El objetivo de este artículo es estudiar la presencia de Jacques Lacan en el ámbito psiquiátrico español antes de 1975. Se aborda en un primer momento esta cuestión a través del escrutinio de la prensa psiquiátrica y del análisis de las referencias a Lacan que aparecen en ella (origen, características, y evolución en términos cuantitativos y cualitativos). Se aborda a continuación la historia, el contexto y las consecuencias de las dos conferencias que Jacques Lacan, invitado por los psiquiatras españoles, dio en Barcelona en 1958 y 1972.
This article aims to analyse the presence of Jacques Lacan in the domain of Spanish psychiatry before 1975. Firstly, it addresses this question through an examination of the psychiatric press and an analysis of all references made to Lacan (origin, features and development in quantitative and qualitative terms). Secondly, it addresses the history, the context and the consequences of the two lectures that Jacques Lacan gave in Barcelona in 1958 and 1972, at the invitation of some Spanish psychiatrists.
Jacques Lacan dio dos conferencias en España, la primera en 1958, la segunda en 1972, las dos veces en Barcelona, y las dos veces por invitación del psiquiatra catalán Ramón Sarró o de los colaboradores de éste. Estas conferencias tuvieron lugar en contextos muy distintos – el del IV Congreso Internacional de Psicoterapia en el que el psicoanalista francés participó junto con la casi totalidad de la élite mundial de la psiquiatría, y el de una invitación personal a la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya – pero tienen en común el hecho de haber pasado del todo desapercibidas. Tanto es así que no fue hasta muchos años después cuando analistas lacanianos encontraron el texto, hasta entonces inédito, de la primera de estas conferencias y difundieron la poca información conocida acerca de la segunda.
Estas conferencias de Lacan en Barcelona vienen a formar parte de una historia que es la de la presencia del psicoanalista francés en el ámbito psiquiátrico español durante la dictadura. Fue la esfera psiquiátrica la que estuvo en el origen de las únicas intervenciones públicas de Lacan en España, y fue también en esta esfera donde apareció el nombre del psicoanalista francés décadas antes de la llegada de Oscar Masotta a Barcelona. Si bien hubo que esperar el inicio, en 1975, de los seminarios de Masotta y la fundación de la Biblioteca Freudiana de Barcelona dos años más tarde para que España contara con un movimiento lacaniano institucionalizado, la historia de la recepción de Lacan en el país, por marginal que fuera entonces, empezó durante la dictadura.
El primer objetivo de este artículo es estudiar esta presencia de Lacan en el ámbito psiquiátrico español a lo largo de las décadas durante las cuales Lacan se convirtió en una de las figuras más importantes del paisaje intelectual del país vecino. ¿Cómo y cuándo aparecieron las primeras referencias a Lacan en las revistas psiquiátricas españolas? ¿Cuáles son las características de estas referencias y cómo evolucionaron en términos cuantitativos y cualitativos? ¿Quién se interesaba entonces por Lacan y por qué?
El segundo objetivo del presente trabajo es volver sobre las conferencias de Jacques Lacan en España. En el caso de la primera, cuyo contenido ha sido ya publicado y comentado, interesa sobre todo conocer el contexto en el que intervino el analista francés, el de este congreso internacional de psicoterapia organizado por los psiquiatras españoles en 1958, y averiguar qué factores pudieron influir en la recepción de esta intervención. En la última parte de este artículo, abordamos la segunda y última conferencia de Jacques Lacan en Barcelona, conferencia tan poco conocida que durante mucho tiempo ni siquiera se mencionó en las bibliografías generales de los trabajos del psicoanalista (Roudinesco,
Fue, al parecer, en el Instituto Pere Mata de Reus donde por primera vez se leyó a Lacan en España. El testimonio de Francesc Tosquelles sitúa esta primera lectura en 1932, cuando él mismo, siguiendo los consejos de su colega Salvador Vilaseca, leyó la tesis de Lacan y organizó entonces un curso sobre el contenido de la misma para los médicos del Instituto (Tosquelles,
Hay que esperar, sin embargo, los años cincuenta para volver a encontrar huellas de la presencia de Lacan en el ámbito psiquiátrico español. En 1950 tiene lugar en París el Primer Congreso Mundial de Psiquiatría que reúne a más de mil quinientos especialistas de todo el mundo, entre ellos numerosos españoles
Poco tiempo después de este congreso, el nombre de Lacan empieza a aparecer en las revistas psiquiátricas españolas. Estas primeras menciones a principios de los años cincuenta tienen una característica común: son los autores franceses, colaboradores asiduos u ocasionales de las revistas españolas, los que aluden a las teorías del psicoanalista. El primero en hacerlo es Henri Ey, quien publica en las
conviene, pues — escribe López Ibor— analizar estos fenómenos a la luz de la conquista de la imagen especular del niño tan bien analizada por Wallon y Lacan (López Ibor,
Nada indica sin embargo que el elogioso comentario del psiquiatra español provenga de la lectura directa de Lacan, pues reproduce casi palabra por palabra las frases escritas sobre la aportación lacaniana por los autores de la monografía (Hécaen y Ajuriaguerra,
Esta situación en la que la prensa psiquiátrica española no hace más que reflejar, de forma muy puntual, la importancia que están adquiriendo los trabajos de Lacan para sus colegas franceses, se prolonga durante los años siguientes, a pesar de la multiplicación de las publicaciones periódicas especializadas. La aparición del nombre del psicoanalista en las páginas de la
Esta situación cambia a partir de 1961. Desde el punto de vista cuantitativo, el número de referencias a Lacan disminuye considerablemente
En 1961, las
Lacan se nos presenta como el más fecundo de los del grupo no faltando su colaboración en ninguno de los volúmenes que reseñamos [...] Conocidas son las preferencias lingüísticas y esotéricas del profesor Lacan, salvando siempre este purismo con elegancia, aunque a veces nos resulta oscura su intención (Aliño,
La vivacidad de la vida psicoanalítica del país vecino vuelve a ser, algunos años más tarde, objeto de elogios, firmados esta vez por López Ibor quien destaca nuevamente el papel de Lacan. En palabras del español, el renacimiento dialéctico en el interior del psicoanálisis desencadenado por los trabajos de Lacan resulta «extraordinariamente interesante» (López Ibor,
Al margen de lo que no pasa de ser un entusiasmo puntual sin consecuencia alguna sobre las preocupaciones de la psiquiatría española, el carácter más detallado de estas citas y la manera como son introducidas demuestran que el nombre de Lacan no resulta desconocido en el campo psiquiátrico español. La fama de Lacan, la posición que ocupa en el panorama psicoanalítico francés, su estilo difícil y los grandes ejes de su trabajo parecen ser informaciones conocidas por los psiquiatras españoles. Hay que recordar que, en esa época en la que grandes nombres del psicoanálisis como Melanie Klein o Bion brillan por su ausencia en la prensa especializada española, el psicoanálisis francés ocupa un lugar algo particular en ella. La proximidad geográfica, los contactos con los colegas franceses en los intercambios París-Madrid o París-Barcelona (congresos, relaciones personales en el caso de Henri Ey, etc.) explican que las noticias de la vida del mundo psiquiátrico y psicoanalítico francés lleguen con cierta frecuencia a España. Indudablemente, el personaje de Jacques Lacan y – en menor medida – sus aportaciones teóricas forman parte de estas noticias. Es de notar que cuando van más allá de la simple mención, las primeras referencias a las teorías lacanianas hechas por los psiquiatras españoles no aparecen en artículos científicos, sino en una reseña y en una editorial; a la altura de 1967 ningún artículo propiamente dicho ha sido aún consagrado a las trabajos de Lacan, los
Al final de la década de los sesenta se produce lo que puede considerarse una verdadera aproximación a la teorías lacanianas en la esfera psiquiátrica española. Este fenómeno, que coincide con el resurgimiento de un interés más amplio por el psicoanálisis que irá creciendo en los años sucesivos, dista mucho, sin embargo, de ser un fenómeno global: los autores que a partir de entonces aluden con frecuencia a la obra lacaniana son unos pocos, siempre los mismos, pero gracias a sus trabajos Lacan sale de las secciones casi exclusivamente informativas a las que continuaba confinado para pasar a formar parte de la bibliografía de artículos científicos y convertirse en una referencia en la reflexión de estos autores. Se observa la inclusión de las referencias a Lacan en dos áreas principales de las nuevas inquietudes de algunos sectores psiquiátricos que son, por una parte, la aportación del estructuralismo a la psiquiatría y, por la otra, la antipsiquiatría.
Este interés por la obra lacaniana es perceptible a partir de
[La] preponderancia de la lengua representa en último término una preponderancia intelectual y también – a nuestro juicio – una cierta desvalorización de lo afectivo (Martí-Tusquets,
Y añade a continuación:
Jacques Lacan deja entrever esta actitud, a través de toda su obra y en relación al psicoanálisis, desvalorizando todo aquello que se pretende buscar más allá de la realidad estructurada, conflictual y simbolizada. ¿Qué duda cabe que la corriente estructuralista del psicoanálisis, con el análisis de las estructuras lingüísticas, de las asociaciones libres de los sueños y del simbolismo, aleja un tanto al enfermo y al psicoterapeuta?
Todo ello nos hace desvalorizar lo empático, lo transferencial, como objeto de análisis y tiende a convertir al psicoterapeuta en descubridor de relaciones, de leyes asociativas, de determinismos intelectuales, lingüísticos y expresivos, con los cuales adaptar conclusiones casi premonitorias, o detenerse en los complejos y confusos análisis de estrategia combinatoria (Martí-Tusquets,
Durante el año 1969 aparecen, siempre en la prensa psiquiátrica catalana, los primeros artículos de divulgación de las teorías lacanianas. Fernando Cervantes Gimeno —autor de una tesis de doctorado sobre el estructuralismo y la psiquiatría y traductor al castellano del
Durante ese mismo año empiezan a aparecer referencias bibliográficas a la edición francesa de los
Lacan ha tenido, a nuestro juicio, el mérito innegable de introducir los métodos del estructuralismo lingüístico y antropológico en el análisis de las interrelaciones [...] Lo evidente es que este proceso iniciado por Lacan no puede detenerse ahí y la aceptación de los principios básicos de Lévi-Strauss supone una auténtica aportación científica en el análisis de dichas interacciones humanas. Por lo cual creemos que hoy día, no puede prescindirse de esta metodología en el análisis de las interacciones grupales e institucionales [...]
La aportación más original de Lacan, es la consideración de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje [...] La incorporación de esta idea al análisis de las Instituciones psiquiátricas ha empezado a dar sus frutos y nos parece absolutamente imprescindible para un auténtico estudio de los fenómenos e influencias relacionales en el hospital psiquiátrico (Martí-Tusquets,
En adelante la tesis lacaniana del inconsciente estructurado como un lenguaje volverá con frecuencia en los trabajos de Martí-Tusquets, quien la integrará en su reflexión sobre la comunidad terapéutica (Martí-Tusquets,
La cuestión de la antipsiquiatría da lugar a otras referencias a las teorías lacanianas, ya sean directas o a través de otros autores, como Maud Mannoni. Es, por otra parte, en la colección de psicología de la editorial Anagrama dirigida por Ramón García, uno de los principales defensores españoles de la corriente antipsiquiátrica, donde se publica el primer texto de Lacan en España en
Las referencias a Lacan aparecen entonces tanto en artículos que adoptan el punto de vista psicoanalítico como en autores alejados de esta tendencia, que citan a Lacan como un punto de referencia ya obligado. Se observa, como era de esperar, que los autores que con más frecuencia aluden a Lacan son aquellos que han cursado parte de sus estudios en Francia y francés es, también, el autor del primer artículo dedicado por entero a Lacan; «El estructuralismo de Jacques Lacan» de Maurice Corvez, traducción de un trabajo publicado previamente en Bélgica, aparece en la
A pesar del aumento notable en las referencias a Lacan que se observa a partir de 1968, será necesario esperar la aparición de la gran revista de la transición democrática, la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, cuyo número cero sale en 1981, para que Lacan se convierta en una verdadera referencia teórica en los debates de la esfera psiquiátrica española. Para entonces, la situación del lacanismo en España habrá cambiado dentro y fuera del ámbito psiquiátrico; la corriente lacaniana fundada y liderada por Oscar Masotta hasta su muerte estará ya institucionalizada, las teorías lacanianas tendrán una presencia mayor en diversos campos del saber, muchas veces directa o indirectamente gracias a la difusión que le darán lacanianos argentinos exiliados, y el mismo Lacan se habrá convertido en una figura lo suficientemente importante en la esfera intelectual para que El País publique su carta de disolución de la Escuela Freudiana de París, y más tarde anuncie su muerte en portada
Del 1 al 7 de septiembre de 1958 tiene lugar en Barcelona el Congreso Internacional de Psicoterapia, cuarto del nombre después de los encuentros de Leyden, Londres y Zúrich. El evento es importante: es la primera vez desde la guerra civil que se celebra un congreso psiquiátrico de esta envergadura en el país. Se esperan a más de mil participantes, entre ellos casi todos los representantes de la élite mundial de la disciplina. Ramón Sarró es nombrado presidente del congreso y se constituye un comité de organización liderado por él e integrado por sus colaboradores de la cátedra de psiquiatría de la Universidad de Barcelona.
A partir de finales de 1957, la prensa psiquiátrica española empieza a publicar informaciones sobre la preparación del encuentro y anuncia la presencia de algunas figuras del mundo psiquiátrico internacional, entre ellas Lacan. La
El desarrollo de este Congreso Internacional de Psicoterapia puede conocerse gracias a la prensa cotidiana que publicó, día tras día, reseñas del encuentro. La inauguración del congreso tiene lugar el día 1 de septiembre en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, en presencia de las autoridades civiles, militares y religiosas. Los discursos de circunstancias se siguen a lo largo de la mañana. Ramón Sarró, presidente del congreso, pronuncia a continuación una conferencia sobre «La interpretación del mito de Edipo en Freud y en Heidegger», en la que critica el pesimismo y la misantropía de un Freud víctima de su resentimiento para con la sociedad vienesa. Hace a continuación una lectura del complejo de Edipo a la luz de la antropología existencial y rinde homenaje a los trabajos de Binswanger, Minkowski, Gebsattel y Straus. El último día del congreso, en su discurso de clausura, Sarró concluirá:
la contestación de la Psicología contemporánea a la cuestión de ‘Qué es el hombre’, debería ser la ‘persona’, o la ‘existencia’. La respuesta de Freud de que el hombre es instinto puede considerarse definitivamente superada (
La posición de la psiquiatría española con respecto al psicoanálisis, de la que la conferencia de Sarró era representativa, es uno de los factores que hay que tener en cuenta para entender el contexto de la conferencia de Lacan. Una cuestión tan delicada como la de la psicoterapia no podía abordarse, en la España de 1958, sin tener en cuenta sus implicaciones ideológicas, y a este respecto los organizadores del congreso tomaron las necesarias precauciones
Saltan a primera vista la trascendencia y delicadeza de los temas. Cierto que con mano hábil y ortodoxa, en el primer «Diario» del Congreso son desmontadas, entre otras tesis, la tan decantada sobre el complejo de Edipo «como elemento básico estructurador de toda cultura», y la que quisiera infravalorizar la conciencia, poniendo el inconsciente como verdadero centro del hombre. Cierto que «en este congreso —lo afirma el programa de manera taxativa— interesa especialmente la más perfecta adaptación de la Psicoterapia a las normas y sentimientos de una cultura católica». Pero nos sobra el inciso de que esto se haga en virtud del «genius loci». «La acción del sacerdote y el médico afecta a todas las confesiones». Es verdad. De ellas y de ciertos núcleos demasiado avanzados del mismo campo católico pueden provenir algunos despistes tan importantes como el que intenta presentar como correlativas neurosis y santidad. Por ello nos alegra tanto la presencia en el congreso de personalidades tan destacadas como las de los padres Mailloux, canadiense [...]; Vaca, Meseguer y Aragó, españoles, etcétera, que serían, ellas solas, toda una garantía (Melendres,
En este contexto, no resulta nada extraño que los organizadores, en sus comunicados, hubieran resaltado las actividades de la sección de psicoterapia y religión, la cual, consecuentemente, fue una de las que más espacio ocupó en la prensa. El miércoles 3 de septiembre, día de la intervención de Lacan, era también el día en que se había programado la conferencia del padre Noël Mailloux, presidente de esta sección de psicoterapia y religión. Los periódicos de la mañana, como lo hacían desde el principio del congreso, anunciaron los momentos más esperados del día, de los que formaba parte sólo la segunda. La ponencia de Lacan no sólo coincidió con las actividades de la sección de psicoterapia y religión, sino también con otro evento de primera importancia en un congreso en el que la participación de los médicos españoles era otro de los principales centros de interés de la prensa: la conferencia de López Ibor, quien tomó el micrófono después de Lacan en el Paraninfo. Al día siguiente de la intervención de ambos, el español tuvo los honores de los titulares de la prensa. La ponencia de Lacan, al igual que las de los dos oradores que le habían precedido en el Paraninfo aquella mañana, sólo se mencionó en la introducción de una reseña dedicada casi por entero a la intervención de López Ibor: «El doctor Lacan presentó un interesante trabajo sobre el psicoanálisis verdadero y falso», leemos con alguna variante formal en los periódicos que detallaron el programa de la mañana
A pesar de que Lacan formaba parte de las personalidades invitadas a tomar la palabra durante las sesiones más prestigiosas del congreso, no fue objeto de la misma atención privilegiada que recibieron en la prensa otras figuras del mundo psicoterapéutico. El hecho de que hablara el mismo día que López Ibor y que el presidente de la sección de psicoterapia y religión no podía contribuir a llamar la atención sobre su intervención. Sin embargo, la situación de Lacan a este respecto no fue única; aunque el programa de las ponencias aparecía cada día en la prensa, las intervenciones no solían ser comentadas. Tampoco se encuentran comentarios de las intervenciones de algunos psiquiatras de reconocido prestigio como Henri Ey o el mismo Binswanger. La lectura de los periódicos pone de manifiesto que los primeros objetivos de la prensa en sus reseñas eran el ensalzamiento del papel de la psiquiatría nacional, ya sea en la organización o en la participación en el congreso, y las garantías morales que debían enmarcar semejante evento. Difícilmente podía Lacan cumplir uno de estos dos requisitos de acceso a los honores periodísticos
Más extraña es, en cambio, la historia de la publicación del texto de la intervención de Lacan. «El psicoanálisis verdadero y el falso» —sobre cuyo contenido, ya publicado y ampliamente comentado, no volveremos aquí— no fue incluido en las actas del congreso y sólo fue encontrado en 1991, en casa de Sarró, después de una investigación llevada a cabo por algunos analistas catalanes (Lafuente,
La no publicación de Lacan es, pues, notable, pero no constituye un caso único. Cuando los autores de
La pasión de Lacan sobrenadó a la censura que en su día impidió que su ponencia fuera publicada en las actas del IV Congreso Internacional de Psicoterapia (
La aparición de la conferencia de Lacan en Francia, en la revista
no hay otra explicación plausible que la del olvido o del extravío del texto, azares inherentes a la publicación de semejante número de comunicaciones
Sea como sea, esta historia de «El psicoanálisis verdadero y el falso» no hace sino confirmar la conclusión de que el paso de Lacan por Barcelona en 1958 no contribuyó a despertar el interés de la psiquiatría española por sus teorías. Como vimos más arriba, no será hasta diez años más tarde cuando la prensa psiquiátrica empezará a reflejar un cambio a este respecto; en el momento del congreso, Lacan pasa prácticamente desapercibido.
Unos catorce años después del congreso de psicoterapia, Jacques Lacan vuelve a Barcelona. Por invitación de Sarró y de Josep Lluís Martí-Tusquets, Lacan da una conferencia el 3 de octubre de 1972 durante la sesión inaugural de la Asociación de Psiquiatría de la Academia de Ciencias Médicas. A la altura de 1972, como vimos más arriba, Martí-Tusquets era uno de los que con más frecuencia citaba a Lacan en la prensa psiquiátrica española. Sarró, por su parte, llevaba años interesado en el estructuralismo; como hemos visto más arriba, cuatro años antes de invitar a Lacan, había sido uno de los organizadores de un seminario de un año sobre este tema en el Instituto Francés de Barcelona, seminario en el que habían participado los grandes nombres de esta corriente de pensamiento (Sarró Maluquer,
De esta intervención en francés —que tuvo lugar diez días antes de la conferencia, mucho más conocida, que Lacan dio en la Universidad Católica de Lovaina— no queda, que sepamos, ninguna grabación, y es poco probable que exista una versión redactada, pues al parecer fue en gran parte improvisada a partir de apuntes
Cuando toma la palabra en la Academia de Ciencias Médicas, Lacan empieza comentando el título de su intervención —título que, al parecer, había olvidado— señalando que habla de lo real en su seminario. Éste, al que dio el nombre de «seminario» porque esperaba que pudiera ser el lugar de un intercambio, no lo es. Prosiguiendo con la cuestión del diálogo, Lacan dice que no hay nunca diálogo, sino dos monólogos que se entrecruzan. Los diálogos de Platón, por ejemplo, no son diálogos; el interlocutor da siempre la respuesta esperada por quien pregunta, lo que convierte estos diálogos en un monólogo de Platón. Esto remite a la existencia del dos. El campo en el que de forma más evidente existe el dos, es el de los sexos. Entre estos dos, dice Lacan, no hay ninguna comunicación en el lenguaje. La imposibilidad del diálogo se manifiesta ahí, más que en ninguna otra parte. Lacan se refiere a la
En lo tocante al sexo biológico, el psicoanálisis no ha hecho producir avance alguno y, en el terreno del «saber-hacer», su aportación se resume a: «arréglenselas». Sin embargo, el discurso psicoanalítico toma su referencia de la existencia de la sexualidad. El psicoanálisis demuestra cómo funciones que nada tienen que ver con las funciones sexuales son llamadas a proveer una suerte de suplencia a esta función sexual que no está ahí sino en posición de punto ideal, punto de referencia más allá del campo de todo lo de que, en el análisis, puede tratarse. El psicoanálisis ha demostrado que hay ciertos campos que se encuentran condicionados por aquello de lo que da testimonio el análisis, de lo que nada tiene que decir, excepto situarlo como un punto mítico, lo que sería la relación sexual.
El psicoanálisis surgió de lo que Lacan define como algo quizás localizable, pero no determinable; un día, Freud, se dejó enseñar por las histéricas. Aprendió a establecer el fundamento del discurso analítico a partir de la construcción que llamó el inconsciente, término cuyo uso hasta entonces no guardaba relación con el que le dio Freud.
Lacan aborda a continuación la cuestión de la IPA, haciendo hincapié en la gran contradicción entre el discurso introducido por Freud y en qué se ha convertido la institución que él había fundado. Hay una contradicción entre la institución analítica, en cuanto conservación del vínculo social y de lo que Lacan llama devolución de la cualificación —que supone algo que va del maestro al discípulo, su subordinado— y lo que dice Freud acerca de lo que pasa en el análisis, lo que debe esperarse del analista, esto es, que aborde cada nuevo paciente suspendiendo todo su saber anterior. La relación de maestro a discípulo supone la transmisión de un saber, cuando de lo que se trata es de formar gente para que sea capaz de suspender este saber. Lacan dice entonces que, ante el desamparo de algunos analistas en formación, a petición de ellos, hizo algo. En Roma, enunció: «El inconsciente está estructurado como un lenguaje», fórmula cuya emergencia como tal es su decir pero que no lo es sino por lo que está en el dicho de Freud. Remitiendo a su texto
Lacan insiste en el hecho de que dijo: «el inconsciente está estructurado
Lacan termina comentando la segunda parte del título de su conferencia: «como acceso a lo real». El discurso analítico está convocado por el hecho de que algo no marcha bien en el discurso del Amo y en el discurso universitario, al que Lacan aludió en relación con los acontecimientos del mayo del 68. La sospecha de lo real del que se trata «acorrala» (
Tres años exactos después de esta segunda conferencia de Jacques Lacan en Barcelona, por las calles de esta misma ciudad se podían ver carteles que rezaban:
FREUD/LACAN
(Lectura estructuralista de Freud)
Grupos de estudio
Clases a cargo de Oscar Masotta
El 20 de octubre de 1975, el argentino empezó su seminario en la capital catalana, seminario que iba a convertirse en la primera etapa de la formación de un movimiento lacaniano en España. A principios de la década siguiente empezaron a publicarse revistas de psicoanálisis lacaniano, era frecuente encontrar el nombre de Lacan en la prensa cultural catalana, se enseñaban las teorías lacanianas en la Facultad de Zorroaga y hasta la prensa cotidiana, al menos en Cataluña, se interesaba por el fenómeno de la difusión del lacanismo en España (Druet,
El inventario de las referencias a Lacan en la prensa psiquiátrica española se hizo en base al examen directo de los números conservados de todas las revistas de psiquiatría publicadas en España durante el periodo 1939-1975, cuyo repertorio está establecido en Dualde Beltrán, F.; Jordá Moscardó, E.; Rey González, A. (
Más de ochenta médicos españoles aparecen en la lista de miembros del congreso (Véase
Pere Bofill, entrevista con la autora, Barcelona, 11/07/2005.
Entre 1961 y 1967, sólo aparecen cuatro menciones de Lacan en las revistas de psiquiatría. El número de estas referencias durante el decenio anterior era de dieciocho, cifra que incluye la publicación en varias revistas del programa del IV Congreso Internacional de Psicoterapia de 1958.
Véase
Sobre la circulación de las ideas psicoanalíticas en la España de entonces, y en particular la que se produjo alrededor de Sarró durante el congreso y en los años sucesivos, véase entre otros Druet,
La prensa especializada española tampoco comentó la conferencia del analista francés: las revistas de psiquiatría – y algunas revistas culturales, como
Aunque el texto encontrado en casa de Sarró estaba en castellano,
Esta publicación se anuncia en las
Otras comunicaciones fueron publicadas por separado en varias revistas españolas como la
“Esa conferencia fue sometida a la censura que se negó a que se publicara en las actas del congreso.”
Pere Bofill, entrevista con la autora, Barcelona, 11/7/2005.
El secretario del congreso, Mariano de la Cruz, opinaba lo mismo: “A les actes del Congrés no sé què va passar: o [Lacan] no va entregar [la conferència], o la vam perdre” (Boix y Espada,
Véase
Carta publicada en
Antoni Vicens, entrevista con la autora, Barcelona, 19/7/2004; Catherine Millot, entrevista con la autora, París, 30/8/2006.
Quiero expresar mi agradecimiento a Catherine Millot por haberme permitido consultar los apuntes tomados durante esa conferencia. El resumen que sigue fue elaborado a partir de mi lectura de estos apuntes y es, por lo tanto, de mi exclusiva responsabilidad. Estoy igualmente agradecida a Carmen Gallano, quien leyó y revisó la traducción de este resumen al castellano.
Cartel conservado en el archivo privado de Joan Salinas i Rosés.
Carta del 26/10/1972 de Jacques Lacan a Ramón Sarró publicada en