, sobre las formas de concesión de grados en Irache, proveniente de los fondos documentales del Archivo Real y General de Navarra.

El segundo bloque, que abarca el resto del volumen, denota la laboriosidad del autor a la hora de establecer una completa panoplia prosopográfica de los estudiantes médicos de Irache, tanto en su núcleo de titulados, como en los -no siempre estudiados- reprobados. Las fichas de cada uno de los sujetos -cerca de un millar y medio de entradas- constituyen una semblanza tanto de identificación de los datos de origen como del paso académico por el centro navarro: naturaleza, grado y concesionarios, testigos, secretario, fecha de graduación y presentación de certificaciones de terceros centros universitarios. Tales datos, fruto de una prolija indagación en los libros conservados del centro ayeguino, han posibilitado su extracción analítica para nutrir los mencionados gráficos, tablas y mapas que trascienden su naturaleza archivística para constituir una compleja cosmovisión social e intelectual de estos actores fundamentales de la vida universitaria del monasterio pirenaico.

A caballo entre las dos partes del libro, el esfuerzo metodológico desplegado en el trabajo prosopográfico, el amplio espectro temporal de análisis del nacimiento, la consolidación y la postrera crisis ilustrada de la ciencia en Irache y, evidentemente, el valioso aparato documental y bibliográfico desarrollado por el profesor Serrano Larráyoz denotan el anclaje de su obra dentro del panorama renovador sobre los estudios académicos en la España de Austrias y Borbones. Graduados en Medicina por la Universidad de Irache (1613-1769) se muestra al lector como una necesaria aportación para el estudio de la ciencia médica en los siglos modernos, a la par que una vindicación crítica y fundamentada del lugar adquirido por la propia universitas eclesiástica en tanto motor del conocimiento académico del reino de Navarra y polo de atracción y movilidad de estudiantes y saberes en el ámbito ibérico.